miércoles, 19 de agosto de 2009

Apuntes para un nuevo programa de TV


En el Saturday Night Live presentado por Jason Bateman en 2005 (y que emite estos días Canal +) hay un espectacular sketch coprotagonizado con Darrell Hammond. Bateman hace de presentador de un programa de Televisión y Hammond hace una de sus imitaciones -clavadas- de Sean Connery que es el invitado estrella. El programa se llama: "Un mono tirando caca a la cara de un famoso". El formato es sencillo: llevar a un famoso al plató del programa, diciéndole que se va a hablar de otra cosa, para que en un momento de la entrevista un mono le lance sus heces a la cara.

Fernando Trueba dirigió un programa en 1993 llamado "El peor programa de la semana", muy cercano a la filosofía de SNL, en el que Anabel Alonso y Pablo Carbonell protagonizaban un sketch de un programa llamado "¡A hostias!" en el que se invitaba a los espectadores a seleccionar a un famoso para que fuera invitado al programa y poder ser convenientemente hostiado en público.




No sé si se acuerdan pero "el peor programa de la semana" era inteligente y divertido, malhablado, independiente y se permitía el lujo de reírse de todo el mundo con esa inconsciencia propia del que parece no conocer muy bien el país en el que realmente vive.

El sketch que basa su comicidad en un programa de televisión que jamás podría emitirse ya era viejo y fue ensayado por Monty Python en su Monty Pytho Flying circus bajo el nombre de "Blackmail" (chantaje"). Esta vez Michael Palin interpretaba al presentador de un programa que se dedicaba a seguir a anónimos ciudadanos y les pedía una suma de dinero para no desvelar los líos que tenían con sus vecinos, desfalcos en empresas y cosas así. Curiosamente Emilio Aragón, dentro de su desgraciadamente olvidado "Ni en vivo ni en directo" (1984), interpretó un sketch clavado.


Espero que dentro de poco cualquiera de estos sketches atraviese la frontera que existe entre la idea descabellada y la realidad para convertirse en un programa. De hecho, teniendo en cuenta el placer que los programadores de las diferentes cadenas de televisión tienen por esos formatos-monstruo en los que sin empacho se mezclan varios formatos de diferentes procedencias podemos disfrutar de un programa que:

A) Engaña a todos los invitados que van hasta el plató.


B) Se les lanza caca de mono a la cara.


C) Se les chantajea.


D) Se les invita a fostiarse o a ser fostiados.


No dudo de que la sobremesa de nuestras cadenas necesita un programa espectáculo de estas características. Sería vibrante, sería divertido, sería sangrante pero, sobre todo, nos permitíría descubrir que lo que mejor se nos da en este país no es hacer reír si no inventar fórmulas para reírnos de los demás.

Y, claro está, para arrancarle mucha más audiencia al asunto no habría mejor cosa que ponerlo en horario de sobremesa que es donde parece que se ha trasladado la batalla por el share actualmente.

3 comentarios:

eduardoritos dijo...

No siempre acabo de pillar las ironías, así que te pregunto... ¿pero ese programa no existe ya?

Paria dijo...

Llegaste tarde porque el programa piloto se emitió hace poco, creo que el invitado fue Jimmy Jimenez Arnau, al que le trabajaron el craneo a base de pie de colaborador, ya sabes, tele 5 siempre apostando por la calidad.

Señor Insustancial dijo...

Solo puedo decir una cosa...

¡Cabrones!

Un abrazo.