lunes, 14 de febrero de 2011

¡Es solo cine!...¿No?



El desastre. Otro año más. Este año, posiblemente, un  desastre mayor porque, la que se anunciaba como la Gala de los Goya, de la reconciliación, la que se iba a celebrar en el centro de Madrid e iba a convocar a todos los ciudadanos alrededor de las estrellas del cine español en plan Cannes, en plan Kodak Theater, ha finalizado en medio de una polémica (la enésima en lo que vamos en menos de sesenta días de 2011) con protesta convocada por la red, la aparición de un idiota con barretina ("momenten totalmenten bajoneren" que diría un alemán), lanzamientos de huevos y consignas y una sensación generalizada de celebración familiar que todo el mundo esperaba con ganas pero que, al final, por las circunstancias ha resultado contener todo el catálogo de malas caras, puñaladas y comentarios dañinos de cualquier boda, bautizo, cena de nochevieja o similar donde los invitados compiten no por caerle mejor a los otros invitados si no por llevarse el premio al borde del año. 

El momento más esperado de la noche no fue saber quién se iba a llevar el premio gordo (Agustí Villaronga recogiendo los frutos de una carrera intensa, brutal...) si no del contenido del discurso del Presidente saliente de la Academia Alex de la Iglesia. El hombre, el buen hombre, que llegó hace dos años para hacerse cargo del puesto con una hoja de ruta que pretendía unificar al sector bajo una misma voz y, sobre todo, acercarlo al público limando asperezas con políticos de la derechona y medios tradicionalmente hostiles, es decir, que pretendía hacer todas esas cosas que le faltaban a la industria para volver a refulgir ha leído su propio testamento en un tono grave que me ha recordado al discurso de renuncia de Aldolfo Suarez allá por los 80 y que ha sido leído con amargura y una cierta sensación de haber sido derrotado por las circunstancias políticas, digitales, sociales y la madre que las parió. 

Esta vez, el tipo que soñó con ser el hombre del consenso, se ha dejado de medias tintas, ha abandonado la carga de diplomacia que conlleva un cargo como el que ha ostentado y ha tirado por la calle de en medio tomando partido no por el sector, no por las gentes del cine si no más bien, por todos aquellos que estaban fuera del Teatro Real con la cara tapada por una máscara de Guy Fawkes (unos con la oficial que se vende bajo licencia de la Major, Universal, y que les está dejando unos dividendos inusitados a la productora y distribuidora internacional y otros, más consecuentes con la naturaleza de la protesta, con una impresa sobre folio tipo careta de clase de manualidades que se podía descargar de manera gratuita en algunas páginas que la han puesto a disposición de los autodenominados Anonymous). 

De la Iglesia, liberado de facto de su papel de Presidente, ha dirigido un discurso a la nación (a la digital y a la  manual) que no ha dejado resquicio de duda sobre el asunto: Internet es el nuevo y único campo de acción posible. Ya está. El que quiera bien y el que no, pues ya sabe donde tiene la puerta. El discurso que no parece haber sentado bien al sector (la cara de Enrique Cerezo, productor, me ha parecido incluso más sintomática que la de la Ministra Ángeles González Sinde más que nada porque Don Enrique es el productor más potente de nuestro país) ha sido recibido con una alegría generalizada por la muchachada internauta que ha visto refutadas, en el discurso, todas sus ideas sobre el asunto. Es más, hasta en un detalle tan nimio como el de la propia nomenclatura de los que usan Internet ha sido tajante: no les llamen Internautas, llámenlos ciudadanos. Esto es lo que se llama una enmienda a la totalidad. 

Alguna vez, seguramente ya demasiadas, les he intentado transmitir lo fragmentado que está el sector audiovisual, lo difícil que es poner a todo el mundo de acuerdo, que en realidad esa idea de que todos vamos debajo de un mismo manto, que somos un gremio, una hermandad, una logia dista muchísimo de ser ni total, ni parcialmente real. Ahí está el discurso de De la Iglesia que ha sido una bofetada sin mano, más bien una paliza sin manos ni piernas, a la ministra González Sinde pero, de algún modo, también a toda la profesión que, imagino, esperaba un discurso mucho más conciliador. Seguramente, los que peor lo hayan recibido, hayan sido los distribuidores y los dueños de las salas de cine. 

