No hay forma de explicar por qué Pau Gasol no ha sido elegido MVP de las últimas finales de la NBA en favor de Kobe Bryant. Ahí estaba el ufano 24 de los Lakers recibiendo el trofeo de manos de la leyenda del baloncesto Bill Russell en medio de la pista, mientras Gasol, detrás de él, lloraba como un crío.
Era normal, este anillo le ha costado a Gasol un esfuerzo titánico. No solo ha superado todos los handicaps físicos que le ha reportado una temporada extenuante si no que el cuerpo técnico del equipo le ha pedido que tirara menos y echara el resto en asuntos defensivos y de pase. Es decir, le han pedido un esfuerzo en favor del colectivo al que ha respondido eficientemente y, no solo eso, ese sacrificio le va a impedir competir con la selección española en los próximos mundiales ya que ha renunciado a participar en la competición FIBA para estar mejor físicamente en la próxima temporada. Si tenemos en cuenta que Gasol cumplirá 30 años el 6 de julio es previsible que ya no podrá participar en ningún otro mundial ya que tendrá 34 para la siguiente cita.
El esfuerzo de Gasol no ha valido para nada en términos de reconocimiento. Los periodistas norteamericanos siguen tachándolo de ser un jugador que "se esfuerza poco". Algo absurdo y ridículo si tenemos en cuenta sus números y todo lo anteriormente citado. El problema de Gasol es que es tan bueno que parece que todo le sale fácil: pese a medir 2´15 hizo las veces de ala-pivot en Memphis (o sea, tirar y coger rebotes) y en los Lakers Phil Jackson, el entrenador, lo ha ido derivando a la posición de pivot más defensor que tirador por culpa de una plantilla débil en esa posición (Mbenga, el único pivot nato no juega) que ha obligado a que Artest y Gasol se esfuercen en tareas defensivas. Por otro lado Gasol, que es un jugador excepcional, no es del gusto del actual parámetro de triunfo que obliga a los jugadores estrella a hacer 15 o 20 partidos durante la temporada regular en el que se conviertan en Juan Palomo, es decir, tirarse hasta las zapatillas y a hacer dos o tres mates para la mejor jugada de la semana. No es que Gasol se esfuerce poco, es que todo le sale bien y sin ese esfuerzo extra del gesto chulesco.
Hay un tipo de deportista que parece que lo hace todo fácil: Xavi, Bolt, Comaneci, Zidane, Gasol...
Hay todavía mucho prejuicio en la NBA con los jugadores extranjeros: desde la llegada de estrellas europeas a la liga norteamericana se ha escuchado el mismo sonsonete. Divac, Volkov, Sabonis, Marchulonis, Jasikevicius, Jaric, Rudy, Nocioni, Petrovic, Calderón, Marc Gasol...Ninguno de la primera hornada de estos jugadores consiguió llegar a equipos grandes (Hawks, Golde State, Nets, Trailblazers...) o a equipos que estuvieran en su mejor momento (el caso de Divac en los Lakers) y los de la segunda han tenido que sufrir para llegar hasta los grandes (Ginobili a los Spurs o Gasol en los Lakers) pero nunca han encontrado demasiado reconocimiento.
Sí lo tuvieron jugadores extranjeros entrenados dentro del sistema americano como es el caso de los alemanes Schrempf o Nowitzki, el holandés Rik Smits (¡Considerado un segundón pese a haber llevado a los Pacers a la final de la NBA!), el nigeriano Hakeem Olajuwon...
No es de extrañar que los extranjeros se larguen de la NBA, en su mayoría, asqueados del trato recibido (Garbajosa) o busquen largarse (Nocioni, Rodriguez, Rudy...) o se larguen (Navarro) hartos de ser manejados como material sospechoso o como moneda de cambio. Cada renovación contractual es un puto infierno que lleva a las directivas de los equipos a negociar a la baja o, absurdamente, a deshacerse de ellos por cuestiones económicas o de "profunda renovación" (¡Já, Gasol vendido a Lakers por los Grizzlies!") mientras que cualquier jugador norteamericano con dos buenos años en la liga universitaria (cada vez más de capa caída) no tiene problemas para sentarse en el banquillo de un grande.
Ahí estaba Gasol llorando como un crío mientras la presunta estrella de los Lakers se llevaba el trofeo al mejor jugador de la final pese a haber sufrido, más que nunca, esa ansiedad que ataca últimamente a las estrellas desde que la presión de los publicistas es insoportable: Cristiano intentando jugar en todas las facetas del Real Madrid, Kun soliviantando a la grada con su enésima y estéril gambeta en el Calderón, Messi asfixiado porque las cosas no le salen en este mundial (no me extraña porque tener todo el día a Maradona disfrazado de predicador de la iglesia evangelista gitana soplándote en el cogote debe de ser horrible), Lebron James saltando en mil pedazos y llevándose por delante a los Cavaliers cuando eran favoritos...
