martes, 30 de septiembre de 2008

Parientes








El Mundo nos ha dado hoy la alegría mañanera al ocupar parte de la contraportada con la foto de ahí arriba. O sea, que ha copiado al AS y, por apenas dos columnas, se ha olvidado de hablar mal de sus personajes habituales: ZP, de la Vega, Solbes, Rubalcaba, Garzón o los nacionalistas. Guay.


La mujer de los ojos como Candy, Candy se llama Yasmin Fostok y es la hija de un imán radical que atiende a la gracia de Omar Bakrí. Resulta que la muchacha no posa así por placer si no porque es bailarina de barra y hace striptís ocasionalmente. El señor barbudo fue expulsado de Gran Bretaña después de los atentados del 11-S ante su reticencia por hablar bien de los terroristas y comentar, más o menos, en alto que aquello no le parecía tan mal. Se exilió artísticamente en el Líbano convirtiéndose en una especie de Alejandro Sanz del islamismo ya que ambos han encontrado fuera de sus países de origen un lugar más en sintonía con los mensajes propios.


La noticia viene a decir algo así como "¡te jodes, que la hija te ha salido stripper!" dando por hecho que, igual en occidente que en oriente, ciertas profesiones son todavía vistos bajo un punto de vista muy conservador. Es decir, la muchacha es tratada bajo la misma vara de medir moral que usa su padre, se habla de su "agitada" vida sexual (le contabilizan seis novios y uno de sus ex, despechado, dice que es muy "activa" en la cama), de su actitud procaz y de ser una partidaria de la vida bohemia. Yo me imagino que si la muchacha se hubiera casado por la iglesia anglicana con un contable de Oxford y hubiera traicionado, del mismo modo, los preceptos islámicos seguramente la doble de El Mundo hubiera sido ocupada por los consabidos personajes o quizás por un desmentido de Aznar sobre su vida amorosa.




"La familia, que se podía esperar de semejante mezcla de sangre" escribió Roger Wolfe y no le faltaba razón. Bin Laden fue retratado como la oveja negra de una familia cuasioccidentalizada y, de cuando en cuando, una sobrina de Rouco Varela se desnuda en Interviú o conocemos la existencia de un hermano de Cesar Vidal que se confiesa "votante socialista" y completamente contrario a las tésis de su hermano. ¿Qué se puede esperar de semejante mezcla de sangre, efectivamente?


Época nos informó la semana pasada de que Marichalar, yerno del rey con la convivencia interrumpida o sea suspendido de sus obligaciones como yerno, ocasionalmente (no sabemos si con la misma ocasionalidad que se desnuda la hija del Imán) gustaba de hacerse unas filas de farlopa. Se ha montado la zapatiesta porque la Familia Real no hace honor a su nombre, o sea, que realmente no es una familia al uso y estas cosas se le miran con lupa. Lo de los pantalones de amebas, las pashminas de vívidos colores y los paseos del brazo de viejas modeluquis con problemas de dislexia es una cosa y otra darle al vicio...eso dice la gente que sale en la tele que, pese a que todos sospechamos que no son ajenos a cuernos, disputas vecinales, divorcios y farlopa ponen cara de "¡Esto es lo último!" cada vez que surje uno de estos temas demostrando que se puede vivir de dar lecciones de honestidad y buenas maneras.Mi abuela Petra diría eso de "¡Sepulcros blanqueados!", que es la frase con la que te recuerda que eres un fariseo de la peor calaña.




Si en tu familia no hay una stripper, un integrista religioso o un tipo que se presenta a las celebraciones familiares gastando capa española seguro que tendrás alguno de estos fenotipos:


-"El que se quedó tonto de estudiar": Suele ser un primo lejano de lugar ignoto que tras pasarse estudiando tres años para notarías prorrumpió entre alaridos en la Plaza del Pueblo vistiendo un gorrito de papel de aluminio en la cabeza. Tras ser reducido por la Guardia Civil estuvo en un manicomio. Te lo cruzas en alguna boda o comunión vistiendo de übergañán y gafas de culo de vaso. Fuma como un murciélago y dice cosas inconexas mezclados por comentarios de gran lucidez como "el gobierno envenena el agua" o "los curas son los padres". Semejantes frikazos ya no salen tanto de casa porque suelen ser administradores de páginas de OVNIS y conspiranóicos en general y te ahorran el mal trago.


-"El cabeza loca": Antes los "cabeza loca" emigraban al extranjero de donde volvían colgados del brazo de una francesa o alemana a la que la familia conocía cariñosamente como "esa guarra" o "esa pelandrusca" porque la buena mujer fumaba y llevaba bikinis soliviantando al Frente Paco Martínez Soria de la población. El "cabeza loca" suele ser el responsable de haberse "gastado la herencia de padre" (dos trozos de tierra y una casa semiderruída en medio) en negocios locos como un puesto de helados o el estudio del motor de agua. En sus apariciones suele acusar al resto de la familia de tener poca visión y da sablazos a tutiplén. Irremediablemente causa admiración entre los sobrinos a los que lleva, según el grado de generosidad o de pecunio, a tomar sus primeros chatos de vino, les compra tabaco o los lleva de "putánganas" que es la forma fina que usan las hermanas de mi padre para referirse a las prostitutas o a las mujeres de moral distraída si no usan lo de "pelandusca". Ah, si el cabeza loca de la familia triunfa se convierte en "el cachondo del tío nosequé" y se dice que "es más listo que el hambre como su padre". De su señora, la pelandusca, se dirá que "es moderna y europea" o "que está con los tiempos".


-"El estirao": Este no se quedó gilipollas de estudiar pero casi. Aprobó un oposiciones y ahora tiene lo que la abuela llama "¡Un puestazo!" que suele ser pasante de un notario, jefe de administrativos, chupatintas o funcionario de grado medio. Como vive en la capital se casó con una mujer que no sabe ejercer de cuñada y que, a la mínima, pondrá de vuelta y media a la familia política provocando todo tipo de enfrentamientos. Sus hijos suelen ser esos primos que van a colegios concertados y visten desde peques con Lacoste. Te miran mal porque su madre les dice que no se junten contigo porque eres "un salvaje" pero de adolescente te emborrachas un día con ellos y te haces amiguete. "El estirao" es el que suele acabar demandando al resto de la familia por la herencia (ya digo, dos metros cuadrados de tierra que rodean una choza ruinosa y/o el conjunto que es conocido como "las joyas de madre" -unos pendientes- o "las cosas de padre" -normalmente una escopeta que una vez mató a una liebre, un retrato del bisabuelo...-) suele leer el ABC y cree saber de todo. Un mierda profesional peligroso.




-"El artista": En todas las familias hay alguien que quiere sobrevivir siendo actor, poeta o músico sin tener mucho talento para ello. Irrumpen en las reuniones familiares con una pareja bastante extraña. Ellas con un hippie que huele a hierba, se ríe de todo y se levanta tarde y ellos con una dietista, una argentina con un perro o una chica calladina y gordita. Cuando alguien le recuerda que tiene que hacer algo de provecho, suele ser "el estirao", se solivianta y amenaza con abandonar la casa gritando "¡Dejadme ser libre!" o "¿Qué sabes tú de arte?". Sospechas que él tampoco sabe mucho porque una vez lo vista actuando en un teatrucho de mierda. La ventaja de hacerte amiguete de "El artista" de la familia es que si vive en tu ciudad puedes usar su casa como ocasional picadero, siempre lleva porros y tiene amistades más o menos chifladas y/o interesantes. En contrapartida te estará esperando cuando cobres tu primer sueldo para sacarte las cañas a partir de entonces. Quid pro Quo.










-"El gayer": El fenotipo gaylord aparece en familias con tiendas y estancos principalmente por lo que suelen quedarse en el pueblo para acabar atendiendo el negocio familiar. La familia, a cambio, se hará la tonta sobre la condición sexual del hijo o hija y jamás le hará preguntas sobre sus visitas de fin de semana a la capital más cercana. Ahora, que la cosa es más relajada, el gayer suele ser visto con mucha más relajación y presentan al novio/novia como tal y no como "una entrañable amistad" permitiendo una convivencia mejor. De todas maneras, normalmente, el gaylord de la familia suele verse envuelto en una pelea familiar donde se le llama "maricón" o "bollera despectivamente. Se lía. Ha desaparecido, afortunadamente, el familiar gayer que permaneciendo en el pueblo se liaba por necesidad o ternura con el tontico del pueblo o, lo que es lo mismo, con el miembro de otra familia "que se quedó tonto de estudiar". Cosa esta de la leyenda negra popular. A veces "el gayer" y "el artista" son la misma persona. Viven en Madrid en pareja, se han casado y planean la adopción de una chinita y dicen de sí mismos que están "normalizados".




