martes, 31 de marzo de 2009

Valencia/teléfonos duados


Ya he cumplido con mi periplo valenciano. Normalmente de estos viajes antes me traía un buen número de detalles sórdidos. Ni siquiera asomándome al Cabanyal, que yo me imaginaba como zona de guerra pura y dura, lo he conseguido. Los "Diarios del Ron" de Hunter S. Thompson en los que convertía mis viajes se han transmutado en los "post de la horchata". No está mal. Sólo el gris metálico de la lluvia de las tardes me ha recordado un poco a Madrid en estos días tan bobos que he pasado a pocos metros del Mediterráneo. Todo consiste en no perder el eje. Me ha gustado lo que he visto, incluso un monumento alegórico que es, en realidad, la cabeza de una fallera y que está puesto en una rotonda al lado de la torre del Hotel Hilton. Qué sitio más raro. Parece que es la ciudad la que se está zampando a la huerta. Me pregunto que va a ser de todos nosotros tras estas décadas de ladrillazo y tentetieso, cómo se recordarán estos días de hormigón y euros crujientes, si nos veremos como unos incautos que una vez se creyeron tontos y ricos y se despertaron resacosos y pobres. Fuimos capitanes de Copa América y nos hemos despertado aspirando a vender gorras de imitación en la puerta del circuíto de un Gran Premio de F-1. Esto me ha gustado mucho, por cierto.


Mientras tanto Zapatero y Obama se han puesto un plan telefónico "dúo". Se van a poder llamar y contarse sus cositas de gente así con poder, contarse sus grandes planos. Hoy ZP podría haberle dicho a Obama: "Barack, no te lo vas a creer pero está nevando en Castellón. ¡En plena primavera!". ¿Para qué servirá tener un teléfono con el que sólo puedes hablar con una persona que, la mayoría de las veces, siempre está fuera de casa arreglando el mundo? No se, esas cosas molan. Así, cuando uno de los dos cese en el cargo, podrá llamar a otro y organizar una cadena "chuli" como la que sale en el anuncio de Telefónica y que evita que una personita caiga en las redes del paro. Ya ves, Telefónica poniéndose tierna...


Obama podrá llamar a ZP y decirle: "Tengo ganas de verte" o "dile a las niñas que se pongan anda que las mías quieren practicar un poco su español" o cosas así, como de familias lejanas. Todo sea por el Eje del bien y la Alianza de las Civilizaciones. Al lado se van a instalar un viejo telégrafo por si los talibanes quieren decir algo o entregar el cuerpo de Bin Laden a la ciencia. Será el cuarto teléfono del Despacho Oval, el cuarto, fíjate que cerquita de ser el primero.


Yo creo que nosotros los españoles somos más de viajar, de presentarnos en casa ajena con unos cuantos productos típicos y una excusa que reza "que estábamos por aquí cerca y nos hemos dicho que dónde íbamos a estar mejor que en vuestra casa". A los pocos días nos despedimos diciendo "que ya sabéis donde estamos, que vengáis pronto" dejando detrás de nosotros la nevera ajena vacía.


Obama y ZP se verán mañana en Londres mientras que yo estaré regresando a Madrid que me resultará un poco más grande de lo habitual. Siempre me pasa. Madrid me parece pequeña cuando la paseo y gigante vista desde lejos, con todo en su lugar pero todo descolocado. Siempre la he echado de menos, incluso cuando no quería estar allí y tenía una maleta siempre a medio hacer a menos de dos pasos de la cama, por si las moscas, por si los planes. Hoy la echo un poco menos de menos. Soy más de ir y de volver que de "duar" teléfonos. Los teléfonos "duados" existen para arreglar los desencuentros, para hacer con que estás, para rellenar los vacíos incómodos. Los viajes son para estar, para permanecer, para quedarse por aquí un tiempo, para ampliar nuestras fronteras, para hacer un poco menos apetecible el barrio. Vuelvo a los madriles, qué pereza me está entrando. Mañana volvemos a lo de siempre, al turismo de la vida diaria. Perdonadme pero tengo que "duar" el teléfono. No con Rita, precisamente. Aunque creo que sí he pillado eso que llaman "Rollo Camps".

lunes, 30 de marzo de 2009

Valencia/Nocturno


¿Os habéis enterado de que han cambiado la hora? Yo no. Ningún año me entero. Los despistados crónicos suelen tirarse el pisto cuando se les acusa de llegar una hora tarde o de cambiar un día para otra se suelen mirar las puntas de los zapatos e invocar el despiste de otros genios como Albert Einstein...con dos cojones, quizás por eso no calculó que la Energía nuclear se utilizaría para aniquilar a unos cuantos cientos de miles de seres humanos.


Sigo en Valencia. El sábado fue el cumpleaños de Raquel, discreta lectora de este blog, que me regaló una visita por El Cabanyal, el barrio de pesca que desaparecerá llevándose por delante gran parte de la historia de la ciudad. Se hizo famoso por un episodio de "Callejeros" que dicen dio un imagen completamente equivocada del lugar. Es cierto. La celebración de Copa América le ha dado el tiro de gracia a este barrio demasiado cerca de la playa para no ser pasto de la especulación. Los trucos para conseguir el desalojo han sido tan poco legales como permitir el realojo ilegal de marginados o dar manga ancha para la instalación de discotecas móviles en los botellones que se celebraban en cada esquina. Ahora que la especulación es un monstruo renqueante y que esa agresividad es innecesaria, más que nada porque se sospecha que esto de la construcción ya no es negocio, el barrio ha quedado en muchas zonas herido de muerte. Estuvimos en la zona que resiste y que se ha convertido en la memoria de lo que fue el barrio.


Digamos que el rollo que se traslada de la ciudad es bastante diferente del que he visto y que Chimo Bayo, al parecer, es bastante cultureta. Lo juro. Se pasa el día en presentaciones de libros y cosas así. Me lo contó Raquel y luego Sor Kampana, un escritor de esta ciudad que anda colaborando con Kutxi Marea y otro número indefinido de sospechosos habituales en un proyecto a medio camino entre la poesía y el rock. Tengo uno de sus libros, T.O.M., y es de lo mejor que he leído últimamente.

Raquel me enseña otra Valencia, una Valencia de absenta y tentetieso. Noctívaga y divertida. De cañas y aperitivos, me descubre que los lazos con Madrid no son solo ultraliberales. Es también pandillas de treintaytantos y mucha charla. Muy buena gente que me trata muy bien. Aparece Battiato, el Ateneo libertario, el tango de Tonino y que, finalmente, nos hemos perdido el concierto de Rajoy Division. Hay muy poco tiempo para hacer tantas cosas. Lo siento porque quiero ver a Alex Martí. No hay tiempo. Esta ciudad también duerme en la confusión de los tiempos y, poco a poco, se le quiere arrancar la identidad para que no quede nada de ella. Para que nadie pueda recordar nada. Un borracho muy borracho en un bar me llama Amenabar, no recuerda la cara de Amenabar. Claro.

Mientras tanto Raquel accede a llevarme a Picadilly Club, uno de los templos de la música pop, pero es sábado y suena música electrónica de calidad (Chemical Brothers, Fatboy Slim, Beck...). Sólo al final nos conceden la venia de pinchar algo de soul y Los Planetas, para que nos sintamos de nuevo como en casa. Noto el local un poco peor de lo que lo recordaba. Es sábado. Son mejores los jueves, me dice Raquel, porque viene a pinchar Ordovás y De Pablos que se dejan caer por aquí de cuando en cuando. Una retirada a tiempo es una victoria.

Amanece pero ni siquiera nos damos cuenta de que ha cambiado la hora. Mañana y pasado iré caminando con una hora de retraso, como Perico cuando perdió aquél Tour de Francia. Sigo en Valencia. Con el eje completo. Con una hora de retraso. Raquel se ríe de mis despistes, quiero aludir a Einstein pero, la verdad, no me parece una fórmula acertada.

sábado, 28 de marzo de 2009

Valencia/Tonino


Godella es la aldea de los galos. El último (o penúltimo) reducto de eso que se llamaba el "cinturón rojo" de Valencia. Será por eso que Tonino Guitián ha representado aquí "La Doña (El último tango de una alcaldesa)", un "cabaret bufo" que, en realidad, es una sátira política que gira alrededor de la alcaldesa de Valencia, la muy mediática, Rita Barberá. O eso creo porque, en realidad, no se dice el nombre de la política en ningún momento. La cosa va de lo siguiente: Después de 217 años ininterrumpidos en el cargo La Doña busca una sucesora entre los votantes que han acudido a verla.

