domingo, 8 de junio de 2008

Tengo miedo.


Dulce resaca. Me lo ha notado la chica del estanco-panadería-kiosco. Me ha preguntado que donde había estado anoche. Le dije que en el concierto de Extremoduro. He notado que ha torcido la naricilla. Le he preguntado que cuanto tiempo le quedaba para quitarse los aparatos de los dientes por cambiar de tema, hay muy pocas cosas que me perturben más que un adulto con brackets; mi teoría es que dentro de poco veremos a treintañeros con parches para el ojo vago y botorros para rectificar los pies planos. Es posible que entonces a alguien se le ocurra hacer ortopedias bonitas para las chicas guapas.


He desayunado y comido a la vez, como todos los domingos en que estoy solo en casa. Me he atrancado de gazpacho mientras leía El Pais.


Al parecer todo el mundo traga con que Obama es una especie de crossover entre Martin Luther King y Bobby Kennedy. La campaña de publicidad del candidato demócrata a funcionado bien incluso a nivel global. Es negro y demócrata. Es el Doctor King y es Bobby, entonces. Campañas fáciles para adultos capaces de ponerse brackets y que no tienen demasiado tiempo para el análisis. Si lo piensas un poco no tiene el mismo carisma, no ha tenido una carrera parecida a ninguno de los dos anteriores políticos mencionados y sus discursos sobre la Guerra de Irak, el paro y la igualdad racial en Estados Unidos han ido perdiendo filo.




No parece que los principios inamovibles sean un valor para los políticos en la actualidad. Se habla incluso de un posible asesinato, de que alguien podría intentar asesinarlo: yo que Obama evitaría los moteles y las salas de convenciones de los hoteles por si acaso se les cuela un loco con ganas de hacerse famoso de camino al manicomio.



Con Hillary nadie hace paralelismos porque no hay manera, las mujeres metidas en política más conocidas tienen mala prensa y las que no la tienen han caído en el anonimato de los medios (Aquino, Bachelet, la premio nobel de la paz birmana Aung San Suu Kyi...). En todo caso ya no importa porque no se presentará. Se demuestra que los norteamericanos podrían tolerar a un negro en la casa blanca pero no a una mujer y menos a una mujer que parece que lo tiene bastante claro.


El periódico traía otras cosas inquietantes como este anuncio de aquí abajo:


Y digo yo: ¿Por qué?


Si no era suficiente con meternos miedo con la subida de los combustibles, las huelgas de transportistas (es curioso pero nadie dice que este tipo de huelgas desembocaron en un golpe de estado en 1973 que derrocó a Allende pero hasta el último plumilla es capaz de decirte que Obama y Luther King son como dos gotas de agua...) y el terrorismo global a los de publicidad de El País no se les ocurre mejor cosa que meternos esta página que anuncia un ¿resort? sito en el pueblo de Benidorm donde además de ponerte como el kiko (anuncian barra libre y un buffer cargado de carbohidratos y grasas saturadas) puedes aprender a bailar con Poty.


En realidad estas cosas son las que resumen un poco donde vivimos. Grafismo cutre, montaje fotográfico recutre, mensaje aún más cutre, personaje cutre y niño disfrazado de la versión infantil de un stripper disfrazado de Harry Potter. Publicidad para adultos que se ponen brackets, que no tienen demasiado tiempo para analizar las cosas.


¿Usted perdería sus preciosos quince días de vacaciones estivales en irse a Benidorm a aprender a bailar con Poty o preferiría, no se, acusarse del intento de asesinato del primer candidato negro a la Casa Blanca y asegurarse un viaje con toda la familia a Guantánamo?


Al menos no es publicidad engañosa: me temo que dan lo que ofrecen. Terror a cuarenta grados a la sombra. Yo, por si acaso, voy a dormir hoy con la luz encendida.

No hay comentarios: