lunes, 10 de agosto de 2009

Jacobinos, girondinos, dos francesas y el uso de la libertad


Marie-Jeanne Roland de la Platiere está considerada como uno de los personajes más influyentes de la Revolución francesa. Ligada ideológicamente a la facción girondina, como su marido Jean Marie Roland, Marie-Jeanne no ostentaba ningún cargo público por la sencilla razón de que las mujeres no podían ni siquiera votar...algo que se contradice un poco con el lema "liberté, egalité et fraternité".

Eso no fue obstáculo para que Madame Roland se convirtiera en un personaje conocido dentro de los círculos políticos, escribiera artículos de fondo en prensa pero, sobre todo, sirviera como catalizadora de las diferentes facciones de la Revolución invitando a los salones de su casa a cualqjuier dirigente fuera girondino o jacobino. Lúcida, inteligente y tremendamente formada pronto sus cualidades comenzaron a hacer saltar las alarmas y sus virtudes, que hubieran sido aclamadas en cualquier hombre, le hicieron ganarse fama en París de ladina, manipuladora y, sobre todo, ambiciosa.

Antes que nadie la Roland sospechó que las luchas internas por el control de la recién nacida República eran un elemento más peligroso para el desarrollo revolucionario que el contínuo asedio de las monarquías colindantes y que el poder estaba comenzando a corromper el fin último de la toma de la Bastilla.

Cuando el enfrentamiento entre la Montaña, nombre que recibían los diputados que se sentaban en la parte más alta de la asamblea y que estaban formados por una mayoría jacobina, y los girondinos comenzaba a ser ya sangrante, en todos los sentidos, los Roland elevaron una queja a la cámara en la que denunciaban estos hechos y los excesos de algunos cargos públicos en el desarrollo de sus funciones.

Seguramente esos comentarios proferidos unos meses antes hubieran pasado completamente desapercibidos pero muy pronto los jacobinos comenzaron a pensar que semejantes comentarios eran demasiado graves como para no ser considerados como "derrotistas" y "desafectos a la causa" y cayó sobre el matrimonio, pero sobre todo sobre Madame Roland una carga de denuncias y de publicaciones de libelos que provocaron que la propia dama se presentara ante la Asamblea para, personalmente, aclarar los hechos.

Sin embargo, y pese a su elocuencia, el 1 de junio de 1793 Jeanne-Marie fue apresada. Su marido corrió mejor suerte y pudo huir a Ruán. Confinada en La Conciergerie se dedicó a escribir unas flojísimas memorias (Appel a l´impartialité posterité) y a sobrevivir al encierro pensando que aquello sólo sería un incidente que se resolvería rápidamente.

Para su desgracia el 11 de julio de 1793 Charlotte Corday, también girondina, se presentaba en casa de Jean-Paul Marat con la excusa de presentarle una lista de antirrevolucionarios que se esconden en Normandía, lugar en el que ella reside. Marat, enfermo de la piel, recibe a la Corday mientras se da un baño terapéutico. Interroga a la muchacha que le da ocho nombres que el político apunta en un papel. No le da tiempo porque su interlocutora lo apuñala en el pecho. Será ajusticiada el 17 de julio después de un juicio sumarísimo.

El asesinato de Marat impulsa las tésis jacobinas de aplicar medidas de terror para acabar con los enemigos de la Revolución bueno, y también, con los enemigos de los jacobinos lo que precipita el final de Madame Roland que entiende que no saldrá de la cárcel de camino a su casa si no de camino al patíbulo. El 8 de noviembre es trasladada a la Plaza de la Revolución (paradójicamente la actual Plaza de la Concordia) y sube al patíbulo pero antes de ponerse de rodillas se inclina teatralmente frente a la estatua dedicada a la libertad que adorna el enclave y dice estas palabras:

"¡Libertad! ¡Cuántos crímenes se cometen en tu nombre!"