A medio camino entre el esperpento de Valle Inclán y los pasotes verbales de Els Joglars (del primer Joglars, no de los actuales) Tonino se ha montado una sátira política de esas que, aparentemente, parten de la caricatura pero se acercan peligrosamente al retrato. Quitémonos las vergüenzas: en realidad esta alcaldesa valenciana construída por Tonino es, en esencia, la política populachera, barata y caciquil que se ha montado el ala más populista del Partido Popular y que reina (no gobierna, reina) tanto en Valencia como en Madrid. El cargo público populista -ampliemos el espectro a todos los políticos y a todos los populismos- se caracteriza por ser capaz de decir las mayores barbaridades sin que se les caiga la cara de vergüenza porque son capaces de olisquearse y de catalizar después toda esa baba negra del ciudadano medio y de devolvérsela a la ciudadanía en forma de discurso político. La Doña de Tonino/Rita I de Valencia parece ser que es una maestra de la propaganda y, por ende, de la demagogia. Rita y Espe, Gallardón y algún otro más han hecho suyo ese discurso de "Fartons gratis para todos" o "Chotis con los jubilados" dándole una vuelta de tuerca al concepto de "Despotismo ilustrado" y su "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Nos requieren el voto cada cuatro años y luego hacen lo que quieren, todo por nuestro bien, pero todo sin tenernos en cuenta. Mientras tanto nos dan el azucarillo del halago a nuestra condición de pueblo llano. Os cuento una ánécdota:

Estaba yo trabajando en Localia y Esperanza Aguirre asistió como invitada al programa que este Tonino y Juanjo de la Iglesia tenían en esta santa cadena ya desaparecida (curiosamente por los tejemanejes de esta señora con las antenas de TV de mi comunidad autónoma) y de camino al plató se detuvo un momento para halagarnos. Sí, sabía que éramos en nuestra mayoría una panda de rojos que no la votarían ni bañados en éxtasis líquido, pero tuvo los cojonazos electoralista (se enfrentaba a Simancas y perdió) de pararse allí delante de todos nosotros y proferir un: "¡Qué bien! ¡Qué alegría ver tanta gente joven tan implicada! ¡Que maravilla! ¡Qué envidia! ¡Ahora mismo me cambiaba por vosotros". Como soy un bocazas, me acerqué y le dije: "Presidenta, te cambio mi puesto de guionista con Gurruchaga por lo que te queda de Presidencia en Madrid". Cuca, muy cuca ella, poniendo esa carita de alumnita avezada de colegio privado bilingüe me dijo: "¡Oh, Oh! ¡Yo encantada! ¡Pero no lo querrías! ¡Es muy aburrido!". Insistí: "No, ni me parece aburrido, ni me parece peor que el mío. Te cambio mi sueldo, el metro petado para venir, el bocata de cena de las noches, por lo tuyo a ver que tal me va, venga que yo también soy capaz de inaugurar la misma autopista tres veces". Me miró de arriba a abajo y vi su culo blanco salir de mi campo de visión sin recibir nada más que un "Ay, que tonto eres".


¿A que parecen de la misma escuela? Pues un poco sí. Esas cosas funcionan. La obra de Tonino también que se convierte, a medida que sube el nivel de las escenas, en un aquelarre que cataliza, en sentido contrario, los sentimientos de una minoría votante de este país valenciano que, al parecer, sí ve las maldades de un sistema de gestión pública basado en unos presuntos valores que atañen a la religión, a la tradición, a la familia, al esfuerzo empresarial etc. sustentados, y ahí está la prueba en los juzgados, por gentes que parecen decir una cosa pero hacer justamente la contraria.

¿Broma chunga? ¿Chistes baratos sobre la presunta homosexualidad o el placer por el bebercio de un cargo público? ¿Chusco pataleo? ¿Crudeza? ¿Humor para hienas? Posiblemente. Es verdad, la cosa raya el mal gusto, traspasa los niveles del decoro y se podían escuchar, pese al evidente aqelarre de color rojizo en el que se convirtió el Teatro, frases como "¡Qué fuerte!" o "¡Se está pasando de la hostia!" pero mi pregunta es: ¿Y?

Esto es una sátira. Ese interesante género que se ha llevado por delante la dictadura asquerosa de lo políticamente correcto. Sí, es verdad, gracias a este tipo de cosas el poder (El de Rita, el de Zapatero, el del FMI, el de la UN, el de la UE, el del Santo Padre, el de la madre que nos parió...) se ha curado en salud y ya no tiene que aguantar que los ridiculicen. Perfecto. Cuando algo así se representa hay que escuchar unos cuantos comentarios del tipo "las críticas tienen que ser constructivas" o "La institución nos representa a todos" o "Es el pataleo de unos pocos". Pobres, los pobres señores políticos, tan indefensos...eh...un momento...¡Coño, si ellos son los que tienen a la policía de su lado! ¡Los que permiten o no permiten que ciertos textos y ciertas canciones se interpreten o se canten en sus estupendas redes de teatros! ¿No será que lo que les ocurre a todos estos es que no son capaces de encajar una mala crítica? ¿Por qué las críticas tienen siempre que ser constructivas dejando claro que esa es una de las formas de participación del ciudadano y, sin embargo, una alcaldesa puede hacer desaparecer un barrio entero sin consultarnos sobre este asunto? Si a estas alturas de la película algún político no tiene claro que la burla (la bien hecha, la bien construída, esa que, ya digo, convierte la caricatura en afinado retrato) es el sistema de autodefensa de nosotros, los votantes, tan queridos cuando callamos esperando en la cola del cocido (más grande del mundo) que se cocina en la Plaza Mayor y puesto ahí "ad hoc" para nuestro regocijo, tan amados cuando reímos con las gracietas de los mítines, tan necesarios para hacer un papel secundario en cualquiera de los telediarios recibiendo un caluroso y rápido apretón de manos o prestando a nuestros hijos para que sean besuqueados por los amantísimos y llanísimos dirigentes, y sin embargo tan burdos, tan zafios, tan maleducados, tan bobos, tan ignorantes, tan tercermundistas, tan, tan, tan...tan de pueblo que ni siquiera somos capaces de comprender los esfuerzos de estos próceres que sólo quieren ser nuestros papás y nuestras mamás y dejarnos unas ciudades repletas de obras públicas gigantescas, de túneles, de Auditorios vacíos, de Galerías comerciales, de museos absurdos. Nos quieren tanto que le están cambiando la cara a las ciudades para que, al alzar nuestros ojos, ante la mayestática obra de hormigón profiramos un ¡Oh! un ¡Ah! un ¡Viva la madre que te parió! ¡Esto es digno de los faraones! pero no, somos tan tontos, que hacemos preguntas, queremos saber de donde sale el dinero, cuántos árbolitos se han cortado, si la gestión es pública o la hará una sociedad patrimonial privada...¡Qué tontos somos! Y como somos tontos pues hacemos chistes malos, chistes feos, chistes que no podrían gustar a nadie y, todos como La Doña/Tonino/Rita I de Valencia desde el escenario del Teatro de Godella se pone triste y nos mira de reojo y nos suplica con un: "Sé que habláis de mi, tengo oídos...se todo lo que decís de mí...". Que también lleva una buena parte de amenaza. De hecho dudo mucho que estos señores que tantas lecciones nos dan de democracia permitan que esta obra se represente en otro sitio que no sea esta aldea de galos locos en medio de la Huerta valenciana. Es lo que tiene esto de decir lo que piensas.

viernes, 27 de marzo de 2009

Valencia/Nixon


Estoy por Valencia. De asueto y de trabajo. Pero sobre todo a echarle un vistazo a todo esto, a ver qué coño se cuece y por ver si se me pega algo del encanto de Francisco Camps, de su elegancia, su porte, su saber estar y, sobre todo, de sus amigos que al parecer te agasajan a la mínima de cambio. Creo que ya que estoy por aquí me voy a hacer un masters en administraciones públicas que imparte Mr. Fabra y que se llama: "Como hacerse rico con las comisiones y, además, que las urnas reafirmen tu gestión un tanto irregular o, lo que comunmente se denomina como, irse de rositas". Creo que como vengo de la Comunidad de Madrid me van a dar por aprobadas algunas asignaturas. Por suerte, parece que Valencia es mucho más que todo esto. Llevo poco tiempo aquí pero se empeñan en decirme que así es.

Lo bueno de mi trabajo es que lo puedes hacer en cualquier parte. De hecho los vagones del Alaris son cojonudos para escribir. El paisaje va cambiando (Por Dios, espero que alguien ruede algo en la provincia de Albacete que es como Texas) y la gente va como calladita. Mola. Sólo le falta tener wi-fi.

He visitado poco Valencia, y el Levante en general, porque en mi casa no éramos de veranear. Estos eran más de pueblo, de Marruecos, de Portugal...me he tenido que hacer mayor para venir por aquí y comprobar que, como decía algún ilustre levantino, la luz aquí es completamente diferente. Tienen razón. Estoy flipando.

Me parece que esto de descubrir esta Comunidad Autónoma ya un poco tarde atiende a las mismas casualidades que casi todo en esta vida. Hace más o menos dos años no me interesaba mucho el pop y, sin embargo, ahora soy fan de Francisco Nixon. Primero fui un discreto seguidor de "La Costa Brava" y así, así...te vas liando.


Llevo más o menos una semana canturreando las canciones de su nuevo disco, "El perro es mío", y sólo puedo decir que me encanta. Me encanta porque, entreveo, es posible que me equivoque, que Nixon ha puesto en música algo que es uno de mis tole-toles preferidos: Las mejores historias suelen estar a la vuelta de la esquina.

"El perro es mío" está grabado con métodos tradicionales, ¡Por Dios que han utilizado cintas de dos pulgadas!, y eso se nota. Le viene bien. Más que nada porque suena californiano, o sea a un poco a Beach Boys, y se nota el zumbidito de los aparatos antiguos que le da un puntico perfecto. De hecho estaría muy bien que hubiera una versión en vinilo como en plan purista porque a veces echo de menos el zumbido de la aguja sobre el plástico.




