jueves, 20 de enero de 2011

El rostro de Italia


Yo no me imagino lo que tiene que ser levantarse por la mañana y descubrir que te ha cambiado la cara. Fíjate, la que se monta, la pequeña tragedia, que supone mirarte al espejo y ver que te ha crecido un grano, uno de esos granos rojos con una puntita de pus tan asquerosos como para, de pronto, mirarte en un espejo y descubrir que tu cara es completamente diferente a la de hace un mes. 

¿Se acuerdan del síncope nervioso que sufría el Joker interpretado por Jack Nicholson en "Batman" cuando descubría que su cara no era la de Jack Nicholson si no la de un bufón impreso en un naipe? 

Los retoques esos que se han puesto tan de moda quieren pasar desapercibidos. Una chica se pone 200 gramos más en cada pecho y asegura que se ha hecho un retoquito pese a que, maldito machismo, cada vez que pasa por una obra uno o dos simpáticos albañiles operarios regurgiten a corto un intenso "moc-moc" y acompañen el sonido con un mimo perfecto del gesto que hacía Harpo al apretar su bocina. "Moc-Moc",  qué cachondos,  España es un país de cachondos por eso estamos como estamos: a la cabeza de Europa en términos de sandunguerío. 

La duda me recorre el cuerpo cuando se habla de peluquines: un tipo es calvo, al día siguiente aparece con un pelo estupendo, así como si no pasara nada, al bar donde se toma todos los días el café. ¿Espera que el asunto pase igualmente desapercibido? ¿Que la gente no caiga en la cuenta de que esa cabeza está repleta de un pelo vigoroso de sospechoso negror y parecido al de Lorenzo Lamas? ¿No se preguntará el camarero si no es un milagro que algo crezca tan rápido en un terreno, aparentemente, tan baldío? 

Los que se ponen en manos de eso que se llama Centros o Clínicas de estética corren muchos riesgos. Sólo hay que escuchar las cosas que cuenta la gente por ahí, ver uno de esos reportajes donde un tipo dice "hay que cortar este hueso", "hay que limar esa costilla", "hay que poner esa piel de pompis en esa frente" para saber que no nos enfrentamos con un simple: "póngame sobre la cresta del domo un pelucón de Luis XIV, por la sangre de Thor, que quiero estar juvenil". 

Yo me imagino a Don Silvio Berlusconi el día que fue a la Clínica y le dijo al cirujano: "Chapa y pintura, dottore, chapa y pintura". Y ahí va el buen señor a pegar cortes y tijeretazos para...¿para qué? Il Cavaliere apareció como dos meses después con la misma cara que tiene su figura en el Museo de Cera de Madrid, más tensa que la piel del tambor del 1er. Tercio de la Legión, vestido de blanco nuclear y con un pañuelo de piratón ibicenco que le tapaba una nueva mata de pelo negro peinada para atrás con el aspecto elegante que tiene la moqueta recién puesta. En este punto siempre me he preguntado: ¿huele ese pelazo como el interior de los coches nuevos? Me gustaría saberlo. ¿Se han hecho alguna vez un injerto bueno, bueno? infórmenme, por favor, que ardo en deseos de saber. Como siempre. 

Echen cuentas, un hombre que pasa de los 70, que lo tiene todo excepto la juventud, quiero decir el aspecto de la juventud porque la gallardía y el espíritu siguen intactos, se pone en manos de un tío que no le pone su cara sino que prefiere, como si fuera un pintor cubista, interpretar lo que era la cara de Berlusconi y rehacerla según qué cánones de belleza propios...algo inexactos porque la cara, la cara dura de el primer ministro, denotaba todos esos años de galán conquistador, de cantante de cruceros, de productor avispado que no tiene empacho en llevar su sapiencia sobre el espectáculo a la política y nos la devuelve pulida como el mármol, inexacta y como fuera de tiempo. Una cara nueva, dispuesta a ser de nuevo lacerada por los disgustos, redondeada por las alegrías...

Berlusconi ha hecho muchos sacrificios en su vida pero, sin duda, el mayor de ellos ha sido mutar su aspecto para darnos a probar un pequeño bocadito de terror que dice: ¿Quieres que al pasar los 70 tu cara no diga nada o lo que es peor, que todo lo que significa tu cara reaparezca atravesado por la inmovilidad pero denotando que tienes miedo de ti mismo y de lo que eras antes? 

Si alguien ha hecho todos esos sacrificios es normal que se rodee de nuevas amistades, de amistades jóvenes que no tienen quizás el bagaje suficiente para saber con qué se enfrentan. Una nueva cara necesita de un nuevo escenario de otras nuevas caras al igual que un peluquín sorpresivo necesita de un cambio de domicilio,  de ciudad y amistades para que cuele y nadie sospeche que llevamos el pelo de otro pegado a la calva. Cuantas más jóvenes y despreocupadas mucho mejor, cuanto más rápido vivan y más rápido desaparezcan mucho mejor. 

Se habla de "Saló y los 120 días de Sodoma" para intentar explicar todo lo que pasa en Italia. Yo me quedo con Moretti y el neorrealismo que, sin duda, da una perspectiva más cercana, incluso la escena en la que un dirigente italiano se marca una especie de bailecillo estúpido en una de las primeras secuencias de "Il Divo" me parece mucho más cercana. Pero el cine y la literatura se quedan cortas, porque la realidad de lo que pasa en Italia está impreso en esa cara nueva que muestra Berlusconi, en su necesidad de aniquilar al pasado y de mirar al presente con gesto inexpresivo pero sonriente, seguro que el secreto de lo que pasa en Italia está en el material del que está hecha el nuevo rostro de Berlusconi, en la composición química de ese careto y en su enorme resistencia al paso del tiempo, a su incapacidad para cambiar de gesto por muy mal que se pongan las cosas. 

