miércoles, 2 de septiembre de 2009

G-20: En el País de Risto


Hagamos una crítica como si tuviéramos en el bolsillo el título de "critico televisivo" por la Risto Mejide´s School:

G-20 es una puta mierda de programa.


(A continuación les ofrecemos la versión ampliada para aquellos que quieran quedarse a leerla...ustedes mismos...)
Como ya sabemos Risto Mejide se hizo famoso por ser el jurado borde de OT y luego por convertir dicho papel en el de "crítico de Operación Triunfo que tenía una nómina en Operación Triunfo".
Que nadie se llame a engaño porque ambos papeles los podría haber desempeñado cualquiera: el primero, el de jurado borde, es fácil porque en realidad sólo hay que tener un poco de gusto musical para entender que lo que se ve es un flagrante timo y el segundo, el de "crítico de..." también porque para desempeñarlo sólo hay que tener un poco de sentido común porque si los niveles musicales eran ínfimos los niveles estéticos y éticos eran, simplemente, inexistentes.

Con un enemigo tan débil, y con tan poco argumentario, era inevitable que la pelea fuera desigual: Ver a Risto vapulear los cimientos de OT frente a una masa de adolescentes granulientos que lo abucheaban soltando las verdades del barquero y cantando defectos visibles incluso para un ciego era como ver a un panzer pasándole por encima a un lancero polaco en las cercanías de Postdam. Una lucha desigual porque, la verdad, el programa es débil y malo y ante eso hay poca defensa.


Risto Mejide salió de Operación Triunfo uniéndose al infalible supergrupo de malos malosos televisivos en el que ya militaban Los Tacañones y Tacañonas, la Bruja Avería, Angela Channing, El Enterrador y el Poli Loco y un largo etcétera.

A sabiendas, es tipo leído, que los personajes negativos son el reflejo esperpéntico de los terrores colectivos de su tiempo o la explotación de los resortes del pánico de este o de aquel grupo identificado entre la masa Risto Mejido ha esculpido al malo más repugnante que los televidentes españoles pueden digerir: El maloso Risto es snob, culto, leído, seguro de sí mismo, con una altísima opinión sobre su persona y cuida su aspecto para parecer cosmopolita o, incluso, extranjero.




En unos tiempos en que todo lo que sale por la tele quiere ser cercano, sencillo, reducido para que cualquier idiota pueda entenderlo, populachero, demagógico y, por ende, polvoriento, vetusto, cutre y pueblerino Risto parece sin embargo orgulloso de poder decir de carrerilla una lista de diez libros, diez películas y diez discos que te dejen con el culo torcido.


Es una pena que tanto talento para esculpirse una imagen pública en la que se cultiva la elegancia gatuna que todos les presuponemos a los personajes crueles y ladinos haya ido a parar a algo tan absurdamente malo como G-20.


El cuento es muy sencillo: 20 personajes diarios en una lista tipo 40 principales que reciben los zurdazos, bofetones, latigazos y "patadas en la boca" (sic) en forma de discurso de Risto Mejide que, delante de un enorme pantallón, les dedica. Estilísticamente la realización recuerda a los planos aberrados del cabezón de el Gran Hermano de "1984" (1984, Michael Radford) y el formato parece el mismo que el que conducía el personaje de Howard Beale, protagonizado por Peter Finch, en "Network" (Sidney Lumet, 1976) y en el que Beale intentaba canalizar las iras de la masa contra el sistema pese a estar metido de patas en el mismo sistema.


Si los niveles éticos de OT estaban por los suelos no se puede decir que los de la cadena que emite también G-2o estén mucho más altos: es ridículo que Telecinco intente criticar a alguien cuando no tiene ningún sentido crítico ni sobre su programación, ni sobre sus informativos. Es más, me pregunto si la lista de Risto contendrá en algún momento el nombre del máximo accionista de Telecinco que se llama Silvio Berlusconi cuando este vuelva a meterse en líos Bennyhillianos con sus "velinas".


Pero como eso no lo veremos sí hemos tenido cargas de presunta profundidad contra Paquirrín, Cristina Tárrega o Fernando Alonso así como la inclusión del Presidente del Gobierno bajo el nombre de "Presidente Zapatiestas" (ahí se nota la mano de un tío elegante) o del Ministro de Trabajo. Curiosamente todos personajes que parecen hacer gracia a la cadena: el hijo de la cantante trabajó en La Sexta y es diana de uso corriente para los comentaristas rosas de la cadena, la Tárrega cae mal a casi todo el mundo y trabaja en otra cadena y ni Zapatero, ni niguno de los ministros socialistas parecen ser del agrado ni de los Informativos, ni de los contertulios de la cadena (tachemos de la lista a Jorge Javier Vázquez, que sí, que dijo ser del PSOE o simpatizante).


Semejante baratería de personajes pretende llamar a la audiencia por medio de la polémica y si no echemos un vistazo al viral que la productora coló como adelanto del programa:








Desgraciadamente no existe humor o el personaje de Risto no tiene cabida nada más que para una risilla falsamente maliciosa. Es una pena porque tanta caña y tan mal repartida sólo puede ser digerida demostrando mucho sentido del humor. No sabe Risto que las cosas con una sonrisa entran mucho mejor y que, sin ella, sólo queda la mala hostia derramada sin sentido, como la baba colgante de un chucho con rabia. Y lo dice uno que ha escrito muchos artículos de estos de lista (una de las inspiraciones de Risto) con las mismas pretensiones malvadas pero sabiendo que estás cosas hay que hacerlas siempre con mucha gracia.


