jueves, 23 de junio de 2011

Trajes a medida.


Se acabó la ACB con un contundente 3-0 a favor del Barcelona el dominador de principio a fin de la competición. El Bilbo Basket fue un digno adversario pero no pudo contener durante mucho a un equipo-rodillo enfurruñado por su derrota, más que justa, en la gran competición europea. El Barça quería irse de vacaciones e irse rápido porque le esperaban, sobre la mesa del despacho, tres despidos (Anderson, Basile y Morris) y la despedida de Ricky Rubio que, dos temporadas después, ha decidido olvidarse de los buenos consejos de Aíto García Reneses y, siendo todavía casi un juvenil, va a militar en los Minnesota Timberwolves. Pese a que este humildísimo aficionado le desea a Rubio lo mejor no deja de recordarle que la NBA es un regalo envenenado donde se estrellan muchos talentos, donde mucha juventud ve parado su desarrollo porque a la liga estadounidense se tiene que acudir con los deberes hechos, siendo ya un deportista que tiene el aprendizaje completado. No creo que sea el caso de Rubio (capaz de lo mejor, de lo peor, del enchufe absoluto o de la desconexión máxima) como tampoco fue, en su momento, el de Sergio Rodríguez que ha visto, no se si definitivamente, detenido su aprendizaje de una forma brutal hasta el punto de que ha vuelto de USA siendo, más o menos, el mismo jugador que era pero, con el handicap, de que ya no se le perdonan sus defectos. 

Hace unos cuantos años el Madrid de Basket que lideraba Sabonis acabó también con la ACB por la vía rápida. De manera contundente, casi sin resistencia. El Madrid había ganado sus dos partidos en casa y se enfrentaba al Barça en su casa. Tercer partido. El Madrid abajo en el marcador y con Sabas en el banquillo mirándose las rodillas. Parecía que el conjunto blanco entregaría la cuchara, que alargaría la serie un partido más, que le daría la razón a los comentaristas futboleros que, año tras año, siguen empeñados en asegurar con media sonrisa que todo está medio pactado para que se llegue a un quinto partido, para que suba la audiencia, la emoción, la venta de entradas...pues no, Sabonis bastante encabronado pidió entrar en pista y en menos de lo que se tarda en decir "Zar de Lituania" enfiló el camino del partido hacia la victoria aplastante. En un gesto completamente chulesco se permitió mirar hacia su banquillo y decirle a su compadre Rimas Kurtinaitis una frase decisiva en lituano: "¡Rimas, nos vamos de vacaciones!". Fin. Eran otros (y gloriosos) tiempos.  

Este año el Madrid también ha terminado su participación en la ACB de manera abrupta. Cayó en semifinales frente al Bilbo Basket demostrando una capacidad más que obscena para parecer un pollo sin cabeza. Capaces de lo mejor y de lo peor el equipo blanco llegó a la final de la Copa del Rey (donde aguantó lo que pudo frente al Barça), llegó a la Final Four europea (donde naufragó estrepitosamente perdiendo incluso el partido de consolación) y, bueno, llegó a las semifinales de la ACB. 

El Power Electronics Valencia ha sido, más o menos, la medida del equipo blanco y ha marcado su tope durante toda la temporada. El equipo valenciano le tomó la medida a los merengues y forzó un quinto partido en la semifinal europea y en las semis de la copa. Se podría decir que ambos equipos han rayado a un nivel parecido en ambas competiciones. Ese era el espejo y ese ha sido el reflejo. 

Lo demás todo un espejismo que comenzó con el enésimo discurso ilusionante de Florentino Pérez que prometió devolver al Real Madrid de Basket a la élite. Para ello no se anduvo con tonterías y fichó al que tildó de "mejor entrenador del mundo": Ettore Messina. Sin entrar en otras valoraciones, ya repetidas hasta la desesperación, Messina fue apoyado en el cargo por Antonio Maceiras (con vitola NBA) y con un presupuesto astronómico de 28 millones de euros. Entró a saco y, sin cortarse un pelo, decidió cortarle el cuello a Raül López y a Hervelle para, un poquito más tarde, hacerle la guerra a Louis Bullock. Los tres jugadores habían sido piezas determinantes del modelo de juego de Joan Plaza, que fue despedido del club por la directiva de Florentino con un sonsonete que nos suena a otros momentos vividos en la Casa Blanca: Plaza no tenía caché para sentarse en el banquillo del Madrid...pese a que, en su primera temporada, había conseguido alzarse con la liga ACB y la ULEB (arrasando, por cierto). 

Recordándonos los momentos de la "era Scariolo" la sección de Basket se ha convertido en un mercadillo de jugadores de toda especie y ha terminado con Messina poniendo su dimisión fulminante perdido en batallas con la plantilla que en poco, o nada, le beneficiaron en ningún momento. Ahí nos dejaron a Lele Molin, su segundo, que quiso continuar la etapa Messina sin Messina con unos paupérrimos resultados. 