En el fondo si somos capaces de pasar por el calvario de cambiar nuestra cara y de encontrar quien lo haga también encontraremos a quien con un bisturí igualmente efectivo corte, empalme, arregle y ponga a tono la realidad hasta que esta encaje abiertamente con lo que queremos que sea. Jueces, periodistas, abogados, fiscales, senadores, compañeros de partido...un equipo médico y político sin igual al servicio de ese rostro petreo, de esa cara dura, de esa nadería esculpida, de ese pelo bueno y elegante como el interior de cuero de un coche de importación de alta gama. Lo importante es que todo reluzca, que todo brille, que al darle el sol sea imposible aguantar el esplendor porque ese flash instantáneo seguramente esconderá la verdad. 

Una cara nueva, necesita un país nuevo que se acomode a su nueva orografía, una nueva moral y una nueva forma de entender la política y los negocios, las relaciones interpersonales y todo lo demás. Sin duda, Il Cavaliere está cumpliendo perfectamente su doble papel de modelo y artista. Le está quedando fetén ¿No? 


Nota del Insustancial: "Vuelve conmigo a Italia" de Hidrogennesse es una de las grandes canciones del dúo catalán formado por Genís Segarra y Carlos Ballesteros que resume a golpetazos de techno y de poco crípticas imágenes esa mezcla de romanticismo adolescente y de viaje de instituto (¿Crees que podremos encontrar una discoteca cutre/y pasada de moda/donde todavía pongan la canción del verano/de aquel año?). que tan bien define popularmente la relación que mantenemos, en algunos aspectos,  con el país transalpino. Además me gusta muchísimo. 

9 comentarios:

Escapista Loco dijo...

Ni siquiera he leído la entrada. Quería ser el primero en felicitarte por el cambio de lock. De verdad, ahora está mucho mejor.

Señor Insustancial dijo...

Escapista Loco,

Pues espero que la leas cuando tengas tiempo :)

Gracias por la felicitación del cambio de look, al parecer, era algo necesario.

Un saludo enorme y gracias por la constancia.

Alex Onov dijo...

Yo sí lo he leído y me encanta lo de "una nueva cara necesita de un nuevo escenario de otras nuevas caras al igual que un peluquín sorpresivo necesita de un cambio de domicilio, de ciudad y amistades para que cuele y nadie sospeche que llevamos el pelo de otro pegado a la calva." Genial.
La verdad es que lo de Berlusconi es muy fuerte. Me hace preguntarme: un tipo tan "echao p'alante", con las cosas tan claras, tan convencido de lo que quiere (como para imponerlo)... esta clase de gente, ¿cómo pueden ser luego tan inseguros?
Opción 1) Son dos mundos distintos; una cosa es la fuerza de voluntad que es capaz de arrasar con lo que sea, y otra muy distinta son los complejos personales del animal humano íntimo y desnudo, viejo e impotente, ante el espejo.
Opción 2) Ambas cosas están unidas: De hecho, esa fuerza con la que aplastan y se imponen a otras voluntades 'menores' viene, precisamente, de esa indignidad, esa impostura, esa humillante realidad que es la decadencia del cuerpo.
Me inclino más por la opción 1, ya que Berlusconi ha demostrado tener ganas de joder a todo el mundo desde que era joven.
Salu2

6th Man dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
6th Man dijo...

Gran post.
Berlusconi es de esos personajes que me despiertan asco y curiosidad por partes iguales. Una especie de curiosidad insana. Imagino, como bien dice el señor Alexonov, que sufrirá como cualquier ser humano esa inseguridad que pueda dar la vejez pero también pienso que una alimaña de su calaña quizá quiera seguir mostrando por fuera la fuerza interior que aún posee, aunque a los que no nos movemos en ese mundo su cara nos recuerda a la piel de un tambor (muy bueno eso por cierto)En esa misma linea creo que va tambén el tema de sus orgías, quiere mandar un mensaje machista y atávico pero a la vez eficaz de potencia y vigor.
¡Penitenciagite!

Paria dijo...

A mi me parece otorgarle demasiada capacidad de abstracción el pensar que lo suyo es una crisis de la edad madura y tal...Para mi no es más que el último capricho de un facha hedonista y superficial, porque eso es lo único que ha demostrado estos años, no hay más que ver la "linea editorial" de sus televisiones. Es un tipo con mucho ego y pocos escrúpulos, sin más. Eso si, como siempre la entrada cojonudamente bien escrita.

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Alex Onov,
Yo lo que creo es que lo quiere todo: se ha pasado la juventud trepando y ahora que está arriba y es viejo quiere ser joven. Un chungo total.

6th. Man,
A mi me provoca una fascinación tremenda. Es como cuando pasas por delante de un accidente de coche y miras instintivamente. Cada paso que da me parece más chungo, más malo, mas raro y no puedo dejar de observarlo y de intentar explicármelo a mi mismo. Viejo, poderoso, amante de la juerga bajonera...es lo que hubiera sido Roldan de tener dinero.

Paria,
Me he explicado fatal...no quería hablar de la edad madura, ni de pitopausia, solo de su cara dura. Soy un mierder.

Un abrazo a todos y gracias por pasaros por aquí.

álex martí dijo...

Molaría que se casara con Cher. ¿Qué tendrían, Geypermanes?

Señor Insustancial dijo...

ALEX MARTÍ,

Geypermanes, Kenes y Barbies de los chinos, como de plástico barato.

Un abrazo.