La noticia llega a oídos de su marido, en aquél momento escondido cerca de Lyon, que se suicida dos días después.

La historia de Madame Roland y de Charlotte Corday me vino rápidamente a la memoria cuando leí una frase que Michael Blomkvist, el indisimulado alter ego de Stieg Larsson, dice en uno de los párrafos de "La princesa en el palacio de las corrientes de aire", en el que explica que todas las leyes suecas se basan en la sacrosanta libertad de expresión, y que es algo así:

"Muchos de los fanáticos de la libertad de expresión son pederastas o ultraderechistas".

"Hostias, que cabrón" dije para mis adentros removiendo al pequeño amante de los derechos constitucionales que hay en mi, cerré el tocho y reflexioné (no estoy acostumbrado y me hice daño) que, en realidad, Blomkvist/Larsson tenía ciertamente razón y que, en estos cochinos tiempos, la palabra "libertad" comienza a tener un uso que utilizado según en qué bocas crea un ambiente más nervioso que el de una boda de la Mafia.

Digamos así que cual jacobinos chiflados muchos medios de comunicación de indisimulada postura ultraderechista -no confundir con esos señores rapados que tan bien viene azuzar de cuando en cuando en contra de las personas desarmadas y entiéndase el término como "aquello que se coloca más allá de lo que puede ser una postura política conservadora humanamente tolerable si es que eso existe y es juicioso pensar que la historia dice que no"- vienen invocando su derecho sacrosanto a "expresarse libremente" creando la sensación entre sus espectadores, radioyentes o televidentes que, en realidad, no se les permite hacerlo. El número de publicaciones digitales y analógicas, cadenas de radio y licencias televisivas dirán lo contrario pero siempre está bien posicionarse en el victimismo cuando uno se dedica profesionalmente al exabrupto.

Atenerse a la "libertad de expresión" es lo que suele hacer el tertuliano de turno unos segundos antes de soltar un berrido y es una acción que popularmente se conoce como "poner la tirita antes de hacerse la herida".

Si bien la "libertad de expresión" es un derecho que permite que cualquier ciudadano (incluso el más imbécil y el que ganaría un concurso global de decir idioteces) pueda decir libremente lo que opina (incluso el menos informado y el más asno de todos) lo cierto es que dicho derecho es incompatible con la publicación de falsedades, la emisión de eructos proyectados contra la cara de este o del otro y un largo etcétera de chismorreos, verdades a medias y, en general, libelos empaquetados en forma de noticia. En fin: no es que uno pueda publicar lo que quiera, que es lo que parece que quieren darnos a entender, si no que uno públicamente puede opinar de lo que quiera sabiendo que tendrá que atenerse a las consecuencias de sus propias palabras o actos que es lo que, en todo momento, esta pandilla de "amantes de la libertad" quieren evitar a toda costa.
Así, la única defensa de Losantos ante el alcalde gafotas en los juzgados fue murmurar que estaba expresando una opinión personal pese a que, bien sabía, Don Federico que esa "escuela del periodismo español" de la que hablaba Francisco Umbral y en la que nos hemos criado todos tiene más de opinión que de información o, al menos, tiende recurrentemente a impregnar lo segundo de lo primero.

Los medios populistas norteamericanos, que es en los que nos fijamos todos, saben bien que acudir a la palabra "libertad" se convierte en una jugada en la que todo son ventajas: aumenta los dividendos, fideliza a los clientes, crea la sensación en los mismos de que se está ante una información veraz (nadie dudaría de unas buenas personas que tienen en tan alta estima un derecho tan inalienable como este) y, sobre todo, evita las demandas judiciales o, por lo menos, predispone a enmarañar los procesos y a convertirlos en eso que se llama "procesos mediáticos" lo que aumenta la publicidad sobre los medios y etcétera, etcétera...