Sobre el discurso de Alex de la Iglesia flotaba una tremenda frustración, ya digo, la frustración de alguien que no ha tenido éxito en lo que parecía un proyecto personal, una cabezonería de alguien acostumbrado a llevar sus sueños a la práctica. El testamento no podía ser más desolador y desabrido aunque solo sea por el triste reconocimiento de que, la realidad, con sus intereses y sus vicisitudes, se ha impuesto a una idea cojonuda: hacer rentable y simpática a toda una industra que se basa, para ser viable, en caerle bien a la gente. 

Si las reacciones al discurso de De la Iglesia han quedado para la posteridad recogidas por las cámaras de TVE lo que no está tan claro, a partir de hoy, son las consecuencias de esas palabras. 

Es evidente que la relación del director vasco con la industria no va a ser buena, al menos, no públicamente. Es un riesgo mayúsculo. Un órdago. En los cálculos de Alex, me imagino que coexistirán estas dos hipótesis: 

-Es posible que los productores y los exhibidores me odien a día de hoy, manteniendo este discurso, pero si mi próxima película es rentable seguirán contratándome porque todos han leído a Mao y saben que da igual que el gato sea negro o blanco con tal de que cace ratones. 

-En caso de que, pese a que sea rentable no quieran contratarme, siempre puedo buscarme la vida con productores extranjeros teniendo en cuenta que tengo un curriculum potente y que en Francia o en Estados Unidos o en Inglaterra podría encontrar inversores dispuestos a poner la pasta. 

Estos dos cálculos, claro está, se basan en algo muy sencillo: HAY QUE SER RENTABLE. Lo que nos lleva a una única idea: Si queremos que Alex de la Iglesia siga rodando, y teniendo en cuenta el actual sistema económico por el que nos regimos, no hay que ser muy listo para entender que: si queremos que Alex de la Iglesia siga haciendo películas tendremos que PASAR POR TAQUILLA. Guau. Qué dilema. Enfrentados a la realidad honesta de que Internet es la realidad y no el futuro, me temo que hasta que la cosa no se ponga de otro modo no tendremos más remedio que seguir con el antiguo "deme dos centraditas". 

En estos últimos días, ni dos meses calculo, hemos sido bastante conscientes del poder de la red, de su pawa,  la presión de la misma ha descabezado a Nacho Vigalondo, ha puesto contra las cuerdas a Alejandro Sanz (sorpesivo su abandono de Warner para fichar por Universal) y, en cierto modo, ha descargado su fiereza sobre las espaldas de un profesional que, digámoslo claro y meridiano, vive del taquillaje y las ventas de su obra que no es otro que Alex de la Iglesia. Sin duda Alex le ha visto las orejas al lobo, ha descubierto que detrás de los teclados se encierra un infinito poder de comunicación, una masa nebulosa de personas que solo tienen que apretar un botón donde pone "me gusta" para que moles o decidir no tocarlo y que te vayas al rincón de los castigados junto a Ramoncín. 

Alex de la Iglesia ha tomado partido por el público, ni siquiera por un público real, ni siquiera por una cifra concreta de espectadores, es más, lo ha hecho teniendo en cuenta que "Balada triste de trompeta" ha distado bastante de ser un éxito de taquilla. Sin duda, si fue valiente en su día para aceptar el reto de dirigir la Academia de Cine ha demostrado un valor inmenso tomando un camino que, él mismo, no sabe donde le va a llevar porque es un camino que no tiene un destino claro, si no simplemente una enorme interrogante en el horizonte.

Espero, que para agradecerle el gesto y mientras llegan esas páginas de descarga con las que recuperar la inversión que se hace en cada una de sus pelis, todos los que le han aplaudido a rabiar, todos los que han llenado Internet con mensajes de apoyo, todos los que se han mostrado tan agradecidos de que haya defendido sus tesis y su derecho a ver cualquier cosa producida en cualquier lugar del mundo a cambio de lo que cuesta el enganche a una línea ADSL acudan en masa a los cines donde se proyecte su próxima película, que ahorren un poco y vayan al cine más cercano porque, sinceramente, lo que ha hecho este tío, este domingo por la noche es un salto mortal hacia atrás sin red. Si él ha sido capaz de tomar partido por todos ustedes lo mejor que pueden hacer es devolverle a primera línea. Que semejante acto de inmolación no sea en vano. Háganle saber que su esfuerzo merecerá una recompensa. 

