Que se sepa que a mi lo del Aeropuerto de Castellón me encanta. Me parece una pasada. Un sueño hecho realidad lleno de posibilidades.
Hace años nos conformábamos con que los gobiernos construyeran todo tipo de infraestructuras que, pasada la fiebre, abandonaban a su suerte por falta de presupuesto como Casas de la Cultura, teatros locales, Palacios de la Música o salones de exposiciones que acababan por convertirse en el lugar donde, de cuando en cuando, se da salida a alguna pequeña muestra del arte autóctono pero, ahora, vamos un paso más allá y decidimos construir infraestructura de transportes que, en realidad, no sirven para transportar nada.
Fabra se ha convertido en el Fitzcarraldo levantino. Por si ustedes no vieron la película de Herzog va de un tipo que decide construir un teatro de la Ópera en medio del Amazonas. Ya ves. Le da por ahí, por meter toda su pasta en un edificio algo inutil teniendo en cuenta que, por aquella zona del mundo, seguramente el único interesado en ver una ópera fuera el propio Fitzcarraldo. La historia, pese a que parece otra de las muchas idas de olla de ese peculiar dúo compuesto por Werner Herzog y Klaus Kinski, tiene una base real: Antonio José Fernandes Junior, allá por 1881, tuvo la idea de impulsar un teatro de la ópera al estilo europeo en la ciudad brasileña de Manaos. Curiosamente a todos los pareció bien la idea y el sitio se construyó pese a que, tras la inauguración y un par de cosillas más, se pasó más de 90 años sin que en su interior se celebrara ni un mísero concierto de triángulo. El edificio sigue en pie y ha sido restaurado varias veces me temo que más por ser un monumento a la estupidez extrema que por su valor arquitectónico o el interés de los habitantes de Manaos por la música clásica.
Después de esto, y aquí en España, en el mismo Castellón ya tenemos nuestro monumento. Ni que decir tiene que si el dinero de la ópera que gasta Fitzcarraldo para construir su Ópera sale de su bolsillo el del Aeropuerto de Castellón sale del dinero de los contribuyentes. Es más, el edificio ha servido como sponsor de equipos de fútbol (el Villarreal) y motociclismo que han paseado, paradójicamente, el nombre de un lugar inexistente durante años que, ahora, ya es una realidad a medias puesto que no tiene licencia para operar.
¿Qué es en realidad un aeropuerto que no funciona? Pues es una maqueta a escala 1:1 del aeropuerto que va a ser o, mejor, una especie de gigantesco museo de la aviación que enseña como son los aeropuertos donde despegan y aterrizan aviones todos los días. Los castellonenses ya no tendrán que salir de la provincia para saber lo que es un aeropuerto ya que tienen uno a pocos kilómetros de su casa. Eso es servir a los ciudadanos y, sin duda, entretenerlos los domingos.
¿Y por qué construir el edificio y no darle vidilla? Por ejemplo, propongo que se contrate a cientos de actores que interpreten los papeles de personal de vuelo, viajeros, taxistas...un rollo como lo de Almeria con sus poblados del Oeste. Vas, te sientas y ves historias de gente que viene y va...aunque no vaya y no venga. Pero qué bonito todo. Es más, pagando un extra se podría adquirir un pase que te convertiría en viajero y pasar por todas las experiencias previas a viajar en avión: facturar, discutir con la señorita del mostrador sobre el peso de la maleta, el arco de seguridad, la discusión en el arco de seguridad, el cacheo en el arco de seguridad, la compra de fruslerías a modo de souvenir en las tiendas del interior, que te claven 8 euros por un bocadillo de tortilla de patata mal recalentada en el microondas y todavía rígida y semicongelada. Finalmente te meterían en un avión de mentirijillas y podrías hacer un vuelo Castellón-Islas Kuriles y ver a unas azafatas haciéndote la coreografía de la mascarilla y el salvavidas, luego el reparto de prensa y zumo de naranja...para hacerlo emocionante, a lo mejor, podrían meter a un secuestrador o uno de esos pasajeros que se empeña en que lo traten como una persona y acaba siendo detenido por el personal de seguridad metiéndose en un lío...
