sábado, 6 de diciembre de 2008

Andy Kaufman vuelve de la tumba


Hay una razón por la cual la realidad siempre supera a la ficción y es porque, en realidad, nuestros métodos para imitar la realidad (cualquier tipo de arte) están siempre sesgados por lo que el autor considera o no “verosímil”.

Hace unos días, gracias al programa de tarde de Antena 3, me enteré de que una señora había fallecido mientras manipulaba una cama plegable que acababa de comprar. La mujer, de un pueblo de Málaga, estaba enredando con el mueble (¿Cama nido? ¿Cómo se llama eso?) y de pronto la cama se la tragó provocándole la muerte. Sus familiares tardaron en encontrarla, como explica la vecina en este vídeo.


Fuera de los parámetros de la ficción, donde cualquiera juzgaría como “no verosímil” un fallecimiento en estas características, se encuentra la realidad que, al parecer, es mucho más imaginativa. Hace unos años, cosas de trabajo, tuve acceso a un tétrico volumen editado para forenses (creo que de criminalística) donde se daban jugosos datos e ilustraciones (fotos chungas, vaya) de todo tipo de muertes terribles que iban desde un envenenamiento, hasta un incendio, pasando por accidentes laborales, suicidios y, como no, lo que es más chungo: muertes accidentales. Muertes provocadas por la estupidez, la dejadez o una concatenación de hechos ridículos y, a primera vista, inofensivos como ha sido el caso de la señora de Málaga.

El caso, y por no extenderme en el morbazo más asqueroso, diré que quedé sorprendido de la cantidad de gente que muere al año haciendo las cosas más tontas desde ahorcarse sin querer con el cinturón de la bata propia (lo juro, hay gente que casca así intentando colocarse el albornoz todavía colgado del ganchito de la puerta, enredándose en él y cascando por asfixia, lo vi y no pude dormir o ponerme esa prenda ni siquiera en un hotel de esos de lujo durante años) o en el colmo del absurdo intentar comprobar si estaba lleno el depósito de la segadora del jardín ayudándose de un papel de periódico encendido que iluminaría el fondo provocando así una explosión pequeña pero fatal.

La muerte es así, a veces da risa. Cuanto más tiempo pasa (tragedia+tiempo) más graciosa nos resulta. Siempre que pienso en eso de morir absurdamente (en 1983 un coche de autoescuela, conducido por un profesor, chocó contra el coche familiar donde viajábamos mi padre y yo...por suerte los coches iban muy despacio y podemos contarlo, ja-já) me acuerdo del final de "Man on the moon" (2000, Milos Forman), el biopic de Andy Kaufman, donde se ve al cómico siendo atendido por un curandero al que, en última estancia, Andy descubre haciéndole un truco de magia, por otro lado, mortal. Andy no sobrevivió pero sí lo hizo Tony Clifton, su alter ego, un chungo cantante de Las Vegas que representaba todo lo que Kaufman odiaba en sus espectáculos (Chistes verdes, canciones gruesas...) y en la vida (Clifton es fumador y bebedor mientras que Kaufman era vegetariano y antitabaco). Algo así como si Marlo saliera ahora de las catacumbas de la Hora Chanante y comenzara a tener una vida propia a parte de Ernesto Sevilla en Muchachada Nui. Que no estaría mal (Free Marlo!).






Al cómico se lo llevó un cáncer de pulmón -que, al principio pensaron que era una broma del propio actor, una bufonada más de mal gusto- mientras que Clifton sigue campando por ahí, dando conciertos y comenzando sus espectáculos con esta frase: "¿Habéis venido esta noche a ver a Andy? ¿Queréis verlo? Pues traed unas linternas y unas palas y seguidme". ¿No es paradójico que un personaje chusco que representa todo lo que odias te sobreviva? ¿No es gracioso?

Dicen que Bob Zmuda, coguionista, amigo personal de Kaufman y compinche es, en realidad, el que anda metido detrás del maquillaje y la tripa falsa de Tony Clifton aunque la broma ya se ha extendido a todo Estados Unidos y es muy fácil encontrarse con un pequeño club de cómicos donde cualquier imitador reclama ser el "one and only Mr. Entertainment, Mr. Tony Clifton" y te regala un poco de la mala leche del personaje original que este mismo año volverá a girar por todo su país agrandando la leyenda y el sketch hasta más allá de la muerte de su creador ("o descubridor" como le gustaba decir a Kaufman que siempre negó ser el personaje pese al chusco maquillaje).

Así Andy Kaufman y Zmuda o el propio Belushi (que firmó un tétrico sketch donde se le veía vestido de anciano bailando sobre la tumba de todos sus compañeros de Saturday Night Live poco antes de morir) han ido un poco más allá y se han quedado entre nosotros para echarnos una mano en ese ratito malo en el que uno no sabe si llorar o reir delante de un féretro abierto. Por si acaso aquí lo deja bien claro el propio Kaufman cantando la canción que, unos años después, sonaría en su propio funeral.