Por el disco, como por "Es perfecta", pasean iconos del imaginario colectivo masculino (las dependientas de la tienda de ropa, las extranjeras de Erasmus, las chicas con brackets...y me refiero a las chicas no a las señoras con aparato de la edad de Ana Obregón etc.) y eso, un sonido cálido, unas letras que se amarran a la tradición pop anglosajona y que no pierden trasladadas a este idioma nuestro tan florido y, a la vez, tan complicado para meter en una rima y unos cuantos descubrimientos. El mejor de ellos, que Nixon sea capaz de trasladarte a los tiempos en los que enamorarse ya era más que suficiente y, sobre todo, que te podías quedar mirando a una erasmus sin que pensaran que eres un viejo verde.

Y como estoy en Valencia os dejo con este pensamiento: ¿Quién creéis que debería de salir antes del armario? ¿Los trajes de Camps o la protagonista de la obra de Tonino Guitiaín que voy a ver esta noche y que, hace un par de años, cuando estaba visitando Copa América se me acercó por detrás, me tocó el hombro y me dijo delante de las cámaras de Canal 9 "¿Le gusta a usted todo esto? Pues se ha hecho con los esfuerzos de los valencianos" sin darme posibilidad de réplica e irse en olor de populistas multitudes y con la sensación de que me acababan de pegar una pegatina del PP de Valencia en la espalda?

Mientras os lo pensáis os dejo con "Banderas rojas" del primer disco de Nixon cantada por Richi.




martes, 24 de marzo de 2009

Las edades del poder










"Aunque soy general cometo errores" ha dicho el tipo responsable de la no identificación de los cadáveres del Yak-42. El General de Sanidad Vicente Navarro lo ha quedado claro, por si la población civil tiene dudas: aunque parezca raro, el ascenso en el escalafón militar no es óbice para meter la pata. Cuando lo he escuchado decir eso y mover los hombros en gesto claramente exculpatorio ante el Juez Bermudez (este hombre cada vez se parece más al Doctor Xavier) he dudado un montón porque era de los que pensaba que el Ejército era una institución que, a nivel universal, jamás había cometido ni un solo error. He mirado a mi señor padre que, con lágrimas en los ojos, me ha dicho: "Es verdad, los militares también son humanos. Ya eres mayor para saberlo, sórbete los mocos y sal de la habitación haciendo un cómico remedo de las escenas de desilusión adolescente de aquella maravillosa serie titulada "Sensación de vivir", porfa, que tengo ganas de ver un buen cómico remedo. Mientras lo haces yo me quedaré aquí sospechando de tu virilidad y haciendo groseros comentarios a gritos sobre la posibilidad de darle a tu hermana 100 euros y que te acompañe a comprar sujetadores".




La gente que alcanza un estatus profesional alto se suele sentir parte de una casta de seres infalibles. Eso explica las tonterías que dicen los jugadores de fútbol, los entrenadores, los dirigentes de las diputaciones municipales y, como no, los militares de alta graduación. A mi me da la sensación de que muchas veces van a comenzar a levitar por encima de los micrófonos...¿Y esas caras que dicen "lo estoy petando"? ¿No os dan ganas de no haber tenido que ver una de esas caras en vuestra vida? ¿A que sí? ¿A que dan cantidad de rabia?


En el poder hay muchas de esas caras de autosuficiencia infinita. El tipo que invente una máquina que convierta en energía eléctrica ese subidón de ego que siente cualquier personita a la hora de darle un puestecito dominará el mundo. Miradlos, es una especie de media sonrisa y una mezcla de "os lo dije" y "porque yo lo valgo" que intentan tapar con unas cuantas palabras en las que nos informan de su "humildad infinita" y su "sentido del servicio a los demás". En el fondo ya comienzan a saber que, si están ahí, es porque NO se equivocan.





Después de esa cara, y cuando comienza su gestión, empieza el "periodo de la ocurrencia". A gusto con el nuevo traje el "tío/tía que corta el bacalao" intenta hacerse visible y suelta una gracieta dicha con carita de ratón y cierta maldad de sacristía. González dijo "Ni flick, Ni Flock" (somos dos en un reloj) y Aznar puso los pies en una mesita de café sobre la que él pensaba que giraba el Mundo Libre. El "periodo de la ocurrencia" se inicia cuando alguien le ríe la gracia, normalmente un periodista o personajo de su equipo de colaboradores (es el nombre que ahora reciben los "pelotas" y "trepas" de toda la vida). Se hace el silencio, achina los ojos, agacha la cabecita recordando una de sus travesuras infantiles y larga la tontería...se escucha un "ja-já" en la sala y ¡Voilá! Ya ha nacido un cómico más en nuestro país. Un cómico que no se equivoca nunca. Mañana todas las portadas de los periódicos serán para ellos...pasado dirán "si queréis lo retiro" (ante una condescendiente tropa de fans) y se le pone cara de "que no, que yo no me equivoco aunque diga que sí, que vosotros lo sabéis).


Tras haberse echo un hueco como un "tipo/tipa de campechanía y sentido del humor afinadamente inglés" llega el momento de "ligar con la prensa". Oh, la-lá. Se trata, básicamente de invitar a los plumillas a lo que sea, pero que vengan juntos. Se divide así a la profesión más antigua del mundo (estoy seguro de que antes de que la primera moza se abriera de piernas a cambio de unos cuantos denarios ya había alguien avisando del asunto a toda la tribu) entre los que "van a la comida del tipo importante que tiene cara de estarlo petando y es cantidad de ocurrente" y los que no asisten. Si es de derechonas invita a algún rojo despistado para hacerle la gracia de cogerlo del hombro y decirle "anda come, que en el periódico te pagarán fatal" y si es de izquierdas invita a algún azulito centrista para hacerle una gracieta similar como "venga, venga, que quiero que veas que tengo talante y que respeto mucho tus opiniones". El paternalismo asqueroso pretende acercar posturas gastando un tiempo precioso que podría emplear, por ejemplo, en que el Ministerio no esté manga por hombro.


Y tras este periodo, en el que ha hecho gala de una estupidez pública evidente llegará el "Momento Enroque" en el que, pillado en algunas tropelías y trapacerías varias, le echará la culpa a todo el mundo de sus estupideces y demostrará que en realidad ni lo peta, ni es tan ocurrente pero, sobre todo, que ha utilizado su poder de muy malos modos.



Si hay alguien que ha demostrado esta estúpida teoría es: Federico Trillo.
Nombramiento: carita de ratón y de sabiduría infinita.
Etapa de la ocurrencia: ¡Manda huevos!
Etapa "ligar con la prensa": Federico Trillo invitaba a los periodistas a una jornada en la que se comían michirones de la huerta murciana.
"Momento enroque": en la Guerra de Irak regaló un euro a una periodista y, luego, con lo del avión se negó a reconocer sus responsabilidades.

Es una pena que no vaya a ir a declarar al juicio sobre el caso Yak-42, demostrando que los políticos en nuestro país tienen más escapatorias que los personajes de Prison break, porque estoy seguro que no tendría empacho en declarar eso de: "Aunque sea político, también cometo errores". Menos mal porque soy de los que piensa que la clase política española es completamente intachable y ya estoy harto de que mi padre me envíe a comprar sujetadores cada vez que me echo a llorar desconsoladamente mientras el telediario me arranca la inocencia.

domingo, 22 de marzo de 2009

Los malvados no gastan en palabras





Para ser malvado hay que valer pero, sobre todo, no dar ni una justificación a tus actos. Punto. No respeto a los criminales de guerra pero mucho menos a los que se pierden en un discurso del tipo "la historia me absolverá", para justificar sus crímenes. Cuando te pillan con las manos en la masa lo mejor es callar y cargar con las consecuencias. Si has perdido la vergüenza que, por lo menos, no te pillen perdiendo la poca dignidad que te queda. Es mejor pasar a la historia como un desfalcador o un asesino que como un mamarracho balbuceante. Yo me acuerdo mucho del show que ese japo-peruano silencioso llamado Fujimori montó para reírse de Abimael Guzmán, dirigente de Sendero Luminoso. Lo vistió de preso de peli de Chaplin y lo encerró en una jaula para mostrárselo a la prensa internacional a sabiendas de que el loquito terrorista no sería capaz de mantenerse en silencio y que comenzaría uno de sus berreantes y berreantes discursos que lo retrararían para siempre como un loco acabando con el poco crédito que la sanguinaria organización podría tener a ojos del mundo pero, sobre todo, para asegurarse de que sus actos (los de Fujimori) se verían con mejores ojos desde entonces. Punto para el señor de los ojos rasgados.

El malvado ha de ser letal y silencioso, como el kabuki e impenetrable como el significado de la obra musical de Mecano y, sobre todo, un arte criminal simplemente gestual como el mimo. El silencio provoca preguntas y esas preguntas artículos y libros llenos de hipótesis sobre el por qué de esos horribles actos. En el fondo es el último gesto de los crueles de camino al patíbulo: dejarte, ahí, con las ganas pero, sobre todo, con la imposibilidad de saber si otro tan cruel como el malvado volverá a actuar siguiendo esos secretos parámetros.