Es posible que G-20 fuera concebido como un arrollador programa presuntamente ácido y polémico construído a imagen y semejanza de su presentador pero le falta un buen guión, libertad para decir lo que le de la gana y, posiblemente, bastante más ingenio que una campaña de publicidad que pretende ser polémica (y que se ha quedado en casi nada) y eso de adelantarse a los demás hablando de lo que es "populista" y "demagógico" -explicación un poco rala del presentador empeñado en decir "que son cosas peligrosas según quien las utilice" sin saber que son cosas negativas malas en manos de cualquiera- utilizando una norma básica de la Propaganda inventada por Goebbels: "proyectar nuestros propios defectos en nuestros enemigos".


Evidentemente G-20 no es una idea original, claro, ya sabemos desde hace tiempo que nuestra televisión adolece por completo de sentido de la imaginación y que prefiere comprar formatos de éxito para destrozarlos o, directamente, copia formatos que disimula como si fueran propios fingiendo que las telespectadores también tiene youtube en casa y ya han visto la mayoría de las cosas que se hacen por el mundo.


G-20 está directamente fusilada de los rankings que el presentador David Letterman lleva haciendo durante 30 años en su programa lo que ocurre es que Letterman fulmina sus listas en menos de 10 minutos y son divertidas y ágiles algo que está muy lejos de verse en el cansino programa de Risto Mejide.



Si además de todos los evidentes defectos del formato añadimos el de un presentador desnortado y nervioso y el de un público nervioso, juvenil y Risto-Fans dispuesto a reir cualquier gracieta por estúpida que esta fuera y sin necesidad de ser azuzados demasiado por el regidor de turno tenemos un gigante fiasco que, no dudo, habrá tenido más por novedad que por mérito (aunque fallo más que una escopeta de feria) unos estupendos índices de audiencia. Veremos cuanto tarda en remontar o caer en desgracia siendo sustituído por cualquier formato o resumen de GH.


Es una pena que un tipo que, de primeras, parece que puede caerte bien y que parece poder mantener una discusión coherente venda su alma de ese modo y más cuando hace pocas semanas apareció en "La Noria" para conceder una entrevista en la que dijo:"Creo que esta cadena vive demasiado de la confrontación y del ruido". Por ahora no se ha aplicado el cuento y prefiere participar de él.

7 comentarios:

Nacho dijo...

Guau, espero que Risto se googlee mañana y encuentre este blog, porque tu crítica es completa y acertada.

G-20 tiene varios problemas, según mí:

- No sabes si es un programa de humor. Por lo menos, no hace gracia.
- Es cruel: incluso se ha reído del físico de sus "nominados", sin venir a cuento.
- Tiene muy mal criterio para repartir estopa. Básicamente se divide entre a) Gente de Telecinco a la que hay que promocionar, b) Enemigos de Telecinco a los que hay que denostar, y c) Los típicos peleles (políticos, esperpentos, periodistas fachas, etc.). Mojarse de verdad, se moja poco.
- El público. Risto molaba cuando todo el mundo le silbaba. Ahora le aplauden.

En fin, que ya hay programas buenos de actualidad y sátira. Así que no hace falta ver G-20.

Un abrazo !

Paria dijo...

A pesar de que no es más que una imitación del concepto jurado faltón Simon Cowell, a mi Risto siempre me ha parecido, al margen de tu descripción de los miedos de una audiencia garrula, lo que un pedante provinciano entiende como lo más cool, trendy o chupiguay...Creo que es un tipo que vió House y no entendió que para poder serlo hace falta un guión inteligente y carisma.

Anónimo dijo...

No lo he visto. Pero no lo veía claro. En OT Risto funcionaba por contraste, de repente alguien decía la verdad, y encima con cierta crueldad en contraste con el tono hipocritilla y baboso que suelen tener muchos porgramas; pero un formato para él solo...

Edu Galán dijo...

Nº1 de audiencia... veremos...

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Nacho,
Espero que no sea tan cutre de googlearse él mismo y me temo que con todas las críticas que habrá recibido no creo que se fije en esta página.

Estoy de acuerdo con lo que apuntas.

Paria,
Posiblemente no se puede decir mejor, amigo porque una cosa eres tú y otro un fan de OT. Claro está.

Jordim,
Pues se queda cojo, efectivamente pero como dice Edu por ahí abajo la audiencia lo ha levantado hasta el Infinito y más allá.

Edu,
Amigo, cuando uno casi sin previo aviso sustituye a Camera Café a su misma hora y además se llama Risto Mejide por pelotas tiene que tener una audiencia del copón porque compites con el final de los telediarios de las otras cadenas (que están con el tiempo) y, encima, tienes al personal esperando por "La que se avecina".

Se lo han puesto a huevo.

Un abrazo a todos y gracias.

eduardoritos dijo...

Yo no perderé el tiempo en ver esta puta mierda.

No necesito de la opinión de este tipejo para saber quién mola y quién no. Tengo mi propio ranking (en el cual, él figura como "no mola").

ENRIC dijo...

Ay Insustancial... demasiado palique para tan poca miga !

Con eso de "G-20 es una puta mierda de programa" bastaba y sobraba... estoy de acuerdo en eso.

Pero tampoco hay que meterse tanto en harina. Es mierda sobre mierda, entre mierda y para mierdas. Pura mierda sin cortar. Pura mierda tóxica para atontar. Pura basura que induce al “pecado” de hablar de ella...

Tan interesante es comentar esto como no comentarlo... creo yo (puedo añadir que Murakami, Haruka, asiente y fuma).

Ale, adiosssssssssssss ! (y no digo “a mamarla todos” (sin “mucha” acritud ¿eh?) porque después siempre hay alguien que se ofende o se ríe o se metamorfosea en crisálida... y eso jode bastante...).