9 comentarios:

Señor Insustancial dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Creo que Kaufman fue de las pocas personas en entender la siniestra broma que es la vida: su celebre actuación de "mighty mouse" (también reproducida por Jim Carrey en "Man of the moon" o el vídeo que Vd. aporta, estimado Insustancial, de esa parodia de "Viva la gente", demuestran que el bufón - dicho sin ningún tipo de componente peyorativo - era mucho más listo que todos los jodidos monarcas del mundo (bueno, si hablamos de los Borbones, tampoco es muy difícil).

Dentro de la sección "El rincón literario de los comentarios de Grom el Único", le recomiendo se lea el mayor catálogo de estúpidos óbitos humanos llamado "Los Premios Darwin" de Wendy Northcutt(hay dos entregas), publicado por Ed. RBA. La estimada Sra. Cortenorteño instauró los Darwin Awards con la idea de premiar a aquellas personas dispuestas a mejorar la herencia genética de la humanidad... eliminando sus propios genes de la ecuación. Ejemplo: un picapleitos, al objeto de demostrar que los gruesos cristales de un edificio resistían cualquier tipo de golpe, se lanzó contra los mismos... los cuales, obviamente, se rompieron. "Que veinte pisos no es nadaaaaa", como dice la canción.

Afectadísimos y etológicos saludos.

Señor Insustancial dijo...

Hola Gromiano,

Te remitiría a un artículo propio sobre dichos premios que hice para una revista pero, si ha leído el libro, entonces nada de nada. de hecho le recomiendo la película que es una cosa como indie y loquísima que recupera el tono de "la vida es absurda porque la hacemos absurda". De mis muertes preferidas de los Darwin está la del tipo que es aplastado por una máquina de vending cuando está intentanto sustraer una chocolatina....lo que me retrotrae siempre a pensar en esos monos que están encerrados en laboratorios obligados a seguir complejos test conductistas y los muchos seres humanos que podrían sustituírlos. Sobre Kaufman, si tiene tiempo y si lo suyo es el inglés, le remito a Andy Kaufman revealed! escrito por Zmuda y que es una pequeña obra maestra donde se habla del cómicastro en cuestión.

De hecho siempre que veo Padre de Familia, con esos chistes alargados de tiempo a conciencia que te sumen en la rareza, siempre me acuerdo de Kaufman que se adelantó a todo eso. Si puedes échale un vistazo también al video de youtube en el que sale junto a Johnny Cash ¿No ha sido Cash el artista que más veces ha estado entre lo sublime y lo patatero? Pregúntele a Sparky a ver si tiene la respuesta. Por lo demás espero con impaciencia esa nueva entrega de su novela-blog que me tiene completamente intrigado.

Un abrazo enorme y cargado de hiel intergaláctica.

PD: Por cierto, ¿A qué superior remite exactamente? ¿Le mandan a usted cesta de navidad o paga desde su planeta? ¿Hay mensaje televisado de sus superiores cuando llegan estas entrañables fechas?

Topanga dijo...

Oye, Insustancial, ¿qué canción te gustaría que sonara en tu funeral? ¿Quizás… “I will survive”, de Gloria Gaynor? Probablemente a los presentes les aterrorizaría esto menos que escuchar cómo el propio difunto, con ojos de loco, entona “This friendly, friendly world…”

P.D.: No te preocupes tanto por estos temas metafísicos. Estoy segura de que, cuando mueras, irás de cabeza al cielo. Al parecer, San Pedro hace la vista gorda a los ángeles. :)

Señor Insustancial dijo...

Hola Topanga,
Pues fíjate que siempre pensé en celebrar un entierro en plan New Orleans y que tocaran Suspiros de España que me imagino que es igual de terrorífico que Frienly, friendly world cantado con ojos de loco.

En algún sitio del blog dije que la canción que más me gustaría que los presentes escucharan sería una buena versión de "Bird on a wire".

¿Tu crees que San Pedro tiene paciencia con los ángeles? jajaja, para eso tendría que creer primero en Dios, pero vale, te acepto el buen augurio.

Un beso.

moonriver dijo...

Para muertes raras, las de la mejor serie de todos los tiempos: "Six feet under". Me apostaría mi mano izquierda (que a la derecha le tengo demasiado aprecio), a que todas se basan en muertes reales.

Señor Insustancial dijo...

Hola Moon, re-wellcome!

Después de ver el libro que nombro en el post no me extrañaría nada.

Gran serie por cierto.

Un abrazako

Stella M Accorinti dijo...

Tú de verdad crees que en su funeral se cantó esa canción?

Señor Insustancial dijo...

HI, Dorine,
thanks for coming...

I read your blog and I have a question: Do you think that Andy Kaufman never exist or he was only and actor used for his friends to make the rol of Andy Kaufman?

I read the Bob Zmuda book and I remember (maybe badly because my english is horrible)that this is the song that sound in his funeral or, maybe, is only another invention of the Kaufman friends...

Anyway thank you for your blog because I´m a huge fan of this comedian and I try to recopilate the original material of Andy.

Thanks, thanks, thanks...