Son ustedes los que decidirán si habrá una siguiente película de Alex de la Iglesia o no existirá. Ustedes tienen el poder en sus manos, ya saben un poder que conlleva una enorme responsabilidad. Él ha defendido su derecho al disfrute plenipotenciario de todas las producciones del mundo y ustedes, y solo ustedes, deberían de devolverle el favor de que esta noche les haya servido de portavoz.

Solo diré una cosa: El cine es solo cine y no habría que darle tanta importancia....y, si se la damos, creo que es por algo. Por algo profundo que tiene que ver con todos nosotros. Siempre hemos tenido el poder, lo que ocurre es que ahora lo ejercemos de forma más clara. 

...Y de la Gala no voy a hablar. Solo diré que ha comenzado muy bien y se ha ido muriendo poco a poco...como todos los años. Pero, la verdad, no parecía que el horno estuviera para bollos. 

...Y sobre las pelis de este año: diré que si "Biutiful" no me gustó nada, "Pá negre" me emocionó (soy fans de Villaronga), "También la lluvia" me encantó, "Buried" me parece la hostia, "Todas las canciones hablan de mi" me ha parecido fantástica, no me he recuperado mentalmente de "Habitación en Roma" ni de "A3MSC", que fui con inquina a reirme de "Pájaros de papel" y salí gratamente sorprendido pese a que el final me pareció regulier,que "El Gran Vázquez" me gustó mucho y que no he visto "los ojos de Julia", "Elisa K", "La Mosquitera", "Lope"  y "Chico y Rita" (aunque esa es la que me llama la atención)...

...Me ha gustado mucho que le dieran el Goya a Mario Camus (Además de todas las conocidas me gusta muchísimo una película con baloncesto de fondo titulada "La vieja música" (1985) ) y que me he emocionado con Karra Elejalde y Rodrigo Cortés...

...No me ha gustado que no sepamos hacer una fiesta sin que haya palos, que Jonás Trueba no haya pillado estatuilla, que "Maria y yo" se haya quedado sin Goya, que "Un profeta" tampoco (en las extranjeras) y que Aitana Sánchez Gijón no haya tenido una cobertura más amplia y que la cortometrajista esa tan densa haya cantado tan mal así como que Juanjo Puigcorbé no haga gracia y Andrés Pajares, el hombre, no esté del todo recuperado. Y sobre todas las cosas que Carlos Areces no fuera nominado.

BOLA EXTRA (En forma de rumor)
Hay quien asegura que son muchos los pretendidos profesionales sobre temas de la red que ya se están ofreciendo a productoras y distribuidoras cinematográficas como asesores a cambio de un crujiente cheque. No me extrañaría que esta maldad, de ser cierta, nos revelara la categoría moral de todos los que, con el río revuelto, están intentando sacar estupendas ganancias a costa de las buenas intenciones de unos cuantos. Ya sería el delirio. Permanezcan atentos. Y esperen el mayor de los sonrojos. 

Nota del Insustancial: "Balada de trompeta" es un tema musical que interpreta Raphael en la película "Sin un adiós" (1971) del director Vicente Escrivá. Como todo el mundo sabe es la canción con la que se identifica -y flipa- el payaso triste que interpreta Carlos Areces en "Balada triste de trompeta". Amargo temarraco al que Raphael imprime esa voz suya tan espectacular y, como diría Jordi Costa, tan disfuncionalmente bella. 

12 comentarios:

Javi dijo...

Ahora más que nunca hay que apoyar a Alex,tanto o más de lo que nos está apoyando a nosotros.

6th Man dijo...

Me pareció algo significativo que Mariscal hiciese ese acto de memoria histórica y hablara de que manera le gustaba a él disfrutar del cine, en pantalla grande y tal. No le quito razón pero a su vez me parece una idea arcaica. Creo que tanto yo como muchos de mi generación hemos vivido el cine de videoclub y no creo que por eso hayamos disfrutado menos del cine. Desde luego si los referentes de como a de ser el cine provienen de gente de 50 años para arriba mal andamos. Ahora mismo tan sólo disfruto de una peli en pantalla grande si es la típica producción de efectos, etc. Pero sinceramente vi Buried en mi casa y la sensación de angustia y claustrofobia fue enorme. No niego el poder de una sala de cine, he disfrutado muchos años de ello cuando existían las sesiones continuas en las que por 100 pesetas podías ver "La bamba" y "Depredador" del tirón e incluso repetir. Pero no se si es por misantropía o porque demonios será pero detesto ir a una sala comercial atestada y tener que aguantar al tonto de turno que no se calla, al de al lado hinchándose a palomitas y coca cola, al de detrás moviéndome el respaldo cada vez que le suelta un muerdo a su pariente y todas esas cosas maravillosas que se encuentra uno en cualquier sala. Por no hablar que además de tener unos precios poco populares he de tragar publicidad a punta pala. Un netflix o algo así sería una solución para mi perfecta. Prevalecería mi misantropía y no tendría que ser considerado por ciertos sectores como un pirata y un egoísta recalcitrante. Y por último, si Enrique Cerezo, como usted bién dice, es el productor/exhibidor más potente de este país...no hace falta ser muy inteligente para ver en que manos esta el cine.
Un saludo y un placer leerle.

Emerayoc dijo...

Yo promovería una movida en Twitter para donar 7e a Alex de la Iglesia a cambio de una entrada para la próxima película que haga. Si pagamos antes no dependería de mamomens. Si el nos ha apoyado como cuidadanos deberíamos darle el trato de caballero y responder

Ezz dijo...

Estoy de acuerdo contigo en muchos puntos y aspectos. Vi la gala,y hubo muchas cosas que no me gustaron, la principal de ellas, como tú dices, que Areces no estuviera nominado.
Creo que la industria del cine español podría hacer mucho más como dice Alex de la Iglesia. Tampoco lo veo como que la culpa la tienen los directores (aunque en gran parte sí), lo que sí creo es que se debe de buscar una situación a través del diálogo, pero el diálogo con el público, el factor que determina si una película es buena o mala, porque al fin y al cabo, es el que va al cine a ver la película.
Gran artículo.

Anónimo dijo...

No se cómo nadie puede disfrutar de una pelicula viendola en pantalla pequeña, con mal sonido, y gente pasando por delante de la imagen,...me resulta insultante que haya gente que defienda la industria del cine asi. El problema no es la gente q alquila en un videoclub las pelis sino de todos aquellos que las descargan de internet de forma gratuita y de mala calidad.
Mi opinion personal es que Alex de la Iglesia hizo un discurso populista, que le viene muy bien de cara a su pelicula o a futuras peliculas que haga, ¿que pelicula vamos a ir a ver al cine la del tio q está a favor de la ley sinde o la del que nos llama ciudadanos?...

eduardoritos dijo...

Si se consigue que el adsl prometido sea el adsl servido (que para eso se paga, no olvidemos que algo se tendría que decir sobre eso, ¿no?) no creo que fuese complicado un servicio de taquilla online con acceso por tiempo limitado, sin posibilidad de descarga.
O sea, un megavideo pero guay.

Si las productoras se ahorraran el dinero de la fabricación de copias, se podría hacer un acceso muy barato a esas "sesiones" particulares de cine, que lo podrías disfrutar a tu antojo (lugares y horas a elegir).

Y, lo mismo que ahora se vuelve a editar música en vinilo, podrían hacer ediciones especiales para cine, para los nostálgicos.

No sé si es solución, pero es una idea ¿no?

Solo sé que en los 70's cuando salió el cassete se puso el grito en el cielo por la destrucción de la industria musical que iba a provocar, y el video...

Hay que adaptarse a los tiempos y los procesos de generación de negocio.

Que estudien la revolución industrial, que seguro que aprenden algo.

6th Man dijo...

Señor anónimo:
Veo que usted no debe haber bajado ni una película en su vida o que confunde un TScreener con un DvdRip, por no hablar de los actuales ripeos de blue ray en calida 720. Evidentemente que de un TScreener no se puede disfrutar pero es que, y me pongo como ejemplo, cuando uno ama y disfruta del cine las películas que disfruta no son sólo estrenos sino películas que dificilmente puede uno ver en la gran pantalla. De hecho me gustaría saber de que manera influye en la actual industria española que me baje la filmografía completa de John Ford o de Andrei Tarkowski. Durante gran parte de mi vida he comprado tanto cintas VHS como DVD's y le aseguro a usted que es tremendamente complicado encontrar multitud de obras maestras que no se pueden comprar porque o no están publicadas o porque si lo están no se encuentran en el mercado español sino en el extranjero. Por lo tanto pensar que muchos de los que bajamos películas nos bajamos taquillazos y no cine en general, desde el más primigenio hasta el actual, es demostrar que no se tiene suficiente información sobre el tema.