Gasol sigue ahí, haciéndolo fácil, esforzándose al 100% aunque sea a costa de tenerse que transformar en un defensor, en el nuevo "gusano" de Phil Jackson. Es increíble que la prensa americana haya hablado de Ron Artest, Bynum, Odom y Fisher y se haya olvidado a Gasol como si fuera el sexto o séptimo hombre de la plantilla. Me pregunto qué sacrificios han tenido que hacer esos jugadores o el propio Bryant para llegar ahí, a la primera página de los periódicos deportivos de toda una nación, cuando siguen siendo jugadores tremendamente individualistas, tremendamente faltones con este juego, cuando tienen agujeros técnicos y tácticos que les impiden seguir la pizarra en condiciones en algunas fases de los partidos clave.
Responsabilidad. Esa es la palabra que definirá la carrera de Gasol. Tener siempre el juego en la cabeza, cumplir, saber cuando se la tiene que jugar. Parece que no vale y, por eso, es normal que haya cierta falta de respeto dentro de la cancha hacia los jugadores extranjeros que siguen recibiendo más faltas, más desplantes (Garnett de los Celtics se ha encarado con Calderón y con Gasol y suele perseguir a cualquier jugador extranjero por toda la cancha...recibiendo, normalmente, un ejemplar rapapolvo por ser un idiota incapaz de concentrarse en las cosas importantes).
(En el vídeo no se ve pero Calderón hace un pase magistral a la derecha para que Bargnani, italiano, clave un triple...)
No hay gloria para los tíos como Gasol en la presunta mejor liga del mundo, no hay lugar por tanto para los fundamentos de este deporte que se ha convertido en el otro continente en un correcalles lamentable donde todas las jugadas se basan en el pesado pase-tiro de la estrella, el 4000 lanzamientos estériles en cada partido y en dos o tres alley-hoops para el youtube.
Es chocante que sigamos intentando triunfar allí cuando todo apunta a que, en realidad, se sentirían mucho más a gusto sin saber que fuera de sus fronteras hay más talento acumulado del que puedan pensar y más cuando los norteamericanos han demostrado que pueden jugar bien, o espectacularmente, si siguen la máxima de este deporte de equipo. Lo demostraron en la última olimpiada donde se conjuraron para acabar con el ridículo espantoso de las últimas citas internacionales en las que dejaron al descubierto todas sus debilidades. Marcaron el camino: jugaron en equipo, se sacrificaron, tiraron lo justo...y se aprovecharon de la fama de la NBA para presionar a la FIBA para encontrarse a gusto con el arbitraje que, de cuando en cuando, les pita esas cositas que sólo se pitan a la selección norteamericana. No les quito mérito con esto último, simplemente les devuelvo un poco la pelota. La verdad, ya se les puede ganar aunque ellos no se den por aludidos más que lo necesario.
Nota del Insustancial: "Ch-check it out" fue el primer single del album "To the 5 Boroughs" (EMI) de Beastie Boys. El grupo de rap está formado por Adam Yauch (MCA), Mike Diamond (Mike D) y Adam Horovitz (Adrock) que son de ascendencia judía y no responden al estereotipo de rapero que la industria musical sigue manteniendo (pese a Eminem, Rage Against the Machine, Cypress Hill...). Si ellos pudieron triunfar está claro que también se puede triunfar en la NBA siendo croata, argentino o español.
3 comentarios:
http://articles.latimes.com/2010/jun/17/sports/la-sp-dunleavy-finals-20100618
De un tipo que como entrenador me cae fatal, pero que es capaz de reconocer las cosas:
"In the end, though, it was the big man who had the biggest impact. The Lakers can thank No. 16 for No. 16."
Sí, Dunleavy es bastante odioso aunque, la verdad, no tanto como Mike Schuler (medianía que se cargó la carrera de Martín en la NBA), Rick Pitino (una eterna promesa que no fue capaz de hacer grandes a los mejores Knicks de los últimos años) y, sobre todo, Aíto y Scariolo que son lo peor.
Un saludo.
Nunca dejarás de sorprenderme... ¡¡También controlas basket!!
Qué crack.
Respecto a Gasol, le pasa -un poco- lo que a Ponce en los toros: lo hace todo demasiado fácil. Y ya se sabe: es mejor hacer poco y cacarearlo que hacer mucho y ser discreto. Al menos para eso del reconocimiento.
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