De hecho, un aeropuerto como este servirá para que, los castellonenses (y todos los que quieran vivir una experiencia parecida) se conviertan en los mejores viajeros del mundo. Es decir, tengan la oportunidad de aprender a solucionar todos los problemas que plantea un viaje en avión y estén preparados para cualquier contingencia. El Aeropuerto de Castellón podría convertirse en la primera academia de vuelo para pasajeros y no para pilotos. Es más, se podría convertir también en una especie de laboratorio de ideas para diferentes compañías aéreas que quisieran probar nuevas formas de torturar a sus pasajeros y, claro está, sería un sitio ideal para utilizar como plató de cine o televisión. ¿Qué provincia española, qué lugar de todo el mundo puede tener una réplica exacta de un aeropuerto?
Si Borges jugueteó con la idea de un Quijote escrito por un tipo llamado Pierre Menard que era, justamente, igual que la novela de Cervantes y Max Aub presentó al mundo a Josep Torres Catalans un pintor cubista desconocido y coétaneo de Picasso y Gris que, curiosamente, pintaba como Picasso y Gris en plan "vamos a quedarnos con todo el mundo" o Banksy enreda en "Exit trough the giftshop" con el alcance del mercado del arte contemporáneo rodando un falso falso documental o un mockumentary real (que no está claro) Fabra, que no es más que un político que no tiene pinta de ser un artista, le ha dado a todos sopas con ondas sacándose de la manga una obra de arte surrealista: un aeropuerto donde no aterrizan ni despegan aviones. Si este señor pasará a la historia como un político de esos que hacen las cosas de aquella manera lo cierto es que es innegable que merecería que su "instalación" se exhibiera en todos los museos de arte del mundo y que su nombre se coloque al lado de gente como Christo y Jeanna-Claude.
Ustedes dirán que, a lo mejor, ha llevado las cosas demasiado lejos pero, sinceramente, el arte tiene esas cosas. En un mundo cada vez más feo es precioso que se lleven a cabo iniciativas como estas tan sonoras y que dan tanta prestancia y, más allá de eso, es necesario que los castellonenses sepan mirar hacia el futuro y prepararse para todas las contingencias que les provoque un vuelo en avión.
A los derrotistas les digo que si artística y cívicamente la obra del Aeropuerto de Castellón era necesaria desde un punto de vista meramente económico también lo es: si en Las Vegas pueden encontrarse hoteles casino temáticos que se convierten en museos de arte, recuperan el encanto de Venecia y sus canales, al Egipto antiguo o a una isla pirata bien podría convertirse este lugar en uno de ellos tematizado bajo el asunto "viajes en avión". Solo hace falta construir un casino y un hotel al lado. Punto. Diversión para toda la familia. Actuaciones de Revolver, Presuntos Implicados, Wau y los Arghhh, Rajoy Division, Tonino llevando su obra de teatro sobre Rita Barberá a la terminal 1 en plan performance, Francisco Jackson (el impersonator levantino de Michaerl Jackson), minifallas diarias y eternas, reparto de fartons y horchata 365 días al año, demostraciones de pelota valenciana, una exposición permanente de arte íbero con una gigantesca Dama de Elche en cartón piedra, paella de diferentes sabores y a todas horas, mascletás cada dos horas, levantás cada seis, Concurso de falleras (con tutú y si tutú), un centro de convenciones donde explicarían las maravillas de la nueva economía y la nueva política, una escuela de negocios dirigida por Fabra que cerraría cada curso con unas charlas de motivación empresarial y la presencia de Rick Costa en la puerta (como Foreman en Las Vegas) dando la mano a los recién llegados o, incluso, impartiendo clases de conducción.
Miren si no cabrían cosas en un sitio tan excelente, tan levantino y tan español como un Aeropuerto donde, vaya chorrada, no aterrizan ni despegan aviones. Ustedes son el pasado, el Aeropuerto de Castellón es el futuro y, si no lo ven, es que están ustedes tuertos o ciegos y no saben el significado de la palabra "grandeza" que ustedes confunden con capricho. Sin duda Fabra es un visionario, lo que resulta paradójico. Pero eso es otra historia.