La maldad y la malicia son empresas gigantes que merecen un enorme esfuerzo pero, sobre todo, el silencio y, por ello, no están a la altura de mucha gente. Para ser malvado y malicioso hay que valer, y mucho, porque si no tus intentos por ser Lex Luthor te acaben convirtiendo en Pierre Nodoyuna.



La maldad y la malicia merecen de mucho temple y frialdad. Dejarse llevar por el odio es algo que, definitivamente, pese a lo agradable de la sensación deben de quedar para mejores ocasiones.

Los ingleses, que de asesinato entendido como un bello arte, saben un huevo han trasladado toda esa sabiduría a la crítica musical. Elegancia, savoir faire...la entrevista y la crítica tienen mucho de baile mortal, de agarrarte a la presa y buscarle la oquedad entre las dos costillas para clavarle el estilete y que se desangre mientras tu abandonas tranquilamente y sin una mancha de plasma en el cuello de la camisa. Las mejores malas críticas sobre grupos se pueden leer en Q, Modjo, Kerrang...de ahí es donde queremos todos aprender, claro. Pero trasladado el fenómeno a nuestro país nos encontramos con que seguimos gustando del crimen de Puerto Hurraco y que, de ahí, no somos capaces de pasar.




El sábado, como otras tantas almas, asistí al concierto de Def Con Dos. ¿Qué esperaba? Que estuvieran como siempre, es decir, muy bien. No me decepcionaron. En directo son brutales, eléctricos y pese a que la sala estaba medio vacía (mala publicidad, el puente del Día del Padre...) se sobrepusieron a eso y a los problemas técnicos de una sala, La Riviera, que tiene un eco que recuerda al Cañón del Colorado y a un anuncio de una achicoria soluble. Al parecer, Fernando Neira, de El Pais asistió a este concierto pero lo vio con otros ojos. Los suyos. Ahora podéis decir: "Claro, Insustancial, es que tu eres amiguito de Strawberry". Pues sí, claro, y me puedo permitir el lujo de decirle: "Nene, este concierto ha sido un truño". Pero es que, la verdad, hubiera faltado a la verdad porque el concierto no estuvo nada mal. Es una pena que El Pais gaste media página de su edición de Madrid para poner a caer de un burro no ya a DCD, que también, si no para centrarse básicamente en la edad del cantante del grupo y en si va o no va al reumatólogo. Diré que Neira, que es del 71, tampoco se va a salvar de visitar al fisio como tampoco lo hará este servidor de ustedes. Eso son cosas que sobran o que se incorporan de manera más elegante. Por Alá.

La crítica es, como el asesinato, el arte de la contención cosa que no tiene Neira al que le queda bastante por aprender sobre ironía, sarcasmo y un largo etcétera de cosas que tampoco sabe ni entender, ni valorar, en el discurso de Def Con Dos que, por cierto, es de los pocos grupos que habla actualmente en contra de la violencia de género (Aído, te echamos de menos), el precio de las hipotecas y otros temas de estos tan espinosos. Mi acompañante en el concierto me dijo: "cuando se te ocurre meter un poco de discurso en las canciones automáticamente te caen palos de todas partes, es inevitable". Lo esperaba de El Mundo, pero nunca de El País, la verdad. Nos queda mucho de aprender de los críticos ingleses, de esa clase alta de los destripadores elegantes. Será por eso que los asesinos británicos entierran a sus víctimas en el jardín y nosotros las dejamos con las tripas desparramadas en medio de la calle clamando mientras la policía se nos lleva contra la propia víctima y diciendo, al que nos quiere escuchar, que en realidad somos completamente inocentes.

viernes, 20 de marzo de 2009

Hable con nosotros




Anoche fui a ver "Los abrazos rotos". Un drama que intenta ir al rtimo de una comedia y que, según su director, es en realidad un thriller. Un "thriller" porque hay un asesinato y un secreto muy bien guardado por una de las protagonistas como en "Volver" que, pese a ello, nunca fue catalogada por Almodovar como una película de ese género.

"Los abrazos rotos" de todas maneras es mucho más que eso. En realidad es el homenaje que el actual Pedro Almodovar le hace al viejo Pedro Almodovar. Si resulta de ritmo cansino, torpe y, a veces incluso, exasperante no es por otra cosa que por la necesidad del Almodovar actual de engrandecer su figura y de que quepan todos los elementos estéticos y narrativos de los que le dotó ese olvidado viejo Almodovar que, curiosamente y con el paso de los años, nos resulta cada vez más actual y con los tiempos que el director que se destapó con "Todo sobre mi madre" y que comenzó una espiral ascendente en éxitos y desdencente en cuanto a interés.


En la nueva película del nuevo Almodovar (el que creció tras la oscarizada película) se encuentran homenajes de lo más variado: hay un crimen, violencia verbal y física a porrillo, pasiones desmedidas, hijos secretos, secretos inconfesables que se confiesan al final para justificarle al espectador sus dos o dos horas y media de estancia en la sala pero, sobre todo, están Chus Lampreave y Rossy de Palma, los tacones de Marisa Paredes, el traje rojo de Carmen Maura, las estocadas del matador Nacho Martínez, el Cinearte de "¿Qué he hecho yo para merecer esto?", mariquitas graciosas, mariquitas supermalas y en una encrucijada moral e, incluso, un escritor atormentado que usa un pseudónimo (Harry Caine, pronunciado nos recuerda a "Hurricaine", que es "Huracán en inglés) como el que utilizaba el antiguo Pedro Almodovar (Patty Diphusa) y que escribe en la máquina de escribir eléctrica que se gastaba Eusebio Poncela; también un largo etcétera de referencias, lugares comunes y viajes a los que el viejo Almodovar nos acostumbró durante tanto tiempo y dos chistes privados o no tan privados: Blanca Portillo interpreta a Judith García, directora de producción y mano derecha de Harry...un personaje nada alejado de Esther García, directora de producción de El Deseo y mano derecha de Almodovar que, en esta película, se marca un papelito como la gobernante de la casa del malvado de turno y que comparte plano con Valentín Almodovar, hermano del viejo y del nuevo Pedro, que en un cameo aparece ataviado con el pantalón de faena y la camisa de cuadros y abierta en el pecho que el padre del productor y el director utilizaba cuando trabajaba como guarda de canales y atendiendo el poste de gasolina de un pueblo llamado Madrigalejo (Cáceres). También hay un personaje llamado Ray X que recuerda mucho estéticamente, al Ray Loriga, que colaboró con Pedro Almodovar en "Carne trémula" y, ahora que caigo, hay una chica con una pierna mal, cosa que ha utilizado con delectación el director manchego en alguna de sus películas.

En esta película el Nuevo Almodovar logrará ser recordado, sobre todo, por su capacidad estética lo que le diferencia del otro que se labró una carrera a costa de traer los dramas rurales a los lugares más salvajes de la ciudad y si el primero era feísta, alegremente agresivo con lo establecido y trufaba sus películas de referencias a la cultura popular más rancia este se conforma con firmar un trabajo estilizado y, a veces, francamente emotivo (las manos de Lluis Homar intentando leer el grano de una imagen en vídeo como si estuviera frente a una página escrita en braille, Penélope Cruz desdoblándose en una escena) y, claro está, no olvidar un casi impecable trabajo de los actores principales. Es verdad, Lluis Homar, José Luis Gómez, Ángela Molina y Penélope Cruz podrían recibir un guión en blanco y construir un gran papel.

Sorprende también que el Nuevo Almodovar conceda al viejo Almodovar el beneficio de la duda y lo reivindique, muy poco solapadamente, introduciendo una escena cómica que homenajea descaradamente a "Mujeres al borde de..." y en la que Carmen Machi hace de Chica Almodovar y recibe la respuesta cómica perfecta de Penélope Cruz. Es cierto que el Nuevo Almodovar es un poco zorro y, aprovecha esta escena colocada al final, para hacer bueno eso de que "un buen final arregla una mala película". Añadiría que, además, te hace albergar alguna esperanza de que lo próximo del Nuevo Almodovar sea más parecido a lo del viejo Almodovar.

Con semejante digresión diré que a mi la película, por friki cinéfago, me gustó por la sencilla razón de que me la pasé descifrando planos entendido al minutos seis o siete que todos los personajes me caían mal, que no pillaba la trama y que aquello no me llevaba a ningún sitio pero que, mi señora hermana (una muchacha vivaz, que está con los tiempos y que se declara púramente almodovariana en cuerpo y en espíritu) disfrutó del film y que flipó con todas las historias de amor. Yo saqué la conclusión de que este nuevo Almodovar ya no habla con los espectadores y que prefiere hablarse así mismo, eso o que, como Leonor Watling en "Hable con ella" es incapaz de articular palabra por estar, momentáneamente paralizado. Conclusión: haced lo que os de la gana y luego comentamos.

jueves, 19 de marzo de 2009

El sheriff Manson



El lunes vi "Atmósfera cero" (Peter Hyams, 1981) con mi señor padre. Me emocioné mucho porque hacía unos cuantos años que no veía esa película. Es una especie de relectura de "Sólo ante el peligro" (Fred Zinnemann, 1952) pero en el espacio, en el que un sheriff de una explotación minera de Io, una de las lunas de Júpiter, tiene que enfrentarse contra el jefazo corrupto de la misma que se dedica a traficar con una droga que pone a los mineros en eso que se conoce como "Estado mental Pajares". El papel que hace Sean Connery, el de O´Neil el sheriff claro, es uno de los mejores de su carrera y la película, sin duda, una de las mejores de la historia de la Ciencia Ficción aunque, sorprendentemente, en el Imdb.com sólo tiene un 6.4 de valoración. Lo que me parece francamente poco.

