miércoles, 4 de mayo de 2011

El lobo de Occidente



Los norteamericanos, al fin, han conseguido dar caza a Osama Bin Laden. Lo han hecho de la forma que uno esperaba que una nación tan tendente, en los últimos tiempos, a tomar decisiones lastradas por el miedo lo haría: asesinándolo y tirándolo al mar. 

Como ustedes saben Stalin amenazó a Hitler con capturarlo y exhibirlo de por vida en una jaula del Zoo de Moscú como si se tratara de una bestia. Sabiendo, como sabemos ahora, como se las gastaba el dictador soviético es más que posible que dicha amenaza tuviera un alto contenido de realidad y que Hitler, si duda, supiera que el georgiano sería capaz de hacer semejante cosa. Bush Jr. amenazó a Osama con perseguirlo como se perseguía a los malos de las películas del Oeste pero, en el camino, entendió que había otros negocios que atender y que una guerra abierta contra dos países (Afganistán e Irak) iba a ser más rentable que cazar al líder de Al Qaeda. Digamos que, de pronto, descubrió (o le hicieron descubrir) que las prioridades eran otras aunque solo fuera por el hecho de que su mayor valedor en la zona, Pakistán, no parecía demasiado entregado a la causa más allá de lo meramente diplomático: dejar hacer al amigo americano hasta cierto punto y obstaculizarlo en otros tantos.

Sobre la operación que ha acabado con la vida de Osama Bin Laden ha planeado, como no, la sombra del rescate fallido de rehenes que llevó a cabo Jimmy Carter y que le costó la presidencia. En ese caso el demócrata contó con dos enemigos imposibles de vencer: su intención de ceñirse aunque fuera de manera meramente política a las normas internacionales y, por otro lado, que sus propios servicios secretos le hicieron la cusqui en favor de un más que interesante cambio de gobierno en el que estarían Ronald Reagan y un viejo conocido George Bush padre amén de toda la caterva de halcones de la Administración americana que, durante unos años, mascaron la caída de Nixon, la inoperancia de Ford y un cambio de estilo que no les estaba gustando nada. Teniendo en cuenta que aquello fue un desastre épico no me extrañaría que, hasta el último momento, Obama haya estado agarrado al sillón pensando en si esta vez Musharraf o alguien más cercano lo estaba dirigiendo hacia el desastre. 

A medida que la historia de las guerras avanza nos encontramos con que recibimos más imágenes de las mismas pero, sin duda, menos información. Decía Umberto Eco, durante la I Guerra del Golfo, que los conflictos serían televisados y que ya los bandos no tenían empacho en convertir cada una de sus acciones en un espectáculo visual y perfectamente coreografiado...un error de base en tanto en cuanto no observaba (o quizás no quiso pensar en algo así) que los bandos podrían manipular todas las imágenes y toda la información de un conflicto para favorecer sus intereses. Nos enfrentamos, por tanto, a un panorama de informaciones y contrainformaciones continuas que, normalmente, están dirigidas a tranquilizar a la opinión pública y, de algún modo, también al enemigo. 

La propia administración Obama ha salido del paso informando de que Bin Laden fue asesinado y que su cuerpo fue lanzado al mar desde un portaaviones siguiendo escrupulosamente los preceptos islámicos. Curiosamente los preceptos islámicos tienen en cuenta que el cuerpo descanse en la tierra y sólamente vestido con un sudario (desnudo en algunas tradiciones, si no me falla la memoria) para que esté en contacto con la misma tierra. El hecho de deshacerse de un cadáver tiene que ver con esas decisiones tomadas por pánico, para evitar la construcción de un mausoleo, para evitar que sobre la tumba del terrorista se construya un lugar de peregrinación...olvidan los norteamericanos que, en estos tiempos, la creación de un icono no entiende de que exista un lugar físico si no de las torpezas que se cometan al informar sobre estos asuntos. 