Florentino Pérez, y el Real Madrid (nómbrese con la convicción con la que el presidente blanco nombre siempre al club), han despertado de sus "sueños imperiales" (por enésima vez) y azuzados por la crisis y por esa picadora de dinero que parece ser el equipo de fútbol que funciona con la lógica aplastante de que se pueden pagar 10 millones de euros por un jugador llamado Varane (18 años, proveniente del Lens) pero no aportar esa misma cantidad para pagar media temporada de una plantilla entera de baloncesto han dicho "BASTA". Llegó Florentino y mandó parar. Reducción de presupuesto del 18% y una contraseña: perfil bajo. 

No entiendo como un club como el Real Madrid, tan acuciado siempre por hablar de historia, tradición y títulos puede arrastrar a su equipo de baloncesto (el más laureado del mundo, por cierto y donde han militado algunos de los mejores jugadores de la historia) hasta los puestos del 5º al 9º (si hay suertecilla) de la tabla. 

Lo más acojonante de todo es que mientras el Barcelona (o el Caja Laboral o el Powers o el propio Bilbo basket) han terminado la temporada preparando la siguiente el Real Madrid está paralizado administrativamente. Completamente paralizado. El recorte ha llegado antes a los medios que a los interesados y, lo mejor, desde la prensa futbolera (es un insulto llamar a esto prensa deportiva...que me perdonen profesionales como Martín Tello) se ha tildado el fichaje de Pablo Laso como poco menos que "desilusionante". Otra vez la lógica aplastante: Varane puede estar en portada, la selección de basket o de balomnano, jamás de los jamases. 

Con la baja anunciada de Prigioni (el cuarto argentino que fracasa tras Ariel Eslava, Lucas Victoriano y Pepe Sánchez...hay que mirarse eso rápidamente...) y la más que probable de Clay Tucker a Pablo Laso le quedan en plantilla: Rodríguez, Llul, Vidal, Suarez, Mirotic, Tomic, Reyes y Velickovic (lo ha pedido Laso pero hay que negociar una ampliación de contrato a la baja). Tendrá que decidir sobre la continuidad de D´or Fischer y de Begic....dicho así no parece un mal plantel. Sinceramente, parece increíble que Ettore "Mejor entrenador del mundo" Messina no haya sacado algo más a estos jugadores. 

En las catacumbas resuena la posibilidad de elevar al primer equipo a Froehlich, Jodar (¿qué pasa con las lesiones de este muchacho?) o a Arteaga. Todas futuras promesas o ya no tanto. 

Por delante Laso tiene que cerrar el fichaje de Jaycee Carroll y, quizás, sondear a Anderson (no vino el año pasado por cuestión de pasta pero queda libre), buscar otro base y afianzar el perímetro con aleros natos. Mucho trabajo y poco dinero: ¿se buscará en el mercado ACB o iremos a buscar eso que Ferrándiz llamaba "Money in the bank", es decir, jugadores buenos que estén en ligas europeas menores? 

Una incognita, como siempre, una falta de proyecto deportivo como siempre. Con el Madrid de Basket todos los años, este humildísimo baloncestero, dice lo mismo: que vendan el equipo si no lo quieren. Pero lo digo de mentira, la verdad, porque este equipo es como una novia a la que quieres mucho pero discutes mucho con ella y, cuando peor estan las cosas, piensas en las reconciliaciones, en las alegrías que te da de cuando en cuando, en que la quieres y en que nunca podrías querer a otra igual. 

Florentino le ha hecho un traje a medida a la sección, uno barato que no valdría ni para sobornar a un presidente de una autonomía, un traje poco reluciente, una chapuza de traje...sus sueños de dominación global pasan por fracasar, otra vez, en el fútbol pagando contratos millonarios a medianías cuando, ahí fuera, hay un montón de jugadores de basket, verdaderas estrellas, que vendrían por cuatro cuartos y que llenarían dos salas de trofeos. Pero eso, claro, es imposible porque el basket no luce, no da portadas, en AS y en MARCA no se habla de él, se le ningunea en las noticias televisivas...

Hace unos días hablaba de la posibilidad de que se implantara en el equipo de Basket una especie de "doctrina Guardiola" de esa que eleva la cantera a la santidad...un egregio madridista baloncestero lo ha dejado claro: "como empiecen a hablar de valores y a rascarse la cabeza me borro". También lo dice de mentira.

Confiamos en Laso, en que sea el entrenador que sacará lo mejor de la muchachada, que como Plaza nos regale momentazos durante la temporada...cuando gane títulos y enfile el equipo hacia los éxitos alguien caerá en la cuenta de que el Basket vuelve a importar y se sacará de la manga que quiere convertirlo en la primera franquicia NBA en Europa o que quiere traerse a gente que responda a los "cánones de la historia blanca, a sus triunfos, a su leyenda, que lo eleve a la categoría internacional y de prestigio que tiene el equipo". Volverán a fracasar pero, durante un pequeño tiempo, nos volveremos a enamorar perdidamente. Esto es así y no hay vuelta de hoja. La temporada que viene, si Thor quiere, nos vemos todos en la Caja Frígida de las narices...

Nota del Insustancial: Gabinete Caligari canta este amargo pasodoble que cuenta el despertar de los sueños de grandeza, de darse cuenta de que uno no va a recuperar las glorias del pasado. Creo que viene al pelo.


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