Pues el caso es que mi padre, que tiene memoria de pez (excepto para las ofensas arbitrales al Real Madrid), no se acordaba de que habíamos visto juntos esta película. Fue en 1983, en el Cine Carmona, un cine de verano de Madrigalejo (Cáceres) localidad que debería de aparecer en los mapas de los cinéfilos por la sencilla razón de que Almodovar (¡Peeedrooo!) pasó gran parte de su juventud en dicha localidad. El Cine Carmona estrenaba una película diferente todas las noches a 100 pesetas la entrada (con la entrada se incluían todos los picotazos de mosquitos que uno pudiera soportar, mosquitos que vivían en unos arrozales que circundaban el pueblo) y aquel verano fui todas las noches al cine sin faltar nada más que los días de fiesta del pueblo en los que el cine cerraba. Vi Rocky II, La mujer del Teniente francés, El Planeta del Horror, El Misterio del Triángulo de las Bermudas, Buck Rogers, Hi-Riders (me llevé bronca porque salían tetas), Superman II e, incluso, creo recordar que La Colmena cuya proyección fue suspendida porque se puso a llover a mitad de la película. El caso es que recuerdo perfectamente esa noche porque siempre iba solo al cine (algo inusitado en la actualidad porque tenía sólo ocho años) y aquella noche mi padre se empeñó en acompañarme. Dejó a mi madre en casa con mis abuelos y se vino al cine. Antes de sentarnos pasamos por el bar del cine, una barra dentro del patio que jamás apagaba las luces, y compró un par de botellas de coca-cola (de cristal) y una bolsa de palomitas Gol. Fue la primera vez que salimos juntos, los dos solos y me sentí importante y feliz...aunque algo incómodo porque, en realidad, en "Atmósfera cero" salían algunos cuerpos desnudos en posiciones no muy decorosas. Me imagino que aquella noche, por primera vez, también hice esa cosa tonta de "intentar que no se note que en la pantalla está saliendo algo que por mi edad no debería de estar viendo"...y me acuerdo que volvimos los dos a casa montados en el 1430 amarillo que teníamos por aquellos años y también me acuerdo que me dijo "si tu abuela te pregunta que si te he dado coca-cola le dices que no, que dice que luego no duermes". O sea que aquella noche también compartimos un secreto cuando mi abuela dijo "no querrás el vaso de leche porque como te habrás hinchado a coca-cola" yo le dije muy serio que sí, que quería ese vaso de leche. Y me acuerdo que no dormí durante un buen rato porque aquello me pareció el culmen de los planes de hombres: cine de tetas y tiros, palomitas gol, coca-cola y una dósis de mentiras.

El lunes volví a ver "Atmósfera Cero" con mi padre, sentados en el salón de casa y le gustó muchísimo como a mi y le conté lo de aquella noche pese a que sé que es de la gente a la que los recuerdos de otros tiempos le ponen algo nervioso. Sentí esa misma punzada de aquel día, pese a que ambos estamos ya mayores para esas cursiladas. Él, que es el Manson más lacónico, el Sheriff, el tipo duro de esta luna que orbita alrededor de Alá sabe qué planeta, me dijo: "Si quieres que vaya contigo al cine, vamos la semana que viene, pesao". Es su manera de decir "yo también os quiero". Nosotros a él, también

martes, 17 de marzo de 2009

Duelo en la 2.0: start ups, gurús de ayer y hoy y un cuento viejo sobre suecos metidos en negocios de .com

Mira, flipa, pongo "goatse" en el servidor y mira lo que sale...

No conozco a Alfredo de Hoces de nada, sólamente por su blog al que llegué cuando estaba tirando del hilo del cierre de Mobuzz TV. En un hecho sin precedentes, y arrogándose el derecho sagrado a erigirse en no se qué, Anill de Mello (el creador y CEO de dicha cadena) pidió dinero a sus espectadores para mantener su empresa. Una empresa que, públicamente, había hecho gala de tener cierto desprecio por palabras como "austeridad" mostrando un vídeo corporativo en el que se veía que las instalaciones del canal contaban con una piscina anexa.

Es un truco viejo con diferentes nombres como "money to burn" o "Think Big!"...es ese remanente del dinero de tu inversionista que te gastas en darte pisto para captar a otros inversionistas a los que haces creer que esos estipendios como quads, viajes de prensa, agasajos varios y grandes fiestas con barra libre y una asistencia mínima de 1 famosete por cada 3 invitados sale directamente de unos grandes beneficios. En nuestro país, desde aquello de los pelotazos empresariales, se utiliza con tanta asiduidad que, la verdad, cuanto más caro es el whisky de la party de lanzamiento de la empresa menos tiempo tarda esta en dar el cerrojazo e irse con sus "stock options" a otra parte.




Enojado inversor de Mobuzz comprobando "in situ" en qué se han convertido sus acciones.



El caso es que los nuevos negocios, e Internet y las telecomunicaciones son muy nuevas en nuestro país, atraen en la actualidad (menos ahora con la crisis) una cantidad ingente de "dinero despistado". Sí, le ocurrió a Rupert Murdoch y a Warner en los tiempos en los que esto comenzaba a pitar e Internet parecía la panacea. Warner absorbió AOL que parecía que iba a ser la hostia, el futuro, la releche y Murdoch anunció que "abriría una división principal dedicada a un negocio de comunicación en Internet". Oh Yeah!. Todos a correr, estábamos, de pronto, en una nueva era pese a que nuestros teléfonos móviles (los que tenían uno) todavía no eran capaces de mandar un mensaje de texto sin haber sido preconfigurados de antemano. 1999-2000. ¡Qué tiempos!. Por aquél entonces todavía era casi imposible ver un vídeo en buena calidad y nos estábamos enterando de qué coño era aquel nuevo servidor que se llamaba Google ¡Ayva, la Virgen, que es mejor que el Altavista! De hecho en aquellos tiempos ocupé un ordenador que tenía internet...todo el tiempo.


Sin embargo te decían que estabas en una nueva era y todas esas cosas. Aunque tu supieras que esa Internet, que manejabas todos los días, ni siquiera se acercaba a la rapidez del que manejaba el prota de "Juegos de Guerra" (y eso que aquella película era un ochentazo y aquel ordenador ocupaba casi toda su habitación).


Algunos compañeros de profesión se fueron a currar a portales de internet de reciente creación ocupando unos teóricos puestazos pagados a razón de 3.000 o 4.000 eurazos en secciones de deportes, cultura etc. dando un portazo a sus viejos empleos y diciendo "¡Ahí os quedáis pintamonas!". En serio, se te quedaba la cara que se le quedaba a Elliot cuando E.T. volvía a su planeta. Cabrones. Que envidia. Van a trabajar en el futuro y nosotros aquí, todavía con esta mierda de cintas de Betacam que pesan un huevo, locutando en peceras de cristal, haciendo fotocopias, emitiendo vía satélite, sin utilizar eso de internet.

Estos eran los señores que vivían dentro de tu Spectrum 48k.


Mientras tanto se estaba gestando la tragedia,poquito a poco. La primera gran "start up" de Internet, Boo.com, anunciaba su cierre tras 18 meses de trabajo. Estuvo valorada en 400 millones de dólares que se esfumaron. Sus dueños, unos suecos muy majos, se habían gastado todo el dinero de sus inversores en "money to burn"/"Think Big!" dando fiestas y cuchufletas por medio mundo, acaparando portadas de revistas de aquí y de allá ¿Cómo? Atrayendo todo ese "dinero despistado", todo ese dinero viejo, de los negocios viejos que buscaba meter sus lindos pies en un terreno vacío y por explorar llamado "LA RED" pero que, en realidad, no enendía muy bien de qué iba todo aquello. ¿Cómo convencieron a todo el mundo? Gastando ese dinero en deslumbrar al personal mientras le contaban la milonga de que serían la primera página del mundo capacitada para vender ropa, con un diseño tan avanzado que el comprador podría desde su casa elegir el color, la forma, etc. y todo aparecería en su pantalla con un complejo sistema en 3D. Sería como ir de tiendas pero sin salir de casa. Paseos virtuales por grandes avenidas comerciales que no necesitarían de costosas estructuras de hormigón, ni de guardias jurados, ni de vendedores contratados por el sueldo mínimo más las comisiones.


El "dinero despistado" pensó: "¡Ey, son jóvenes, son guapos, saben palabras guays y dicen que ahorraremos dinero! ¡Mirad que presentación más guapa han hecho en Londres y mirad que carpetas más chulas!". Lo que los responsables de Boo.com no explicaron nunca es que, en realidad, no habían desarrollado dicho software y que, en realidad, estaban muy lejos todavía de que la capacidad de transmisión de las líneas pudiera soportar semejante hachazo. Intentaron pedir una nueva inyección de 30 milloncejos de dollars pero ya era demasiado tarde. Au revoir!. Se acabó el negocio ".com".