-"Solterones": El que se ha quedado para vestir santos, a veces también resulta que "Gayer" y "solterón" son la misma persona y, remotamente, se da el caso del "gayer solterón" que se hace "artista" y termina ejerciendo de estrella en un espectáculo de travestidos. Lo normal es que la solterona sea una avinagrada de mucho cuidado que espantó a todos los posibles pretendientes y el solterón se dedique a cubrir la plaza de "borrachín" del pueblo. El solterón ha descubierto que ahora se puede ir a Sudamérica o El Caribe y traerse a una mujer de allí. La solterona se conforma con soltarte dinero por debajo de la mesa, justificar tus borracheras y tus ausencias y despacharse a gusto echándote la bronca sin que se entere nadie.

Y así hasta completar un cocktail de genes infernal. De todas maneras si no fuera por la familia no sabríamos lo que es una buena pelea a navajazos en el salón de casa; una competición por ver quién acude mejor vestido, comprobar la bajeza del ser humano al abandonar a los viejitos una vez les han limpiado la cuenta y otras lindezas. A la familia también le debemos frases como "Es que este tiene una mamitis..."; "El día menos pensado me voy de aquí y se os come la mierda"; "Cuando se nos querrá llevar el señor"; "Sales más caro que un hijo tonto"; "esto no es un motel", "cuando seas padre comerás huevos", "No haberme tenío", "Si ese se tira de un puente tú también", "es que eres idiota, has salido a tu padre", "claro cuando queman una sinagoga son hijos míos pero si aprueban la gimasia son tuyos solo" y así hasta la nausea...pensad que de no existir los parientes hubiera sido imposible que Emilio Aragón hubiera montado su emporio y la Conferencia Episcopal el suyo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

A New England (Billy Bragg)




En 1983 Billy Bragg publicó Life´s a riot with spy vs. spy, dentro contenía esta canción sencilla interpretada sólamente con una guitarra eléctrica. A New England se convirtió en una pequeña joya compuesta a contracorriente de la New Wave predominante (Duran Duran, Culture Club, Sting, Spandau Ballet, The Pretenders, UB-40...) y eso que pomposamente se denominó "Pop para adultos".

Bragg, un cantautor de Essex, incondicional de Guthrie y comprometido con el movimiento obrero inglés, en un momento en el que todas las que luego han sido grandes conciencias de la música permanecieron impasibles y mudas ante los desmanes del thatcherismo, invocaba en su primer disco una vuelta a la sencillez, un paseo en bici por el barrio, un bañito de realidad.


Todavía en activo y rescatado por la corriente del Antifolk (que lo reivindica como su papá) ha vuelto a encontrar un hueco en el mercado de festivales donde acude cual Abuelo Zapatilla para cantar con el público su único número uno, este mismo, sin renegar ni un poco de ella...veríamos que hubiera dicho Sting de volver a cantar los himnos de The Police antes de la monetaria reunificación.


Por cierto que él yutubo es un poco friki. Pertenece al programa norteamericano Back Porch Video (BPV) que fue el primer programa de vídeos musicales de la historia de la televisión por cable, cuando no tenían el clip se conformaban con poner la canción y poner caritas. ¡Que buena era la tele! El camarada Billy Bragg es este de aquí...que Lenin lo guarde muchos años.


domingo, 28 de septiembre de 2008

Sensaciones del fin del mundo



Hace tres años, por estas fechas, estaba en Londres intentando mantenerme en pie en un fiestorro ilegal organizado en una casa Hounslow. Digo lo de mantenerme en pie porque, en mi vida, había visto un sitio más desmadrado y más lleno de gente en mi vida. Por unas 20 libras, una botella de combustible para misiles etiquetado erroneamente con la palabra "vodka" y tres litros de zumo de arándanos podía asistir a un akelarre de música electrónica pinchada por un DJ hierático (de esos que parece que se aburren poniendo música) alrededor del cual bailaba sincopadamente ese tipo de gente que cree que el día de mañana es nada más que una amenaza de tormenta en el horizonte.



La culpa era mía, quiero decir, no tenía culpa de la música, ni de los invitados que vomitaban en las esquinas, ni de las chicas con aspecto de dependientas de fish&chips puestas de éxtasis que se morreaban con tíos sin camiseta aquí y allá o demandaban un poco de atención montando numeritos lésbicos sudorosos en la cocina en medio de un bosque de brazos que sostenían teléfonos móviles...la culpa era mía por haber encabezado una de esas maniobras estúpidas que me llevan a ser una de las pocas personas capaces de encontrar el último garito abierto incluso estando en medio de El Vaticano. Antaño pensé que era una especie de super poder pero, en realidad, con los años he descubierto que es un sistema de defensa para no quedarme solo.

El caso es que era muy pronto, los pubs estaban abiertos y había pasado la mañana paseando por la Tate, sentado debajo de un enorme sol artificial que pertenecía a una instalación artística. Comí en un paquistaní cercano a Leicester Square y me había sentado a leer The Guardian al ladito de la estatua de Chaplin para mirar qué película iba a ir a ver. Me decidí por un cine pequeñajo donde ponían una restrospectiva de cine británico y proyectaban Pasaporte para Pimlico (Henry Cornelius, 1949) una comedia de la Ealing que sólo había visto una vez en TVE y que me había encantado. ¿Había mejor plan?

Mi plan se torció un poco, como tantas otras veces, por culpa del superpoder. Conoces a alguien, inocentemente te invita a una fiesta que organizan unos amigos que, en realidad, es una warehouse party -el nombre que reciben las fiestas ilegales en Inglaterra desde los tiempos del sonido Manchester- a la que asistes llevando contigo a un montón de gente a la que le parece mejor majarse el hígado que seguir el recorrido previsto de película viejuna-ofertas de DVD en el Virgin Megastore-cenita en wagamama a base de noodles y cerveza asahi. Vale. Marchemos. Poneos detrás de mí, chicas. ¿Os he dicho ya lo del superpoder? ¿Y la responsabilidad que conlleva? Abramos un desfliadero en las entrañas del Thamesis y os llevaré hasta el único lugar de Londres que ofrece entretenimiento alejado de los malditos turistas.




Allí estábamos, ya ves, en una de esas casas que se ven cuando uno va en el tren de Heathtrow a la City. Distrito de Hounslow, donde Cristo perdió los clavos y nosotros los tornillos, donde cada tienda es un Tesco, los pakistaníes discuten con los nigerianos en cada esquina por un quítame allá esa tarjeta de móvil, las casas baratas están construídas bajos los peores parámetros del peor gusto inglés y los parques están llenos de chavales en chandal que fuman cigarrillos y beben latas de cerveza barata subidos a los columpios y los toboganes de metal.




El Distrito de Hounslow fue a finales de los 60 uno de los orgullosos bastiones del movimiento skinhead primigenio. Demasiado obreros para ser mods y demasiado insatisfechos de la cultura musical propia como para no adoptar la cultura musical jamaicana, los Skinheads, los genuínos trojans fueron la base de una flamante nueva ola juvenil que creció enclaustrada entre los suaves coletazos del hippismo y los elitistas músicos del rock sinfónico que comenzaban a pastar en las universidades y las escuelas de arte. Entre Jethro Tull y Pink Floyd eligieron el SKA, el soul que escupían las emisoras del norte y formaron un frente multirracial y multicultural urbano que alumbró también los primeros berridos del punk y que acabó por confundirse (sobre todo estéticamente) con el germen del neonazismo propulsado por la crisis en la que se sumió Inglaterra a comienzos de los años 70.

Evidentemente no era capaz de pensar en todo eso mientras me estaba intentando mantenerme en pie, sólo quería buscar a los restos del comando que aparecían entre los bailarines ciegos y desparecían de nuevo como los ninjas detrás de cualquiera de aquellas puertas sin dirección ni orden aparente. Pese a que eran sólo las siete o las ocho de la tarde pronto alguien llamaría a la policía y algo me dice que los extranjeros siempre pillamos. Un extranjero en medio de cualquier asunto medio ilegal es un ñu con una pata rota en medio de la Sabana.

