jueves, 24 de septiembre de 2009

Planeta Cosamala


Mi primo Manu ha abierto un blog que se llama Planeta Cosamala. Tiene sólo tres entradas de vida pero, bueno,ya promete.


Podría hacer una propaganda más descarada pero no quiero que nadie me tilde de cancamusero (¡Eso nunca!¡No en mi casa! ¡Antes yonki!) y por eso digo que Manu escribe muy bien (cosa que no puede decirse de Juan Manuel de Prada) y que su blog florecerá (cosa que no se puede decir de nuestra economía). Además es buen muchacho, muy "aseao" y que antes de dedicarse a lo que se dedica profesionalmente ha tenido uno de los recorridos laborales más descacharrantes de Eurasia, algo que espero que cuente en su blog algún día. Además es tanguero, noctívago, maño...vamos, un pieza.


Pues nada, que lo pueden ustedes seguir aquí. Suerte, maño. Les dejo con una bonita tonada para animarles a ustedes el día que el mío ha sido de colores fosforecentes...porque hay días en los que me gustaría echar a correr y no parar, se lo aseguro.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pedro Ruiz, el "Síndrome del yonqui cagando" y algunos tipos de entrevistas.


Hace dos noches vi "Caro Diario" (Nanni Moretti, 1994). Me dormí y soñé con que asistía al Festival de Donosti con el director italiano al que galardonaban con la Concha de oro por una película titulada "Giochi Preziosi".

Llevo dos días dándole vueltas a las razones que han llevado a mi subconsciente a armar semejante fantasía y no he llegado a ninguna conclusión excepto en que "Giochi Preziosi" ("Juguetes preciosos"), que es una marca de juguetes, es un título estupendo para una película sobre velinas y Berlusconi.

Si quiero dormir tengo que ver una buena película o leer unas páginas de un libro porque si hago como anoche, ver una entrevista de Pedro Ruiz en Telemadrid, suelo tardar en dormirme si es que el insomnio no se hace con el control de la situación y toma rehenes.

Había motivos para el insomnio porque las oleadas de pánico me iban sobreviniendo una detrás de otra:

1ª oleada: Pedro Ruiz estrena obra de teatro titulada "Escándalo en palacio".

2ª oleada: La obra está escrita, producida, dirigida y protagonizada por...¡Pedro Ruiz!

3ª oleada: La música de la obra está compuesta por...¡Luis Cobos!

4ª oleada: En el estreno Pedro Ruiz pagó un dinerillo al Museo de Cera de Madrid para que trasladaran hasta el teatro las figuras de Sarkozy, Obama, Los Príncipes de Asturias etc.

5ª oleada: Pedro Ruiz se queja al alcalde Gallardón por organizar "La noche en blanco" y cerrar el tráfico del centro de la capital lo que, a su entender, le perjudica ya que la gente "no puede acercarse al centro en taxi con total normalidad como hace siempre" y eso provoca una caída de taquilla considerable en la sesión del sábado...me imagino de que no cae en la cuenta de que los cientos de miles de personas que deambulaban ese día por el centro de Madrid (pese a hacerlo a pie) no han querido pagar por una entrada de su obra pese a pasar por la puerta del Teatro. Conclusión: el público potencial de Pedro Ruiz se mueve en taxi con normalidad, mientras que los peatones son ciegos y sordos ante el talento del artista. Puta chusma, ellos se lo pierden.

Cuando veo un espectáculo televisivo de este pelo me quedo completamente paralizado y no puedo dejar de mirar, es lo que hace años se catalogó como "Síndrome del yonqui cagando".


Les cuento: por bizarras cuestiones, hace años, era el coordinador de una Muestra de Cine y días antes de las proyecciones, en compañía de dos organizadores, nos embarcábamos en un viaje para recoger todas las películas de la Muestra. Lo normal era darse un rulo larguísimo por todas las oficinas de las distribuidoras de Madrid (grande siempre el parón en Gran Vía en la oficina del Sr. Zapata que invitaba a café y soltaba unas estupendas anécdotas sobre el cine español en los años 70) pagando en efectivo el dinero de cada copia y luego recoger el albarán e iniciar otro largo viaje alrededor de la periferia para visitar los diferentes almacenes de películas donde, por fin, se recogían las copias.

El despacho de pelis de Golem, si no recuerdo mal, estaba pegado a Las Barranquillas, simpático y agradable asentamiento chabolista donde se expendían drogas duras a troche y moche. Al lado de las Barranquillas estaba otro Resort de Vena Pinchada llamado "Los Pitufos" (extra luxe también) y el depósito de la grúa de Madrid custodiado por agentes escopeta en mano como si se tratara de Fort Bravo.
El caso es que el "polígamo" aquel era un infierno donde todo estaba cerrado con llave por miedo a ser asaltados o, como normalmente ocurría, unos cuantos yonkis hicieran la "invasión zombie" o, lo que es lo mismo, presentarse en grupo en un negocio concreto para molestar a los currantes, soliviantar a los clientes etc. y sacarles unas monedillas a cambio de largarse y dejarlos en paz que es un recurso utilizado por la Tuna que, en este caso, da la turra hasta que les pagas y se largan. Por cierto: ¿Cuantos años tendrá el tuno más joven? ¿47?

Bueno pues nada, que recogimos la maldita película y, al salir, enfilamos por la estrecha carretera en dirección a Pinto (íbamos a Pinto a recoger otra película) cuando, en medio de la vía, se pone un señor toxicómano que, todavía con la chuta colgándole del brazo, se agacha para adoptar la postura de Gollum y, bueno, pues que se hizo caca. Allí mismo. El grito en el interior del coche fue espantoso un ¡Ohhhhh!, un ¡Ahhhhhh!, un lamento pero también un chillido de pánico histérico mezclado de tres de los ocupantes porque el conductor con un cigarrillo colgado de su labio decía "Es asqueroso, es asqueroso, es asqueroso...". Alguien le gritó: "¡No mires!". Y el conductor dijo: "¡Ya me gustaría! Pero no puedo dejar de mirar, es que no puedo dejar de mirar, es una cosa asquerosa y fascinante ver algo así".

Y es a ese estado de paralización hipnótica ante el terror a lo que se llama "Síndrome del yonqui cagando". Juzgad que estáis más frescos.

Completamente paralizado, pero no idiotizado del todo, me doy cuenta de que la entrevista es una de esas tipo "masaje con final feliz". Es decir, que no es una entrevista si no una promo muy alargada con aspecto de entrevista...o sea, es igual que un masaje con final feliz que pese a parecerse a los masajes terapeúticos normales no consiste en quitar dolores de las vértebras si no en satisfacer otros objetivos del cliente.

En Telemadrid, que es una cadena muy goebbelsiana en eso de la propaganda, le dan bastante aceite a sus invitados. Todos van allí a presentar unos libros que son la hostia, unas obras de teatro que parten la pana y unas películas que cambiaran el destino de Occidente...luego te das cuenta que el libro es de Luis del Pino, la obra de Pedro Ruiz y la película de Antonio del Real pero, oye, las entrevistas "con final feliz", son lo que tienen.
La entrevistadora, una rubia que busca mucho la cercanía, le pregunta a PR: "Venga, confiesa en cuánto tiempo te ha llevado escribir esta obra de teatro". PR se echa para atrás, sonríe una unívoca mezcla de picardía y autocomplacencia y suelta: "Me dicen por ahí que no lo diga porque siempre queda mal...pues...mira, once tardes, once siestas de mi madre...pero no utilizo internet, eso lo tenemos en el despacho, yo escribo a mano, me gusta sentir la conexión que hay entre tacto, pulso y corazón cuando escribo".

Mientras que su madre se echaba una reparadora siesta PR se escribe una obra de teatro...en serio...22 horas (concedo dos horas de siesta a una señora que entiendo es ancianita) en total para parir un texto. Velocidad de crucero. Palahniuk dice que tardó tres semanas en terminar "El Club de la Lucha" y...esperen, otra anécdota:
Estábamos un amigo y yo tomando un gin-tonic en un bar a unas horas muy tardías (o muy tempranas) cuando entró un director muy chupiguay que, por aquellos años, estaba partiendo la pana pese a que su segunda película, la que intentó rodar, se la había dinamitado (casi literalmente un conocido actor) y jamás pudo llevarla a cabo y su tercera peli se había convertido en su segunda peli y estaba siendo un poco fracasete pese a los buenos resultados de la primera. Como nos conocía a los dos de alguna cosa pues nos saludó efusivamente y, como estaba solo, se unió a la conversación o, mejor, inició una nueva sobre el tiempo, el espacio y la dedicación que necesita un guión. De hecho hizo una ronda y me preguntó:



-"A ver, ese proyecto que dicen que te han encargado ahora y que yo he mandado a tomar por culo (era cierto, todo el mundo lo había rechazado menos yo) porque era una puta mierda (las primeras versiones eran muy malas)...¿Cuanto tiempo le estás echando?
-"Pues desde que he escrito las primeras notas, luego el productor X me ha dado el OK y he escrito un primer tratamiento pues...como dos meses...pero el productor me ha dado el OK de nuevo y creo que está buscando un director...".

(Para mi tristeza infinita dicho director me echó a la puta calle sin leer ni una sola página de mi primer tratamiento de ¡60 páginas! previo a la primera versión y me puse muy triste...excepto cuando la película se estrenó y se puso en evidencia...)

-"Pues yo tardé en escribir mi premiada, aplaudida y rentable ópera prima titulada "XXXXX" en tan solo quince días". Y luego me miró con esa inequívoca mirada suya entre pícara y autocomplaciente.