Pensemos en esta secuencia: Periquito C. trabaja en una tertulia televisada y llevado por el frenesí opinativo dice que el Señor X es un mangarrián sin escrúpulos que quiere que las muchachas aborten con diecisieis años para podérselas "jincar" sin utilizar condón. ¿Una barbaridad? No tanto, digamos que es una opinión que han mantenido algunos "informadores" sobre el asunto de la nueva ley del aborto.
El caso es que el Señor X está en su casa zapeando y escucha decir semejantes cosas a Periquito C. evidentemente sus hijos y su señora están en el salón y lo miran mal porque acaban de descubrir que el pater familias es, en realidad, un sátiro que maneja la legislación vigente para permitir que sus amantes adolescentes puedan abortar en caso de desliz.

Al día siguiente el Señor X acude desencajado al céntrico (y coqueto) bufete de su abogado y le pide que ponga una demanda contra el lenguaraz de Periquito C.

Cuando Periquito C. se entera de que el Señor X ha acudido a la vía judicial Periquito C., que no tiene muchos escrúpulos, se armará de razones y comenzará una defensa pública de su derecho a la "libertad de expresión" como si esta fuera una refulgente coraza que le permitiera evitar todos los mandoblazos de su enemigo y, unos segundos más tarde, hablará de que el Señor X, no contento con querer que las adolescentes hagan tiempo en la clínica abortista antes de acudir al botellón, intenta ponerle una mordaza a los medios veraces y libres recortando su derecho, claro está, a la libertad garantizada por ese derecho para decir lo que le venga en gana.

Olvida, claro está, que el Señor X tiene también derecho a no tener por qué aguantar injurias, entre otras cosas.


Como ya saben ustedes nuestro país tiene una libertad de expresión tan amplia que es el único país de la UE (y creo que de toda Europa) en el que se puede vender e imprimir "Mein Kampf" de Adolf Hitler y que algunas editoriales españolas se lucran vendiendo al extranjero copias en diversos idiomas de dicha obra. También lo hacen con los textos revisionistas de David Irving (condenado en Austria en 2006 por un delito de negacionismo tipificado en el código penal austriaco y también en el alemán donde la prohibición llega también a la exhibición pública de símbolos nazis e incluso a hacer el saludo romano...bien lo saben algunos miembros de Ultrassur que fueron detenidos al bajar del autobús en el mismo instante en que saludaron a sus camaradas alemanes de esa guisa) y con el bestseller "El mito de los seis millones de muertos" escrito por el excelso David Hoggan y que sigue vendiéndose con la misma alegría que cuando se publicó en los años 50.

Nuestra libertad de expresión es tan amplia que no tenemos una ley que impida enunciar a un profesor en un centro educativo o a un borracho en un bar cualquiera de las mentiras sobre la no existencia del Holocausto o, de manera más cercana, parece ser que no hay empacho en que cualquier persona (usando una tribuna más alta o más baja) profiera loas o frases de enaltecimiento del régimen dictatorial de Francisco Franco y es público y notorio que nuestros revisionistas de la Guerra Civil alcanzan unas jugosas cifras de ventas escribiendo libelos fascistoides y hagiografías de este o del otro criminal de guerra o, por el contrario, perfiles muy poco adecuados, cuando no directamente difamatorios, sobre este u otro personaje republicano sin que se pueda hacer nada más que acordarnos todos los días de que "la historia la escriben los ganadores" y regocijarnos en el fair-play que demuestran no ya los derrotados si no también los descendientes de estos que, al parecer, no tienen la posibilidad de defenderse de la calumnia impresa.
Es cuanto menos paradójico que un grupo de informadores, empresarios de los medios e intelectuales de todo pelo demuestren a diario su complacencia con el régimen dictatorial o, al menos, una línea de pensamiento que tiende a sostener que la dictadura fue un mal menor comparado con lo que hubiera pasado si hubiéramos caído en manos de los comunistas (al parecer todos tienen en casa una bola de cristal que les permite generar ucronías) y, pese a todo, demostrar ese enorme amor a la libertad y a todos los derechos que gracias a ella se conforman en nuestra Constitución.

