Los domingos de aperitivo, sobre la mesa del salón nunca falta un bol con patatas fritas de bolsa y una lata de mejillones, con su escabeche y todo, por encima. Es una de esas cosas que uno ha probado en los bares de tapas (En Madrid se le ponen a veces a las patatas de bolsa un par de boquerones en vinagre o una finústica anchoa) y que ha trasladado a la gastronomía familiar. Reconozco que es de esas cosas que está entre lo divino (y el mejillón en escabeche lo es) y lo patatero, entendiendo por ese término a todo aquello más o menos vulgar.
El ser humano se mueve entre lo divino y lo patatero continuamente: Dylan recibió una vez una carta de Johnny Cash. En ella le decía que estaba deseando tocar con él, que admiraba su forma de tocar y le agradecía que hubiera transmitido la música popular, el folk, a las generaciones venideras. La carta estaba escrita en una bolsa para vomitar de un avión en el que viajaba Cash que, en medio de un enorme pedo, sintió la imperiosa necesidad de transmitirle todo su cariño a Dylan.
Ambos coincidieron en el Festival de Newport donde compartieron escenario y comenzaron una larga amistad. Cash era un americano derechista, creyente y conservador, desquiciado por el vicio e incapaz de no mantener esa pose de estrella sobria que deslumbraba a los paletos y que soñaba con convertirse en una gran estrella de la pantalla o de la televisión. A su lado Dylan, delgado y poca cosa, izquierdoso, ejerciendo el papel de bufón para decir verdades como puños, comenzando la carrera en contra de su propio personaje, negándose a aceptar que iba a ser una leyenda. Dicen que Cash ni siquiera sabía que Dylan era judío y que, cuando lo supo, se quedó chocado porque, me imagino, no le encontró ni el rabo ni los cuernos; Dylan se sorprendió cuando se enteró de que el cantante country nunca había pisado, en realidad, la cárcel . Dylan, que sí sabía como era Cash, simplemente lo admiraba. En contra de lo que sus primeros biógrafos la obra de Cash pasó de ser patatera a rayar en lo divino mientras que Dylan que conservaba un alto porcentaje de divinismo ha ido pisando cada vez con menos empacho los terrenos de lo infinitamente patatero (y no me refiero solo a eso de haber tocado una vez para el Papa Juan Pablo II que el hombre también tenía derecho a mover el esqueleto).
En la vida, en general, también se pisan los dos terrenos. Hay que saber mantenerse en medio o, al menos, no ser demasiado cutre pese a que a veces es imposible.
Ocurre en las bodas, que te dejas llevar, comienzas ahí bien plantado con tu traje, tu mejor sonrisa y terminas en un local con barra libre con un de los faldones de la camisa metidos dentro del pantalón y otro por fuera, la corbata deshecha o puesta en la cabeza y gritando contra la autoridad del padrino o, peor, intentando que la única mujer soltera caiga en tus garras acudiendo a esa máxima de la tradición oral que dice eso de "boda llama a boda" y diciendo con voz gangosa: "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?".
Lo divino está ahí, escondido en lo patatero, o viceversa. Por ejemplo, ves Fama (Cuatro) y te das cuenta de lo cerca que anda una cosa de la otra: los ves jóvenes y bailongos y dices ¡Guay!, los escuchas hablar y dices ¡Arf! Ves a los profesores comportándose como los profesores de la serie americana y dices ¡Horreur!. Te gastas unos cuantos miles de euros en producir un programa de cantantes y resulta que te sale Factor X y Operación Triunfo. Telecinco a convertido la divinidad de la televisión en una rueda de identificación de una comisaria. Sin embargo ves a Elvis, pasado de kilos,vestido como una especie de monstruo, sabiendo que en sus últimas actuaciones en Las Vegas tenía que llevar pañales -la incontinencia provocada por los calmantes- entonando las primeras frases de Suspicious Mind y descubres lo sublime, a un tipo que trabajaba de camionero y hubiera seguido así, seguramente hsta hoy, si no se le hubiera ocurrido grabarle a su madre una canción por su cumpleaños. No lo hizo porque pensara que sabía cantar mejor que nadie, lo hizo por que sólo tenía cuatro dólares en el bolsillo y grabarle un disco costaba justamente eso.
Diego "El Cigala" acudió al estreno de Calle 54 con sus primos, sus hijos y su mujer para ver bailar a Tomasito, amigo del alma, que salía en la película acompañando a Chano Domínguez. Entraron tarde, los críos llevaban en la mano todavía hamburguesas de un burguer cercano. Se sentaron haciendo ruido y El Cigala comentó en alto: "¡Mira el Chano! ¡Qué gordo está!" cuando vio al pianista en la pantalla. Minutos más tarde vio en pantalla a Bebo Valdés y comentó "¡Válgame!" cuando se entero de que Bebo y su hijo llevaban sin verse dos o tres décadas. Después lo escuchó tocar Lágrimas al piano, siguiendo embelesado el ritmo de la canción. Mucho más tarde, en la fiesta que se dio en el Restaurante Hispano se dirigió a Fernando Trueba y le dijo: "¿No ha venido el señor ese mayorcito? Es que me gustaría hacer un disco con él". Diego El Cigala, pese a sus enormes capacidades como cantaor, sólo había grabado un éxito hasta ese momento. Se llamaba "Endevel". Luego, luego ya es otra historia. Patatas fritas con mejillones o mejor.
