lunes, 21 de febrero de 2011

La Defensa Ruiz Mateos



Allá por mis años universitarios a alguna de aquellas inquietas asociaciones de extrema derecha que pululaban por el campus atribuyendose la autoría de la famosa pitada a Felipe González (desde las antiabortistas hasta las vinculadas ideológicamente con la Falange Española) se le ocurrió la feliz idea de invitar a José María Ruiz Mateos para dar una charla aposentada sobre las dos cosas que más sabe el empresario jerezano: política y negocios. Bien debe de saber Ruiz Mateos, que fue feliz miembro de Opus Dei, que si que tres entes diferentes sean uno y trino a la vez es un misterio y entenderlo es una infinita demostración de fe, bien se pueden resumir estos dos pilares de la historia de Nueva Rumasa en una sola idea: escurrir (y muy bien, por cierto) el bulto y evitar así la ruina y la cárcel.

El acto, que en realidad, era un acto electoral para la candidatura de Ruiz Mateos a la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid o la alcaldía, no recuerdo bien, fue prohibido por el rectorado de la Universidad lo que no impidió que, en fecha y hora acordada, Ruiz Mateos se presentara con uno de sus famosos trajes cruzados haciendo la "V" de victoria para contar unos cuantos chistes sobre Rumasa, epatar al personal que lo aplaudía a rabiar y dar un mini-mitin desde una furgoneta que fue la guasa. Desde la aparición de unos autobuses de Seven Up que repartían botes de la gaseosa americana a diestro y siniestro nadie había conseguido reunir a tanta gente alrededor de un automóvil. Entonces, y ahora, pensé que esa broma de Ruiz Mateos nos estaba saliendo cara.  

Como ustedes saben allá por la Transición, la dos administraciones de UCD comandadas por Adolfo Suarez y Leopoldo Calvo Sotelo, se inhibieron a la hora de meter mano a Rumasa. Ya se sabía que, al igual que en el caso de SOFICO, cuando se entrara en el famoso holding empresarial iba a temblar el misterio, que las cuentas de la Seguridad Social (llegaron a los 73.000 millones de pesetazas de hace casi 30 años) subían todos los años sin que nadie se hiciera cargo, que existían irregularidades en las cuentas, en la contratación, que se manejaba mucho dinero B y que, por ende, el grupo Ruiz Mateos estaba, además, derivando dinero a cuentas suizas.

Los contactos de Ruiz Mateos (dentro de la Iglesia y dentro del propio Estado) sirvieron para frenar ese primer intento de intervención pero, claro está, también el hecho de que ni Suarez, ni Calvo Sotelo, se sentían con fuerzas de iniciar un proceso judicial que amenazaba con trasladar la tensión que se vivía en la esfera social a la esfera económica que ya tenía suficiente con la ominosa devaluación de la peseta llevada a cabo a finales de los 70. 

Como se suele decir: El expediente Rumasa se quedó sobre la mesa de La Moncloa cuando se marchó Suarez, permaneció ahí durante la fugaz legislatura de Calvo Sotelo y fue Felipe González el que se encontró el pastel nada más aposentarse en el despacho presidencial. El PSOE, que por aquellos años acumulaba a unas cuantas primeras espadas de la economía en su ejecutivo, fue el que tuvo que comerse el marrón que, en un primer momento, tenía todos los ingredientes necesarios para ser una de esas batallas de prestigio: Rumasa , el caso Rumasa, podía servir para mandar un claro mensaje a todos los empresarios que seguían saltándose la ley a la torera, iba a ser un caso ejemplarizante y, lo mejor de todo, asentaría las bases del camino a la modernidad, esa que decía que se habían acabado los privilegios. Corría el año 83 y la expropiación corrió a cargo del propio gobierno.