Todo tenía ese punto de mal gusto británico, ya sabes, dientes rotos, alcohol mal digerido, chaquetas de chandal sin camiseta, chicas con raíces desteñidas, mallas, esclavas de plata. Como los Goldie Lookin´Chain pero completamente en serio, sin disfraces. Entre medias gente mejor vestida, gafas de pasta, chaquetas de pana. Camisetas con mensajes fínamente irónicos o jerseys estratégicamente roídos para que parecieran viejos. Entre ellos encontré a la chica que me había invitado al evento. Hola. Hola. Bienvenido. ¿Tu grupo?. Perdido. ¿Disfrutas?. Esperaba que me explicaras todo esto. Ven. Toma. Bebe. Fuma.

El caso es que, en realidad, estaba en un safari. Según me explicó la casa pertenecía a un camello que conocían, él ponía la droga a un precio aceptable, la casa y al grupo de desdentados. El alcohol, el dinero en efectivo y la música corría a cargo de los invitados de verdad que éramos los "turistas". Así nos llamó, "turistas". Un grupo de gente que se movía del centro hasta los suburbios para imbuirse de un poco de realidad, para llegar a casa oliendo a genuíno sudor del extraradio. La vida era mucho más auténtica cuando uno se alejaba de los garitos del Soho, caminaba en dirección contraria a la Calle Berner.
Turistas de extrarradio. Ya ves. Cosmonautas que quieren comprobar que los personajes de Little Britain o Irvine Welsh se han salido en realidad del papel. "Es la típica cultura en descomposición" me dijo un gafotas sin saber nada del pasado glorioso del barrio "por eso hay que verla...es tan auténtico". Dando por hecho que, incluso, la ropa que llevaba pasaría en algún momento de moda. Un puñado de fotos, un par de vídeos de móvil después y uno ya podía volverse a casa feliz por lo que había visto.

Apoyado en la encimera de una cocina desastrosa, con un vaso de plástico lleno de vodka y zumo de arándanos aguado me acordé de un cuento de ciencia ficción en el que una persona le alquila una habitación a unos extranjeros que llaman su atención. Descubre, muy tarde, que en realidad son seres humanos del futuro. Dichos viajeros del tiempo se presentan en un lugar del planeta concreto en el que saben que va a ocurrir una hecatombe para sentarse en un lugar privilegiado a verla. Me sentí un poco así, como aquella vez que de niño fui a un zoo-safari de esos en los que te metes en un autobús para ver a un montón de fieras aburridas y a unos cuantos monos desquiciados.
Estaba allí, intentando mantenerme en pie, luchando contra mis ganas de vomitar y no especialmente por el asqueroso combinado, intentaba mantenerme en pie aguantando las nauseas que me provocaba el olor a snobismo que comenzaba a ser mucho más fuerte que el de la humedad y el sudor condensado cuando una chica con una falda escocesa y una camiseta de inspiración punkie entró en la cocina y dijo:
-"No os lo perdais, no os lo perdais...alguien le está zurrando a alguien en la acera...".

En la pista el DJ malhumorado estaba pinchando a New Order completamente solo. La fiesta tocaba a su fin. Había que ponerse a cubierto. Irse. Adios. Goodbye Hounslow! Gracias por los servicios prestados, por hacernos sentir tan especiales y afortunados de no tener que beber tu agua, ni comprar nuestra comida en un Tesco, ni tener que discutir con los pakistaníes el precio de la lata de coca-cola. Gracias por haber perdido tu memoria y tu ska y haber cambiado las botas de acero por las zapatillas deportivas así no tendremos miedo de que nos patees el culo y, sobre todo, gracias por ser contener en tus calles toda esa mala baba, todo ese mal gusto y que sea así por muchos años porque, Dios, necesitamos lugares como estos para sentirnos unos auténticos turistas.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Uno que nos deja: Paul Newman (1925-2008)


El año pasado Canal +, de manera bastante tímida, estrenó la primera temporada de la serie documental Iconoclast. En cada una de las entregas alguien muy conocido elegía a alguien que había marcado su carrera o que admiraba de algún modo.


Paul Newman eligió a Robert Redford. En dicha pieza Redford le preguntaba a Newman sobre todas las cosas que había hecho gracias a ser actor, Newman le decía que había conseguido recuperar el teatro municipal de Newport Beach -su lugar de residencia- y, claro está, adquirir su propia escuderia NASCAR (unas carreras incomprensibles que se celebran en un circuitos en forma de cero) y una empresa de salsas para pastas, ensaladas y carnes. Redford, metiendo la puntillica intencionadamente, le pregunta sobre los beneficios que esos negocios le dejan y Newman muy tranquilamente le dice que la mayoría del dinero recogido se dirigía a cubrir los gastos y que, el resto, lo destinaba a obras benéficas en todo el mundo. Después añadía que prefería pasar a la historia como un buen actor y como una buena persona que como un actor que, en realidad, era un cochino egoísta que se pasó su vida haciendo estúpidas demostraciones públicas de opulencia.


Me he enterado hoy, como todo el mundo, de la muerte de Newman mientras comía con el cuñaíto y a ambos se nos han humedecido los ojillos recordando Dos hombres y un destino y El Castañazo (injustamente obviada de los picados de imágenes de homenaje), Harper Investigador privado, Distrito Apache, El veredicto...que, por cierto, me parece uno de los mejores papeles que se han visto nunca.


Dirán que se ha muerto uno de los mejores actores de la historia y será verdad pero no dirán que el tipo de cine que defendió e interpretó Newman lleva años muerto y que ya es difícil descubrir actores tan buenos por la sencilla razón de que los que están no encontrarán jamás papeles a la altura de su preparación básicamente porque Newman y Brando e incluso Redford hicieron grandes películas que sólo pretendían ser eso, grandes películas y no enormes plataformas para vender merchandising. Es por eso que ya no podemos escuchar frases como "¡Hanihan, tu esposa se lo monta con otra tía!" que, al parecer, molestan a todo el mundo y, claro está, tampoco una película como La leyenda del indomable.

Seguramente si Paul Newman fuera joven estaría trabajando en la televisión que es donde ha tenido que emigrar el talento para que el cine pueda ser ocupado por mercanchifles y/o membrillos de toda índole.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Metapost


Llevo más de ocho días completamente bloqueado...joder, que horror, las musas me han abandonado definitivamente y es que las muy guarras se escapan por la ventana en cuanto el fantasma de la precariedad laboral y económica entra por la puerta. De hecho quería hablar de algunas cosas pero no consigo desarrollar coherentemente ningún tema...






1.) El finlandés asesino de la pistola y el vídeo de youtube. Es un temazo, vale. Pues no me ha salido nada coherente...quería hablar sobre lo mucho que me recuerda la actitud de los presentadores de los telediarios al pánico que recorre la convivencia del protagonista de Lunar Park (Breat Easton Ellis, Mondadori) y la de su hijo adolescente, también hilarla de algún modo con el primer "mass killer" de la historial, Charlie Whitman, pero no me ha salido. Quería ir más allá diciendo que todo el mundo se había horrorizado con eso de que el muchacho decía de sí mismo que le gustaban "los ordenadores, las cervezas, las armas y el sexo"...como si, en realidad, a los adolescentes de todo el mundo les interesara "la aritmética, la filosofía existencialista, el criquet y la abstinencia sexual". Quería decir también que, en realidad, la solución sería construir más ferias como las de los pueblos españoles donde se puede disparar en los puestos, se puede beber cerveza en los chiringuitos e hincharte a pinchos morunos y quién sabe si ligarte a la chica de tu pandilla mientra te montas en el tren de la bruja.



2.) Quería hablar del asunto de Guti, el futbolista del Real Madrid "acosado" por un boxeador sin licencia bastante colgado y de cómo se ha utilizado el término "acoso" con una doble intencionalidad que indefectiblemente nos retrotrae a todos esos rumores sobre la sexualidad del madridista. ¿Es una contaminación anglosajona del término "Stalker"? ¿Llegan los periodistas tan lejos o sólamente se trataba de una maledicencia? También quería decir que si Eloy de la Iglesia estuviera vivo hubiera podido utilizar la historia, con toda su carga gayer, para contarnos la historia de un deportista en la cima y otro en la alcantarilla que viven una historia de amor. Quería aderezarlo todo con las anécdotas sobre otros acechadores sexuales impertinentes como el que quería rebozar sus partes pudendas con la barba de Spielberg o el que fue detenido cuando intentaba secuestrar a Mel Gibson para rezar con él y lo otro...todo sórdido, como a mi me gusta. Así, como fino y jovial.


3.) Quería ponerme en plan sesudo y hablar de lo mal que me ha parecido que Turquía haya prohibido la emisión de los documentales y la edición de los libros del sabio Richard Dawkins que no me canso de recomendar. Hablar un poco sobre lo acertado de un mundo sin Dios, de la potra de la existencia...