Noté como el "Síndrome del yonqui cagando" se hacía fuerte en mí y, de pronto, lo vi en cámara lenta darle un largo y sentido largo a su gintonic que brillaba por encima de mi cabeza como una estrella polar iluminada por las luces indirectas de burdel que se gastaba aquél garito subterráneo. Me sacó de aquella repentina ensoñación la voz de mi amigo que dijo:

-"Se nota".

-"¿Qué quieres decir?" dijo el director chupiguay "¿Estás diciendo que es una mierda?".

-"No, lo que digo es que lo has escrito en dos semanas y parece escrito en dos semanas. Nada más".

-"¿Eso es malo o bueno?

-"Bueno, claro, muy bueno...dos semanas, muy bien, nadie lo lograría".
-"Aunque" dije yo "Paul Naschy declaró que había escrito el guión de La Noche de Walpurgis en sólo una noche...una noche de tormenta...donde a veces se iba la luz y tenía que aprovechar la luz de los rayos para ver la página en blanco...una página en blanco que estaba dentro del carro de una vieja máquina de escribir Remington...".
-"¿En serio?" Dijo el Director Chupiguay "Pero esa película es una mierda...".

-"¿Estamos hablando de calidad o de escribir rápido?".
Y ahí se acabó la anécdota, de modo abrupto, que era la forma que antes tenía yo de acabar las cosas y no como ahora que me he convertido en un Obama de la barra fija y no hago más que contemporizar en cuanto me tomo dos copazos.

Pues eso, que no me quedó claro si PR hablada de calidad técnica o de rapidez o, a lo mejor, en plan Formula 1 de lo que estaba hablando era de mezclar rapidez y fiabilidad...es posible que estuviera hablando de coches...

(....)

Lo que no sabía es que después de la entrevista con Pedro Ruiz esta mañana me levantaría aterrorizado por la cita que tenía para renovar carnet y pasaporte. Me acuerdo cuando uno de mis rasgos encantadores era hacer con que no encajaba y que no sabía hacer ni un papel de la facultad sin necesitar asesoría jurídica...jajajajaa, soy un inválido social con fobia hacia la burocracia....ahora ya no es gracioso, es más bien algo engorroso y coñazo.

Se me ha atragantado el zumo cuando, antes de partir, nerviosito porque por primera vez me hacían el carnet electrónico y voy a tener que estar hasta el 2017 con cara de señor del GRAPO recién fichado por la policía, Ana Rosa Quintaba anunciaba en su programa que tenía un invitado de lujo: Se llama Jose y es un treintañero valenciano que protagoniza un spot donde habla del curro que le ha buscado la Obra social de La Caixa por tener "una inteligencia límite" que le impedía encontrar un trabajo por los cauces habituales. Tener una inteligencia límite no le impide expresarse un poco en inglés y fichar a la hora en punto.
Ana Rosa Quintana lo ha llevado hoy a su programa y Jose ha cumplido al 100%. Es más, al 110% porque Jose se ha sentado frente a AR vestido con un polo de la empresa que le da trabajo como si fuera un deportista profesional...me ha dado un poco la sensación de que Jose ha podido faltar un día a su trabajo a cambio de hacer algo de propaganda. El caso es que AR ha estado sesteando con la biografía de Jose y haciendo algo sorprendente: una entrevista "inversa".

Las entrevistas inversas son difíciles de ver pero son un fenómeno de lo más interesante. Explícome: las entrevistas, las normales, las que no tienen "final feliz", son aquellas que persiguen que, a través de una batería de preguntas, los lectores o espectadores se hagan una idea del personaje entrevistado. Se hacen entrevistas sobre la obra o la vida, a veces, si son muy buenas sobre la obra y la vida y si son rematadamente buenas, además, ponen de manifiesto alguna faceta oculta del entrevistado. No me estoy refiriendo a que, de pronto, en plan show algún político ventajista diga "¿Sabes que toco la bandurria?" y, oh surprise, surprise, haya una bandurria en el plató para que pueda tocarla si no a que, de verdad, alguien sea retratado desde una prespectiva diferente y desconocida.


Un detalle: cierto director de cierto programa de televisión se empeñaba hace años en quedar con los entrevistados días antes de la grabación con la excusa de conocerse antes (en realidad él sólo quería hacerse la foto con los famosos de turno sin que nadie lo molestara y poder decir "muy apesadumbrado" eso de "bueh, estos pesaoooos, de ¡ES-TO-PA! quieren comer conmigo....que rollo, de verdad...voy a llamarles al mooovil que me han dado...al personal, que si no no voy a poder currarrr en mis cooosas ingeniooosas durante toooda la tarde") y una vez quedó con cierto actor muy conocido y muy majo y muy buena gente que está mogollón en el candelero y, de pronto, el directo de dicho programa se puso tan pesado y tan agresivo con que ambos se hicieran amigos y se puso tan colega y tan pegajoso que el simple cuestionario hecho en un restaurante de muchos tenedores se convirtió en una terrible confesión. Ese actor, completamente acojonado y pensando que el tipo lo estaba intentando chantajear de algún modo para la entrevista, dijo: "verás, no creo que pueda ir a tu programa a contarte nada porque me estoy desenganchando de la cocaína y lo estoy pasando bastante mal y no quiero que nadie me entreviste en este plan tan íntimo porque temo que me voy a derrumbar y creo que no sería bueno ni para tu programa, ni para mi....". A eso me refiero cuando hablo de confesiones.



El caso es que mientras que AR le estaba haciendo las preguntas a Jose resulta que poco o nada sabíamos del entrevistado que no hubiéramos visto en el anuncio o que no sospecháramos de alguien que tiene una inteligencia límite pero sí comenzábamos a saber cosas de Ana Rosa como que, por ejemplo, su cutis dice que tiene cuarenta pero su forma de expresarse la coloca en la generación de personas que creía que utilizar la palabra "mongolito" era un término compasivo de absurdamente paternalista que se ha puesto con su entrevistado; también que está un poco desentrenada a la hora de entrevistar a personajes sin respuestas previsibles y que, por ello, estaba haciendo la entrevista como si estuviera a la vez intentando desconectar un dispositivo cargado de Goma-2 pero, sobre todo, a que si vas al programa de AR podrás negociar previamente la entrevista a no ser que te llames Jose, seas de Valencia, trabajes en la empresa DHL y seas fallero porque, AR, muy descorazonada, le ha dicho a Jose: "No has querido que tu madre se siente contigo en esta entrevista...¿Y eso?". Y lo ha dicho un poco dolida y Jose ha contestado: "No, es que prefiero contestar yo porque me has traído aquí a mi y no a mi madre". Y se ha notado que lo que quería AR era hablar con la madre de Jose y que le contara lo duro que es sacar adelante a un chaval como él y esas cosas que parece que son ahora parte de eso que se llama "carácter humano" de la televisión pero que, en realidad, son una basura. En realidad ninguno de los invitados de AR acude con un familiar cercano que complete la información de la entrevista y, al parecer, por algo que se me escapa Jose sí tenía que acudir con su madre. Lo más duro ha sido descubrir que AR es una persona tozuda porque, al final, ha comentado: "Bueno, yo se que no quieres que tu madre salga pero yo quiero, bueno, ella quiere salir para darte un beso ¿Eso no te importa?". Y Jose, vencido por las circunstancias y seguramente por miedo de contrariar a AR y a su madre ha dicho "Vale, que pase". Pero su madre no le ha besado porque, me imagino, ya lo besará bastante en casa pero sí ha contestado a una batería de preguntas de AR que han girado alrededor de lo "duro que es ser madre de un chaval con inteligencia límite" y Jose, el entrevistado, se ha tenido que callar porque de lo que se trataba, al parecer, todo ese rollo de la entrevista no era saber como se integra un chaval con inteligencia límite si no de descubrir como es AR, de saber de sus pequeños defectillos y de que todos entendemos que si tu solidaridad llega hasta los 20 céntimos que echas en alguna absurda hucha, algo que haces anónimamente, la suya pasa por la emisión en directo de estos actos de caridad, que no de solidaridad.



Y ahora, con el permiso de ustedes, me voy a meter entre pecho y espalda los primeros capítulos de "La maravillosa vida breve de Oscar Wao" (Junot Díaz) y ya les contaré porque tiene muy buena pinta. Mientras tanto no queden paralizados ante el terror y disfruten.

martes, 22 de septiembre de 2009

Yoshito Usui (1958-2009) y otras muertes ridículas.


No sé casi nada de Topanga Lawrence excepto que tiene un blog, que está prendada de Eduardo Galán, que ha sido alumna de un amigo mío y que escribe muy bien. Iba a escribir algo sobre la estúpida muerte de Yoshito Usui , creador de Shin Chan personaje del que soy rendido fan, pero se me ha adelantado y al comprender que no podía superar su texto prefiero poneros el enlace y que lo disfrutéis. Aquí.


La muerte de Mr. Usui me ha recordado aquella vez en que le pedí a un amigo que intentara, por todos los medios, que pudiera morir de una forma ridícula, tipo "desaparecido mientras cogía setas" o en cualquiera de los supuestos de los que habla Def Con Dos en "Pánico a una muerte ridícula".


Si malo es irse para el otro mundo, peor es irse de una manera completamente deshonrosa o absurda. En ese caso, y si tiene que ocurrir (que acostumbrado como estoy a atraer el absurdo a mi alrededor es más que posible) ya he dejado dicho que mis herederos se vean "Los Tenenbaums" (Wes Anderson, 2001) y que actúen como lo hace Gene Hackman que, pese a morir de un ataque al corazón que le sobreviene cuando viaja agarrado a la parte trasera de un camión de basura, escribe en su epitafio: "Amante padre que falleció cuando rescataba a toda su familia de un naufragio". Pues a mi más o menos. De todas maneras he confeccionado una lista de gente que murió de una forma absurda:


1. Keith Moon: El genial batería de The Who, no se si uno de los mejores del mundo pero sí uno de mis preferidos de todos los tiempos, nos abandonó el 7 de septiembre de 1978 mientras dormía. Palmó por una sobredósis de pastillas, esta vez no de pastillas ilegales, si no de unas recetadas por un médico y cuyo tratamiento tenían como objetivo que dejara de beber tanto alcohol.


2. Peter Sellers: El 24 de julio de 1980 abandonaba esta roca el cómico inglés más famoso de todos los tiempos (si exceptuamos a Tony Blair) debido a una estúpida afición: Sellers, desde su infancia, era un conocido amante de todo lo relacionado con las ciencias ocultas y uno de esos ingleses chiflados con el renacimiento de la Golden Dawn. A Sellers se le detectó un cáncer un año antes de que se lanzara al rodaje de "Bienvenido Mr.Chance" (Hal Ashby, 1979) pero decidió no tratárselo por los medios tradicionales ya que uno de sus habituales brujos de cabecera le recomendó no hacerlo y tratarse con piedras captoras de la energía y una dieta a base de vegetales y aguas imantadas (o algo parecido). Como no mejoraba ese mismo brujo, u otro cualquiera, le recomendó que viajara a Filipinas para ser operado por uno de esos santones que dice arrancar tumores sin necesidad de anestesia...fue, se dejó "operar" e, incluso, decidió aceptar un papel en un par de películas que no pudo terminar por razones obvias. ¿Les suena la anécdota? Es porque el cómico americano Andy Kaufman sufrió el mismo timo por parte de otro filipino y la historia quedó documentada en "Man on the Moon" (Milos Forman, 1999).


3. Oliver Reed: El actor inglés se autodenominó así mismo como "Mr. England" pero falleció en La Valetta, capital de Malta. Fue un 2 de mayo de 1999 después de haberse tragado tres botellas de Ron Capitán Morgan, ocho cervezas alemanas y un número indeterminado de chupitos de whisky Famous Grouse. Lo más alucinante es que, pese a todo, Oliver Reed no palmó de la cogorza si no por una apuesta: se jugó el pago de la factura (470 euros) con cinco marineros de la Royal Navy a los que retó a vencerlo en un combate de pulsos. Les ganó pero, poco después, cuando salía del local cayó redondo de un ataque al corazón. ´


4. Tennesse Williams: El dramaturgo norteamericano abandonó este Valle de lágrimas el 25 de febrero de 1983. Intentaba abrir un bote de pastillas con la boca cuando, sin querer, aspiró la tapa del envase que fue a parar a su garganta obstruyéndola y matándolo de asfixia.


5. Shannon Michelle Wilsey (a) "Savannah": La actriz porno que pudo reinar en los 90, o al menor haberle hecho algo de sombra a Jenna Jameson, falleció el 11 de julio de 1994. Fue novia de la también actriz porno Jeanna Fine (única persona que clamaba que la había querído) y del cómico Pauly Shore. La noche de los hechos volvía a casa tras una fiesta conduciendo su deportivo, un Corvette, e iba bastante castaña o, al menos, tan castaña como su acompañante, su novio de aquel entonces, Jason Swing. Cuando sólo les falta una calle para llegar a su casa Savannah pierde el contro del coche y lo estampa contra una verja. Se hace algún corte en la cara y se rompe la nariz pero su novio no es capaz de que vaya al hospital. Ella insiste en volver a casa seguramente con la cara adormecia por la ingesta de farlopa y alcohol y le quita importancia al asunto. Su novio sale a pasear al perro y, cuando vuelve, se encuentra con que su novia se ha intentado volar la tapa de los sesos pero lo ha hecho mal y, pese a la herida, no está muerta todavía. Llama a una ambulancia y se llevan a la actriz a un hospital donde fallece tras permanecer unas diez horas en coma. ¿Qué le ocurrió a Savannah? Pues muy sencillo: la maldita "bajona". Al parecer cuando los efectos de la farlopa y del alcohol fueron disminuyendo se miró a un espejo y pensó que se había desfigurado la cara. Llamó a su ex, Jeanna Fine, histérica y le comunicó que nunca recuperaría su cara, que estaba destrozada...en realidad no es para tanto pero ella se lo cree y cree que se le ha acabado la carrera artística...

lunes, 21 de septiembre de 2009

Malditos bastardos


Esperaba que la última película de Tarantino fuera mucho más violenta. En serio. "Malditos bastardos" no es ni de lejos la película más violenta del director texano que no alcanza en ese campo a "Kill Bill" y desgraciadamente tampoco es la más mostrenca. Es violenta a veces y mostrenca a veces y es, en esos mismos instantes, donde la cosa se pone interesante y la película alcanza los objetivos esperados.


El peor lastre de esta película es que Tarantino sigue fiel a la filosofía narrativa que el personaje que él mismo interpretaba en "The man from Rio" (la cuarta historia de "Four Rooms"). En dicha escena QT daba una larga explicación a Tim Roth (que interpretaba al Botones) sobre las razones por las cuales le había pedido subir hasta la suite donde se celebraba la fiesta y que trajera consigo un trinchante, una tabla de cortar carne, dos clavos, una bola de bramante y un martillo. Cuando se estaba alargando demasiado alguien le pide que acelere y él dice: "Es posible que mi explicación de la vuelta al mundo pero llega hasta donde yo quiero que llegue".


Nadie lo ha dicho más claro y nadie ha sido tan fiel a su filosofía desde sus comienzos: las películas de Tarantino, un rasgo compartido con la literatura y el teatro del Siglo de Oro y con Shakespeare curiosamente, parecen perderse en explicaciones pero, al final, vas entendiendo que todo justifica un final épico (cuenten cuantos finales trágicos o abruptos ha generado Tarantino...).


"Malditos bastardos" intenta recuperar la fórmula narrativa de "Pulp Fiction" (¿Que era Pulp Fiction si no una enorme y contínua digresión?) pero sin alcanzar el nivel de los parlamentos que se largan Christopher Walken sobre el reloj que llevó insertado en su ano durante el cautiverio de Vietnam, el de Vingh Rhames en off ante la cara de mármol de Bruce Willis sobre las punzadas de la honradez o el de Samuel L. Jackson ante la jeta de Honey bunny y Pumpkin sobre por qué soltaba aquella cosa de la Biblia y que identificaba como el pasaje de Ezequiel 25:17 (por cierto, inventado y alargado por Tarantino).


Pese a ese fallo los logros de "Malditos bastardos" son tan grandes que hacen olvidar que, en algún momento, la narración te provocó un bostezo. Me tomo este "Malditos bastardos" como la primera parte que dará parte a otra película centrada completamente en las aventuras de los bastardos del Teniente Aldo Rayne.


En la primera posición de los logros de esta película está lo bien que se desenvuelve Tarantino a la hora de manejar los diálogos. En serio, son artificiales e impostados y son la antítesis del naturalismo o el realismo, están llenos de frases guays que sólo eres capaz de reproducir en plan paródico en la vida real pero, coño, funcionan tan bien dentro de las películas de Tarantino...


Después la elección de un tipo como Christoph Waltz para interpretar al que se revela como personaje casi principal de la película: el "caza judíos" Hans Landa. Un tipo vil, malo como el baladre, chungo, inteligente, cursi, refinado y, claro está, violento y amante de la jerarquía. Un mal bicho que representa todas aquellas cosas negativas que uno conferiría al Tercer Reich y a todos los que lo hicieron posible. Sin duda una de las mejores interpretaciones de los últimos años y uno de los personajes más interesantes que se ha visto en el cine de los últimos años. Es tan bueno que es capaz de zamparse a todos los actores con los que comparte secuencia casi sin esfuerzo.


Rinden a gran nivel también los otros actores europeos desde Daniel Brühl, metido en la piel de un personaje con dos caras, hasta Sylvester Groth que se marca un increíble Joseph Goebbels que no te hace olvidar al que interpretó Johannes Silberschneider en "La niña de tus ojos" (Fernando Trueba, 1998).


En el apartado actoral Eli Roth queda algo desdibujado haciendo de Donny "Jüden Bear" Donnowitz al igual que Mike Myers que fue la primera elección de Tarantino para encarnar al jefe de los bastardos, Aldo Rayne, y también al personaje de Hans Landa pero que luego se ha tenido que conformar con una aparición muy pequeña.


No me gustaría tampoco olvidarme de Brad Pitt que borda el papel del chiflado y violento Aldo Rayne, Teniente y al parecer inventor de la operación de los bastardos, en su faceta de paleto sin corazón (en la vida civil se dedicaba al contrabando de alcohol en Tennessee) que consigue el puntito de desmitificación que daban los personajes de "Los Doce del Patíbulo" (Robert Aldrich, 1967) o el de James Coburn en "La Cruz de hierro" (Sam Peckimpah, 1977). Seguramente sin el concurso de Pitt, atentos a la escena en la primera escena en el interior del cine y a los caretos que pone en segundo término, al película hubiera sido otra completamente diferente porque, en el fondo, frente al refinado europeo y cruel que representa Landa está su némesis que no es otra que el cateto americano violento, montaraz y poco educado de Rayne.


Es una pena que el padre de la revisitación de los géneros bastardos (películas de atracos, blaxplotaitions, artes marciales, western, gore, grindhouse etc.) se haya perdido en derroteros más formalistas, más intensos, más de auteur y no haya confiado en lanzarnos a la cara una película totalmente mostrenca porque la ocasión lo merecía. Es una pena que sus ganas por firmar una obra maestra lo hayan alejado de su objetivo.


Los que hemos leído los tebeos de "Hazañas bélicas", leído a Sven Hassel y coleccionado soldaditos de plástico de la marca monta-plex nos sentiremos plenamente identificados con esta película y las razones que ha tenido Tarantino para ofrecernos semejante espectáculo. No se si ustedes serán de esa generación pero a todos los que debajo del árbol de navidad nos encontramos en algún momento una winchester de plástico, una ametralladora dotada de un ingenioso gatillo que la hacía sonar como un arma de verdad (o casi) o un casco de color verde de los Marines comulgaremos perfectamente con las razones que ha tenido Tarantino para jugar así con el género y con las historias de la II Guerra Mundial. En cierto modo ha hecho lo mismo que hacíamos nosotros cuando nos perdíamos por los descampados simulando ser un comando que acababa de saltar de un avión en paracaídas detrás de las líneas enemigas en una zona atestada de malditos nazis: contar nuestras propias historias y echar la tarde. A Tarantino le ha costado unos cuantos millones más de dólares pero, bueno, se trata de lo mismo.
En definitiva: Malditos bastardos es una gran película. Una película de Tarantino en todos los sentidos de la expresión y eso es mucho en un panorama cinematográfico que parece cada vez más condenado a los productos impersonales donde no importan quien se siente en la silla donde pone director. A costa de hacer las cosas medio bien (y nunca medio mal) Tarantino va a pasar a la historia como uno de los grandes del cine por la sencilla fórmula de redescubrirnos a los clásicos y de reinterpretarlos. No está nada, pero nada mal. Ya digo, es casi una obra maestra.

sábado, 19 de septiembre de 2009

You´ve come a long way, baby (de la obra maestra de Fatboy Slim y algunas otras cosas)


Entre el 2000 y el 2001 escuché mucho un disco titulado como el título de esta entrada. Está firmado por Fatboy Slim uno de los músicos más inquietos de los últimos años. Cuando se llamaba Norman Cook (primero de sus nombres artísticos ya que en realidad se llama Quentin Leo Cook) y tocaba el bajo formó los siguientes grupos: The Housemartins, Beats International y Freak Power. Todos ellos, de algún modo u otro, alcanzaron el número 1 de las listas inglesas y Cook pasó desde 1985 -año de su entrada en The Housemartins- hasta la disolución de Freak Power en 1997 tocando casi todos los palos (pop inglés, soul, funk, dub, rock, trip hop, Acid house, jungle...).

Sin embargo ninguna de sus dos últimas formaciones habían enganchado al público: Beats International había sido una formación de un sólo éxito atrapada por la etiqueta de ser una banda de Dub, un sonido agotado a las primeras de cambio, y Freak Power había nacido como una banda de funk elegantona que debería de haber vendido millones de discos después de que Levi´s eligiera una de sus canciones como BSO de uno de sus anuncios pero, nada, se quedó ahí.

Cook, algo deprimido pero con dinero en el bolsillo, decidió darse un tiempo libre y descubrió Ibiza donde conoció la primera andanada de música electrónica que arrasaba en Europa. En la isla todas sus influencias musicales eclosionaron agitadas por la marcha y la ingesta de drogas (éxtasis a un precio de 90 euros la pastillita...digamos que su alto precio se debía a su bajísima adulteración y a que era conocida como "la droga del amor" desde mediados de los años 80) y Fatboy Slim -que ya había sido aleccionado por los Chemical Brothers- se lanzó al descubrimiento de un nuevo sonido llamado: Big Beat. De todo el disco, y por cuestiones meramente sentimentales, me quedo con esta canción titulada "Praise you". Vídeo firmado por Spike Jonze que lidera al grupo de marcianos bailarines.





En el programa en el que trabajaba para Disney Channel hicimos una versión de este videoclip que quedó bastante bien. Durante aquella época la pinché en un bar durante la fiesta de fin de rodaje de un corto de Arturo Ruiz titulado "Capitán General" y recuerdo aquella noche como una noche grande, casi tan grande como la noche en que pinché en el Castillo de Castilnovo (Segovia) en una fiesta donde la organizadora se empeñaba en que pinchara de un tirón y de manera ordenada los seis cedés que me había entregado numerados del 1 al 6 con todas las canciones que le gustaban, sin mezclar y sin alardes. Nada más que cosas que le gustaran. A la hora de aquel horror y aprovechando que estaba sonando Waterloo de ABBA corté el tema a la mitad y pinché Praise you porque de pronto me entró un terrible ataque de dignidad (¡Soy el jodido pincha de esta mierda no el puto locutor de los discos dedicados!...es curioso pero en mis monólogos interiores hablo con el mismo tono y usando los mismos giros de los doblajes de las películas americanas) y me pareció que la noche era estupenda, la temperatura era genial e iba a pasar mucho tiempo hasta que tuviera la oportunidad de pinchar en un sitio tan cojonudo como aquel como para desperdiciarlo poniendo una amalgama insulsa de Camilo Sesto, OT, Juanes, Shakira y Siempre Así además de algunos horrores de los 80 (este y este principalmente).



Pero, sobre todo, lo que me movió a pincha esa canción es que andaba metido en una relación que hacía aguas por todas partes y mi novia de aquel entonces me había dejado allí mismo para largarse al hotel a hablar con su ex novio para mantener una larguísima charla telefónica.

Y puse esa canción porque es una canción triste que se puede bailar como si no te enteraras de nada y porque, en el fondo, sabía que me ahuyentaría la sensación que me estaba invadiendo de estar en el mejor lugar en las peores circunstancias posibles. Un poco como le pasaba a Norman Cook antes de convertirse en Fatboy Slim y descubrir que su vida podía tirar por otros derroteros.

Y he recordado esta historia después de la proyección-presentación-estreno el jueves 17 de "Hollywood no existe" (1, 2, 3 y 4) donde me reuní con la mayoría de la gente con la que descubrí esa canción. Gente que siempre ha estado ahí en los malos y en los buenos tiempos. Que tengo nuevos amigos a los que también elogiar/alabar/poner por las nubes como debo y alguien muy, muy especial a quien cuidar (aunque no se deje). Porque da igual que te llames Norman, Quentin, Leo, Raquel, Cheronne, Cacho, Jacobo, Enrique, Cesar, Marcos, Vinchi, Misskiddo, Nixon, Richi, Galán, Clavijo, Cocreta, Maño´s, Cerro´s o Señor Insustancial lo importante es que descubras cuál es la música que quieres tocar y que esta suene bien y haga bailar a la gente y a ti mismo. También que el viaje sea emocionante, pero eso, claro está, ya es otra historia.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Depresión y Basket




Scariolo me deprime muchísimo. Sólamente un poco menos que el hambre en África. Escucho hablar del seleccionador español y me dan unas ganas gigantes de montar un concierto en plan Live Aid para recoger dinero y comprarle una isla donde pueda perderse para siempre. No tengo duda que, en cuanto aterrizara por allí, una tribu de caníbales se lo comería.

Detroit Pistons ganó dos títulos consecutivos de la NBA en la década de los 80 (88-89, 89-90). Lo hizo comandado por un entrenador rocoso de la vieja escuela llamado Chuck Daly que creó un equipo de temerosos matones (Mahorn,Rodman,Laimbeer, Salley...) que bautizaron al equipo como "The Bad Boys" dirigidos por una pareja de base y escolta (Thomas y Dumars) que daban calidad y pases. "Duros y fríos como el jodido acero" -ese peliculerismo se atribuye a Rodman- fueron la contestación al baloncesto clasicón y crepuscular de los Celtics y al "Showtime" de los Lakers.

Desde entonces nada sería lo mismo y ningún equipo ha osado intentar un asalto a los play-offs descuidando la defensa. Phil Jackson mejoró la fórmula de Daly olvidándose de los pivots natos...intenten recordar un buen pivot que haya militado en Chicago Bulls (Rodman no vale que es un "4") y ya verán que la lista es como para echarse a temblar pero claro, teniendo a una pareja como Jordan y Pippen puedes permitirte el lujo de ocupar los otros tres puestos con los miembros más bajitos de la troupé del Bombero Torero.
Si el baloncesto "ashende los mares" cambió para siempre en Europa pronto tomamos nota y adoptamos la fórmula a toda leche y de forma mayestática: lo llamamos "Basket pressing" que se resume en una sencilla filosofía "contra el talento muchos palos y a rezar". Las defensas en zona (no permitidas en la NBA) permitieron que el baloncesto se convirtiera en un aburrimiento y Aíto o Maljkovic se hicieron famosos por patrocinar ese tipo de juego de bajo tanteo y muchos, muchos, muchísimos parones par agotar la paciencia del equipo contrario y del respetable público. Se recuerda con escalofrío, por ejemplo, al Limoges que en 1993 (y dirigido por Maljkovic) se alzó con todas las competiciones en las que participó: Liga y copa francesa y Euroliga. Tenían a un base llamado Richard Dacoury que botaba, botaba, botaba, botaba...

Sergio Scariolo es de esa escuela. Una escuela miedosa que antepone los resultados al juego, una forma lamentable de ver el juego y que ha caído como una losa en nuestra selección que, más bien, se ha hecho famosa por lo contrario, es decir, jugar muy bien y sin miedo a que el tanteo se dispare hasta los 90 puntos. O los 100. Porque se trata siempre de meter más puntos que el contrario y no de intentar que no meta más canastas. Es insufrible ver como un equipo prefiere jugar a pinchar entre 56 y 64 puntos procurando que el contrario no le rebase.

De todas maneras idiotas hay en todas partes: el seleccionador francés se ha venido a este Eurobasket sin Mickael Gelabale pero con un bluff llamado Mahinmi que ayer no jugó ni un minuto y que se ha estancado jugando en la segunda división de la NBA (NBA development) con los Austin Toros...sí, se que Mahinmi es un pivot y que Gelabale es un alero alto pero...no se, creo que Gelabale es un jugador desaprovechado.

El caso es que Scariolo ha querido inculcar esa filosofía de juego a los nuestros que es como si la casa Ferrari ajustara los motores de sus coches para que corrieran a la velocidad de un smart con la excusa de que tiene miedo de que alguno de sus clientes sobrepase el límite de velocidad establecido.

Un dato a tener en cuenta: Aíto, que es bastante listo, fue capaz de olvidarse de la pizarra y de la estrategia para entrenar a este equipo y, por primera vez en años, vimos a un equipo entrenado por Aíto que corría por toda la cancha e, incluso, ¡Se olvidaba de defender transitoriamente!

Scariolo ha estado dándonos excusas durante todo el tortuoso Eurobasket, aduciendo cansancio, microlesiones, falta de jugadores, problemas de calendario...no se crean que es algo nuevo. Desde que aterrizó en España siempre se le ha escuchado el mismo discurso que usan todos los entrenadores italiano: Nunca gana el equipo, gana el técnico que ha dirigido al equipo. Pero si el equipo pierde la responsabilidad siempre es de los jugadores.

Que nadie se olvide tampoco de lo siguiente: es absurdo que un equipo formado por jugadores que tienen una agenda de partidos apretada juegue una pretemporada tan larga y extenuante y que los jugadores son los que ha elegido Scariolo. Nada más. Si están cansados o lesionados es culpa de él (y de Pepelu Sáez, el Presi, que usa este equipo como si fuera su club privado) porque podía haber elegido otros jugadores para suplir a los más agotados que es lo que ha hecho Serbia (nuestro verdugo en la primera fase y sorprendente semifinalista) llevando a Polonia a jugadores jóvenes que por su estilo recuerdan bastante a la selección española que alineó Pepu para ganar el Mundial de Japón.

Despropósito, tras despropósito España ha llegado a esta semifinal gracias a la sobrada calidad que nos ha dado una ventaja estratosférica y que a punto ha estado de cargarse un entrenador tan obtuso que no es capaz de leer ni una sola jugada del contrario, que decide que Pau Gasol juegue de pivot nato en detrimento de Felipe Reyes (poco glamuroso, excesivamente callado, excesivamente tímido...demasiado poco estrella para Scariolo) pero que luego se da cuenta de que está metiendo la pata pero, sobre todo, Scariolo es culpable de haber ahondado las diferencias entre los jugadores, de crear grupitos (lo hace allá adonde va) demostrando preferencias por este y por los otros y, claro está, pasando todo su pánico a perder, todas sus responsabilidades a los jugadores que, por otro lado, se han olvidado de algo mucho más sagrado:
España nunca jamás puede ir con la etiqueta de favorita por el mundo porque siempre nos darán por el pelo.

Mientras tanto no dejo de pensar en que, al final y como pasa siempre, Sergio Scariolo se colgará uno de los metales (Alá dirá si oro, plata o bronce...) de este Europeo (si es que nos lo permite Grecia) creando el caos, demostrando no ser un tío flexible, no saber trabajar presionado por las circunstancias pero, sobre todo, careciendo de las narices suficientes para no dejarse deslumbrar por las estrellas e incapaz de poner a cada jugador en su sitio y darle la responsabilidad ajustada a su curriculum.

Pero que no se haga el listo poniéndose sólamente la medalla y que se acuerde de compartirla con su amigo y valedor José Luis Sáez, Presidente de la Federación Española de Baloncesto, con el que no sólo comparte su gusto por el pelo engominado, los mocasines sin calcetines (sonrojante que asistiera a los primeros partidos vestido de veraneante) y ese rollo de playboys truhanescos recién bajados de un yate donde se celebraba una contínua fiesta en su honor. No. José Luis Sáez también es un maestro en atribuírse todo el mérito que hay a su alrededor con una desvergüenza rayana en el delito y ya se ha vendimiado a varios entrenadores por un quítame allá ese titular y esa mesa en los Premios Marca. Seguro que al Presi, entre cuyas virtudes no están ni la de la mesura ni la de la paciencia, le cuesta muy poco poner a su delfín de patitas en la calle (no mucho porque Scariolo es entrenador además del Khimki de Moscú) si este osa en ponerse un poco chulo.


Y estas son las cosas por las cuales Scariolo me deprime muchísimo...y esta foto mucho más...

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Su demagógica majestad


Jorge Javier Vázquez dijo el otro día en "Sálvame" que había unos programas muy elitistas escritos por guionistas gordos, sudorosos y gafapastas que eran la antítesis de la frescura y la campechanía de su espacio televisivo. En la frase, enunciada con mucha mala hostia y una grave dósis de demagogia, JJV dejaba bien claro que lo guay, lo fetén, lo popular, lo que tiene tirón es, ni más ni menos, que lo que se hace en su programa mientras que lo otro crece alrededor no porque tenga que crecer ni porque tenga que haber algo de pluralidad de contenidos si no porque, como el pueblo de los irreductibles galos, "Sálvame" se ha convertido en el último bastión de lo que de verdad interesa al público.


Es JJV un demagogo de esos que, para justificar su propia vulgaridad, no tiene empacho en ampliar el término "vulgar" hasta convertirlo en un sinónimo de "popular". Es sorprendente como alguien al que se le llena la boca diciendo que es un gran lector de Gala o Skarmeta, Almudena Grandes o García Márquez y que se pirra por Caetano Veloso y el cine de Almodovar sea capaz de jugar a construir dañinos estereotipos sobre los demás mientras se emplea a fondo en cultivar uno propio e igualmente feo: el de la "típica marica mala".


Por desgracia los estereotipos no están construídos sobre verdades si no sobre prejuicios y, al no ser yo una persona que crea ni en la culpa colectiva ni que tenga prejuicios, niego tajantemente que JJV forme parte de esa cosa tan fea.


De hecho la frase de JJV es tan prejuiciosa como aquella otra emitida por Millán Astray y que decía eso de "Cuando escucho hablar de cultura cojo la pistola" o como si, por ejemplo, alguien fuera capaz, en los tiempos que corren, de argumentar en contra de "Sálvame" diciendo que "los programas de corazón tienen un alto índice de mal gusto debido a los homosexuales que trabajan en ellos".


Ya es triste que un tío tan moderno como el conductor de "Sálvame" quiera ser comparado ideológicamente con un legionario golpista y posiblemente homófobo.


Enfrentamientos y mal rollo es lo que JJV y la cadena que emite su programa creen que es lo que gusta a la gente...es posible que incluso eso sea una de las muchas exageraciones o cebos que producen este tipo de programas porque, la verdad, cuando dicen eso de "toda la gente" me acuerdo de todos los que no vemos casi nunca la televisión. Y no por falta de ganas porque ver lo que le están haciendo a la caja tonta es como asistir a un espectáculo donde la gracia consiste en ver a un sádico ahogando cachorritos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Recortes de Maternidad


Un tío mío definía los "recortes de maternidad" como aquellas partes inmundas del cerdo con las que, a su juicio, estaban hechos los embutidos industriales de las marcas más conocidas del mercado. Como el término era repugnante e impactante pronto lo acogimos en casa aludiendo a cualquier cosa de sospechosa procedencia y calidad como "recorte de maternidad" pero su significado ha ido cambiando hasta el momento actual en el que nos referimos a los dichosos "recortes" como a esas raciones pequeñas de comida con las que se confecciona una cena a base de restos que en otros sitios más finolis o con estómagos menos duros se conoce como "picoteo".

Estos son algunos temas que no parecen poderse desarrollar como una entrada pero que, en revoltillo, sirven para salvar al expediente. No se me empachen.


-Le preguntaron a Abel Ferrara cuál era su opinión sobre el remake que Werner Herzog iba a estrenar en la Mostra de Venezia de su película Teniente Corrupto (1992). Contestó que "esperaba que todos los responsables se quemaran en el infierno". Herzog es una de esas personas que no hace más que buscarse líos con desequilibrados: en los 70 y 80 con Klaus Kinski y ahora con Ferrara que es ex alcohólico, ex yonqui y un tipo obsesionado con la simbología mística católica que en el pasado tuvo serios problemas de autocontrol. Ha reconocido muchas veces que lo que más le gusta es retratar las vidas extrañas de los demás y por eso atrae sobre sí todo lo raro como, por ejemplo, esto:



Nada más y nada menos que ser disparado por un tipo armado con una escopeta de aire comprimido en medio de una entrevista que le estaba concediendo a un programa de la BBC y, cuidadito, llevárselos a su casa, concederles la entrevista y luego, muy tranquilamente, irse al hospital por si el asunto es grave. Por cierto que yo prohibiría todos los malditos remakes y todos los director´s cut. Excepto Match Point (Woody Allen, 2004) .


-Anoche vi el programa que Garci tiene en Telemadrid para intentar conciliar el sueño. Imposible. El decorado es un forillo que parece un decorado del Foster´s Hollywood y delante de él Garci sigue teniendo la misma cara de señor que se acaba de comer un bocadillo de sardinas y tiene las manos aceitosas pero no quiere que nadie se de cuenta. El programa se llama "Cine en Blanco y Negro" pero en la mesa de Garsi se lee "CINEn BN" o, sea, que Garci le hace un guiño a toda esa generación de personas que han aprendido a escribir con los SMS del móvil en lugar de con la cartilla Palau. Chocante que ponga una bibliografía para documentar de donde ha sacado los datos de sus repasos sobre lo que pasó en el año que se estrenó la película que se emitía que era "Un lugar en el sol" (George Stevens, 1959). Cuentan una gran anécdota: Tom Cruise llama a Cameron Crowe para decirle que quiere hacer una versión de dicha peli. La ven juntos y les parece insuperable y absurdo hacer un remake...no piensan lo mismo de "Abre los ojos" (Alejandro Amenabar, 1997) y hacen "Vainilla Sky" en 2001.