No me cabe la menor duda de que los norteamericanos tendrán que filtrar las fotos del cadáver de Bin Laden si no quieren que la gente comience a generar teorías sobre si lo tendrán en realidad encerrado en algún sitio o si han conseguido asesinarlo. La conspiranoia es rapidísima a la hora de establecer este tipo de teorías y de expandirlas...¿Saben todas las que se generaron y se generan todavía alrededor de la desaparición del cadáver de Adolf Hitler? 

Bin Laden ya era un icono en vida. De hecho representaba, para el radicalismo islámico, la imagen del guerrero religioso, del líder espiritual: nacido en Arabia Saudí en un familia acomodada, luchador en Afganistán, cabeza visible de la revolución contra Occidente...el tío que prefirió unirse a los desarrapados y combatir en lugar de veranear en Marbella y darse a la fiesta. Una pena, pensarán algunos de sus correligionarios, que se hubiera enrocado en una posición tan poco política porque hubiera hecho carrera, sin duda. Muchos han intentado convertirse en líderes panárabes labrándose una imagen política clara durante la Guerra Fría pero, en realidad, Bin Laden fue el primero en intentar hacerlo desde un punto de vista meramente religioso interpretando el Corán de una forma un tanto "sui géneris" lo que podría entenderse en el siglo XII pero no en la actualidad en tanto en cuanto la única salida válida es la aniquilación del contrario. La total y absoluta aniquilación. El hecho más sorprendente de Bin Laden es que, entre el siglo XX y el XXI, haya iniciado una especie de guerra religiosa al estilo medieval en un teatro de operaciones tan grande y tan poco fragmentado como el mundo actual. De hecho, ni siquiera Irán en su momento, en plena eclosión de su revolución islámica, cuando el nombre de Jomeini provocaba terror fue capaz de impulsar algo así. 

Al Qaeda, sin posibilidad de convertirse en un frente unido, ha actuado por impulsos eligiendo objetivos informativamente llamativos pero, cuanto menos, sospechosos de no ser efectivos en términos bélicos aunque solo sea por su incapacidad para dominar Afganistán, Pakistán o cualquier país árabe donde haya querido establecerse de manera efectiva. El terror, el puro terror, ejercido por los estadounidenses o la fuerza multinacional que supone el grupo terrorista islámico no han servido para nada, nada más que para reeditar un conflicto que pensábamos completamente agotado tras la reconquista de Granada y que, muy de cuando en cuando, y siempre dirigiendo su odio hacia Oriente Próximo nos había afectado salvo en contadísimas ocasiones.

La muerte de Bin Laden deja algunas preguntas interesantes en el alero y solamente una certeza: esto no ha acabado aquí porque no sabemos como terminarlo. Esto no ha acabado aquí porque no podemos entender al enemigo, ni el enemigo entendernos a nosotros. 

El lobo, el enésimo lobo, que aterrorizaba al rebaño de Occidente ha muerto. Desgraciadamente ya están armando al próximo. 

BOLA EXTRA: "Martirés del compás" fue el grupo formado por Chico Ocaña impulsor de un estilo definido por él mismo como "flamenco billy" una especie culto a los palos tradicionales del flamenco pero con un toque de humor gaditano y surrealista de alto contenido crítico con la autoridad (con toda la autoridad, flamenca o no). "Simpapeles.es Compapeles.com" fue editado por Warner en 2004 y contiene entre otras canciones "¡Oh Galicia Calidade!" el tema que cuelgo a continuación y que, a fecha de hoy, ha tomado un curioso sentido....además, siempre es buen momento para disfrutar de los Mártires. Disfruten.  


2 comentarios:

manucosamala dijo...

Grandisimo visionario!
Chico Ocaña for president!

Jo dijo...

Me pregunto si en verdad ese ícono obama debería ser Mártir...

hay tantas cosas que se acumulan y se volvera un cumulo de dudas
y tanta tela de donde cortar
politico
social
economico
cultural

dios! cuantas consecuencias juntas