Los portales cerraron, Navegalia puso en la calle a muchos amiguetes, y todo volvió un poco a la normalidad. Después de unos cuantos años ese rebote nos llegó en forma de otras empresas multimedia como Mobuzz TV y vuelta a empezar, nuevos gurús anunciando nuevas etapas y erigiéndose en portavoces de no se qué red 2.0, anunciando la interesada muerte del blog (Casciari y sus salidas de madre en el EBE08) y otras tantas historias que terminaron con la polémica twittera entre Enrique Dans y su alter ego @edance.( http://gurusinhumor.blogspot.com/2008/11/enrique-dance.html). Algo bastante lamentable.


"Si quiere un ordenador donde sus hijos no puedan conectarse al Tuenti le vendo este..."

Enrique Dans, nadie sabe a cuento de qué, ha venido durante estos tiempos a convertirse en uno de esos nuevos gurús de palabras grandilocuentes y muy pocos hechos. Palabros técnicos que esconden una pelea con la SGAE de la que le gusta alardear y un discurso con tufillo "liberalizador". "Libertad" es una palabra que suena muy bien pero que según quien la utilice tiene un sentido u otro. "Libertad" se puede utilizar con diferentes sentidos ("Despido libre"/"aborto libre") en bocas más o menos limpias. ¿Quien dijo aquello de "libertad, cuantos crímenes se cometen en tu nombre? Bueno, divago. El caso es que a costa de remarcar lo más o menos evidente y de una cierta ocupación del espacio libre muchos quieren hacer su agosto y, además, que esa labor no pueda ser replicada.
Lo demostró Hernán Casciari en los tiempos de "yes, we can" poniendo a caldo a Antonio Rico (creando una polémica francamente absurda, adoptando una postura de nene enrabietado y sintiendo quizás que le habían levantado el papel protagonista de "adalid de la buena televisión") y, ahora, lo hace Enrique Dans actuando de muy mala fe contra Alfredo de Hoces (el lo cuenta ahí,pinchando sobre su nombre) y elevando una protesta contra él en la misma empresa en la que trabaja provocando un pequeño seísmo en su vida personal que tenía como objetivo, claramente, dejar a esta persona sin trabajo o, por lo menos, crear malestar a su alrededor y señalarlo como una persona de poco fiar.

La polémica entre ambos tiene su punto álgido en este artículo de de Hoces en el que sacaba a relucir los males de esta nueva 2.0 y que ya es conocido como "el discurso de la cancamusa". Mentiría si no dijera que me ha servido como inspiración para este mismo post y que os invito a leerlo y degustarlo tranquilamente porque ponen el dedo en la llaga en los males del actual sistema económico.

Si ya en los comienzos de las .com me tomé con mucha distancia todos aquellos cuentos de ciencia ficción sobre unos medios técnicos inexistentes (más que nada porque ya había leído a Negroponte), ahora asisto a que, en realidad, estos nuevos arcángeles, utilizan los mismos trucos zafios, las mismas maneras de gallito de patio de colegio, los mismos sistemas de presión que los desfasados empresarios analógicos (el rollito tiene un poco de "ahora se va a enterar este de con quién está tratando") pero, sobre todo, las viejas formas de bussiness que se han cargado la economía actual. A lo mejor es que la SGAE, después de todo, no va a ser la encarnación del mal con el cochino canon ni nosotros esos desinteresados caballeros blancos al rescate. O a lo mejor sí.

Depredadores



La Iglesia católica nunca había estado tan acertada como con el lanzamiento de esta nueva campaña en la que nos avisa de que los niños están mucho más desprotegidos que los linces ibéricos. Es cierto. No sé de qué os extrañáis. En este país es simplemente imposible encontrar un caso de un lince ibérico violado por un cura y, sin embargo, muchos niños y niñas de todo el mundo han sufrido abusos por parte de señores con sotana (¡Que su Dios los confunda!). Un claro ejemplo de que atendemos mucho más los intereses de nuestras especies animales que las de nuestros propios vástagos que dejamos al cuidado del primer tío con falda que abre un negocio a la puerta de casa. Es posible que si esas leyes tan modernas no fueran tan tiquismiquis ahora estaríamos hablando de pecados como "animalismo" y no de "pederastia" que está peor vista. Seamos claros: si hay que elegir entre dos males, elijamos el menor porque, está claro, que a estos tíos no hay quien los convenza de que sus propias normas les impiden tener relaciones sexuales.

De hecho la vieja ley cristiana es tan ancha que auna todas las tendencias y deseos sexuales bajo el mismo epígrafe: "Pecados carnales". Sección pecados capitales. Capítulo: "Lujuria". O sea, que pecas igual deseando a una octogenaria que a un tierno infante. Otra cosa es lo que dicta el sentido común, claro, que es otra cosa.






Mucho tiene que aprender la Iglesia católica todavía de la Iglesia Protestante. Un Flanders cualquiera, de los que llegó a Norteamérica embarcado en el Mayflower, sintió a su llegada que las tentaciones de la carne aumentaban con el contacto con las nativas de la zona. Atormentado por esta tendencia quiso saber si era de naturaleza pecaminosa y, para tranquilizar su conciencia, envió una carta a su pastor donde le informaba de los hechos y, sobre todo, le rogaba que le dijera si todo aquello era malo o no.

El Pastor, un hombre de su tiempo imagino que de la Iglesia Reformista Holandesa o algo parecido, le contestó en los siguientes términos: Como no tenemos muy claro que los habitantes nativos de las colonias sean personas, ya que no están bautizadas en nuestra fe y no tienen nuestro color de piel, lo mejor es no tocarlas, ni tener contacto sexual con ellas. Si quieres aplacar estas tentaciones lo mejor es que encuentres a un animal de granja que, como no tiene alma, no pasa nada. Abajo los derechos de los animales. Arriba las sotanas. ¡Ay, Lutero, por qué nos has abandonado!





Aprendamos del enemigo (¡Que el Diablo se lleve a esos anti papistas!) y dentro de pocos meses aumentará el número de monaguillos, se engordarán las filas de los coros y los boy scouts pero, sobre todo, dejaremos de sentirnos incómodos cada vez que un miembro de la Conferencia Episcopal use los términos "protección de la infancia". Sólo le veo una desventaja a esta despenalización: muchos fieles, al ir a misa de domingo, descubrirán el templo cerrado y una nota clavada a la puerta donde podrán leer: "Me he ido unos días a visitar las oseras de los Picos de Europa, vuelvo el lunes".

Nota del Insustancial: Disfrutad de la selección musical que también deja claro que hay desventaja entre las canciones dedicadas a linces y a personas pequeñas. La canción de Camilo, sentimiento de amor, es una de las cosas más escalofriantes que he escuchado en mi vida. Le acompaña Camilo Sesto Junior, por cierto.

lunes, 16 de marzo de 2009

Melchor Miralles hace historia (¡A qué precio!)


VEO7 es la cadena de televisión que EL MUNDO tiene en la TDT y que combate a brazo partido con Intereconomía y Libertad Digital TV para llevarse ese nicho de espectadores que es el público neoliberal de nuestro país. La cadena nació con ínfulas generalistas pero, la verdad, está teniendo unos resultados francamente pobres pese a escorarse cada vez más hacia lo que tiene que escorarse una cadena hecha por el simpático rotativo madrileño: leña al mono. Tanta leña quiere darle al mono que Jiménez Losantos, que es dueño de LD TV, también sale en la cadena de Pedro Jota. ¿Te imaginas que Sardá saliera a la misma hora en Telecinco y Antena 3? ¿En qué está pensando esta gente?

Sin visos de que una línea editorial ecuánime y alejada del sensacionalismo pueda dar frutos, siendo además la línea habitual mucho más barata y beneficiosa en objetivos, Melchor Miralles, responsable de la cadena, se está empleando a fondo para que su cadena llegue a unos mínimos y está dispuesto a cualquier cosa. Cuidado que "cualquier cosa" quiere decir "cualquier cosa", al loro:

-Melchor Miralles consiguió que un formato inofensivo, el de la cámara oculta, que todos recordábamos por "To er mundo e güeno" (1982) aquella obra maestra del humor cafre de Manuel Summers se convirtiera en la perfecta guinda de cualquier programa macarra y navajero. En realidad no eran cámaras para pillar a nadie importante (no fuera a ser que nos encontráramos de cara con algún amiguete) si no para "demostrar lo fácil que es comprar un gramo de coca en España", "demostrar lo fácil que es irse con una prostituta en España" o "demostrar lo fácil que es ser captado por una secta". Eran cosas ya sabidas pero, más de uno y más de dos, cada vez que anunciaban un programa de estos rezaba por no ser el pringado que se había estado metiendo unas lonchas, ido de putas y hecho un sacrificio a Satán aquella noche algo borrosa en la que fue en todo momento acompañado por dos tíos muy majos que llevaban consigo siempre una mochila con un ojo de pez incorporado y que aparecía en ese reportaje con el rostro pixelado pero con su voz intacta y reconocible.


