miércoles, 17 de junio de 2009

Traci Lords y el pasado de otras chicas...de excepción



Traci Lords fue un mito en los años 80. Un mito del cine (antes) pornográfico, (después) X y (actualmente) para adultos que sobresalió por ser un bellezón. Al igual que Linda Lovelace y Marilyn Chambers en los años 70, que habían protagonizado "Garganta Profunda" (Gerard Damiano, 1973) y "Tras la puerta verde" (Jim Mitchell, 1972) Lords irrumpió en los 80 en el negocio de cine X cumpliendo a la perfección los dos parámetros que ansiaban todos los productores del Valle de Los Ángeles por aquella época: cara de ir a misa todos los días y cuerpo para bailar agarrada a una barra de un club del Strip.


Eran otros tiempos y la mayoría de los profesionales del cine porno habían estudiado carreras de cinematografía por lo que ansiaban reivindicarse como directores aunque fuera en un género considerado ínfimo, perseguido por las restrictivas leyes sobre películas norteamericanas, los tópicos guardianes de la moral y considerado como alegal o directamente ilegal en muchos estados. Esta extraña situación hacía que no muchos actores y mucho menos actrices se lanzaran a rodar películas porno y, la verdad, los años de la silicona pectoral y los arreglos por cirugía eran cosa de las novelas de ciencia ficción o de unas clínicas carísimas que muy poca gente se podía permitir.


Es por ello que no fuera corriente que bellezas que podrían competir en un certamen de Miss America o a aspirar a hacerse famosas mostrando su desnudo en Playboy, Hustler y un largo etcétera de revistas verdes pasaran al cine porno y se convirtieran en el objetivo de cualquier productor medianamente avezado.


Lords irrumpió en el mercado en 1984 y se convirtió en una estrella. Una estrella rara que interpretaba bien la parte dramática de la película y que, a veces, lloraba en medio de un orgasmo, que era capaz de hacer un papel cómico o que gritaba con tremenda convicción y se convulsionaba como una chiflada en el momento álgido de una escena de sexo.

Siendo una absoluta estrella comenzó a decidir con quien rodaba y con quien no, algo raro en la época, y a seleccionar sus papeles con la misma rapidez con la que se rebozaba en cocaína. Traci Lords además era una incógnita, no se sabía nada de su vida antes de llegar a Los Ángeles y nunca firmaba un contrato con el mismo nombre aunque todo apunta a que, en realidad, se llama Nora Louise Kuzma, nacida en el estado de Ohio...pero incluso, a día de hoy, todos estos datos resultan algo confusos.


En medio de una campaña por su propia autodestrucción Traci Lords comienza a rodar un tipo de porno que poco a poco se va poniendo de moda: vídeo, poco diálogo, mayor violencia en las escenas,más planos fijos, menos montaje, aún menos medios. Son los años en los que, definitivamente, el negocio casi marginal de unos cuantos se convierte en una industria que comienza a producir películas a porrillo porque hay un negocio inmenso que cubrir centrado en los videoclubs.

En ese momento Traci Lords decide autodenunciarse y declarar que ha rodado todas sus películas (excepto "Traci in Tokyo" y, posiblemente, "Traci, I love you"...es un lío saber en realidad si las rodó antes o después de cumplir los 18, cuestión de meses, días o semanas que están un poco difusas en la memoria de todo el mundo) cuando era una menor y que comenzó en el porno cuando sólo tenía 16 años (otro dato difícil puesto que no se sabe muy bien qué edad tiene en realidad la actriz).

El escándalo fue considerable y se comenzó a retirar todo el material de Traci, se investigó a productores, una liga de la moral intentó enchironar a los actores y actrices, se interrogó a fotógrafos, a un novio ocasional...

La Lords comenzó un proceso de desintoxicación e intentó aprovechar el tirón de su fama para pasarse al cine convencional sin encontrar demasiados papeles que no fueran pura y dura serie B o la, por entonces, maltratadísima producción para televisión. De todas maneras su genio, y el hecho de que se convirtiera en una especie de símbolo de la cultura popular, la catapultaron hacia el mecenazgo de John Waters, con el que rodó "Crybaby" en 1990, y a una serie de papeles de culto en series como Roseanne o Melrose Place. Mientras tanto tuvo una tímida (e interesante) carrera como música electrónica, pinchando en locales etc. e, incluso, ha sacado un par de libros.

La semana que viene se estrena "¿Hacemos un porno?", la última película de Kevin Smith que en realidad se titula "Zack and Miri Make a porn" y que es una película divertida que tiene una destructiva campaña de marketing en nuestro país, donde hace un papel autoparódico en el que es capaz de reírse de sí misma y de todas las chorradas del género. En una entrevista a El País ha declarado que le entristece que, cada vez que concede una entrevista alguien le saque el asunto de su paso por las películas porno. No me extraña porque, en realidad, rodó su última película allá por 1988 (más o menos) y no se ha vuelto ni siquiera a desnudar.


