miércoles, 12 de enero de 2011

De las ideas prescindibles


Antonio Caño, corresponsal de El Pais en Washington DC, escribía el lunes una rara columna titulada "Sarah Palin no es responsable" en dicho diario en la que, a grandes rasgos y con una sensación de urgencia en el texto un poco extraña se dedicaba básicamente a desautorizar las voces que, desde los propios Estados Unidos, se habían alzado contra la Gobernadora de Alaska desde que se descubriera que, en su página web, tenía alojado un mapa de su país donde, con una serie de dianas, se alertaba de la presencia de los senadores demócratas que habían apoyado la ley sanitaria propulsada por la Administración Obama y, claro está, de la necesidad de derrotarlos en las urnas. 

Como todos sabemos, con suma ligereza, somos capaces de intercambiar los términos bélicos con los políticos a una velocidad de vértigo. "Derrota ejemplar", "Castigo", "Contienda", "batalla", "adversarios", "cautivos", "prisioneros", "frente", "trinchera", "armas", "combate cuerpo a cuerpo", "campaña"...son algunas de las muchas palabras que mezclamos con el normal discurrir democrático (o no tanto) de una votación o referendum cualquiera. 

Muchas veces, estos términos, son utilizados sin tener mucho en cuenta ni su peso, ni su importancia y, sobre todo, sin entender que su campo semántico o su naturaleza polisémica la mayoría de las veces trasladan un mensaje ambiguo al ciudadano de a pie que, algunas veces, es tranquilo y lee el diccionario y otras, el pobre mío, se halla confuso y quizás un tanto asustado por el nivel del debate que, a sus ojos, se convierte en combate. 

Es decir, como siempre, no tenemos en cuenta el poder inequívoco del lenguaje y, sobre todo, la necesidad de utilizarlo correctamente o, al menos, del modo menos ambiguo posible cuando se trata tanto de informar como de salir a la palestra a contar un programa electoral. 

Pese a lo que diga Caño en su poco meditado artículo, lo cierto es que Sarah Palin sí es culpable de utilizar un lenguaje (y más allá de ello una iconografía) bélica que lleva a algunos a confundir el estado actual de las cosas en los Estados Unidos con una confrontación real, un ambiente bélico. No digo yo que sea Sarah Palin solo, los dirigentes de ese grupo nebuloso que se llama Tea Party y todo un enorme grupo mediático (encabezado por Fox que sigue haciendo caja con la catástrofe) son también culpables de generar un ambiente, cuanto menos, irrespirable. 

Aquí, con el asunto de las dianas, somos mucho más sensibles. De hecho, la afición de la muchachada de la Kale Borroka de escribir el nombre de un político y rodearlo por una diana en esta o en aquella calle o esquina es un delito tipificado por la ley con el ampuloso nombre de "apología del terrorismo". Me pregunto, si el Señor Caño, sería igualmente sensible y comprensivo con estas dianas que se pintaban en nuestro país hace unos pocos años y si la iconografía utilizada le parecería igualmente inocente. Por si la cosa comienza a pintar demagógica (por eso de la comparación que quizás parezca un poco fuera de tono) me gustaría saber si, en realidad, el señor Caño se sentiría tranquilo si, de pronto, su nombre apareciera en un mapa de los Estados Unidos rodeado por una diana bajo este sencillo lema: "Periodistas que no nos gusta como escriben". 

Al azote del tambor, al sonido inconfundible del sable guerrero se apuntan muchos por la inconsciencia pura del calentón o, mucho peor, por saber que es ahí donde pueden rebañar unos buenos dólares (o euros) con esto de la confrontación ciudadana. Lo que es, seguramente mucho peor, es que da igual que uno lo haga porque es un imbécil incosciente y codicioso dispuesto a cualquier cosa con tal de no bajarse del Mercedes o que uno sea un golpista intencionado ávido de darle la vuelta a la tortilla con cualquier pretexto: dichas acciones son igualmente malas. 

Los periodos de preguerra, desde un punto de vista historiográfico (o sea, echándole un vistazo a los periódicos de la época), suelen ser emocionantes porque en ellos se descubre perfectamente como se va estratificando el horror y como este va quemando etapa tras etapa para, finalmente, comerse lo cotidiano. Los editoriales de EL ALCAZAR previos al 23-F no dejan lugar a dudas pero, tampoco es cierto, que los que acompañaban al desayuno de los lectores más moderados de ABC o del Diario Ya tampoco se quedan cojos y que alientan poquito a poco esa mala hostia, esa picada de espuela que se da quizás con la intención de hacer que el caballo corra más deprisa olvidando que, a lo mejor, si se hace demasiada presión  sobre el animal este corre el riesgo de encabritarse, tirarnos de la montura y salir corriendo despendolado llevándose por delante todo lo que encuentra a su paso. Si quieren ustedes jugar a esto consulten los periódicos alemanes previos a la llegada de Adolf Hitler al poder y las abiertas adhesiones que encontró en su camino al Reich desde los puntos de vista más inusitados. Donde unos escriben "se necesita un líder fuerte" otros leen "hay que acabar con todos esos hijos de puta". 