-Matthew Robson, un chiquillo de quince años, revoluciona la firma Morgan Stanley con un informe sobre medios en el que asegura que los niños de su entorno prefieren facebook a twitter, no leen el periódico, prefieren los aparatos sin cables, usan el móvil para mandar mensajes y les mola la publicidad viral. Semejante discurso, tan revelador y sorprendente conmueve de tal modo al director del departamento de estudios de medios de dicha financiera, llamado Edward Hill-Wood, que lo envía a los medios para que sepan por donde van los tiros de la nueva generación, imagino que con un post-it pegado y escrito de su puño y letra donde se leyera "¿No es adorable?". Pese a que jamás voy a dirigir una empresa como Morgan Stanley, de hecho dudo de que pueda conseguir un empleo limpiando una de sus oficinas, mando un mensaje al dueño: despide a tu departamento de estudio de medios y contrata gente de quince años, son más baratos. Pienso, además, que de haberle encargado el informe a una niña de siete años hubiéramos encontrado algunos datos aún más sorprendentes y reveladores como que a las chicas de siete años les encantan las princesas, que los unicornios son guays, que los chicos son tontos, que el rosa es el nuevo negro y que las chicas de siete años no leen los periódicos porque no sale nada sobre Hannah Montana...de proliferar este tipo de informes, y los medios hacerle caso, es posible que muy pronto leamos editoriales sobre la influencia de Jonas Brothers sobre la guerra en Afganistán. Que a nadie le extrañe que estas empresas luego pierdan miles de millones de dólares en inversiones fiándose de gente como Bernard Madoff...por Alá, qué menos cuando se flipan leyendo un trabajo escolar. Por cierto que tiemble Enrique Dans porque las nuevas generaciones vienen dando patadas y ya se saben el cuento de la cancamusa 2.0.


-Veo a Francisco Camps diciendo que es un demócrata de toda la vida y luego pienso que a lo mejor el muy Honorable President de la Comunitat Valenciana tiene una noción diferente de la Democracia de la que yo tengo. Me quedo con ganas,muchas veces, de saber qué piensan los políticos de semejante palabra, de su significado, del uso y, más allá de eso, me quedo con las ganas de saber qué saben ellos sobre el funcionamiento de las instituciones públicas, su uso, su significado. Estaría bien que nuestra clase política pasara un examen escrito sobre el asunto. Nos íbamos a llevar más de una sorpresa. Por cierto, Camps viste una preciosa camisa que alguien le ha regalado pero que, bueno, no se puede demostrar que esté conectada con ningún tipo de trato de favor. Sor Kampana, el poeta, me dijo por teléfono hace tiempo: "Camps es como un padre para los valencianos y a los padres hay que regalarles corbatas y camisas para que vayan como unos pinceles al trabajo...eso es lo que hacemos los valencianos con Camps, ser los hijos de un padre que te promete que te querrá y que te dará propina si te portas bien". Me acuerdo de Sor Kampana y me da la risa sardónica.


-Estoy leyendo un libro de J.G. Ballard muy raro titulado "Noches de cocaína". Es una de sus últimas novelas. Es como una novela negra rara y más bien sórdida que transcurre en un extraño resort de cinco estrellas de la Costa del Sol. Me acuerdo de que hace años un amigo mío quiso comprar los derechos para hacer la adaptación y que entonces no me la pude comprar porque no la encontré ni por Madrid ni por Barcelona. Me di de bruces con ella en la biblioteca pública cuando buscaba cosas de Hornby que llevarme a la boca y que no hubiera leído: elegí una novela de treintañeros tardíos que se quieren tirar de una azotea el día de nochebuena. Estoy, de nuevo, en plan zapping literario: dos novelas a la vez.


-Federico Jiménez Losantos va a tener una radio que se llama Es.radio y que va a ser "internet, radio y televisión todo junto" declara en el programa de Ana Rosa Quintana (si no pongo el apellido a lo mejor pensáis que es otra periodista y presentadora con botox en el entrecejo). Como siempre se lía porque habla el castellano "rimbombante" que usan los señores bajitos. El castellano "altisonante" queda para los señores acomplejados a los que no los quieren las señoras. En realidad se refiere a que Es.radio emite por una emisora corriente desde Madrid y luego reservará parte de su programación para que sea emitida por Libertad Digital (grupo mediático fundado por él mismo y la alegre pandilla liberal) en plan programa -el programa de Cesar Vidal, al parecer- por otro lado emitirá toda su programación por internet. Los viejitos de fuera de Madrid que no estén enganchados a eso que Iker Jiménez llama "red de redes" van a tener que empeñar la radio de válvulas si quieren escuchar a estos profesionales de "la infopinión" (info va por "Información" y no por "ínfimo" aunque pueden usar los términos como les apetezca). Desconozco si harán un show en plan Howard Stern y se dedicarán a grabar los programas de radio para emitirlos en directo por la página web pero todo podría ser posible. Cuando digo "show en plan Howard Stern" doy por descontado que no llevarán a actrices porno a probar vibradores, digo que harán lo que hace el americano que es dar señal de imagen de sus programas.


- El amigo Fer me invita al concierto de Steve Earle en Madrid. Día 18. 21 horas. Galán, que es otro redneck provinciano como un servidor, ya tenía entrada así que nos vamos a poner nuestras gorras de John Deere, engrasar nuestros rifles y ensayar nuestros "Uhahhhhh" y nuestros "Oh, yeah" como los que elevamos al cielo en las bodas consanguíneas de nuestros parientes desdentados. Igualico que hacen nuestros primos norteamericanos porque es posible que hayamos entrado en la ciudad pero la ciudad no ha entrado en nuestros y somos más compactos de sesera que el tupé de Loquillo.




viernes, 4 de septiembre de 2009

La historia de Claude Eatherly


El día 6 de agosto de 1945 un bombardero B-29 llamado "Enola Gay", y pilotado por Paul Tibbets, despegó de la base de Tinian. Junto a él volaban dos bombarderos auxiliares más bautizados como "Great Artiste" (cargado con material de medición) y "#91" o "Necessary Evil" (cargado con cámaras fotográficas y de cine).


Las tres naves cumplimentaron la primera parte de su misión alcanzando las costas de Iwo Jima y encontrándose a 2440 metros de altura con otros tres bombarderos: el "Straight Flush" comandado por Claude Eatherly y otras dos aeronaves encargadas de darle cobertura a esta.


Si el "Enola Gay" iba a ser el encargado de culminar la misión expulsando de su vientre a Little boy, el inofensivo nombre con el que se bautizó a la primera bomba atómica que se lanzaría sobre población civil, la del "Straight Flush" no era menos importante: Eatherly era el encargado de seleccionar el objetivo sobre el que caería la bomba atómica. Lo encontró en un claro de nubes de dieciseis kilómetros cuadrados que se abría encima de Hiroshima. El Piloto informó a Tibbets de la velocidad del aire en la zona y de la temperatura para que la bomba no fallara su objetivo designado en la ciudad escogida: El puente Aioi.


Eatherly hizo su trabajo y vio como los tres B-29 se elevaban surcando el aire para alcanzar la ciudad. Un poco antes de las 8.15 de la mañana Enola Gay sobrevuela el área urbana de Hiroshima a 8995 metros de altura y suelta la carga que, sólamente media hora antes, había sido cargada para la misión. En menos de 55 alcanza la altura prevista para su explosión, unos 500 metros sobre el cielo de Hiroshima, y estalla produciendo una bola de fuego que eleva la temperatura hasta el millón de grados centrígrados en menos de un segundo. El hongo nuclear se eleva y se eleva y el artillero de cola Bob Caron registra con su cámara el momento temiendo que Little Boy los arrastre con él hacia ese infierno de fuego y humo violaceo que ha desencadenado allí abajo. Exactamente Little Boy ha fisionado un 1.38% del material con la que va cargado, los suficientes para deflagar 13 kilotones de TNT y destruir unos doce kilómetros del área urbana de la ciudad.


La aeronave está completamente en silencio y solo Robert Lewis, copiloto de la nave, dice: "Dios mío ¿Qué hemos hecho?".


El Enola Gay se aleja del lugar mientras que la Cadena Nacional de Radio japonesa, NHK, ha detectado que la ciudad de Hiroshima ha desaparecido de la emisión. Simplemente se ha esfumado.


Días más tarde ya se saben las brutales cifras: 70.000 muertos y otros 100.000 heridos de diferente gravedad que han emergido de las ruinas como muertos vivientes en medio de un paisaje arrasado y por el que son incapaces de orientarse. Muchos de ellos, los que están mejor, buscan el Hospital de Shima, el más grande de la ciudad, sin saber que Eatherly, ha hecho mal los cálculos de viento y la bomba no ha caído sobre el puente de Aioi si no sobre el edificio del hospital que se encuentra a menos de 300 metros. La mayoría de los médicos y enfermeras destacados en la ciudad han muerto, los que están vivos se enfrentan al caos y la falta de medios que ahoga a Japón en las últimas fechas de la guerra pero también al desconocimiento de la naturaleza a la que se enfrentan: la radioactividad liberada por la bomba.


En la base de Tinian Claude Eatherly, el piloto del "Straight Flush" se siente mal y no puede dormir: Es atendido en la enfermería y se le suministran analgésicos porque se queja de que le duele la cabeza.