8 comentarios:
Estimado Insustancial: lo dicho por Vd. se ajusta perfectamente a mi teoría del tandem "Sublime vs. Chorra" (entiéndase el segundo término como "algo rayando lo infraestúpido" y no como "órgano reproductor masculino").
Esa fina línea de la que Vd. habla, no obstante, creo que debería ser atravesada con más alegría: ni todos los días uno desea meterse al cuerpo "Nocturno hindú" de A. Tabucchi (¿se la había recomendado ya? ¿no?) ni es sano para el cuerpo enchufarse en vena como costumbre "el-típico-best-seller-que-en-realidad-es-un-manual-de-instrucciones-de-un-submarino" (Ian McEwan dixit).
El punto medio es peligroso porque puede resultar en ocasiones sinónimo de sequedad... no mojarse, vamos. Defendamos las posturas radicales como pequeños placeres esporádicos. Naveguemos entre Vila Matas y "Los Bingueros"... la travesía será muy enriquecedora.
Matemos a Belén Esteban (sé que esto no tiene mucho que ver con lo anterior, pero es que si no lo digo, reviento).
Por cierto, afectadísimos y puenteros saludos.
derechista, creyente y conservador, desquiciado por el vicio
Lo de siempre, a Dios rogando y con el mazo...
Con los años descubres que es importante tener un estómago a prueba de bombas. Otra cosa distinta es tener un estómago donde quepan bombas...
Hay espacio para todo (no en el estómago, eh), y se puede disfrutar tanto de lo divino como de lo patatero. El punto medio es más insípido.
Doy gracias por no haber llegado nunca a la fase "barra libre" de una boda. Ya sabe, yo me quedo en la de la comida precongelada, la tuna, la tía que canta jotas -bien- y el espontáneo de turno que se lanza al brindis hortera por los novios (siempre he querido que se declare a la novia, se joda la boda y haya algo interesante de lo que hablar durante un mes)
En otro orden de cosas, el otro día reflexionaba sobre las crisis religiosas de los grandes músicos. A cada uno le ha tocado la suya, aunque la de Cat Stevens se lleva la palma, todo hay que decirlo.
Por cierto, le recomiendo encarecidamente boquerones encima de una tostada untada con paté de olivas negras,manjar de dioses cuando no hay tiempo -o mucha resaca- para bajar a tapear en domingo. En mi caso las nuevas lays sabor cebolla caramelizada y vinagre de módena se están convirtiéndo en cadena perpetua para mi colesterol.
Un abrazo!
Merhaba Mr. Insustancial,
Me quejo de que esas papas de bolsa, aceitosas, cutres a más no poder, son el reflejo de las otras papas, esas que ya no encuentro, esas de churrrería en mi infancia barcelonesa: baratas, tostadas, también muy aceitosas y metidas en una "paperina" de papel estraza, tan monas ellas. Mismamete como el obrerito cantor. Mismamete resvaladizo como Mr. Dylan. Ese héroe que fuera y que, quien más quien menos, canturreó yendo hacia el colegio o la fábrica ...is wlowin'in the wind.. the answwer my friend... y eso...
Pero ahora ese tipo, al revés de lo que ha ocurrido con Lou Reed (¡amo a Lou Reed!), ese tipo nos toma a todos por alimañas, por cucarachas o algo peor. La actitud de Dylan, las aptitudes de Dylan, y me oriento con el que creo es su último trabajo "Modern times" (una verdadera cagarruta) una verdadera cagarruta que parece un chiste para cachondearse de los incautos fans, esas aptitudes, ya no solo como "artista" sinó como "humano" parecen haberse esfumado con el humo del último tren que pilló para salir pitando en dirección contraria de los que le llenan los bolsillos de plata.
Y parece mentira que ese tipo comenzara de esa manera, de prestadillo, sin un puto duro ni una puta cama en el que dormir. Ahora huye por lap uerta de atrás de los escenarios para que la mugre de esos tipajos (y eso que es "de izquierdas") sudados no le llegue ni a rozar... Menuda mierda!!! ¿ya no se puede creer en nadie?... tal vez acabemos como esos lindos gatitos americanos, escuchando las canciones "de misa" que Alan Jackson y sus secuaces nos ofrecen como camino de salvación... pero esa es otra maldita historia.
Mejillones ¡que buenos! me comería seis latitas de esas, en escabeche, Mmmmmhh!!