Alex Onov dijo...

6th Man, un aplauso. Estoy al 100% de acuerdo con todo lo que ha dicho. La falta de información es tremenda. El único error del discurso de Alex de la Iglesia fue la obviedad. Dijo que nos enfrentábamos a un nuevo modelo de negocio, pero no lo describió. Ahora mismo, se trata de impulsar un modelo tipo Netflix. Yo lo disfruto aquí en USA, y he de decir que tienen hasta esas 'obras raras' de las que hablan. Y puedes conectarlo a tu pantalla de plasma gigante si quieres, o a un proyector como tengo yo, y tener algo muy, pero que muy parecido a un "cine en casa" sin la molestia de unos niñatos gamberros detrás. Espero que esas visiones arcaicas queden reducidas a fostatina.

Anónimo dijo...

Tan raro resulta no descargarse cine ni música?????ahora va a ser que los raros somos los que no incurrimos en un delito,...Siento deciros que por supuesto hay muchos cine que no está editado en DVD, pero quizá si dejase la gente de recurrir a las descargas ilegales,se decidirian a editar mucho mas cine, de esta forma cada vez va a ser mas complicado.
Creo que el discurso mas fácil es el que defendeis como si os fuese la vida en ello, y no os dais cuenta del problema que se está creando, muchas distribuidoras de cine extranjero han decidido dejar de distribuir cine en nuestro pais, porque les resulta imposible y muy poco rentable. Me podeis explicar cómo pretendes tener editadas todas tus obras maestras de las uqe tanto difrutas en tu pantalla de ordenador si las distribuidoras se van del mercado Español.
No sólo hablo del cine español, sino del cine en general, y el problema que hay en este pais.
Creo que habrá que encontrar un punto en común pero, sinceramente de verdad creeis que si la industria cambia y permite las descargas por internet cobrando, por supuesto, la gente no va a seguir recurriendo a descargas gratuitas.
Hay mucha desinformación, por supuesto, pero no se muy bien quien es el que peor encaminado va.......

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Javi,
Eso está muy bien pero, recuerda, eso implica pagar los 7 u 8 euros de la entrada de cine. Es decir, comulgar con el sistema que hay. El otro, el que existirá está por hacer, desgraciadamente.

6th Man,
Cometemos el error de pensar que la gente porque es mayor no sabe que es Internet. Creo que Mariscal, y mucho más él, está al tanto de todo lo que ocurre.

Durante los años que dirigí una muestra de cine tuve mucho tiempo de conocer a directores que se desesperaban porque la proyección (el sonido y la imagen) fueran correctas. De hecho, más de uno, se subía a la cabina a chequear el trabajo con el proyeccionista. Me parece que está bien que la gente cuide su trabajo y que lo quiera ver de forma óptima.

No me parece, ni mucho menos, que Mariscal dijera algo arcaico. Para mi tiene todo el sentido ver una película en pantalla grande y te lo dice uno que ha trabajado en un videoclub y se ha criado en una generación audiovisual parecida a la tuya. Me da igual que sea Avatar o Los 400 golpes. No hace falta que haya grandes efectos especiales, para mi un rostro es igualmente acojonante en una pantalla de cine.

Yo, que no tengo 50 años, voy al cine a ver películas y, como no, a compartir algo. las risas, los silencios, los gritos de mal rollo y, desgraciadamente, también las molestias. Haz como yo y no te cortes. Sí, yo soy ese pesado que grita "¡Foco!" y que manda callar al pesado de turno.

He visto Buried en el cine y en casa y, la verdad, la calidez de la fotografía de esa película se aprecia mucho mejor en una gran pantalla. Por ponerte solo un ejemplo.

Creo que todo tiene el valor que queramos aplicarle. Será estupendo ver la llegada de Netflix o portal parecido si es que Imagenio y Canal Satélite lo permiten. Ya veremos.