-Miralles ha producido dos películas revisionistas de la historia de España: "El Lobo" (2004) y "GAL" (2006, ambas de Miguel Courtois). En ellas no se hace otra cosa que apoyar las teorías del propio periódico sobre la lucha contra ETA. Pese al éxito de la primera, un éxito que me dejó picueto, lo cierto es que entre ambas sólo reunen un hecho reseñable: conseguir que Eduardo Noriega fuera caracterizado como Paul Naschy en "El Jorobado de la morgue" (Javier Aguirre, 1973).

"Ábreme que vengo a hablarte de Dovstoievsky...que soy yo, el nuevo galán del cine español...""


-Miralles fue parte de la Junta Directiva del Real Madrid en la etapa del Triunvirato Calderón/Nanín y se encargó de la sección de Baloncesto para, en realidad, no hacer nada de nada por la misma. Luego, cuando unos días antes de que MARCA comenzara a publicar cosas feas, decidió largarse.



-Miralles es el autor de esta frase que dijo sin despeinarse en 59" (TVE 1): "La misión de los medios de comunicación es influir en la línea de la política de España". Todos pensábamos que era informar y que eso era cosa de otra gente...pero no.



Pues eso, que llevado por ese don para el servicio público y los intereses privados hoy, en su edición digital, El mundo nos informa de lo siguiente: el 25 de abril emitirá la entrevista más larga de la historia, 12 horas de televisión, donde un grupo de intelectuales, deportistas, toreros y otros plumíferos entrevistarán a Pedro Ruiz. Por el interés de la noticia vuelvo a repetirlo: PEDRO RUIZ. Efectivamente: Esto se va al carajo. El asunto va a ser mítico.



¿Por qué Pedro Ruiz? Pues muy sencillo: Todo el mundo menos él tiene claro que NO tiene doce horas de material interesante para rellenar una entrevista. ¿Los tiene Pedro Ruiz? Bien intentaré hacerles un resumen de lo que se va a escuchar en esas doce horas, atentos porque solo lo repetiré una vez: DEMAGOGIA. Demagogia sobre el poder, los poderosos, Hacienda, La Iglesia, el deporte profesional, España, los intelectuales, los escritores, vosotros...pero al final no nos explicará lo que realmente queremos saber: ¿Cómo es posible que Pedro Ruiz tenga entre sus amantes a Maria José Cantudo, Amparo Muñoz, Elsa Anka, Vaitiaré (arrebatada de las garras de Julio Iglesias) o Inma del Moral? Eso no lo contestará dejándonos en la duda de si lo suyo es una atracción métrica o contable.


Podemos hacer una porra pero creo que algunas de sus frases serán: "El poder corrompe", "los políticos están corruptos", "Creo en Dios pero no en la Iglesia", "los medios están podridos", "me siento libre porque la libertad está en la cabeza" etc. además de poder descargar sobre nuestras cabezas ignorantes el hecho de que pese a cantar, bailar, escribir, interpretar, presentar, dirigir, producir, contar chistes, inventar chascarrillos y formatos de TV en realidad, a Pedro nunca lo hemos valorado en su justa medida...quizás no le falte razón: nadie ha intentado jamás deportarle. Tampoco a Eduardo Noriega, por ejemplo.


Por si fuera poco se podrán remitir preguntas por e-mail para que sean contestadas por Pedro, yo tengo unas cuantas: "¿Puedes contarnos como te inspiraste para componer "Este país es un niño enfurruñado"?" "¿Qué querías decir cuando compusiste "Amame como un ángel que aterriza?" "¿Cómo se te ocurrió dirigir, producir e interpretar la película "el día del presidente"?" "¿Qué sentiste cuando no ganaste el Goya por "Moros y Cristianos?" "¿Qué has hecho con el dineral de la indemnización multimillonaria de Antena 3 (700 y pico millones de pesetas)?" "¿Tomas Viagra?" ¿Me llevas de marcha contigo?" "¿Qué te habías administrado cuando entrevistaste a Dios en tu programa o fue sólamente un episodio de enajenación mental transitoria sin más trascendencia?".

Al parecer, según uno de sus responsables cabrán 740 preguntas, divididas en bloques temáticos donde Pedro Ruiz podrá justificarse a gusto e, incluso,lo que es más inquietante "cantar o gesticular". ¿No es demasiada paliza ya ver a Pedro Ruiz durante doce horas contestando preguntas sobre todos los temas posibles? Parece que no. Que el asunto es que todo parezca una charla de amigos...no puedo ni imaginarme lo que puede ser quedarse encerrado en un ascensor con Pedro Ruiz y que se ponga en plan "amiguete". Sudo sangre de pensarlo.

Por si fuera poco todo se trata de batir el Record Guiness de la entrevista televisada más larga de la historia que pertenece, creo, a Fidel Castro. ¿No es paradójico que El Mundo intente arrebatarle un record al dictador Cubano? ¿No hubiera sido mejor ofrecérselo a José María Aznar y consumar así la venganza por completo que comenzó con aquel: "El Rey viajará cuando toque"?

Por cierto, Melchor Miralles dice que este es un formato novedoso. Nada de eso. En la Unión Soviética se emitía un programa llamado "100 preguntas para un sabio", posiblemente el programa más soporifero y chungo de la historia y que consistía en llevar al plató a un Físico Nuclear o un Técnico Aeroespacial y hacerle 100 preguntas tan bajoneras desde el punto televisivo como "¿Cree usted conveniente la aplicación del Cesio a la fórmula primigenia del nucleo de fisión de la Planta Nuclear de Smolensk?". Ni que decir tiene que el programa no tenía límite de tiempo y que en las contestaciones no se permitía el más mínimo chiste, claro...tampoco es que haya muchos chistes sobre Física cuántica pero, aquí me pregunto, si habrá los suficientes chistes como para que Pedro Ruiz rellene 12 horas de show y no lo decimos desde aquí que ya lo dijeron en el extinto "Sabías a lo que venías" de La Sexta. Lo mejor al final del vídeo.












Para finalizar proponemos un maratón de doce horas (invite a sus amigos y haga una barbacoa o similar) y algunos juegos para que las doce horas se hagan más llevaderas: cada vez que diga la frase "España de charanga y pandereta" hay que beber un chupito de tequila, si dice "corrupción" dos chupitos y si usa palabras como "Españolito", "español de la calle" o "gente sencilla" tres. La cosa puede terminar en intoxicación etílica grave.

Nota del Insustancial: Gracias a Tomas Verlaine por ponerme en la pista de semejante notición.

sábado, 14 de marzo de 2009

Piringao el ke lo lea


En mi primer colegio el "muro de la libertad de expresión" fue un rotundo fracaso según el profesorado. Algunos maestros, verdaderamente progres, se les ocurrió que la mejor manera de celebrar el Día de la Constitución era desplegar un enorme trozo de papel de embalar de color marrón en uno de los pasillos y permitir que el alumnado hiciera uso de ese sagrado derecho demostrando que, al fin, los nuevos ciudadanos españoles (los pezqueñines) estábamos al mismo nivel democrático y cívico que el de los europeínes que conocían las dictaduras gracias a los libros de Tintín.

A la semana de estar instalado en uno de los pasillos de la segunda planta aquello se parecía más a la puerta del baño de una estación de autobuses que a lo que se pretendía. Un gigante "XXXXXX nos gustan tus tetas" -en cierto modo aquello era una verdad como un templo porque aquella muchacha era famosa por haber desafiado a las leyes temporales de la pubertad- dio paso a algunos dibujos poco acertados de pollas enormes y luego a toda una retahíla de acusaciones poco vagas como "El de XXXXXXXX es maricón", "La XXXXX se dejó sobar el culo en el viaje de fin de curso", denuncias contra el profesorado ("XXXXXX vas de guay pero eres un mierda"), amenazas como "Soy el novio de XXXXXXX y si sigues hablando de las tetas de mi novia te parto la cara" y descalificaciones como "La Señorita XXXXXX es tonta" que todo el mundo sabía, sin haberse pasado jamás por una clase de grafología, que pertenecía a algún tipo de grupo terrorista-intelectual organizado de 3º A o 3º B.
Sin inmigrantes a los que culpar del atropello, en realidad la única chica negra que se acercó por ese colegio lo abandonó a la media hora de entrar por la puerta de la clase cuando escuchó las carcajadas de un grupo de futuros compañeros y sólo teníamos noticias de un padre argentino y de una madre norteamericana, los alumnos fuimos reunidos en el comedor del centro para recibir la peta proporcional y para contarnos que parte del claustro había puesto sus esperanzas en que dicho "muro de la libertad de expresión" hubiera sido mandado a Bruselas para gozo y disfrute de los parlamentarios europeos pero que, ahora, visto el nivel literario del asunto iba a ser destruído. Después de aguantar semejante chorreo se nos instó a diferenciar entre "Libertad" y "Libertinaje", en valorar la "libertad de expresión" como algo sagrado que, en cualquier momento, se nos podía arrebatar por los mismos que nos lo habían regalado y una retahíla de tópicos de parecido pelaje y de conceptos abstractos que, creo, sólo el grupo organizado de 3ºA y 3ºB llegó a entender en su totalidad porque, la verdad, es que pese a ser todos un poco niños se nos contó que "aquello lo entendía hasta un niño". Paradoja.