El 9 de agosto el B-29 bautizado como "Bocks Car" parte hacia Kokura portando consigo una nueva bomba atómica conocida como "Fat man". Kokura está completamente cubierta por las nubes y hay cierto desconcierto en el aire porque uno de los bombarderos de cobertura se retrasa. Cuando la misión lleva ya dos horas de retraso Charles Sweeny, piloto del aparato principal, decide poner rumbo hacia el segundo objetivo: Nagasaki. Antes de las 11 descubren un hueco entre las nubes y a las 11.01 la bomba cae sobre el centro neurálgico de la ciudad liberando, esta vez, una fuerza de 22 kilotones.


Eatherly, a lo lejos, cree sentir la enorme deflagración y, por primera vez, despierta gritando y pensando que el cerebro se le fríe dentro del cráneo. No lo sabe pero a seiscientos kilómetros de distancia de la zona cero un niño llamado J. G. Ballard,prisionero del campo de prisioneros que está pegado al aeródromo de Lunghua, también cree ver dicho destello, una luz blanca iridiscente que lo estremece. Días después alguien le cuenta que aquella es la bomba atómica que los americanos han lanzado sobre dos ciudades. Las define como "dos pedazos de sol". J.G. Ballard sobrevive a la II Guerra Mundial, a su cautiverio, al ejército japonés como niño y, como adolescente, tiene que sobrevivir a la indiferencia de sus padres y al abandono en una institución escolar inglesa que, cuenta, le hubiera recordado al campo de prisioneros si no fuera porque la comida allí era peor. Después se hace aviador y después escritor de éxito de ciencia ficción. Ballard, en 1984, publicaría "El Imperio del Sol" contando su cautiverio y en 1991 la segunda parte titulada "La bondad de las mujeres". Entre tanto Spielberg lo hizo famoso adaptando su novela al cine.


Pero Eatherly murió seis años antes de que todo eso ocurriera y jamás conoció a Ballard.


Eatherly se hace famoso por su conducta errática y abandona el ejército en 1947 con una condecoración, la Air Medal, colgando del pecho. El abandono es forzoso y se le acusa de haber falsificado una prueba escrita. Algo absurdo porque es licenciado con honores.


Los norteamericanos han ganado la Gran Guerra, la que parece la guerra definitiva demostrando que lidera el Mundo Libre y que puede manejar con una sola mano al mundo que, al otro lado del charco, se está construyendo Stalin. Los episodios gloriosos se han multiplicado desde Normandía a Guam y los veteranos son recibidos y tratados como héroes, cobran pensiones vitalicias, ventajas a la hora de reiniciar sus estudios, se les da prioridad a la hora de ocupar cualquier puesto de trabajo para el que estén cualificados y todas las empresas del país se pegan, literalmente, por contar con algún héroe condecorado por haber saltado sobre un nido de ametralladoras japonesas o que haya pertenecido a la Compañía Easy.


El subconsciente norteamericano intenta pagar con comodidades el complejo de culpa que siente por haber mandado a una generación de jóvenes al matadero. La visión del horror no mutila miembros pero ha dejado a muchos para el arrastre, al mismo ritmo que avanza la cómoda postguerra se multiplican los episodios de veteranos aquejados por stress postraumático o sentimiento de culpa. Es el caso de Claude Eatherly que no consigue calmar sus demonios interiores.


Muchos veteranos han tomado la carretera, comprado coches viejos o motocicletas Harley y vestidos con la ropa de batalla de sus viejos uniformes, a los que convenientemente han arrancado galones e insignias, y se dedican a recorrer un país que defendieron pero que no conocen. Jack Kerouac inmortaliza a algunos de estos personajes en "El camino", la novela que inauguraría a la generación Beat, algunos de ellos constituirían los primeros club de motos, conocidos como el "1%" por ser los peores pendencieros borrachos y forajidos de las carreteras de la Gran América. Años más tarde aquellos clubes cristalizarían con la fundación en Oakland del primer capítulo del club de motos de los Hells Angels capitaneados por un jovenzuelo Sonny Barger.


Eatherly, nacido en Texas, intenta regresar a casa pero se pierde por el camino. Sólo camina erráticamente buscando acomodo. Reside un tiempo con su hermano y le confiesa que pasa las noches despierto por miedo a que vuelvan las pesadillas en las que el cerebro se le fríe dentro del cráneo. Se siente responsable de la muerte de todas y cada una de las víctimas del bombardeo porque, al fin y al cabo, él fue el que eligió Hiroshima, el que erró en el cálculo del viento para que la bomba cayera sobre el hospital (aunque 300 metros más o menos no hubieran evitado la tragedia) y, lo que es pero, le perturba que la segunda ciudad elegida, Nagasaki, fuera el refugio elegido por las autoridades japonesas para albergar a algunos de los supervivientes de Hiroshima que fallecieron o vieron pasar ante sus ojos el terror nuclear por segunda vez como si el Emperador Hiro Hito estuviera pagando una especie de karma instantáneo por las atrocidades cometidas en el Pacífico.


Eatherly, completamente colgado, comienza a remitir parte de los cheques de sus pagas de veterano a la ciudad de Hiroshima acompañadas por lacrimógenas y desesperadas cartas de disculpa que nadie quiere contestar. Las autoridades militares se enteran de que un héroe condecorado está haciendo mucho escándalo y deciden ingresarlo. Es en el manicomio para veteranos donde cuenta que "ve a todas aquellas personas perecer en un cementerio ardiente". Se le diagnostica "sentimiento de culpa extremo" y "stress de combate". Al parecer la conciencia se le ha despertado por completo. Su actitud no gusta porque cuestiona el ideal del "héroe de guerra".


Liberado y diagnosticado como enferme mental el ejército se encarga de hacer que su vida se olvide y de que pase lo más desapercibo posible. Sus cheques de disculpa son interceptados y devueltos a la familia. Contacta con grupos pacifistas yconsigue colar uno de esos cheques entre la correspondencia internacional y es recibido por una asociación de ayuda a los niños de Hiroshima sita en Tokyo.


Deambula por todo el Sur haciendo el papel de forajido. Atraca bancos con pistolas de juguete, coge el botín y lo tira a pocos metros del lugar de los hechos desesperado porque nadie le ha disparado, asalta gasolineras para llevarse algo de comida que devuelve arrepentido y es detenido unas cuantas veces y metido en diferentes celdas de todos los estados del Sur. Paradójicamente su condición de veterano le libera rápidamente de cumplir ni un solo minuto de condena por todos los actos desesperados o chiflados que, nadie tiene duda, son los actos de un pobre loco. Pero la paciencia, incluso la del ejército, tiene un límite y de cuando en cuando lo obliga a pasar unas vacaciones de baños helados y electroshocks a costa de los fondos del Hospital de veteranos de Waco (Texas) donde bien se podría haber desarrollado la acción de "Alguien voló sobre el nido del cuco". Allí se le vuelve a diagnosticar: trastorno ansioso y esquizofrenia.


Ser esquizofrénico y tendente a la ansiedad en unos tiempos como los de la Guerra Fría debió de ser una tortura para Earthley que vio la Guerra de Corea como una nueva señal de un inminete Apocalipsis.


Se lanza de nuevo a la carretera y es pillado por falsificación en Nueva Orleans cuando intenta cobrar un cheque falso muy burdamente manipulado. Le cuesta un año en la cárcel que cumple entre 1954 y 1955. Nada más salir atraca dos tiendas en la zona deprimida de Texas, las tiendas elegidas por Claude son, además, oficinas de correos con lo que su delito se convierte en un delito federal perseguido más duramente por la ley pero su condición clínica de "chiflado" le exime de ir la la cárcel y es declarado culpable en 1957 para volver al hospital de Waco. Sale y sigue dando problemas por lo que en 1961 su mayor aliado, su hermano, lo denuncia ante los tribunales de Texas para que lo inhabiliten y le permitan tener su guardia y custodia pero Eatherly gana de nuevo y se queda en el hospital.


El caso de Eatherly llega a oídos del filósofo austriaco Günther Anders que comienza a cartearse con el ex piloto que le cuenta su caso y le transmite todos su terrores. Anders hace público el caso ante el mundo y, rápidamente, comienza a extenderse por todo Estados Unidos una campaña de descrédito que parece bastante medida: Eatherly es un peligroso elemento, un alcohólico y ludópata que ha enfermado por sus propios vicios. Es más, sus alucinaciones, que son consecuencia de su esquizofrenia tienen su raiz en el rencor que el piloto alimentó contra el ejército después de no ser elegido para pilotar el Enola Gay.


La esquizofrenia de la Guerra Fría se escenifica en el caso de Eatherly, una esquizofrenia dolorosa y grotesca y muy militar que Thomas Pynchon representaría luego en su novela más grande titulada "El Arco Iris de gravedad" y que estuvo a punto de ganar el Pulitzer si no fuera porque todavía en 1973 Estados Unidos era una nación complejosa a la que la obra de Pynchon le pareció demasiado moderna como para convetirse en un clásico. Para limpiar su conciencia le concedieron el otro, el National Book Award. Muy dolido por ese enjuague Pynchon no atracó una tienducha con una pipa de mentira y luego devolvió el botín. No. Contrató a un payaso para ir a recoger su premio.