Pero hay otra idea mucho más viscosa dentro del artículo de Caño que me resulta más insoportable, es esta de aquí:"Palin ha contribuido a envenenar el debate político con su estilo, pero también ha contribuido desde su posición al contraste de ideas que mantiene sano este sistema". 
Como pueden ustedes comprobar un despropósito puesto que por un lado reconoce el envenenamiento que Palin ha provocado en el "debate político" para luego aplaudir que "contribuya" al contraste de ideas. 

Lo que yo me pregunto es: ¿A qué debate político se refiere? Con otra carga enorme de ligereza corremos a escondernos en la idea de que la clase política vive en un contínuo enfrentamiento, en una especie de cascada de ideas confrontadas que...¿Cual? El debate es algo puntual. Y nada más. ¿Se refiere a la reforma sanitaria norteamericana? Pues bien, como debate era inexistente hasta que el ala de la extrema derecha norteamericana se ha dedicado a jalearlo con métodos muy simples pero efectivos ergo...¿debate o enfrentamiento abierto? ¿Vale la pena iniciar una campaña a nivel nacional de desprestigio del mismo sistema para defender el derecho de las aseguradoras americanas a mantener su status? ¿Está a favor Palin de la empresa privada o del servicio a los ciudadanos? 


Pero más allá de todo esto yo me pregunto: ¿Es necesaria la existencia de las ideas de Sarah Palin para enriquecer el sistema de valores americano? Pues sinceramente, creo que no. Un no rotundo y gigantesco. El ideario de Palin que parte, por ejemplo, de la NO separación entre Iglesia y Estado o de la desregularización y liberalización de cualquier proceso económico (ya ven en qué situación nos ha puesto esto) hablan claramente en contra del sistema o exigen una serie de cambios en el mismo que lo hacen, simplemente, inviable e irrespirable.


Muchas veces pensamos que todas las ideas, que todos los puntos de vista, que todos los discursos, que todos los idearios (por peregrinos que estos sean) de algún modo nos valen. Yo me pregunto para qué necesita Estados Unidos la irrupción en política de una fuerza bruta e inestable alimentada por los peores miedos que recorren al país más poderoso del mundo, cuál es la razón para azuzar estos abandonados prejuicios, cual es la riqueza que aporta un frente ideológico descabezado y si no es demasiado que unos señores políticos, por puro afan de poder, se dediquen a darle brillo y esplendor y, lo que es peor, a oficializarlos. 


Las consecuencias, un atentado con muertos, es solamente una pequeña ventana abierta al terror real y palpable de que no calculamos la fuerza con la que manejamos el brazo de echar el pulso y que, ahora mismo, no vale ni una sola disculpa. Efectivamente Sarah Palin no es responsable....es una perfecta irresponsable.  


NOTA del Insustancial: "American Idiot" de Green Day...sobran las explicaciones. La letra aquí

9 comentarios:

Alex Onov dijo...

Brillante artículo. Se estará de acuerdo o no, pero da gusto leerlo. Yo, por mi parte, estoy prácticamente de acuerdo.

Nota al autor del post: La parte final no se lee, está en negro sobre fondo negro.

Alex Onov dijo...

Una pregunta: Y el humor? Se libra de estos límites? Me acuerdo, por ejemplo, del "Armas p'al Pueblo" de DCD. Se le permite a los graciosos romper límites que los gobernantes no deben? Cuál es el borde? Gracias

Señor Insustancial dijo...

ALEX ONOV,
Gracias. Ya está solucionada la parte técnica.

¿El humor? Es evidente que DCD no es lo mismo que la Gobernadora de Alaska y que, digo yo, que las hordas del Tea Party.

Yo creo que los políticos son políticos y tienen que rendir una serie de cuentas, entre ellas, las de ser responsables en sus declaraciones y no jugar a experimentar con gasolina o a encender esta u otra tea.

Los cómicos tienen las suyas, claro está, pero los chistes no matan y claramente ciertos comentarios sí.

Es malo cuando un político comienza a hacerse el cómico y muy malo cuando el cómico comienza a perder la gracia para convertirse en político.

Me temo que en un chiste existen cosas como la ironía, cosa que no parece existir en el discurso político...y cualquiera que se crea que DCD es un testamento político crfeo que está algo equivocado al respecto.

Jonathan Swift escribió un texto irónico diciendo que los irlandeses debían de comerse a sus propios hijos para solucionar la hambruna...¿Crees que alguien va a pensar que de verdad lo estaba diciendo en serio?

Un saludo y gracias.

Alex Onov dijo...

Gracias por la respuesta. También estoy de acuerdo con ella. La pregunta ha venido porque he tenido hoy un debate sobre, precisamente, ese mismo tema.

Concluimos que la 'audiencia' (no uso 'la ciudadanía' conscientemente) puede contemplar al político a estas alturas del siglo XXI como una figura mediática de la cual se puede relativizar el discurso -- es decir, que se les está comenzando a permitir utilizar recursos propios del mundo del espectáculo: la ironía, el símbolo, la exageración.