Un detalle curioso para una biografía llena de otras películas, y de otros trabajos, pero que están marcados indefectiblemente por el asunto de tener un pasado en las películas para adultos.
Mucho nos tendríamos que plantear en nuestro país este tipo de cosas cuando arrecian los comentarios maliciosos, absurdamente moralizantes y definitivamente sonrojantes sobre una actriz patria, nom de guerre Lucía Lapiedra nombre verdadero Miriam Sánchez, con la que una cadena en particular está haciendo su agosto. La muchacha se divorcia y, de pronto, todo parece ser culpa de su pasado como actriz X, se habla de cocaína, abandono de su hija y otros tantos atropellos como causa directa de su anterior trabajo...¿No es curioso? ¿No es curioso que su ex marido o ex pareja, que se llama Pipi Estrada, publicara sin cortarse unas memorias sobre su relación con Terelu Campos pasando así del periodismo deportivo a la novela porno más chusca sin que nadie se lo haya tenido en cuenta? ¿No es curioso que este mismo personaje pueda seguir trabajando en una redacción de deportes sin que nadie tenga en cuenta que deja mensajes grabados en su contestador con cositas como "voy a cargar el arma" y no sea ni siquiera criticado? ¿No es más lamentable que ese mismo tipejo se haya pasado un añito o casi dos comentando lo bueno que fue al recoger a esa mujer cuando estaba perdida en una espiral, en un mal trabajo y nadie le haya puesto el dedo en la nariz? ¿No es este un caso de flagrante machismo que va a quedar, como casi todos, olvidado? ¿No es de peor gusto cobrar por contar tus miserias que desnudarte para echar un polvo una vez o trescientas en tu vida y pensar que está bien cometer todo tipo de tropelías televisadas?

No se, pero a mi me da la sensación de que hay una pornografía de los sentimientos, una exhibición impúdica y ridícula de las vidas de otros, una ejecución sumarísima diaria que se produce sin ningún corte y con luz y taquígrafos que nos parece mucho menos sangrante que el hecho de haberse dedicado alguna vez, en algun lugar a trabajar en pelis porno. Cuestión de decir o hacer barbaridades vestidos o haberse desnudado para hacer tu trabajo.

3 comentarios:

ENRIC dijo...

Ah! efendi!

Sucio, sucio... es el vestirse si no es para no pasar frío... digo yo... vamos, que vestirnos como nos vestimos cuando caen los 40º y uno está soñando en sacarse los calzones, las enaguas o el tanguita leopardo, porque esto es insoportable y la desnudez es lo único lógico, talvez excitante (que bien!) y práctico. Y uno se queja pa’ sus entresijos y escurre que vaya, que algo falló ¿no?....

Ah sí! es esta educación castrante de judeo cristianismo ¿no?... es ese ver sucia la desnudez, el coito, el sexo en sus múltiples variedades (todas lícitas ¿verdad?) o, simplemente, la actitud, esa actitud que los enfurece mientras algo bajo sus braguetas se alza sin control... ¿será por eso que usan sotanas?... ayayay !

Ah! les jode la actitud...
Les jode el cuerpo… también desnudo...
Les jode que nos guste ver los cuerpos ajenos (y llegaron a ponerle "pañales" a las figuras de la capilla sixtina!)...
Les jode que nos sintamos libres...
Les jode que nos veamos bellos...pero que nos demos la paz, eso no….
Les jode que una mano, un pie, un seno, un pene... pueda ser algo digno de ser visto...de ser deseado… de ser objetivo para un felicidad momentánea… ¿pero su mente puerca lo admite?...No, no y no !
Nos quieren con traje de neopreno...y con abrigo de rana... y con sombrero con alas...malditos… expertos, masturbadotes centrados en lúgubres fetichismos !

Pobres basuras con patas...son ellos el icono, el sentido y el "yo" de la pornografía... sin ellos ni el sexo, ni el erotismo, ni un rayo de sol que te hace soltar un suspiro... el porno no existen... sin ellos el porno no es porno, es, simplemente, otra cosa: El pecado.

Un abrazo camarada... y, con perdón, que les den a todos! (a todos ellos claro!).

Selaaaaaaaaam !

Azul Sanchez dijo...

Muy bueno..Tracy Lords que mito!! y lo de Pipi Estrada / Lucia Lapiedra es un rollo muy chungo que seguro acaba con un par de matones albano-kosovares de por medio...ya sabemos que T5 práctica un porno excesivamente hard...
abrazo!

Grom el Único dijo...

Ah, estimado Insustancial, la masa y su selectiva memoria de pez: cuando alguien como Pepe Rubianes - uno de los mejores cómicos de nuestro país - será recordado por muchos como "el catalán ese que se cagó en España", ¿qué no le pasará a la ninfa Miriam?

He de reconocer que, buenafuenteando, siempre siento cierta vergüenza ajena cuando en los anuncios se ofrece la posibilidad de descargar vídeos lésbicos de la rubia zagala (sinceramente, ¿hay algún gilipollas que se gaste 4 euros de vellón para tener en su móvil un vídeo porno que conseguiría gratis en la interné?). Parece que en su salto por normalizar su vida - qué pecado, por dior -, se ha encontrado con los matarifes del morbo dispuestos a hincarle el cuchillo entre las - slurrrp - tetas: concretamente, en el corazón.

Afectadísimos y serenisssimos saludos.

PD.- Habrá comprobado que el Ente tuvo el detalle de hacerle un homenaje al fallecido Fernando Delgado; eso sí, los muy lumbreras en vez de poner esa joya que es el Estudio 1 de "Doce hombres sin piedad" (según el hijo del actor, su trabajo favorito; y un clásico en mi casa: siempre recordamos a Ismael Merlo gritando "el niño es culpable!"), pusieron algo con Secun de la Rosa... que, a todo esto, es más malo que cenar clavos con mostaza. En fin, RTVE...