El caso es que ya sea por mi precocidad lectora, acababa de recibir una enorme bronca por parte del director del centro que era ex guardia civil y tenía un oscuro pasado como director de un centro de menores de Auxilio Social sito en la provincia de Tarragona que me había pillado leyendo "Rebelión en la granja", o por que el asunto efectivamente lo entendía incluso un niño saqué dos conclusiones:


A) Pese a que te digan que puedes decir o escribir lo que te de la gana siempre hay consecuencias.


B) Hay gente que no siente la necesidad de sacar lo mejor de sí mismo cuando se encuentra ante un papel en blanco y prefiere utilizarlo para escribir obviedades como que las tetas de una compañera de clase son gigantescas.


C) El poder siempre se arroga la posibilidad de quitarte un derecho debido al mal uso que de él suele hacer una minoría que, mientras tanto, seguirá poniendo chorradas donde le de la gana.


Me acordé de esta anécdota el jueves cuando, regresando a casa, me encontré en el Metro a David Trueba y acabamos hablando del blog que Jonás, su sobrino, tiene en la edición digital de El Mundo y que se llama "el viento sopla donde quiere". Más que del blog hablamos de las cosas que la gente suele dejar escritas en los foros y en los blogs por el simple placer de montar un poco el pollo, sentirse importante o volver a sentir esa sensación cercana al orgasmo que sentía cuando llenaba las puertas del los baños de su centro escolar con todo tipo de gilipolleces. En realidad estos nuevos "muros de la libertad de expresión" me recuerdan mucho al primero que pusieron en marcha aquellos profesores progres de mi primer colegio. También hablamos fugazmente de la capacidad que ha tenido cierta línea de pensamiento en copar la blogosfera y el mundo forero, que lo conozco menos, en invadir con su peste cualquier lugar donde lo que se procure sea discutir sobre cualquier tema y, sobre todo, en esa obligatoriedad de activar todo tipo de sistemas de seguridad necesarios para no encontrarte con que algo que has montado con unos cuantos colegas acabe siendo un aburridísimo monólogo de algunas personitas que sólo tienen la necesidad de reseñar lo evidente o de capitalizar el discurso.


El anonimato o semianonimato del asunto excita a una tribu de dilectos ciudadanos a convertirse como verdaderos hooligans en cuanto la autoridad competente mira para otro lado, gente que camina por esta vida, desgraciadamente, sin sentirse lo suficientemente libre como para decir lo que quiera por miedo "al que dirán" y es por eso por lo que estos pichichortos cerebrales se expresan con ese discurso de pistola en mano más allá de estas fronteras. Raro asunto. La mayoría de las veces es una pena reconocer que, en realidad, hay un porcentaje excesivamente alto de personas que de verdad no tienen nada que decir y que, por miedo a callar, dicen lo primero que se les pasa por la cabeza como si estuvieran concursando en el euromillón de Telecinco.

Por otro lado, es verdad, que entregarle el derecho de libertad de expresión al pueblo llano trae consigo la incomodidad de escuchar algunas cosas que no te apetece...pero es que el pueblo llano es así, dales un teclado, una tea o un rotulador de punta gorda y se dedicaran a crear el caos o a sacarte los colores.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Piqueras vs. Daniel Plainview


Cuando era joven Pedro Piqueras soñaba con ser un artista folk. Fundó un grupo de poco éxito llamado Carcoma junto a Javier Castro (que luego militaría en los muy castellanos Nuevo Mester de Juglaría, los que tienen padres progres entenderán, los que sean de Segovia mucho más) y también estuvo haciendo sus pinitos en algunas formaciones como Nuevo Mundo, si no me equivoco. El pujante folkie español, formado básicamente por matrimonios de profesionales liberales, nació a finales de los años 70 y, como todavía no se podía decir lo que uno quería, se buscaba la excusa de las letras de la música tradicional (plenas de críticas al señorito, al dueño y que hablaban del agravio del rico sobre el pobre) para armar un poco de lío y soliviantar a unos cuantos grises.

Pues el caso es que Pedro Piqueras era uno de esos optimistas jovenzuelos que llevaban fulares y estaban pegados al diario Madrid o a Pueblo; soñaban con escaparse a Mallorca o Ibiza a hacer el "hippipollas" (eso no es mío, es de Moncho Alpuente, que siempre ha sido más rockero) y fundaron chifladuras como el Festival de Rock de Canet cuyo documental, dirigido por el rrrrutilante Angel Casas, es una de las colgaderas audiovisuales más grandes de los años 70. Como nota "diver" diremos que Loquillo, en sus años mozos, se sacaba unas perras vendiendo costo y tripis junto con un colega suya y nos imaginamos amedrentando a los hijos del incienso y el macramé con su "rock attitude" (esto no es nuestro, lo reconoce el propio Loquillo en su documental).


¿Cómo se puede pasar de ser un pastueño periodista nacido en Albacete que cree en el buen rollito "folkie", que reconoce que es un "cachondo" al que le hubiera gustado "ser un cantante de swing" y que disfruta del Atleti...o sea que es un canalla en el fondo...haberse convertido en el "asustaviejas" oficial del Estado Español?

Es una de esas cosas que jamás entenderé, quizás tampoco que intentara reconvertirse en una Ana Rosa masculina fugazmente, y que me parece intrigante.

Esta tarde viendo "Pozos de ambición" (Paul Thomas Anderson, 2007) junto a mi señor padre, que se ha quedado con el culo torcido, me he acordado de Piqueras. Fugazmente. La película cuenta la historia de un prospector de petroleo llamado Daniel Plainview al que sólo mueven los malos sentimientos, avanzado a su tiempo, el personaje de Daniel Day Lewis (que cuenta la leyenda urbana, más bien pueblerina, que pasó por mi pueblo montado en una moto desde Portugal preguntando por Miguel Indurain, o sea, francamente despistado) representa a un hombre avanzado a su tiempo al que mueve la codicia y que se dirige en su vida con una violencia extrema que traspasa la línea de los negocios. En realidad es tan listo, y los pueblerinos californianos tan tontos o tan inocentes, que no encuentra ninguna dificultad en elevarse sobre ellos y en eliminarlos si se ponen muy tiquismiquis.


Queda, por descontado, que Piqueras es un santo varón que jamás la emprendería a golpes con un desgraciado para quitárselo de encima pero sí representa, en mi humilde opinión, una especie de salto temporal incómodo que nos ha dejado, a algunos pueblerinos televidentes, con la sensación de que algo está pasando sin que podamos enterarnos ni remotamente de las intenciones últimas que esconde el informativo que dirige.
A mi lo que me acojona del telediario de Piqueras no es que tenga una especial afición por el gore, algo un poco adolescente pero justificable, como para su capacidad de estarnos diciendo: "Todo está mal pero es que va a empeorar". Hoy el asunto de un lonely gunmen en Alemania nos ha enseñado una noticia parecido ocurrida en Alabama y de ahí ha saltado mágicamente a Columbine, al surcoreano que la emprendió a tiros en la Universidad de Virginia, y luego al finés que se publicitó en youtube, para después incidir en una noticia sobre la investigación de Marta del Castillo...para terminar en un abuelo de Murcia que se ha bajado a cuatro trabajadores de la Seguridad Social. Ya saben: Nadie está libre de que le de un parraque de rabia homicida.

Gracias a Piqueras la España Negra se globaliza y puede ser mezclada con otras desgracias dejándonos ante un panorama desolador de violencia doméstica, robos, bandas de albano kosovares y eso, que todo esto está cada vez peor y se parece cada vez más a Mad Max y la Cúpula del Trueno.

Como Plainview, aterrizando en la primer California, Piqueras ha aterrizado en nuestras televisiones para avanzarnos como será el panorama del periodismo televisivo del futuro y que ya pisa con fuerza en Estados Unidos, Italia o Inglaterra donde se ha montado todo un debate sobre los límites catódicos de la noticia. Un mundo desolador de noticias de saldo, de amarillismo reconcentrado, de sacarte los colores pero que pita entre nuestras vecinas. En realidad Piqueras y otros que tienen menos audiencia, pero que le gustaría tenerla, tiran de la misma tripa de los espectadores esperando acojonarlos, ofreciéndoles un espectáculo que no pueden dejar de mirar pese a que les repela.

Es curioso como una efectiva red de medios espectacular, de satélites, de internet, de profesionales, de unidades móviles que son capaces de deberían de ser capaces de informarte de todo lo que pasara en cualquier lugar del mundo en tiempo real son malgastadas en enseñarte lo que ocurre en la esquina del lado, haciendo más pequeño nuestro mundo y nuestras miras. Eso es lo que separa a Piqueras de Plainview, su incapacidad para entender esta grandeza, de sacarle partido pero es normal porque dentro de Piqueras debe de seguir existiendo un cantante de folk flipado con lo rural, con sus leyendas, con hacer música con un almirez y una botella de anis del Mono.

Nota (triste) del Insustancial: No me gustaría irme a dormir hoy sin acordarme de Álvaro Carrión que murió tal día como hoy hace cinco años en la Estación de Santa Eugenia. Conocí su historia a través de su hermano, Diego Carrión, con el que tuve el placer de compartir redacción y, desde entonces, cada 11 de este mes tengo un rato para acordarme de los dos. Como The Pentangle, otros folkies, me sigo preguntando cuando se romperá el círculo.