Miguel Boyer, ministro de Economía de aquel entonces, fue la persona indicada para ponerle las esposas a Ruiz Mateos y, como ya saben, aquello se convirtió en un desastre total y absoluto. La derecha, a piñón, cerró filas con el empresario convirtiéndolo en un martir de la causa y, lo que es peor, con muy buen tino Ruiz Mateos supo representar a la perfección el papel del hombre acorralado por el Estado. La cantidad de anécdotas casposas, momentos delirantes y artículos de prensa sospechosamente hagiográficos en el personaje no dejaban dudas de que, en realidad, Ruiz Mateos era un tipo dispuesto a echarle cara dura y con suficiente capital personal como para comprar voluntades y ejercer de fugitivo a tutiplén. El discurso no se alejaba mucho de utilizar sospechosas llamadas al "Pueblo", al uso de "cheka" por celda y la sorprendente justificación de que respondería ante el pueblo y no ante la justicia...por encima de ello la llamada al Altísimo y su posicionamiento como creyente frente a un gobierno "rojo" que lo "martirizaba", que lo "perseguía"...sin que se supiera bien si lo hacía por defraudar o por ser católico. 


Los sorprendente es que efectivamente se supo todo lo que estaba mal, se cifró cada delito y cada irregularidad, de hecho se acumularon tantas causas en una que era imposible no creer que Ruiz Mateos no era un delincuente pero, ah, la cuestión no era si Rumasa era un avispero (y no un panal de rica miel) si no las razones que habían llevado al empresario a saltarse la ley. ¿La defensa esgrimida? Me salté la ley pero también daba muchos puestos de trabajo. Toma. De pronto este señor tan loco de Jerez se convertía poco a poco en un Robin Hood que se comportaba como un delincuente económico porque era, en realidad, un jugador de equipo, un martir que se estaba sacrificando por los demás. Y así quedaron las cosas.

Ruiz Mateos obstaculizó su juicio cientos de veces con trucos bajoneros pero efectivos: contrató a unos abogados norteamericanos que no podían ejercer en nuestro país al no estar colegiados, pidió una especie de receso para reorganizar su defensa y, nada más comenzar el juicio, recusó a su abogado alargando más aún el asunto (el abogado se negó a trasladar la causa a otro letrado hasta que Ruiz Mateos no le pagara unas facturas atrasadas...lo que sonaba un poco a truco). Tras esto montó una fuga que él mismo contó en términos cómicos (una peluca de Harpo Marx, unas gafas, un motorista fantasma y una escapada frente a todos los periodistas que estaban a la puerta del juzgado...lo que sonaba a truco) que perseguía ridiculizar al Ejecutivo socialista (díganme si alguien puede escaparse de un juzgado sin pagar un solo soborno y delimitando un plan para ello un poco más serio), se vistió de Superman y, lo que es mejor, decidió presentarse a las elecciones europeas siendo prófugo de la justicia e, incluso, se permitió el lujo de grabar un mensaje en vídeo desde la clandestinidad pidiendo el voto para sí mismo y aprovechando los espacios electorales gratuitos para declararse inocente. Consiguió el escaño, por si hay alguna duda, y se convirtió en aforado, por lo tanto, no se le podía llevar a juicio.

Ah, también le dio una colleja a Miguel Boyer diciendo aquello de "que te pego leche" que tanta gracia nos hizo y que, en su renacimiento como empresario, usó como claimer para unos anuncios de bombones Trapa (decía aquello de "¡Que tatrapo, leche!"). 



La maraña de hechos encandiló a la opinión pública que veían a Ruiz Mateos como una especie de tío gracioso y simpático pero, más allá, como un hombre que se había vuelto un poco loco por la persecución de la que había sido objeto...y digo bien lo de persecución porque ese es el término más utilizado por la prensa para referirse al pulso que este hombre mantuvo con la Administración González. Lo mejor es que, pese a que decía estar completamente arruinado, poco a poco Rumasa volvió a primera línea cambiando esta vez bancos y grandes almacenes por el sector alimentario. Un producto familiar e inofensivo que era la teórica base de nueva Rumasa, un producto familiar e inofensivo que ya era sinónimo de este empresario que no tuvo ningún empacho en poner a su señora a los mandos de un club de fútbol familiar y obrero como es el Rayo Vallecano. 