Una libertad que, al parecer, no quieren para otros que también hacen una apología directa de la violencia. Digamos que si aplicamos ese "todo vale" no tiene ningún sentido que andemos poniéndole la mano en la boca a los abertzales porque, seamos serios, si apología de la violencia es decir "ETA mátalos" o garabatear una pintada de amenaza con el nombre de un tipo rodeado por una mira telescópica también lo es ser complaciente con los crímenes de estado de una dictadura o, incluso, decir que el Presidente del Gobierno es un ateo que mata bebés...¿o es que alguien se cree que cuando se señala a un tío con el dedo diciendo que es un genocida de nonatos no se está invitando a unos cuantos chalados a pegarle un tiro? ¿Alguien se cree que esas campañas sobre la ruptura de España que venimos sufriendo no animaron al Teniente General Mena a leer ese discurso en la Pascua militar de 2006 en el que advertía que de una de las consecuencias de la aprobación del Estatuto de Autonomía de Cataluña podría ser la intervención del ejército al amparo del artículo octavo de la Constitución? ¿Alguien ve alguna diferencia entre esta amenaza y otra escrita en un panfleto y dibujada en una pancarta? Que no sea el pasamontañas, quiero decir...?A que no saben qué medio defendió públicamente la "Libertad de expresión" como ciudadano del Teniente General Mena, por su cargo con más de 40.000 soldados a su servicio en ese momento, y publicó enardecido el discurso íntegro justificándolo desde todos los puntos de vista posible? ¡Pues pincha aquí! ¡Seguro que no te imaginas quién fue!


No está de más echarle un vistazo a la carta que la policía le requisó a la asesina de Marat, Charlotte Corday, y que decía así:

"Dirigido a los franceses amigos de las leyes y de la paz.

¿Hasta cuándo, oh malditos franceses, os deleitaréis en los problemas y las divisiones? Ya bastante y durante mucho tiempo los facciosos y bribones han puesto su propia ambición en el lugar del interés general; ¿por qué, víctimas de su furor, se han destruido a ustedes mismos, para establecer el deseo de su tiranía sobre las ruinas de Francia?

Las facciones estallan por todas partes, la Montaña triunfa por el crimen y la opresión, algunos monstruos regados con nuestra sangre conducen estas detestables conspiraciones... ¡Trabajamos en nuestra propia perdición con más celo y energía que el que hemos empeñado jamás para conquistar la libertad! ¡Oh francés, un poco más de tiempo, y no quedará de ustedes más que el recuerdo de su existencia!"

Y es que la libertad es como la Thermomix que todo el mundo la quiere pero que cuando la tienes no tienes ni puta idea de cómo utilizarla...

Aunque el peor crimen que se ha podido cometer contra la libertad es este...

6 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Demasiado fanático junto. Por algo hoy los historiadores exaltan mucho más la Revolución americana.

eduardoritos dijo...

Mientras leía, me acordaba de la frase "todas las opiniones son respetables".
Pues no, señores, no todas las opiniones son respetables. Y se debería dejar fuera de juego a más de uno que suelta perlas en los medios.
Pero vaya, que con eso de la libertad de expresión, vamos daos.

Fer dijo...

Estimado Señor Insustancial:

Vuelvo de mis cortas y acaloradas vacaciones y me encuentro con esto. Como aunq no asome mucho el pelo, leo todo lo que publicas (así me estoy quedando, pero es uno de mis ratos de placer al que no estoy dispuesto a renunciar in motu propio) hoy me encuentro con cierto retraso pero no quería dejar pasar la oportunidad de comentar algunas cosillas.

Opinar es libre, pero puede tener consecuencias pues por encima de la opinión está la verdad y la ley. JA!

