domingo, 9 de agosto de 2009

Cumpleaños y funerales.


(Tema: "Cumpleaños total". Los Planetas)

Para mi la mejor cita de mi amigo Cesar Borregón es la siguiente: "Hacerte mayor es comenzar a hacer ruídos". No hay nada más cierto. Te levantas y te crujen huesos en sitios insoslayables, toses, haces gárgaras, te rascas como si tuvieras sarna y carraspeas como de sed. Joder, qué sed más rara, piensas, si yo anoche no bebí. Te haces mayor y empiezas a crujir (crac-crac-crac) y se te mueren los mitos.
En una semana se han largado Willy DeVille y el cineasta John Hughes. Descubrí al cantante de la voz profunda e impostada en un disco que pillé en Discoplay de su banda, Mink Deville, donde tocaba junto a Johnny Thunders. Me gustó la actitud y el disco me dejó completamente sulibeyado. Como tantos otros artistas americanos menores (o incomprendidos) DeVille encontró en Francia, y en los siempre mitómanos franceses, un refugio de fans y de ventas y en Europa un circuíto de conciertos donde cultivó su imagen de chansonnier bizarro con tendencia a bromear sobre su verdadera naturaleza: la de hombre lobo. Para desgracia de DeVille en nuestro país será recordado por ese "jitazo" titulado "Demasiado corazón" (una cosa a medias entre el sonrojante acercamiento a la música latina y los textos a lo Ricky Ricardo) que con asombrosa puntualidad pinchaban todas las noches de sábado en un local de mi pueblo justo después de "Mala vida" de Mano Negra y antes de "El ritmo del garaje" de Loquillo y los Trogloditas. Mi canción preferida de Deville es esta...



Aunque en mi freak-corazón siempre habrá un hueco para esta otra...



que grabó junto a Mark Knopfler (en su versión original) para la película "La princesa prometida".

Y eso, que hablando de películas, se ha marchado también John Hughes el tipo que dirigió "El club de los cinco". El tipo que se sacó de la manga todo el cine adolescente de los años 80 y que ha quedado como la referencia de directores como Kevin Smith (ver homenajes múltiples) y de cualquiera que se plantee hacer una película sobre teens. Me he enterado hoy de que Hughes comenzó su carrera profesional en la revista "National Lampoon´s", de donde salió la ide original para hacer "Desmadre a la americana" (John Landis, 1978) y cualquier referencia al humor USA de la década de los 70 y 80 junto a SNL, y que de ahí dio el salto a un tipo de películas que, por lo menos a mi, me han acompañado durante toda la adolescencia y a la que hago mil y una referencias. Como las películas conocidas de Hughes no hace falta que las enumere os recomiendo "Tu novio huele mal" (1991) una gran película, seguramente de lo mejor de Hughes en la oscuridad profesional que vivió en los años 90, y en la que ejerció sólamente como guionista ya que su última película dirigida ("La pequeña pícara", 1991) fue tal desastre de taquilla (el Belushi tonto la protagonizó) que le impidió volver a acercarse a una cámara ya para siempre...ya que por cuestiones que no se explican permaneció fuera de la luz pública desde 1994.

Pues eso, que dos de mis mitos pre-post adolescentes se han ido casi en la misma semana y yo he cumplido hoy mismo 35 añazos. Casi la mitad estadística de una vida cualquiera y pienso que no ha estado mal del todo. Vale que si tuviera el Delorean de Marty McFly arreglaría algunas cosas y habría leído más libros o me habría parado en algún momento para hacer eso tan cursi de oler las flores pero, bueno, que no se diga que no lo he intentado....mirar atrás es otra de las cosas jodidas de hacerse un poco más mayor y después sobreviene la vanidad (ponerte injertos de pelo de culo, comprarte un coche veloz, hacerte culturista como Aznar...) y después todas esas cosas pero, la verdad, no tengo tiempo de pararme ahora, me quedan muchas cosas por hacer, entre ellas terminar este dichoso texto...ahora mismo...y mandaros un saludo a todos...

2 comentarios:

MENUDINHA dijo...

Mink Deville dejó con más cara de idiotas a Jagger y Richards con un sonido único potente para la época. Sí, es cierto que aqui revivió con el tema Demasiado Corazón, pero por otra parte ayudó a reconciliarnos con nuestras raices latinas, que tampoco tiene nada de malo. Aquí en España un tal Rey del Pollo Frito intentó emular la estétita de cara infecta y sudorosa pero no le salió ni parecido y mírale ahora, decidiendo sobre el destino infame de los triunfitos. En fin, enhorabuena por el blog.

Señor Insustancial dijo...

Hola delincuentes,

Pichi,
Gracias.

Menudinha,
Es que Mink Deville eran muy buenos. Demasiado corazón...pues es que no puedo con ella.

Tus comentarios sobre El Rey del Pollo frito pues eso, que me parecen acertados pero que siempre guardo un trozo de mi corazón para los perdedores.

Un abrazo a ambas.