Ni que decir tiene que, en estos años, los Ruiz Mateos no han pasado por muchas apreturas pese a que siempre dijeron haber estado "arruinados". Han mantenido su discreto y buen tren de vida y Nueva Rumasa se hizo con el control de Dhul, Clesa, Trapa, Cacaolat...todo muy dulce. Durante todo este tiempo Ruiz Mateos no dejó la campaña de limpieza de imagen y no era raro encontrarse con una avioneta con el enorme cartel de "justicia para Rumasa", carteles, pegatinas y, lo que es mejor, delicadas entrevistas a corazón abierto como la que la familia, en pleno, regaló a Pepe Navarro en "Esta noche cruzamos el Mississippi" en la que solo les faltó besarse a todos e invitar a Navarro a ser el padrino de alguna celebración familiar.



En todos estos años, pese al fraude y al delito, los Ruiz Mateos se han jalonado una estupenda fama: paternalistas con el obrero, sencillos en sus declaraciones, siempre tan limpitos, tan adecuadamente chistosos, tan seriecitos, tan bien casados, tan familiares, tan de perro, misa y ABC bajo el brazo, tan jerezanos y tan flamencos pero sin pasarse, tan de juerga sana, tan buenos...sin duda han representado el ideal familiar de muchos, muchísimos españoles que, córcholis, también dejarían de pagar impuestos si no pudieran poner pan sobre la mesa para alimentar a 14 hijos. Que también les gustaría vivir en ese idílico chalet rodeados de su descendencia. 

Desde hace dos años venimos viendo esos anuncios de Nueva Rumasa donde se invitaba a los ciudadanos a invertir un poco de su dinero en una empresa tan dulce, tan familiar y tan, en el fondo, maja. Una empresa respetable (sí, se decía respetable) que nos alegraba el desayuno y olé. El texto del propio anuncio no dejaba dudas de que, por el tipo de operación y sus especiales características, la inversión no pasaba controles de ningún tipo. No, no los pasaba. De hecho, si uno rebuscaba en la letra pequeña del anuncio o de esos fabulosos encartes que te encontrabas en la prensa de cuando en cuando te enterabas de que la inversión no estaba garantizada por Nueva Rumasa si no por una especie de empresa paralela. De hecho, si rebuscabas un poco, te enterabas de que muchas de las empresas de Nueva Rumasa (las que no tenían que ver con los lacteos) estaban derivadas a paraísos fiscales. 

¿Y qué? Nada. A ningún trilero de esos que se ponen con el cartón y la bolita en las inmediaciones de la Estación de Atocha se le ocurriría decirle al idiota que apuesta 50 euros que, en realidad, aquello era un timo pero a Ruiz Mateos no le importó decirlo. OK, quizás no es un timo como el del Trile pero, cuidado, que te estaba advirtiendo que aquel dinerillo, a lo mejor, no era una inversión segura. 


¿O no? Rebuscando un poco en el texto, en estas cosas hay que rebuscar, se me planteó la necesidad de entenderlo desde dos ángulos diferentes: ¿Qué quieres decir cuando dices que "la inversión no requiere del registro previo de un folleto en la Comisión Nacional de Valores"? A) Que, a lo mejor, ese dinero no sabes a donde va B) Que ese dinero "no está sujeto a control" y, por lo tanto, es una especie de inversión que se hace de espaldas a Hacienda, que forma parte de una partida de dinero que puedes invertir y no declarar. 

Volviendo al simil de la estafa: El que se cree estafador acaba descubriendo que ha sido estafado.

¿Se acuerdan ustedes el pollo que Ruiz Mateos montó con una empresa de seguros? ¿no? La empresa se llamaba Iberia de Seguros. El escándalo es del 98. Ahí el empresario mantuvo públicamente que rescataría a la empresa pero, simplemente, la dejó morir dejando a mucha gente en la calle. 

¿Saben que Ruiz Mateos acumulaba, de nuevo, una deuda de impagos con la Seguridad social de unos cuantos, muchos, millones de euros?