Que sí, que debería ser así, pero no nos lo creemos ni muy borrachos; bueno, muy borrachos menos...

Por un lado, para hacer uso de la opinión hay que demostrar que se está en posesión de la verdad, cosa que puede ser jarto difícil en según qué casos, porque hay que demostrarl la verdad usando los métodos que la justicia considera válidos puesto que está más que extendido que la gente miente por amistad o interés con una facilidad pasmosas.

Por otro lado, para que una opinión tenga peso debe existir público, y claro, eso es mucho más difícil... Además, teniendo en cuenta que está bastante extendido entre la prensa de nuestro terruño que la noticia sea que el periodista de la noticia las opiniones que se extienden son tratadas por las personas como lo que son, sesgos de la realidad.

Pero eso se puede leer hoy día barbaridades de todo tipo y medio que mienten más que hablan, a sabiendas de ello. Esta sensación me la llevo cada vez que mi mando a distancia me hace pasar por un canal que se llama intereconomía y que quedaría mejor definido como política económica del "prepostfranquismo" moderno. El concepto de prepostfranquismo no es mío, es de Eduardo Mendoza.

Has comentado sobre el aborto y las barbaridades que se dijeron al amparo de un proyecto de ley, y las cosas de los estatutos de autonomía, como buenos ejemplos. Yo me hubiera decantado por la tregua de ETA, que fué mucho más cantoso, o por el tremendo despliegue de medios e insultos que se está montando alrededor de los problemas de corrupción de unos cuantos que no tienen manera de tapar sus vergüenzas. Esto porque es loq ue está ahora de moda, aunq bien podríamos mirar algunos años atrás y encontrar la otra cara de la misma moneda, que esperemos que haya aprendido, aunq sea sólo en parte, aquella lección. Pero el problema está en la impunidad...

Pero me estoy tirando por el camino de lo serio, y nada más lejos de mi intención. Hablando de impunidad, me gustaría ponerme en la situación en la que una tropa de jueces en paro (aunq quizás no haya jueces en paro, no sabría decirlo...) se dedicara a desgranar cualquiera de los programas del corazón y a aplicar con mano férrea la ley en todo lo que se dice. Me temo que volvería a subir el paro pero podría ser la risa.

Te considero un valiente por haberte metido en el lodazal que supone hablar de la libertad de expresión, y espero no haberte aburrido demasiado. Un abrazo

Señor Insustancial dijo...

Hola aliados de la noche,

Supersalvajuan,
Me parece bien que se estudien ambas revoluciones pero, de verdad, que me parecen diametralmente opuestas. La Revolución americana está marcada por ser una revuelta independentista contra la polis británica. Las ideas de la revolución americana no nacieron para extenderse si no más bien para quedarse mientras que creo que el espíritu de la Revolución francesa es más universalista.

Pero todos son opiniones.

Sobre los diferentes fanatismos no hay que olvidar las peleas entre Adams y Washington o la división de los padres de la Constitución americana entre los que no creían en la esclavitud y los que la toleraban como una forma de negocio más.

Eduardoritos,
Estoy de acuerdo contigo en que no me gustan algunas opiniones y en que creo firmemente que hay que perseguir ciertas ideologías. Por desgracia, y como hablamos en términos de absoluto, para que esto ocurra tendría que existir un enorme consenso social entre lo que debe de desaparecer y lo que no. Algo que los taitantos años de franquismo no permite llevar a cabo.

FER,
Utilizar un tema como este para un post es complicado porque siempre podría parecer que uno está a favor de que se instituya una policía de la verdad que se dedique a meter a la gente en campos de concentración. No es el caso,claro.

Estaba más tranquilo en el sentido de que la gente que me lee es poca y que creo que no se va a asustar a estas alturas del partido si digo que estoy a favor de prohibir ciertos partidos políticos o, al menos, que reciban fondos públicos para cometer sus tropelías.