Sobre Cerezo y los productores: http://xurl.es/vg2pv

Échale un vistazo a las 57 películas que ha producido y te sorprenderás...

Emerayoc,
Volvemos a lo que le he dicho a Javi. Eso sería pagar y, por tanto, debilitaría el fin mismo de la protesta. En todo caso, el discurso de Alex de la Iglesia, es un discurso vano en tanto en cuanto la Ley Sinde va a entrar en vigor y, por lo tanto, evitará parte de la piratería de sus películas.

Ezz
El problema del cine español es sangrante, por un lado se hacen cosas muy malas, muy alejadas o muy raras y, por otro, lo que es bueno se enfrenta con un sistema de distribución horrible y una desprotección que sería un escándalo si se tratara, por ejemplo, de otro producto como el vino o los zapatos "made in spain". Amén de una más que chorreante campaña negativa en contra.

Anónimo,
Oí a mi hermana decir una cosa parecida ayer a la hora de la comida.

Eduardoritos,

Creo que estás en modo "coherencia ON". Sí, no se habla mucho de las empresas de telecomunicaciones que dan un mal servicio y que, al tener intereses en plataformas televisivas, obstaculizan la llegada de plataformas como Netflix.

Yo me empeño en ver películas en pantalla grande. Lo siento.

De hecho, eso de las copias, ese argumento es cuanto menos a tener en cuenta ya que muchos cines ya no usan copias en 35 mm. y ya se han pasado en digital.

(Sobre la polémica entre el Anónimo y 6th Man no voy a entrar...no jodas...no vaya a ser que se hagan amigos y me apedreen, ya se contestan ellos solos)

Alex Onov,
Creo que el discurso de Alex de la Iglesia fue vacío de contenido. Poniéndome en el papel de abogado del diablo: ¿Por qué un presidente de la Academia de Cine no habla de cine y sí de Internet en su discurso?

Ahí lo dejo. Netflix, insisto, se instaurará en España si Telefónica no calcula que podría dañar Imagenio.

Por otro lado: me sorprende que siendo tan cinéfilo creas que ir al cine es arcaico...con lo que me gusta a mi el proyector y el ruidico de la máquina.

Un saludo a todos y gracias por enriquecerme con sus puntos de vista.

Alex Onov dijo...

Disclaimer: Me refería a las visiones que sólo admiten una forma de ver cine, es decir, en la sala de proyecciones. Hay tantas formas de ver cine como personas y no me gusta que los prebostes las limiten. Me encanta el ruidito del proyector. Tuve uno en casa de pequeño, y una cámara Super8, teníamos que llevar los carretes a revelar a Alemania y era carísimo. No tenía sonido, por eso me encanta el ronroneo del proyector. Pero no soy ningún romántico, la verdad. Tampoco un misántropo, pero desde luego no estoy aquejado de nostalgia, y mucho menos de algo que aún no ha desaparecido (ni debe desaparecer) como el cine a oscuras entre desconocidos.

Muy interesante, por cierto, lo de que "Netflix se instaurará en España si Telefónica calcula que no dañará a Imagenio".

Señor Insustancial dijo...

Alex Onov,

Pues yo me declaro un decidido defensor de la pantalla grande y de cierto rollo viejuno. A mi me gusta ir al cine y todo lo que lo rodea: los amigachos, el comentario de antes, el de después. Todo eso me resulta cómodo, agradable y familiar será que, como tu, en mi casa se hacían sesiones de cine en Super 8.

Defiendo que hay muchas formas de ver cine...a mi me gusta esa y, como veo muchas películas, también las disfruto en casa.

¿Soy un romántico? Pues a lo mejor tienes razón ¿Soy un nostálgico? Seguramente...lo que me hace gracia, y como tú apuntas, me hacen sentirme un nostálgico cuando nada de esto ha desaparecido.

En la medida de lo posible intento ir al cine y tengo que pagar una entrada del mismo modo que intento ir a conciertos de música donde también se me obliga a pagar un dinerete. Para mi todavía, todo eso, tiene rollo. Me mola.

El quid de toda la cuestión está en las telecos...otra cosa es que, interesadamente, se hable de otras cosas.

Un enorme abrazo.