Y ahora en serio: ¿Se puede volver a construir un imperio mediático desde "la ruina total"? Pues parece ser que sí, pero sobre todo, lo que se puede conseguir es limpiar tu imagen y que, además, gente como Alfonso Arús (en uno de los vídeos está la prueba) diga de uno que es un ídolo, que es mítico y que no se cansa de verlo. El chiste sobre Ruiz Mateos ha salido bastante caro.

Lo sorprendente es que, teniendo en cuenta el recorrido y los datos sobre las empresas, Nueva Rumasa haya conseguido levantar en estas ampliaciones de capital 140 millones de euros sacados de los bolsillos de 5.000 españoles que, pese a las advertencias del propio Ruiz Mateos, no han tenido empacho en soltar casi 3.000 euros cada uno. ¿Le darían ustedes 3000 euros a este señor? A lo mejor ustedes no, pero como antaño, ya se están levantando voces a favor del empresario jerezano que, horreur, amenaza con volver a los juzgados y regalarnos un nuevo show mediático, esta vez, sin Boyer como receptor de los bofetones. Ya se habla de que la falta de liquidez se debe a que los bancos no han querido dar créditos e, incluso, en la neoliberal Intereconomía se clamaba el viernes por la noche por una necesaria intervención de rescate financiero a cargo del estado para, otra vez, salvar cientos de puestos de trabajo.

De nuevo, Ruiz Mateos vuelve a usar a los obreros de sus empresas como rehenes y exhibe el mismo discurso populista que ha mantenido en estos 30 años sin que a nadie se le ocurra, ni por un instante, pensar que a lo mejor no es bueno darle 3000 eurazos a un tipo que se viste de Superman por muy perseguido que se sienta por un Ministro de Economía. La chufla y la guasa, el chiste, ha costado a 5.000 incautos un dinero que podrían haber quemado en sus chimeneas, perfectamente. Piensen bien: 5000 personas. ¿Tiene el Rayo Vallecano tantos abonados?

Desde un punto de vista de marketing no hay duda de que la operación Ruiz Mateos le ha salido bien. El defraudador de la Hacienda Pública, el tipo que se llevó dinero a Suiza, que luego se aprovechó de los paraisos fiscales, que con mucha cara reclamó dinero al Estado por al expropiación de sus empresas no es en nuestro país un villano si no, por el contrario, un personaje del folclore popular que ha conseguido recaudar 140 millones de euros que, ahora, nadie sabe donde están. Bueno, Ruiz Mateos sí, pero a ver quien le pregunta.

En el ámbito social la figura de Ruiz Mateos inauguró un sistema de defensa que han utilizado otros. La escapada hacia adelante, el no dar marcha atrás, el no reconocer la estupidez como gestores, la incapacidad para hacer nada dentro de los márgenes de la ley ha sido esgrimida como escudo también por personajes como Mario Conde que, oh la lá, se aparece en Intereconomía exhibiendo sus armas ideológicas de destrucción masiva y hablando con toda tranquilidad sobre la justicia española o la economía del mismo país habiendo sido el culpable de uno de los mayores escándalos financieros de nuestra historia. Antes de eso, Jordi González en ese programa llamado "La Noria" ya le había permitido un enjuague de rostro en una de esas entrevistas en las que, aparentemente, se persigue encontrar "el rostro humano" del personaje. Apareció por allí Mario Conde como un corderillo que, tras haber probado las mieles del poder, degustaba ahora las maravillas de la poesía, se colaba en foros de internet para compartir versos y había metido "sus pocos ahorros" en un negocio de aceite andaluz. Un negocio pequeñito alejado de los canibalescos círculos de la alta economía donde tan mal se le trató. Incluso, maravillosamente, llegó a mandar un recuerdo a todos los compañeros de talego y a afirmar, muy adecuadamente, que hay más ladrones fuera de esos muros y peores personas que dentro pese a que, como ustedes saben, etarras, violadores, mafiosos y asesinos a sueldo engrosen las listas de presos en nuestro país ¿Por qué Jordi González no le preguntó donde vivía? ¿De qué vivía? ¿Había tenido que cambiar el chalet por el piso de 20 metros cuadrados? ¿Ganaba un sueldo trabajando como reponedor en un supermercado mientras memorizaba versos de Neruda o Machado?