4.) Quería hablar de McCain, de su retirada de la campaña y de lo peligrosamente fascista que me resulta que alguien pida "gobiernos de salvación nacional"...¿Un gobierno de demócratas y republicanos en un país bipartidista? Quería hablar de que sin confrontación no hay libertad de expresión y que las mejores intenciones políticas acaban normalmente en dolorosos procesos dictatoriales o de recorte de las libertades.


5.) Quería hablar de lo bien que me parece que los economistas liberales y las empresas que son el bastión de este capitalismo feroz se cague en todas sus convicciones políticas y morales y se dedique a pedir dinero al estado...¿Comor? ¿Pero estos no son los que dicen que los mercados se regulan indefectiblemente, pase lo que pase? Quería hablar de que una economía sin leyes nos dibuja un panorama en plan Mad Max. Pero no me pareció acertado ponerme tan pesimista...


6.) Finalmente esta mañana he intentado escribir un post sobre el interesante asunto de que Bono, el cantante de U2, expresó en la ONU a Zapatero su deseo de ser español y así tener un presidente preocupado por la pobreza y la desigualdad en el mundo. Quería haber dicho que para ser español lo primero es saber que no se dice "uno, dos tres...¡Catorce!" si no "Un, dos, tres...¡Responda otra vez!". También que Bono me cae bien y que Pepe Bono mal y que el mundo del rock está lleno de ingenuidades como Sting paseándose con un falso jefe amazónico llamado Raoni por medio mundo, las demostraciones públicas de karate de Elvis o el hecho de que Andy&Lucas le llevaran a ZP el curriculum de unos cuantos colegas en paro para ver si podía hacer algo.

Pero al final he escrito este post un tanto raro que se parece un poco a Magnolia (1999, Paul Thomas Anderson) porque empieza muchas cosas y no las acaba de contar del todo, porque es una declaración de intenciones como el primer capítulo de Plutón BRB Nero (¡Semper Fi, Alex!) y que me imagino que podría ser mejor pero que es lo que es y ya...cosas del bloqueo. Para despistar os dejo con el temazo musical de la misma película, wise up de Aimee Mann.







jueves, 18 de septiembre de 2008

Vidas y esfuerzos









Mientras que La 2 elegía un horario innoble para emitir el documental Pablo G. del Amo (Diego Galán, 2005) en Telemadrid emitían Territorio Comanche.



En el primero se podía ver el repaso a una carrera y a una vida completamente plena contada por su propio protagonista y algunos personajes de excepción como Manuel Vicent, Carlos Saura o Fernando Fernán Gómez o Pepe Salcedo. Del Amo era un currante del cine, de profesión montador, un sastre de imágenes que le arregló los primeros trajes a Saura (La caza, 1966) entre otras cosas. De caracter difícil a veces el documental rescata una abrupta e interesante charla sobre el oficio de hacer películas que el maestro sostuvo con algunos alumnos improvisados como Eloy de la Iglesia o Jaime Chávarri en el homenaje que la Mostra de Valencia le dedicó en 1987. Un documental divertido e interesante, un buen show que se podía disfrutar supieras o no de la existencia de su protagonista.



Si zapeabas caías en el abismo de Telemadrid y su late night (Territorio Comanche) presentado por Cristina Tárrega. Un compendio del horror que si es sustituído por un programa cuyo único objeto es ofrecer imágenes de encapuchados destripando cachorritos y ahogando mininos en calderos de agua hirviendo para luego comerse el resultado nadie echaría en falta a la Tárrega, bueno sí, porque Territorio Comanche seguiría siendo recordado como un horror peor.



En realidad es normal que existe un programa como ese: es muy barato y necesita de muy poco esfuerzo técnico y ético para levantarlo. Poco esfuerzo. Lo malo es tan abundante que, de hecho, crece dentro de nosotros. Sacarse de la manga un shows de freaks u otros espectáculos del mal rollo de toda índole dirigido por casposos que traen a otros casposos para hablar de cosas casposas es viejo como la mierda. El documental sobre un cineasta merece de mucha más enjundia, más trabajo, un poco más de dinero pero, sobre todo, una enorme dósis de buenos sentimientos que es algo que no crece en los árboles.


Ayer le tocaba largar a Jaime Peñafiel que se comportó como las hienas de El Rey León: se puso a echarle la peta a la Infanta Leonor. Se le caían las babas blancas por las comisuras de los labios y daba mucho asco y mucha pena que alguien pueda hablar de los mismos temas durante dos horas diarias en diferentes programas de una misma cadena sin que nadie desfallezca de puro empacho.



Pablo G. Del Amo decía que jamás había vendido su integridad profesional ni ideológica poniéndose al servicio de un trabajo que la comprometiera y por esas cosas fue encarcelado y depurado. El ex bufón de la Corte se ha vendido tantas veces que ya no hay manera de escribirle un precio legible en la etiqueta ni manera de escribir el nombre de otro dueño en la filiación canina.



Maneras de vivir, cuestión de esfuerzo...Por 72.000 euros puedes disfrutar de la presencia en plató de la novia del tipo que mandó a la UCI al profesor Jesús Neira para recriminarla, insultarla y decirle que es una mala persona. En el mismo precio va incluído que, al final de la charla, le recomiendes que si quiere tener limpia su conciencia lo done a una Asociación de mujeres maltratadas...sin decir claro está que Telecinco debería de haber hecho lo mismo con el dinero que esa noche recaudó en publicidad gracias a tan mediática presencia.

Eso es como si un señor contrata a una prostituta y, después del servicio, le entra la mala conciencia, cae en la cuenta de lo que ha hecho, y le dice a la profesional que done el dinero a la iglesia si es que no quiere ser toda la vida una pecadora y, al salir de allí, el chulo te da una propina.

Dice Pablo G. del Amo en su documental que su madre tenía una vieja máquina de coser Singer..."un día vino un señor de la marca y le cambió el pedal de la máquina por un motor para que no tuviera que hacer el esfuerzo. Estuvo, yo que sé, toda la mañana o toda la tarde enseñándole a manejar aquellos botoncillos...pero mi madre ya sabía coser, si mo madre no hubiera sabido coser ojales ¡Para qué le serviría tanta tecnología!"

Pues con la tele es igual. A veces da la sensación de que las que la manejas saben bien como se rompe un ojal pero no arreglarlo y mucho menos coser y mucho menos manejar todo el amasijo de cables y de cámaras y de conciencia y alguien tendría que enseñarlos. Quizás así no tendríamos miedo de hacer zapping.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¡A por Boyero!


Carlos Boyero ha dicho que se salió de la película de Abbas Kiarostami diciendo en su defensa que “la vida es demasiado corta para perderla con tonterías". ¿A quién no le ha pasado? Haced una lista mental de las películas en las que os habéis sentido estafados, es una sensación que comienza por una incomodidad de glúteos tremenda, luego se traslada a la laringe por la que no pueden dejar de salir exabruptos y después una fuerza sobrehumana te lanza hacia la calle en pos de la primera óptica donde puedas comprar un colirio que te quite el picor de los ojos.

Pues resulta que Victor Erice y Jose Luis Guerín se han puesto a la cabeza de 271 almas y todos en comandita han firmado un “manifiesto” de repulsa echándoselo en cara y recordándole actitudes de ese tipo son las que impiden que películas buenas sean malamente distribuídas frente a la porquería que suele verse.

Como a mi me gusta más el cine que la propaganda y respeto más a la gente que escribe o rueda historias (las que sean) que a la gente que escribe discursos o manifiestos me pongo del lado de Boyero que sabe de muchas cosas pero, sobre todo, de cine.

Semejante salida en estampida de este grupo de personas de exquisito gusto con criterio excepcional que justifican las malas artes de Boyero recordándonos que el final de la proyección de la película de Kiarostami fue recibida por unos entusiásticos 10 minutos de contínua ovación del público asistente (o superviviente si le hacemos caso al crítico) entre los que se encontraba el director portugués Manuel de Oliveira nos da una perfecta imagen de quién firma dicho manifiesto, en realida, carta al Director de El País que es donde se ha publicado dicho texto pero que se recoge (junto a las contínuas adhesiones) en su propio.

