martes, 16 de noviembre de 2010

Ringo Starr visita Telecinco: ideas que van de A a B.


El otro día viendo "Mujeres, hombres y viceversa" tuve una de esas ideas que viajan en tren bala desde el mismo y recóndito corazón del subconsciente y aterrizan en tu boca sin limar. De A a B. 

Veía a todos esos tíos musculados, que dividen su tiempo entre los gimnasios  y las tiendas de ropa a la última, que emiten esos discursos hechos con frases hechas y después las miré a ellas, como recién salidas de la peluquería y la boutique esperando a que las recoja un maromo del anterior grupo y pensé para mi: "Telecinco está haciendo un experimento genético, preparando una nueva especie, una nueva raza...me siento como si esa gente fuera a devorar a la gente, a la otra gente, a todos nosotros...seguro que no tienen ni padres ni madres y que salen todos de unas vainas que un tío que está de la olla hace germinar en un laboratorio". 

Y casi estaba en lo cierto porque, por aquel plató, que en realidad no es un plató sino una especie de salón de muestras revestido de plató pero que, en realidad, es una especie de broma macabra de Telecinco que está mostrándonos todos los días los avances de su experimento, apareció una chica que, al momento, todos los hombres, mujeres salidos de las vainas catalogaron como "normal". 

La chica estaba bien. Es decir, era guapa, guapa al estilo "ser humano", es decir, una chica agradable con la que cualquier persona de verdad, no uno de esos seres nacidos de vainas elegiría para tomar un café, para  ir al cine, para intercambiar apuntes, para ir a echar una mañana de domingo en las barcas de El Retiro. Parecía una chica, una mujer, con amigas y amigos "ser humano" y no tenía ninguno de esos aditamentos que te alteran el color de la piel hasta ponértelo naranja o unas prótesis (prótesis, las prótesis para los seres humanos son unas cosas horribles a las que acudes cuando una máquina industrial te arranca un brazo y te ponen una "prótesis" en forma de brazo en su lugar...) en los senos o unos labios deformes que a duras penas pueden soportar el peso de la silicona dentro de ellos y parecen unas de esos chorizos que parece que palpitan cuando los echas en la barbacoa...

Todos aquellos seres de la nueva especie, los Mujeres-Hombres-Vaina, se percataron de la presencia de la misma en el plató y comenzaron a tratarla como un bulto extraño. La olieron y, pese a su poco fino instinto de reconocimiento y empatía, denotaron que no era como ellos y, rápidamente, comenzaron a minar su confianza. 

"Escuchame" dijo uno "Eres una chica muy mona, no como nosotros, claro. Eres mona pero eres demasiado normal como para estar aquí...aquí la gente destaca...pero es que tu eres una chica cantidad de normal, o sea, que es que a lo mejor para ser amiga o así o algo o tal o lo que sea vale pero no para venir aquí a pedir una cita y a buscar el amor porque yo a ese tío, al que quiero un montón, que está ahí sentado y es un señor como la copa de un pino a ese señor tu no lo vas a conseguir porque se los gustos de ese tío que es como mi hermano y que voy a las discos y las tías se lo rifan y tu, pues eso, que, oh, que noooooo, hija, noooo". 

Y todo lo decía este escalofriante ser metiendo sonrisillas y agarrando el micro muy fuerte contra el pecho y haciendo aspavientos y guiñando los ojitos y haciendo gestos de complicidad con los dedos, así como apuntando a un Kennedy imaginario y chascando los labios. 

Y entonces vi a los Hombres-Mujeres-Vaina como un subconjunto, una tribu con reglas, con una estratificación social propia, quizás incapaz de pensamientos excesivamente complejos pero los vi supervivientes y creando una sociedad que prescindiría de los últimos 2000 años de historia para centrarse en levantar pesas, en comer pastillas anabolizantes y en comprar ropa bonita. No se si bonita, ropa rabiosamente a la última. 

Y la chica "Ser Humano" estaba todavía en el plató, no se si mascándose la tragedia, no se si disgustada por haber intentado acceder a ese olimpo catódico, con sus sentimientos humanos heridos o, a lo mejor, tomando notas mentalmente porque, a lo mejor, esa chica es bióloga o zoóloga y no fue al plató de Telecinco para buscar el amor, sino movida por las mismas razones que llevaron a Jane Godall a irse a vivir con los gorilas de espalda plateada. A lo mejor, está haciendo una tésis sobre los Hombres-Mujeres-Vaina. 

Creo que esa chica humana es como el Ringo Starr de "Mujeres, Hombres y Viceversa", que al igual que el músico inglés, no puede destacar en una competición creada por seres diferentes y ultraterrenos. 

5 comentarios:

Jo dijo...

Creo que al vida insustancial me está abriendo un parámetro de las cosas... una chica normal no es qu eno destaque por ser "normal ser humano" simplemente en es emundito medio vacuo
medio inhóspito
medio frio

... ella no cabe.


ahora me voy con mi cabello desaliñado
ni andar poco cauto con tacones de el once pero con mis pies ... que aunque no son de estrella me quedaron lindos porque anoche me hice pedicura

:)

álex martí dijo...

Yo hace ya tiempo que me di cuenta de que en Tele5 todo agrede a la vista. Es que hasta la gente mayor, como Pipi, Matamoros o la Milá, viste raro y chungo. Es como un mundo dentro del mundo en el que todo parece de diseño y de los chinos a la vez, hetero y homo a la vez, urbanita y paleto a la vez... No sé, da muy mal rollo.

61 y 49 dijo...

Me voy a saltar un poco la corrección política y voy a resumir muy mucho la lograda conclusión a la que llegué tras largas noches de análisis (es que vende más exagerar un poco): Esa gente es directamente gilipollas. Y como estaría mal visto que me los quisiera cargar a todos, me conformo con que sean esterilizados.

Dicho queda.

Saludos insustanciales.

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Jolie,
Algo así.

Álex Martí,
Telecinco da mucho miedo es una cosa experimental en plan Mengele.

61 y 49,
Tengo que estar de acuerdo con tu vehemencia. No hay mejor forma de decirlo.

Un saludo a todos y gracias por estar por aquí. Se agradece mucho.

Señor Insustancial dijo...
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