Con Conde y con Ruiz Mateos, huelga decirlo, el dicho de que el tiempo pone a cada uno de nuevo en su lugar toma un siniestro significado.

En el asunto político ha marcado estilo también Don José María. Ahí tienen a los imputados en casos de corrupción (trajes, maletines, fiestacas, coches, relojes...) van a mantenerse en su puesto defendiendo a capa y espada el estatus, sin dar un paso atrás y mirando hacia el frente haciendo oídos sordos, defendiendo lo indefendible y dando razón a los que piensan que la realidad, pese a ser mostrada, deja a todo el mundo indiferente porque, por encima de los hechos que hayan protagonizado, nos mueven otros sentimientos que nos hacen mantenernos al lado del villano aunque este lleve, en una bolsa, la cabeza de un bebé.

Ya saben cual es la defensa: negar, negar, negar, luego reconocer pero negar, luego reconocer negando y echándole mierda al denunciante creando la falsa sensación de que es malo, de que lo mueven aviesas intenciones y, para más inri, generar la sensación de que es usted un delincuente pero un delincuente con corazón. Luego solo tiene que seguir negando, que seguir victimizándose, que pagar unos dineros a unos señores para que les pongan a ustedes bien delante de los demás y después seguir hablando de otras cosas, de las circunstancias del delito. Seguro que encontrarán a 5.000 incautos que les entregarán, incluso su dinero, para demostrarles su afecto. Ah, esta defensa, no es válida si el delito es pequeño. Es decir, si ustedes entran en un banco para atracarlo y les pillan no le vengan a juez con tonterías como es que no tuvo más remedio y que tiene hambre porque, sinceramente, se van ustedes a ir a la mierda aún más rápido si cabe. Para parecer inocente hay que pagarse el estatus de inocencia. Eso todos lo tienen bastante claro.

La broma ya ha durado bastante. El show, la segunda parte del show, ha terminado de forma abrupta pero, no se crean, los delincuentes y los malos gestores como los zombis vuelven siempre de la tumba. La invocación para que ocurra se consigue agrupando un estupendo grupo de seguidores. No hay más que ver es el increíble número de mensajes de apoyo que tiene en toda la red.

BOLA EXTRA: Les dejo un docu de Rumasa emitido por Canal Sur que alguien ha editado bajo el título "Arriba héroe!".


6 comentarios:

Lajarín dijo...

Sólo se me ocurre decirte una cosa, sr.Insustancil: ¡¡¡¡¡BBRIBBBÓN!!!!!

pesimistas existenciales dijo...

Excelente.
Brillante.

EMERAYO dijo...

lo dicho, no me dan pena los que confiaron de nuevo en él.Era una desfachatez INCREIBLE el prometer un 10 o un 8% en TODOS LOS PERIÓDICOS DE TIRADA NACIONAL. INCLUSO a mi me tentó a invertir, pero me pudo la cabeza.
Tiene tantos seguidores como fantasías hay de etafar al fisco pero no se han dado cuenta de que Quien quiere robar con un ladrón, además de menos cien años de perdón, tiene su potencial castigo. quien soñara con que éste iba a compartir beneficios soñó.

Señor Insustancial dijo...

Hola a todos,

Lajarín
Y yo a ti: "¡Que te pego leche!".

pesimistas existenciales,
Sonrojo siento.

EMERAYO,
Comparto esa falta de compasión con los afectados por este caso. Lo siento pero me producen más risa aún que a los que les dan el tocomocho en pleno siglo XXI. Me imagino a gente muy tonta que ha defendido e incluso votado a este señor tan fantoche y, a la par, tan caradura.

Menos mal que tienes cabeza.


Un saludo a todos y muchas gracias.

Mylodon Darwinii Listai / Milodón dijo...

Impresionada por este post
IM PRE SIO NA DA

Señor Insustancial dijo...

Mylodon,
gracias.