Eatherly siguio escribiendo cartas respetuosas, pidiendo la atención para explicar por qué detestaba la guerra, procuró mil vces formar parte de algún acto de contricción que le permitiera pedir perdón a los japoneses, a los vecinos de Hiroshima pero siempre se le trató de loco pese a que muchos de los que le conocieron dijeron de él que era "la persona más cuerda y sensible que habían conocido en su vida". Sin embargo el ejército sigue desacreditándole con el testimonio de su primera mujer (que dice que Claude era un bicho raro y vengativo) y con los de algunos ex compañeros de vuelo que sacan pecho diciendo hasta el día de su muerte que ni se arrepienten, ni se arrepentirían jamás de haber lanzado esas bombas y que, si el gobierno se lo pedía, volverían a lanzarlas. Claude Eatherly era un chiflado, un vicioso y ahora, además, un cobarde. Tibbets y Sweeny mantendrían hasta el final de sus vidas la pose de cowboy del cielo que
Slim Pickens, haciendo de Mayor "King" Kong, intepretaba en "Telefono rojo: Volamos hacia Moscú" (1964). Otra obra que reproduce en forma de comedia el terror de morir achicharrado en una guerra nuclear.
Evidentemente nadie mueve un dedo ni pide la liberación de un hombre que es tratado como un preso político y que vive apresado por un sentimiento de culpa enorme, inaprensible, que de liberarse alcanzaría los sesenta o setenta kilotones. Son tiempos dificiles, extraños, de conflagración y la disidencia no está ni siquiera demasiado permitida a la neutral Suiza porque todos los seres humanos, de pronto, tienen que militar en cualquiera de los dos bloques y la guerra soterrada que no se vive en frentes abiertos y que trata de mantener el delicado equilibrio entre dos potencias armadas hasta los dientes con bombas cien veces más potentes que las liberadas en Hiroshima no pueden permitir el crecimiento de disidencias, ni de, claro está, desequilibrados dispuestos a sentir compasión o ser seducidos por algo que no sea el patriotismo y la razón de estado.


Acallado y aún más loco Claude Eatherly, piloto condecorado con la Air Medal, parte de la tripulación de la superfortaleza del aire "Straight Flush", que decidió el lugar exacto en el que cayó la primera bomba atómica lanzada sobre población civil y que pasó toda la vida torturado por esa decisión (que costó cerca de 200.000 vidas) muere en el Hospital para veteranos de Waco (Texas). Recibiendo el castigo de morir sin castigo.


Nota del Insustancial: La foto que acompaña esta entrada fue tomada por Richard Avedon en 1963 al propio Claude Eatherly.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

G-20: En el País de Risto


Hagamos una crítica como si tuviéramos en el bolsillo el título de "critico televisivo" por la Risto Mejide´s School:

G-20 es una puta mierda de programa.


(A continuación les ofrecemos la versión ampliada para aquellos que quieran quedarse a leerla...ustedes mismos...)
Como ya sabemos Risto Mejide se hizo famoso por ser el jurado borde de OT y luego por convertir dicho papel en el de "crítico de Operación Triunfo que tenía una nómina en Operación Triunfo".
Que nadie se llame a engaño porque ambos papeles los podría haber desempeñado cualquiera: el primero, el de jurado borde, es fácil porque en realidad sólo hay que tener un poco de gusto musical para entender que lo que se ve es un flagrante timo y el segundo, el de "crítico de..." también porque para desempeñarlo sólo hay que tener un poco de sentido común porque si los niveles musicales eran ínfimos los niveles estéticos y éticos eran, simplemente, inexistentes.

Con un enemigo tan débil, y con tan poco argumentario, era inevitable que la pelea fuera desigual: Ver a Risto vapulear los cimientos de OT frente a una masa de adolescentes granulientos que lo abucheaban soltando las verdades del barquero y cantando defectos visibles incluso para un ciego era como ver a un panzer pasándole por encima a un lancero polaco en las cercanías de Postdam. Una lucha desigual porque, la verdad, el programa es débil y malo y ante eso hay poca defensa.


Risto Mejide salió de Operación Triunfo uniéndose al infalible supergrupo de malos malosos televisivos en el que ya militaban Los Tacañones y Tacañonas, la Bruja Avería, Angela Channing, El Enterrador y el Poli Loco y un largo etcétera.

A sabiendas, es tipo leído, que los personajes negativos son el reflejo esperpéntico de los terrores colectivos de su tiempo o la explotación de los resortes del pánico de este o de aquel grupo identificado entre la masa Risto Mejido ha esculpido al malo más repugnante que los televidentes españoles pueden digerir: El maloso Risto es snob, culto, leído, seguro de sí mismo, con una altísima opinión sobre su persona y cuida su aspecto para parecer cosmopolita o, incluso, extranjero.




En unos tiempos en que todo lo que sale por la tele quiere ser cercano, sencillo, reducido para que cualquier idiota pueda entenderlo, populachero, demagógico y, por ende, polvoriento, vetusto, cutre y pueblerino Risto parece sin embargo orgulloso de poder decir de carrerilla una lista de diez libros, diez películas y diez discos que te dejen con el culo torcido.


Es una pena que tanto talento para esculpirse una imagen pública en la que se cultiva la elegancia gatuna que todos les presuponemos a los personajes crueles y ladinos haya ido a parar a algo tan absurdamente malo como G-20.


El cuento es muy sencillo: 20 personajes diarios en una lista tipo 40 principales que reciben los zurdazos, bofetones, latigazos y "patadas en la boca" (sic) en forma de discurso de Risto Mejide que, delante de un enorme pantallón, les dedica. Estilísticamente la realización recuerda a los planos aberrados del cabezón de el Gran Hermano de "1984" (1984, Michael Radford) y el formato parece el mismo que el que conducía el personaje de Howard Beale, protagonizado por Peter Finch, en "Network" (Sidney Lumet, 1976) y en el que Beale intentaba canalizar las iras de la masa contra el sistema pese a estar metido de patas en el mismo sistema.


Si los niveles éticos de OT estaban por los suelos no se puede decir que los de la cadena que emite también G-2o estén mucho más altos: es ridículo que Telecinco intente criticar a alguien cuando no tiene ningún sentido crítico ni sobre su programación, ni sobre sus informativos. Es más, me pregunto si la lista de Risto contendrá en algún momento el nombre del máximo accionista de Telecinco que se llama Silvio Berlusconi cuando este vuelva a meterse en líos Bennyhillianos con sus "velinas".


Pero como eso no lo veremos sí hemos tenido cargas de presunta profundidad contra Paquirrín, Cristina Tárrega o Fernando Alonso así como la inclusión del Presidente del Gobierno bajo el nombre de "Presidente Zapatiestas" (ahí se nota la mano de un tío elegante) o del Ministro de Trabajo. Curiosamente todos personajes que parecen hacer gracia a la cadena: el hijo de la cantante trabajó en La Sexta y es diana de uso corriente para los comentaristas rosas de la cadena, la Tárrega cae mal a casi todo el mundo y trabaja en otra cadena y ni Zapatero, ni niguno de los ministros socialistas parecen ser del agrado ni de los Informativos, ni de los contertulios de la cadena (tachemos de la lista a Jorge Javier Vázquez, que sí, que dijo ser del PSOE o simpatizante).


Semejante baratería de personajes pretende llamar a la audiencia por medio de la polémica y si no echemos un vistazo al viral que la productora coló como adelanto del programa:








Desgraciadamente no existe humor o el personaje de Risto no tiene cabida nada más que para una risilla falsamente maliciosa. Es una pena porque tanta caña y tan mal repartida sólo puede ser digerida demostrando mucho sentido del humor. No sabe Risto que las cosas con una sonrisa entran mucho mejor y que, sin ella, sólo queda la mala hostia derramada sin sentido, como la baba colgante de un chucho con rabia. Y lo dice uno que ha escrito muchos artículos de estos de lista (una de las inspiraciones de Risto) con las mismas pretensiones malvadas pero sabiendo que estás cosas hay que hacerlas siempre con mucha gracia.


Es posible que G-20 fuera concebido como un arrollador programa presuntamente ácido y polémico construído a imagen y semejanza de su presentador pero le falta un buen guión, libertad para decir lo que le de la gana y, posiblemente, bastante más ingenio que una campaña de publicidad que pretende ser polémica (y que se ha quedado en casi nada) y eso de adelantarse a los demás hablando de lo que es "populista" y "demagógico" -explicación un poco rala del presentador empeñado en decir "que son cosas peligrosas según quien las utilice" sin saber que son cosas negativas malas en manos de cualquiera- utilizando una norma básica de la Propaganda inventada por Goebbels: "proyectar nuestros propios defectos en nuestros enemigos".


Evidentemente G-20 no es una idea original, claro, ya sabemos desde hace tiempo que nuestra televisión adolece por completo de sentido de la imaginación y que prefiere comprar formatos de éxito para destrozarlos o, directamente, copia formatos que disimula como si fueran propios fingiendo que las telespectadores también tiene youtube en casa y ya han visto la mayoría de las cosas que se hacen por el mundo.


G-20 está directamente fusilada de los rankings que el presentador David Letterman lleva haciendo durante 30 años en su programa lo que ocurre es que Letterman fulmina sus listas en menos de 10 minutos y son divertidas y ágiles algo que está muy lejos de verse en el cansino programa de Risto Mejide.



Si además de todos los evidentes defectos del formato añadimos el de un presentador desnortado y nervioso y el de un público nervioso, juvenil y Risto-Fans dispuesto a reir cualquier gracieta por estúpida que esta fuera y sin necesidad de ser azuzados demasiado por el regidor de turno tenemos un gigante fiasco que, no dudo, habrá tenido más por novedad que por mérito (aunque fallo más que una escopeta de feria) unos estupendos índices de audiencia. Veremos cuanto tarda en remontar o caer en desgracia siendo sustituído por cualquier formato o resumen de GH.


Es una pena que un tipo que, de primeras, parece que puede caerte bien y que parece poder mantener una discusión coherente venda su alma de ese modo y más cuando hace pocas semanas apareció en "La Noria" para conceder una entrevista en la que dijo:"Creo que esta cadena vive demasiado de la confrontación y del ruido". Por ahora no se ha aplicado el cuento y prefiere participar de él.