Desconfío muy mucho de todos esos cineastas que procuran por todos los medios que no se note que lo son, esa especial raza de hombres y mujeres que te dejan claro, nada más conocerlos, que lo suyo con el cine es un accidente y que si eligieron ese bello arte y desecharon otros como el punto de cruz, la música o la escultura para transmitir su refulgente mensaje es, casi, fruto de la casualidad. Un accidente. Al parecer a todos les da mucha vergüencilla reconocer que se dedican a hacer algo tan burdo como simples películas, entretenimientos de feria para un vulgo ignorante, y por eso siempre sus cintas tienen más referencias literarias o pictóricas (nobles artes) que cinematográficas. Me sorprende también la capacidad de cierta parte del mundo del cine para asignarse la patente de corso de la sensibilidad única, de las sensualidades y de lo sublime mientras que, para los demás, dejan lo tosco y lo burdo.



Este arranque de solidaridad de Abbas Kiarostami, saludado como uno de los nuestros, como parte de ese selecto grupo de personas inclinadas a darnos su visión del mundo a través de lentísimas narraciones que no hacen más que remarcar la evidencia de que, en realidad, no se nos está contando nada importante, que se está haciendo de manera defectuosa o que el discurso es tan manido que no puede interesarte, por parte de los 271 cinéfilos patrios no encuentra sin embargo su respuesta entre los colegas españoles de profesión.

De hecho, Erice, en 2002 cuando se estaba estrenando El embrujo de Shangai (2002) dirigida por Fernando Trueba aprovechó el tumulto para dar a conocer las razones por las cuáles había abandonado el proyecto (hubiera supuesto su vuesta al cine después de 19 años), poner a caldo al productor de la cinta y hablar muy malamente del trabajo de Trueba. Por si fuera poco el director vasco anunció la publicación de su propia versión de el guión –que al parecer el productor había rechazado por irrealizable, eran 300 paginacas- entregándole una pistola cargada de mala hostia a la crítica que la descargó contra la cabeza de Trueba al que se acusó, poco más que de cabrón que le quita el trabajo a un compañero. Creo recordar que aparecieron pintadas en algunos cines de Barcelona protestando contra la “insolidaria” actitud del director madrileño.


Desde aquí hago mi propio manifiesto en defensa de Carlos Boyero:
“Carlos Boyero es guay".

Pueden adherirse.
Ah, y de paso os cuento otra historia: Conocí a Carlos Boyero en noviembre de 2001. Me lo presentó un amigo común y terminamos a las mil tomando cervezas en un bar de la zona de Pío XII. Los tres teníamos ganas de beber por diferentes razones. Yo estaba en la preproducción de un corto, mi amigo estaba pasando por una crisis de pareja grande y Carlos se había pasado la tarde entera junto con un amigo suyo que estaba en un hospital muy malamente. La narración que hizo de su historia, de cómo había conocido a esa persona, de como había llegado hasta esa situación y un largo etcétera me emocionó más que muchas películas.
Ah, y ahora otra para que vean ustedes como se comportan algunos de los héroes del cine de autor en España y cuál es la medida real de su ego: Resulta que coinciden en la entrada del plató de Versión Española Almodovar y un cineasta español muy autor él. El caso es que este último le dice a Almodovar (que ya había ganado el Oscar, que ya era la hostia).
- La película tuya que más me gusta es "Qué he hecho yo para merecer esto".
-Ah, pues gracias.
-Pero seguro que montada mejor, sería la hostia.
Almodovar flipado e incómodo le dice:
-Pues me lo pensaré para una reedición en DVD...
A lo que el cineasta contesta:
-No, que digo que la he remontado en mi casa y que te vengas a verla que con mi trabajo voy ha mejorado la hostia.

martes, 16 de septiembre de 2008

El humor de reciclado

No se como nadie lo ha visto claro...¿o ya lo había dicho alguien y no me he enterado?


Algún "cachondo" (que es la forma que tienen las personas incapaces para hacer humor de sí mismos pero con un ojo clínico acojonante para hacer gracias sobre los demás a destiempo) o turista español estaba por el Sahara y, de pronto cae en la cuenta de que un señor autóctono se parece bastanta a Aznar, le da unos cuantos dirhams y le hace decir la frase de marras. Lo cuelga en internet pensando que está haciendo humor con eso de "parecidos razonables".

En realidad, el hombre no sabía que años después, se rumorearía que Aznar y Rachida Dati, una ministra de justicia francesa de ascendencia árabe, estaban liados. Ahora podemos coger su broma y reciclarla, acomodarla a los tiempos, coger ese vídeo, colgarlo por nuestra cuenta en internet poniendo encima "el desliz extramatrimonial de Aznar dice sus primeras palabras" o "el niño Omar Aznar Dati cumplirá treinta años en 2038" o "Esta será la cara del hijo de aznar en el futuro"....

¡No pierdan la oportunidad de aprovecharse de las cosas de otros! ¡Reciclen el humor! ¡Sean unos cachondos por cuenta propia! ¡Que aprendan esos gañanes de la tele!

¡Arde Siberia!



Una de las mejores leyendas urbanas de la historia contaba que los camellos se ponían en las puertas de los colegios para repartir caramelos con droga. La cosa mejoró cuando comenzaron a distribuirse sin saber cómo unas fotocopias chusqueras (tiempos pre internet, ahora si quieres dar pábulo a una chorrada la clavas en el blog) de una presunta circular del Ministerio del Interior donde se advertía de la proliferación de unas calcomanías impregnadas en LSD de la marca “blue star”.


En la puerta de mi colegio, cuando yo cursaba tercero de E.G.B., dicha leyenda urbana casi acabó en linchamiento. Unas marujas comenzaron a sospechar de un tío negro que estaba en la puerta del cole e iniciaron una fascinante coreografía calcada a las que realizan las leonas de los documentales alrededor de un Ñú, gacela o “animal que pilla” en general que terminó con una lluvia de bolsazos. El tipo en realidad era el padre de la única alumna negra del centro (tiempos pre inmigración) y ejercía como diplomático, por cierto. Las marujas se justificaron luego diciendo que “siempre habían visto a la negrita siendo recogida por su madre, una mujer blanca, y que pensaban que era adoptada”. La supuesta mamá era la au-pair.


Pues me imagino que todos hemos tenido que aguantar en mayor o menor medida las advertencias de padres, tutores y profesores sobre el malvado “hombre de los caramelos” y aquellas charletas sobre “no aceptar comida o bebida de manos ajenas” (¡Cuántos exploradores hubieran muerto en desiertos y selvas de haber seguido esos consejos!).
A los padres siempre les atenaza el temor de que sus vástagos acaben en manos de una mafia, de una malvada organización dispuesta a esclavizarte de por vida robándote la voluntad dñándote física y psíquicamente a cambio de una quimera, de un bien solamente temporal pero cuyas secuelas arrastrarás toda la vida….


Entonces…


¿Por qué nadie nos advirtió sobre los bancos, los créditos hipotecarios y el Euribor?


Sí, al final no caíste en la cocaína boliviana pero te has pillado la puntica de la títola con el Euribor que, por cierto, cuando sube te deja toda la noche comiendo techo y con la cabeza haciendo “pum-pum-pum” como si hubieras estado dos días en el Monegros Festival de marchita sana.



En la película yonki Pánico en Needle Park (Jerry Schatzberg, 1971) se explica muy bien como funcionaba la lucha contra la droga en NY: La poli detenía a un montón de pequeños camellos que dejaban desabastecidos a los consumidores habituales creando una situación de “pánico”. Los yonquis, sin lugar a donde acudir, iban a las comisarías para delatar a otros camellos de mayor envergadura con la esperanza de que estos testimonios se pagaran con algo que echarse a las venas y que venía de los mismos fondos incautados de la policía.
Bueno, pues eso están haciendo las grandes entidades financieras. Le han cortado el chorro a las entidades intermedias y estas, ahora, aprietan a sus clientes exigiéndoles el pago de las deudas contraídas y negándoles la posibilidad de pedir un crédito.
Ahora es cuando me he dado cuenta de por qué las hipotecas, créditos personales, tarjetas etc… se han acabado llamando “productos financieros”. No me extrañaría que las próximas cosas de estas se acabaran por entregar metiditas en bolsas de plastiquete blanco o cerradas en forma de primorosa papelas clásicas.
O sea, que como el “hombre de los caramelos” los bancos se han puesto a la puerta de las casas de la gente y le han dicho “toma, dinero, no te cortes, que la cosa está de puta madre, llévate lo que quieras…”. Lo que antes parecía gratis ahora te cuesta un riñón. Te lo quitan de golpe y porrazo....¡Arrrrrfffff! ¡Dame peerrrassss! ¡Que más triste es de pedir que de robar! ¡Dame argo!