De verdad que creo que uno de los males de este país nuestro es su falta de formación cívica y democrática lo que permite que ocurran cosas que sonrojarían a cualquier país medianamente civilizado. Para nuestra desgracia tenemos que vivir con una clase política que demuestra tener muy pocas luces y un vecindario que, por regla general, se encuentra un poco perdido en lo que a nuestro sistema se refiere. Este es un lugar donde, al parecer, los politicos se arrogan inconscientemente la potestad sobre la vida pública y siempre dejan bastante claro que las mejoras en nuestras ciudades es gracias a ellos, en realidad, lo que parecen decir es que están haciéndonos un favor olvidando la mayoría de las veces de que lo que gestionan son fondos que salen de nuestros impuestos y detentan un poder entregado por nosotros en las urnas.

Después de esta confusión intencionada cualquier cosa es posible y una de ellas es la utilización interesada del sistema para ayudar a unos pocos a seguir arriba o, por lo menos, ayudar a estar lo antes posible arriba.

Si el periodista jalea y no ayuda a explicar los hechos participa de esto porque sabe que es bastante mejor estar al lado del señor tal que lejos de sus ruedas de prensa.

la impunidad es algo que concede nuestra clase política y nuestra clase judicial con asombrosa ligereza y luego pasa lo que pasa o sea, que nuestros medios se convierten en un circo.

Es complicado hablar de estos temas porque, ya digo, siempre puede parecer uno un intransigente comisario político pero es que, de verdad, estoy hasta las narices de tener que tragarme tanta porquería en boca de tanto sinvergüenza y que no haya posibilidad de, al menos, protestar airadamente o de, por lo menos, contribuir humildemente a explicar por qué ocurren.

Gracias por tu comprensión

Y gracias a todos,

Un abrazo grande.

moonriver dijo...

¿De verdad crees que debería estar prohibida la publicación del "Mein Kampf"? Todavía no lo he leído, pero estoy segura de que hacerlo es la única forma de darte cuenta de lo aberrante que puede ser creer en la superioridad de una raza, especialmente de la aria, que todavía no entiendo por qué todo el mundo la considera tan perfecta.

Por otro lado, no deja de resultarme chocante que en este nuestro país de la libertad de expresión se ataque con tanto ahínco a la dictadura franquista y todas sus represiones, fusilando verbalmente a cualquiera que se incline ligeramente hacia la derecha y ensalzando a esos sabios que han descubierto en la izquierda la solución a todos los males de la humanidad. Parece que la dictadura comunista de la URSS era el paraíso, que allí no se cometió ningún genocidio, ni existieron campos de trabajo, ni torturas, ni una férrea censura, ni la privación de prácticamente cualquier tipo de derecho individual e incluso colectivo.

Así que me cuesta entender por qué si eres de derechas te conviertes automáticamente en un nazi matajudíos, pero si eres de izquierdas eres una hermanita de la caridad que jamás dañaría a una mosca.

Seamos serios, por Dios. Y expresémonos con toda la libertad del mundo. A lo mejor el problema de Losantos es que, hasta Gallardón, nadie se había sentido injuriado. Y si alguien se sintió así, ¿por qué no lo denunció ante los Tribunales como el alcalde de Madrid? Para eso están, digo yo.

ALMA dijo...

Hola: saludo desde Argentina. Llego a este blog y leo este articulo con respecto a la prensa ultraderechista y justo en este momento en mi pais esa prensa le hace una operación de desestabilización a la presidenta del país (que no digo es la mejor del mundo pero si de los gobiernos que hemos tenido antes). Me parece vergonzoso que este tipo de multimedios usen a los periodistas y estos se dejen usar para publicar mentiras, pero es como si creyeran que uno vive en la luna y se iria a creer las terribles mentiras y exageraciones escondiendose detras de la libertad de expresión sinceramente eso es un asco. Bueno muy interesante el blog y ya está en favoritos. saludos