Al igual que antes se responsabilizaba a Marilyn Manson cuando jóvenes sin personalidad se suicidaban tras escuchar sus discos, ahora otros se lían a tiros tras escuchar a ciertos líderes y no se puede decir nada.

Lo único que me da miedo, por otro lado, es que no siempre se puede contar con que todo el mundo 'capte' la ironía de ciertas propuestas artísticas que son radicales en su simbología, y me preguntaba si existe algún tipo de límite en ese sentido... o todo vale si eres un artista.

Gracias por el artículo, está genial como he dicho.

Señor Insustancial dijo...

ALEX,

Lo que humildemente opino es que un político es un político y, por tanto, debería de ser consciente del discurso que maneja y si este discurso se extralimita o no.

No le hecho la culpa a Sarah Palin, y solamente a Palin, de los últimos sucesos...lo que digo es que los políticos manejan material muy sensible y ni cuantifican su discurso, ni tienen conciencia del poder de sus cargos. Es lo que, a mi entender, ha ocurido aquí.

Si Sarah Palin no entiende que no puede manejar unas dianas y ponerlas sobre congresistas o senadores es porque demuestra tener poco sentido común.

El político, el extremista, se aprovechan de estas situaciones de calentón para pescar votos y adhesiones sin tener en cuenta las consecuencias. Mal asunto.

El discurso artístico, pese a su fuerza, no deja de ser eso: arte. Más o menos reprochable creo que Manson es más consciente de Manson y de su fuerza mediática que Palin de la suya y que no ha sabido calcular un error garrafal.

Manson es un cantante y un artista y, la verdad, por una cuestion meramente de campos profesionales Palin ejerce un poder real frente a la gente, ha sido votada y tiene un cargo público mientras que Manson es un artista.

Esos límites de los que hablas son peligrosos, claro, desde el artisteo se emite un mensaje que no llega a todas partes por igual pero que se sepa ninguna canción ha provocado directamente un golpe de estado y, sin embargo, más de un discurso político sí. Creo que la diferencia está ahí.

En todo caso es un lujo leerte. Gracias y saluda a los americanos de mi parte, que me caen muy bien.

Sistebbins dijo...

Muy buena entrada Sr Insustancial, un placer learla.
En cuanto al debate lanzado por Alex Onov que me parece también interesantísimo solo lanzar un par de apuntes.
Un punto importante, en mi opinión, es que el político trasmite una idea con la intención de convencer a la “audiencia” de que debería compartirla por que es la mejor (ya sea con un fin electoral, económico, ególatra, los tres u otros) un cómico no debería (y si lo pretende es que es un poco gili! xD). Entre esto y el contexto propio de la exposición; el cómico esta haciendo humor, y el político política (use la ironía, el sarcasmo, el chascarrillo, etc. no deja de estar haciendo política), creo que la comparación no sería apropiada.
A lo que voy es que la exposición del político no solo genera una reacción en la “audiencia” sino que pretende provocar una reacción concreta y premeditada. Evidentemente no quiero decir que Palin pretendidamente quiera que maten a nadie con lo de las dianas, pero si es evidente que al usar una iconografía bélica busca, pretendidamente, generar confrontación.
Por otro lado el tema del político como una figura mediática (usando recursos propios del mundo del espectaculo), no es algo del siglo XXI por poner un ejemplo cercano, ¿recordáis a Alfonso Guerra? Si no me equivoco todavía lo sacan “a pasear” en campaña.

Un saludo.

Alex Onov dijo...

Señor Insustancial, creo que este post viene que ni pintado:

http://www.guerraeterna.com/archives/2011/01/historias_de_la_15.html

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Sistebbins,
Estoy de acuerdo contigo en que ambos discursos son diferentes.

ALEX ONOV,
Buen artículo sobre la sobrereacción de Sarah Palin...es algo propio de la política actual: la huida hacia adelante que conlleva a una nueva y profunda oleada de bochorno propio y ajeno.

Lo honrado sería pedir perdón, recular pero no, preferimos revolver la testuz con obstinación borrica.

Os dejo este gran trozo de monólogo de Ricky Gervais...ojalá pudiera haberme explicado tan bien como él. Es bueno todo pero el chiste sobre Nietzsche y Hitler está a partir del 3.05 más o menos. Es este.

http://www.youtube.com/watch?v=MXLUi5ul618

Un saludo a ambos y gracias por animar el cotarro tan acertadamente.

eduardoritos dijo...

Yo me suelo encabritar cuando alguien se pone muy serio (en debates televisivos, por ejemplo) y dice gravemente eso de "Pero bueno, todas las opiniones son respetables".

PUES NO. Por ejemplo, haciendo el ejercicio que tú haces... "es respetable la opinión de que es necesario eliminar a todos los humanos nacidos dentro de una familia que, remotamente, tiene ancestros judíos".
RESPETABLE.

La bronca que tuve con mi padre a cuento de aquel tertuliano de intereconomía que dedicó aquellos bonitos adjetivos a la consejera de sanidad de la Generalitat de Cataluña. Le parecía hasta gracioso.
Y sigue saliendo en la tele, oiga.

Así nos va.
Y peor que nos va a ir.