Estamos en medio del pánico, ciertamente, pero yo no me preocuparía demasiado. Es decir, pensad que no hay mucho que perder excepto la casa, el coche, el colegio de los niños y las vacaciones en Punta Cana….sólo hay que confiar en esa gran frase que se repite mucho, sí, joder, esa que dice que “el que se muere en España de hambre es porque quiere”…la suele decir el mismo tipo, sentado en el mismo sillón, fumándose el mismo puro y bebiendo el mismo coñac en la misma copa balón que el que te contó eso de que “el precio de la vivienda no baja jamás, firma aquí, aquí y aquí…ya eres propietario”.

Solían ser los tíos que dirigían Northern Rock Bank, Lehman Brothers, Merryll Lynch, Enron, Gescartera…al parecer todos con muchos más problemas para gestionar su dinero y, sobre todo el nuestro, que por ejemplo Pablo Escobar pese a demostrar, a veces, unas formas tan malas como las del famoso narco.
En la muy yonqui Salto al vacío (1995, Daniel Calparsoro) un desesperado Karra Elejalde, que hace de yonki muy malito, le grita a su hermana Najwa Nimri una frase de extraña belleza para demandarle la dosis que ella, que es camello, tiene en el bolsillo y para hacerla partícipe de las sensaciones que da el mono gritándole:
-“¡Arde Siberia!”.
Ella se lo da. Yo mañana me voy a ir al banco a gritárselo al director de la entidad a ver si se apiada y acaba con estos sudores fríos, esta cagalera y este malestar general.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Alone again or (Love)

Arthur Lee (1945-2006) estaba llamado a ser el gran dominador de la escena musical californiana de los años 60. El primer disco de su banda Forever Changes es una joya del rock psicodélico que, en 1967, ya se adelantó al sonido imponente que, un año después, desplegaron The Beatles en el Sargent Pepper pero con el aire tristón que acompañó la biografía posterior de Lee que, incapaz para conectar con el gran público (cuando todo el mundo estaba en los 60 él ya se había adelantado una década), se sumió en una batalla con su banda y consigo mismo. Entre 1990 y 2000 tuvo tiempo a volver a la carretera y a cumplir una absurda condena de tres años de cárcel por acumulación de tres delitos menores (borrachera pública, una denuncia por una riña vecinal y un delito de resistencia a la autoridad).

Ya en el siglo XXI músicos de toda Europa cayeron en la cuenta de la existencia de Forever Changes y fue ampliamente reivindicado por bandas tan dispares como Planetas, Stereolab, Nightwish y un largo etcétera. Gracias a ello Arthur pudo regrabar en directo y con una Sinfónica de jóvenes músicos francesa su máximo éxito.

Mucho antes del concierto que Love dio en La Riviera en Madrid y al que acudió en peregrinación tolda la plana mayor del "indie españo" Arthur Lee había visitado nuestro país a finales de los 90 para participar en algunos festivales del Norte y en un par de actuaciones en Madrid que pasaron completamente desapercibidas. Corría julio del 98.

Una noche de ese asfixiante verano entré con dos amigos en el Tupperware de Malasaña. Un grupo de guiris y nosotros éramos de los pocos clientes del local. Kike Turmix se esmeraba por poner copas y pinchar. Como los borrachos son polos diferentes de un mismo imán acabamos tomando whisky con ellos. Parecían los barriguitas (un blanco, un oriental, un negro borrachísimo...) y hablando con el blanco me dijo:

-Estamos de gira...somos Love...

Comencé a reírme y le dije que "no", que los Love eran un grupo mítico de los 60 y que ellos tenían mi edad. Me explicó que eran los nuevos Love mientas que por el rabillo del ojo veía como alguien bajaba de la segunda planta del local con un vinilo del disco Out here. Se acercó a la barra y dijo que Arthur Lee se había negado a firmarle el disco. Sin esperar permiso de nadie subí las escaleras y atisbé al fondo al propio Lee aparranado en un sofá, mirando al infinito. Otro guiri me cortó el paso:

-No va a firmarte ningún disco. Déjalo en paz.

-No, no, sólo quiero darle la mano y decirle que me encanta su música.

- Tranquilo que él lo sabe y te lo agradece...¿A quién no le gusta Arthur Lee?

Antes de darme la vuelta levanté la mano para saludarlo poniendo mi sonrisa más ridícula. Desde el fondo, y ojalá sea verdad que lo hizo aunque es posible que no se coscara, creí ver como levantaba la mano de manera bastante vaga. Volví abajo completamente flipado

La letra de Alone Again or es muy tonta pero yo la escuché por primera vez con quince años en el tocata Philips de Julius...y también me pregunto a quién lo le gusta Arthur Lee...

Yeah, said its all right I wont forget

All the times Ive waited patiently for you

And youll do just what you choose to do

And I will be alone again tonight my dear

Yeah, I heard a funny thing Somebody said to me

You know that I could be in love with almost everyone

I think that people areThe greatest fun

And I will be alone again tonight my dear

Respuestas insustanciales

Tras pasarme dos días bregando con la sanidad de corte thatcheriano que Esperanza Aguirre ha instaurado en Madrid (siete horas para un análisis de sangre, dos para unas placas, ocho para un primer diagnóstico y el agradable consejo de un médico que te dice que te busques solución en la privada...) me ha dado tiempo para contestar algunas preguntas que atañen a la raza humana y que, al parecer, no tienen respuesta...yo creo que sí, en realidad...Ah, por cierto, me hicieron una prueba de alcohol y drogas (venía de mi casa, por cierto, señor doctor) que no solicité y, pese a dar negativo en todas, me dieron una charla moralizante sobre "los costes que los adictos producen a la sanidad pública". Cuando les dije que lo mejor era legalizarla para que que así los camellos pagaran impuestos creo que me volvieron a hacer otra.
¿Dios existe?
No, la verdad. Básicamente porque un ser superior que se precie debería de dejar claras sus apetencias ante sus criaturas y transmitirlas de una manera clara y concisa. Si alguien está capacitado para fundar un complejo universo de constelaciones y planetas, de ser el Alfa y el Omega, de ser, en definitiva, la repera debería de haberse dado cuenta hace años de que es una estúpida pérdida de tiempo utilizar a pastorcillos analfabetos, tontos del pueblo de toda índole o potenciales psicóticos de todo el planeta como interlocutores de sus mensajes y utilizaría otras vías de comunicación más efectivas como, por ejemplo, presentarse de cuando en cuando y comentar de viva voz los asuntos que le afligen. Así quizás nos hubiéramos ahorrado varios malentendidos como que dos colgados enzarzados en una guerra sostengan detentar la aprobación de un mismo Dios, los sacrificios de vírgenes, varias matanzas, la construcción poco funcional de algunas obras públicas de la humanidad como catedrales, pirámides etc. o saber de una vez por todas si la programación de todas las cadenas de televisión en España es de naturaleza satánica.
Si hay un Dios único y verdadero lo normal es que, de una vez por todas, nos dijera: inspiré el Corán o mi sabiduría está en la interpretación de la biblia que hace la Iglesia Episcopaliana de Filadelfia o “por Dios, sea, por mí mismo, franqueadle el paso a los Testigos de Jehová que en la revista Atalaya se encuentra todo el corpus de mi pensamiento filosófico que os lo estáis perdiendo”…


¿Es buena la violencia?
La violencia está justificada en muchos casos. Reconozcamos que las películas de bud Spencer y Terence Hill de nuestra infancia hubieran perdido bastante sin las escenas de bofetones. En el plano de la realidad es evidente que la continua agresión que viene soportando esta sociedad por parte de grupos subversivos como la Tuna habrá de llevarnos en un futuro a pasar de las palabras a los hechos y descargar sobre ellos, así como sobre las personas que se compran aparatos de sonido para el coche de 2000 watios para pinchar el enésimo recopilatorio de chunda-chunda, una buena ración de vieja, desmedida, brutal y ciega ola de violencia que haga palidecer los saqueos de los Mongoles. Lavada la afrenta con la sangre de los enemigos, nos sentaremos sobre las todavía humeantes ruinas de la batalla para contemplar como los buitres mueren intoxicados al ingerir su carne corrupta y mientras se pone el sol vislumbraremos un glorioso futuro en el que ninguna mujer volverá a ser acosada por un borracho disfrazado de Quevedo en ningún bar de la zona universitaria de ninguna ciudad española y en el que sólo escucharemos la palabra “clavelitos” de los labios de las vendedoras ambulantes. Amén.