Yo quiero también una bolsa de potar. Quiero una para poder potar y después escribir mi carta a todos los medios de comunicación ma-ni-pu-la-do-res que llevan la gallina al corral de papá mandón. Esa carta, muy bonita y con rima fina fina (del tipo Antonio Gala, ese amigo del poeta desfallecido, fusilador de Estanbules) sería el colofón de un eructo, de una patada en la entrepierna, de un trago de gasoil B., del rostro enfermo de la decepción, la rabia y la sublevación.
¿qué hay de Grecia amigo?¿qué se contó hoy en las noticias de Tele5, en La 1, en las otras... Te contaron cositas que huelen a pis, que saben a... y después la verdad flotará con el viento y todos aplaudiendo seremos testigos del entierro multitudinario, de la triste despedida de un mártir más, de un perdedor entre la masa, vacía, desorientada y triste.
Pero esa, mi amigo, es también otra historia.
Me largo (con la mente y el alma) a Grecia, a mirar como los mozos perpetran "queimadas" para calentarse esas manos en el frío invierno heleno... me estoy yendo... ya me fuí, hacia lo divino, hacia Dios (adios hacia Dios).
Saludos encendidamente insustanciales.
Se-e-la-Mmmmmmmh !!!
Hola a todos aliados de la noche,
Grom,
Hay que extender esa teoría, predicarla y darla a conocer si puede ser con una trompeta y una cabra.
A mi me enternece Cash en todos los aspectos: un tipo de pueblo que canta como los ángeles y es capaz de arrastrar todas sus taras como querer ser John Wayne y aparecer en pelis de serie B, arrastrar una especie de alcoholismo genético y luego cantar como los malditos ángeles. De hecho el menda lerenda grabó su famoso directo en la prisión de Folsom porque había vivido muchos años del cuento de haber sido ex presidiario. Hay que saber estar en los dos laos y zamparse una cucharadita de una cosa y una cucharadita de la otra pero sin perder la prespectiva...que a estas alturas de puente creo que está finiquitada por mi parte.
Manu,
Ay, el centro...esa quimera...dicen que el va hacia allí jamás regresa...jajaja...que se lo digan a Gallardón.
M,
Pues a la barra libre hay que llegar,siempre. Aunque sea para ver como alguien le intenta pegar a un primo suyo por un trozo de una linde. Ay, estuve yo en una boda donde el hermano del novio trató que otra invitada se fugara con él. Juraba que si lo hacían les regalaría otra boda igualita que esa, un mercedes y 6.000 euros para la fuga...el alcohol, que bien sienta a veces...en todo caso que se sepa que no tengo hermanos y que la anécdota es verídica.
Hoy mismo en la comida hablaba con el maestro Clavijo sobre la conversión de Cat Stevens al islamismo y su daño colateral: que se ha puesto un nombre horrible, Al Yussuf. Que suena mal. Inmensos cambios de acera religiosa: Isaac Hayes que se hizo cienciólogo, el guitarra de los Nine Inch nails que se convirtió al cristianismo radical, Sammy Davies Jr. que se convirtió al judaismo...como decía Genis de Astrud el mundo del pop deja tanto tiempo libre...
Me apunto esa rica receta y, por cierto, espero noticias de la Zambrano y me quedo mucho más tranquilo sabiendo que andas de nuevo por aquí.
Un abrazako a todos, de esos de padre y muy señor mío. Gracias.
Merhaba Enric!
Como entramos al tiempo ha procesado tu entrada tarde...
Ay los sabores de la infancia: ¿Sabías que el dueño de McDonald´s abrió un restaurante en el primer parque Disney porque había encargado un estudio de mercado que le comentaba que aquello que comes durante la niñez se queda para siempre regsitrado en la memoria? Que puta la memoria, con sus juegos...
Te recomiendo encarecidamente que leas el primer volumen de las memorias de Dylan donde se diña, literalmente, sobre sus fans sesenteros y explica porqué ha estado huyendo toda la vida...interesante y revelador. Yo a Dylan le perdono casi todo porque me lo hace pasar muy bien e interpreta a la perfección el único papel que sabe interpretar: el de Bob Dylan.
Lou Reed, el gran Lou, tan moderno siempre que es una cosa estupenda ya sea para recitar en catalá que para soltarse cantando Sweet Jane. Sí, efectivamente cree que todos somos más o menos basura y que somos incapaces de entender la trascendencia final de su obra. Por eso sufren (Dylan, Reed, Van Morrison) porque te miran y creen que los adoras a ellos y no a su música. Una cosa extraña.
Las bolsas de los aviones para potar deberían de llamarse "bolsas para potar" y no "bolsa de no se qué" quedaría todo mucho más claro. Seguramente tan claro como queremos que quede lo de Grecia. Pese a que se habla con ligereza de "grupos violentos" al final siempre acaban muriendo los mismos. Este es el juego y a él hay que jugar, las noticias suelen comparar al que va armado con una pancarta que al que va con una defensa y un escudo. Lo que hay que hacer es recibir la noticia y procesarla convenientemente...ya sabes a qué me refiero. ¿Telecinco? ¿Esos no son los que contratan macarras para entrevistarlos?
Un abrazo grande y salud camarada.
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