¿Existen los extraterrestres?
La misma existencia de Michael Jackson y Cesar Vidal, a los que catalogamos no sé si erróneamente como seres humanos, nos dan un claro ejemplo de que la diversidad biológica que se encuentra en nuestro planeta bien podría ser trasplantable a cualquier otro lugar del infinito cosmos… En todo caso, los extraterrestres que, de cuando en cuando se pasan por la tercera roca del Sistema solar, demuestran no pocas manías irritantes como la de secuestrar a personitas inocentes para meterles una sonda por el culo, implantarle chips de control mental a Carlos Jesús o hacerse solamente visibles en parajes rurales donde el único urbanita que han visto en su vida se llama Iker Jiménez (otro tío bastante raro, por cierto).


¿Es buena la segregación?
Definitivamente sí. No por cuestiones raciales, de género, religiosas o económicas, no. NO que es feísimo.
¿Entonces?
En los transportes públicos, claro. Debería de haber servicio de metro, cercanías y autobuses para gente que se lava y gente que no. ¿Es usted un camerunés que se está ganando las judías en España y gusta de su buena ducha mañanera? Pues en este vagón ¿Es usted un vallisoletano cuya idea de la higiene es una ducha cada sábado por si cae alguna tontorrona y va tirando durante la semana poniéndose litros de Old Spice en la sobaca con la esperanza de que eso evitará que le transpire la podredumbre? Pues espere al siguiente.

¿Son buenos el alcohol y/o las drogas?
Decía Lou Reed que “hay a gente que le sientan bien y gente a la que le sientan mal” para justificar que él fuera casi el único superviviente de su generación…yo digo que si el alcohol y las drogas fueran buenas seguramente no me hubiera embarcado nunca en la escritura de este cuestionario y también que las voces que me piden que asesine al Presidente de Micronesia cada vez que leo un párrafo de “El guardián entre el centeno” cesarían aunque son unas voces tan divertidas y me hacen tanta compañía que…

¿Quién es el verdadero rey de la comedia?
El mono. El mono vestido de persona más, el mono vestido de persona e imitando a un ser humano más y el mono ese tan gracioso de internet que se mete un dedo en el ojete y se lo huele para luego caer mareado de la rama posiblemente sea el Faraón del humor, aunque como en todo hay gustos y haya por ahí algunos que digan que el Rey de la Comedia es Carlos Latre haciendo de bruja Lola. Que también podría ser.



¿Es posible la originalidad?
Sí, el primer paso es intentar dejar de hablar apostillando cada argumento con una cita célebre aunque como dijo no se quién también es verdad que “no hay nada nuevo bajo el sol”.

¿Es Paquirrín un ser superior?
Definitivamente. Está demostrado que la mezcla genética de un Maestro del toreo y una Gran dama de la Copla sólo puede ofrecernos el nacimiento de un español de cabo a rabo, y por lo tanto, de un ser superior en toda regla. Si además Paquirrín es capaz de casarse con una Guardia Civil es posible que estemos ante la definitiva aparición de un ser humano evolucionado llamado "hombre cañí".

sábado, 13 de septiembre de 2008

El 11-S, chistes que caducan y una serie de catastróficas desdichas...



Decía Manuel Vicent en la contra de El País de hace dos semanas que los sistemas se hacían más vulnerables a medida que se hacían más complejos de tal modo que llegaría un día en que un chiflado sería capaz de desconectar todo el sistema capitalista con sus valores, sus teorías macroeconómicas, sus anuncios, sus campañas de promociones, sus carreras presidenciales con tan solo tirar de un fusible. Ese gesto, que un electricista de tercera sería capaz de hacer, nos devolvería indefectiblemente a las cavernas.


En 1996 John Carpenter utilizó esa misma idea, me imagino que ya enunciada por algún biólogo anteriorente, para rodar la segunda parte de 1997, Rescate en Nueva York (1981, Escape from New York) titulada 2013, Rescate en L.A. (Escape from L.A.) en la que el simpar antihéroe Serpiente Plissken -interpretado por Kurt Russell, prota de ambos filmes- es obligado a llevar a cabo una misión tan suicida y absurda como la de la primera parte y acabará por hacerse el dueño de un mando a distancia que al ser accionado (previa entrada de la clave "6-6-6") destruye todos los sistemas electrónicos conocidos.



Seguramente sin proponérselo Carpenter construyó uno de esos chistes que tienen fecha de caducidad. Les cuento: La peli propone que Estados Unidos está en manos de un Presidente (sólo se le llama así en la peli, no tiene nombre) de pocas luces que ha sido aupado al poder por las circunstancias (la predicción de la llegada del Terremoto Big One...completamente fortuita). Ferozmente militarista y fervorosamente religioso, el Presidente ha embarcado a su país en un número imposible de guerras con el exterior, ha recortado las libertades de sus ciudadanos y se ha puesto en manos de consejeros tan meapilas y sanguinarios como él mismo...


¿Quién se podría reir ahora de algo así? Pues eso es un chiste caducado, la realidad se ha cargado el chiste, ya no te puedes reir. Pongan a esta película con los otros chistes caducados como esos que contaban nuestros más queridos humoristas en sus cintas de cassette recopilatorias y que comenzaban por "van dos mariquitas que se quieren casar...". ¿Os acordais de que el abuelo, que escucho ese chiste mientras conducía con vosotros dentro, fue presa de un ataque de risa que momentaneamente le hizo perder el control del Seat 1430 y por poco os vais derechos a un barranco? Pues eso, otro chiste caducado como ese de La Vida de Brian (1979, Terry Jones) que decía aquello de "Secuestraremos a la mujer del Gobernador y la ejecutaremos si en el plazo de 24 horas no desmonta todo el sistema opresor e imperialista romano para luego dejarle claro que él y sólo él es el culpable de esta situación...". Pues ya ha habido grupos terroristas en el mundo que han ejecutado a gente en plazos irrisorios al no ver resueltas sus estúpidas e imposibles reivindicaciones ya fuera la suelta de otros criminales afines o, por ende, la desmovilización de todo un sistema.



No se quién fue el primer idiota que escribió o que dijo eso de que "ni el mejor guionista de hollywood se hubiera inventado algo así" para referirse al atentado del 11-S. Una absurda opinión proferida por cualquier indocumentado que, sin embargo, es repetida como una verdad absoluta. ¿A alguien le suena El club de la Lucha? Sí, una película de David Fincher estrenada en 1999 y que está basada en un libro de Chuck Palahniuk.


El primer atentado islamista contra el WTC no es, de hecho, el de 2001 si no el de 1993 perpetrado por Mohamed Amin Salameh y su célula terrorista que se llevó a cabo con una furgoneta bomba y que fue uno de los elementos manejados por Palahniuk para su novela...



Daba igual que nadie se diera por aludido en aquel entonces porque, en realidad, se había permitido que los Talibán se hicieran con el poder en Afganistán instaurando un régimen religioso tan sumamente brutal, tan sanguinario, tan ridículamente tiquismiquis en la observación de las normas del Corán (o más bien haciendo una interesada interpretación de las mismas) que en sí, parecía un chiste de la Monty Python.


Daba igual porque años antes Francia había acurrucado en su seno al Ayatoláh Jomeini, líder religioso iraní, y que fue considerado durante años un amigo de Occidente, el hombre que aseguraría el control del petroleo por parte de la Elf en la zona y, sobre todo, el dirigente duro que acabaría con la deriva democrática que estaba tomando Irán y que parecía escorarse sospechosamente a la izquierda tras la deposición del Shá. Poco importaba que esa izquierda democrática y europeísta hubiera permitido unas elecciones que acabó ganando el islamismo nacionalista y radical porque la suerte estaba echada y Persia se convirtió en un grano en el culo. El último gesto de amistad de Jomeini fue la nacionalización del petroleo y permitir que la turba invadiera la embajada norteamericana de Teherán y fueran tomados como rehenes varios de los miembros del cuerpo diplomático. La crisis se llevó por delante el gobierno de Jimmy Carter (uno de los mejores presidentes de la historia) que perdió las elecciones frente a Ronald Reagan. Después se ha sabido que Reagan, un tontaina muy bien asesorado, había negociado con Teherán que la entrega de rehenes se produciría justamente después de su toma de posesión lo que lo convirtió en una especie de héroe nacional a cambio de la necesaria ayuda militar en la Guerra contra Irak que acababa de empezar.



Daba igual porque años antes norteamericanos, soviéticos y europeos no hicieron nada por atajar las cuestiones políticas del conflicto palestino-israelí a comienzos de los años 70 y azuzaron la escalada de violencia que desembocó en los atentados de las Olimpiadas de Munich de 1972. desconfiados del papel que podría jugar Israel en Oriente Próximo a esas alturas, decidieron mirar para otro lado y permitir que se cazaran como conejos a través del mundo libre y menos libre permitiendo la proliferación de grupos terroristas de corte político como Septiembre negro y, después, la sorpresiva irrupción de grupos de corte religioso como Al-Fatah o Hamas que tomaron el relevo de Yaser Arafat cuando este se quedó sin valedores en Moscú para ponerse al abrigo de los petrodólares saudíes que esperaban, al menos, limpiar muchos de sus dispendios en vicios occidentales ante los ojos de Alá patrocinando unas cuantas guerras santas...

Y daba igual porque en realidad, meses antes de los atentados contra el WTC la administración de halcones que es el Gabinete del Presidente George W. Bush ya estaba buscándole las cosquillas al régimen de Bagdad y ya había decidido quién iba a ser su particular punching ball, su carrito de las hostias y por eso decidió relajarse y esperar a que alguien se decidiera a tirar la primera piedra contra una embajada americana en Suiza o en Madrid para echarle todas las culpas a Saddam Hussein. De hecho desde un año antes se había provocado a los iraquíes sin éxito tensando un poco más la cuerda, haciéndole carantoñas a los iraníes y a los afganos, azuzando el embargo de alimentos y medicamentos...ellos solitos cometerían errores, harían una demostración de fuerza absurda intentando un atentado encubierto torpe como los perpetrados por Gadaffi en los años 80 y 90 y entonces se caerían con todo el equipo, Hussein estaba lo suficientemente loco todavía como para intentar una nueva escalada de violencia con Kuwait o algo parecido...pero no...el asunto no llegaba y hubo que tensar aún más la cuerda de la provocación. Ris, ras...exigir medidas de democratización en tiempos irrisoriamente cortos que nadie iba a cuestionar, cercarlos en las Naciones Unidas...y de pronto...


Alguien, Bin Laden, Al Qaeda o como se llamen actualmente, vio en todas aquellas catastróficas desdichas la perfecta excusa para iniciar el conflicto real y la llegada de una yihad en condiciones estampando dos aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York, en riguroso directo pensando que aquellos eran los dos fusibles que había que desconectar para cargarse a un complejo sistema de valores como el occidental.




Quizás el mejor guionista de Hollywood no podría haber inventado semejante tragedia pero, a lo mejor, uno bien informado no tendría problemas en haberse imaginado que algo así ocurriría y que varios conflictos políticos han desembocado en un conflicto religioso tan inestable y espinoso que va a ser difícil de desenmarañar. De hecho Al-Qaeda comienza a imponer sus formas incluso en Occidente donde Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia y que podría haber sido en su juventud una de las pin-ups con las que los aviadores americanos decoraban los B-52, declaró en una entrevista televisada sin que le temblara la naricilla de Miss Alaska que era posible que se "entrara en guerra con Rusia" por el conflicto de Georgia lo que supondría la aniquilación mutua de las dos grandes potencias nucleares, antiguamente llamada III Guerra Mundial o, dicho en términos más vulgares: el definitivo nos vamos todos a tomar por el culo. No me digan que no es esa una forma de decir que hay más de un loco (o loca, en estos tiempos de igualdad bien podría ser una mujer la que nos llevara al agujero) dispuesto a tirar definitivamente del fusible.



Para no dejaros con ese amargor en la boca os dejo con una frase pronunciada por Jeff Bridges en Starman (1984, John Carpenter) donde interpretaba a un extraterrestre bonachón recién llegado del espacio exterior y que, ojalá, sea tan premonitoria como el planteamiento de 2013, Rescate en L.A.: "Lo que más me sorprende de los humanos es que sacáis lo mejor de vosotros mismos cuando peor están las cosas". Y es que, en realidad, no ha habido ningún profeta que haya pasado a la historia por decir cosas buenas del futuro y ya es hora de que uno lo haga...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Los uniformes del poder




El poder tiene muchos alicientes. Los que tienen la sartén por el mango y, por lo tanto, pueden golpearnos con ella sorpresivamente o dejarnos que nos friamos todos los días un poquito más en nuestros propios jugos dicen que el poder es un coñazo pero, la verdad, si así fuera a nadie le gustaría que le dieran un carguito por muy pequeño que sea.


El señor o señora que ostenta el poder se hace rápidamente presente en nuestras vidas a veces de manera íntima (firma nuestra nómina, nos da palmaditas paternales en la espalda) o de forma ostentosa (sale en la tele, es famoso…)…si no lo consigue o si quiere hacerse notar de manera más evidente lo normal es que nos zarandee rodeándose de los símbolos reconocibles de ese poder.
Así el Papa lleva tiara, anillaco de oro, enorme báculo, un sayón en fantasía de nata y vainilla y se pasea en un coche descapotable blanco llamado Papa-móvil; los dirigentes de ETA un pasamontañas modelo Casper y txapela de ganador de la Bicicleta vasca y Bin Laden adopta los símbolos externos que cualquier occidental creería representativos del terrorismo árabe: pañuelo palestino, chilaba de pastor afgano, barba de hippy, sombrerito regional pashtun…




Por eso no me extraña que la revista QMD! haya pillado este verano a José Luis Moreno de esta guisa, mostrandose al mundo así…es normal…ese look está diciendo “yo soy el padre de Monchito, el inventor de los desfiles de ropa interior de Noche de Fiesta y las matrimoniadas, el productor de Aquí no hay quién viva y de La que se avecina”. Si uno es el mayor perpetrador de horteradas de la historia televisiva, y a ese reinado le queda poco teniendo en cuenta cómo se las gasta últimamente Telecinco, tiene que vestir a la altura de las circunstancias, ir en yate y dejarse fotografiar en compañía de una apetitosa compañía. Es normal, el yate y lo otro, vienen con el cargo como La Zarzuela para la corona española o el gorro de pico para los del KKK.


Hay un famoso cómico, Luis Piedrahita, que se ha autodenominado como “El rey de las cosas pequeñas” y viste casual, con flequillito y gafas adoptando esa pinta de la gente moderna y sin mucho carisma (tiene mucho, en realidad) que ha hecho del humor de "fijarse en los detalles" la piedra angular de su corpus artístico. Rollo discreto y humor minimalista sobre las cosas cotidianas (la bolsa, las viejitas, la fotocopiadora, la cinta de cassette) por esa misma regla de tres Moreno sería una especie de “Emperador de las cosas de mal gusto” y así se presenta ante nosotros. Sin complejos y con un tanga color turquesa.
Llegar a lo más alto en tu profesión, ser dueño de vidas y haciendas, te permite estos pequeños lujos de mostrarte, ante los demás, como lo que eres en realidad. Sin problemas. Bien sabe Moreno que más de uno de sus empleados y ex empleados (guionistas y realizadores de flequillito y gafitas, todos ellos súbditos de las cosas pequeñas) podrán reírse a gusto a su costa, verter cientos de miles de comentarios cabrones, de mal gusto, venenosos o envenenados. Lo llamarán "hortera de bolera", "nuevo rico", compararán esta estampa con la de Jesús Gil descamisado y dándose aire con un abanico en los plenos del ayuntamiento de Marbella, en la pintaka chiflada de Rappel, en los tangas de Briatore, en los pareos de inspiraciones asiáticas que llevaba Aznar hace dos temporadas y aderezarán los comentarios diciendo otras cosas mucho más feas...




“Que lo hagan” podrá decir Moreno que sabe que muchos otros, sus fans que se cuentan por cientos de miles, lo envidian por encima de todas las cosas y que no esperan por menos que el hombre que les ha traído tantas alegrías, tantas horas de entretenimiento, que paga porque se piensen tantos chistes chuscos sobre matrimonios o les alegra la vista enseñando a muchachas/muchachos de buen ver se gaste su dinero del modo en el que ellos lo harían: comprándose un enorme yate, echándose un noviete reguapo y formal y, sobre todo, demostrando que en verano los pobres y los ricos lo que quieren de verdad es estar cómodos y fresquitos ya sea en camisola moruna o en estupenda camiseta sin mangas y chanclas marca carrefour.


En eso reside, creo yo, el secreto de su éxito y así nos lo demuestra. José Luis Moreno le está diciendo a su público, formado por Pepas y Avelinos, Macarios y rockefellers que somos los españoles lo siguiente: soy como vosotros, lo que ocurre es que ustedes pasean su mediocridad por las playas municipales y yo lo hago por la mar océana. Soy como vosotros pero tengo bastante más dinero.