viernes, 17 de abril de 2009

Perdedores

Nota del Insustancial: En uno de mis más que frecuentes despistes dije que no había negros en High School Musical...los hay, como se ve en esta foto. Juro que pensé que era un niño al que sus desaprensivos padres habían inflingido unas cuantas sesiones de rayos UVA.

La lírica del perdedor tiene mucho más de atractivo que la del vencedor. La del perdedor se cuenta en corros formados en los parques, en las puertas de una empresa a punto de firmar el E.R.E. y finiquito (o sea, Tocata y fuga), en las reuniones más animadas de los bares...las mejores películas son las películas protagonizadas por perdedores natos: Rocky era un homenaje a un boxeador medio sonado, su novia escurrida, un cuñado alcohólico y vago y un entrenador con malas pulgas mientras que las siguientes entregas -elevemos un aplauso por la última entrega "Rocky Balboa"- eran una puta patraña que, sin embargo nos regaló a dos grandes malos como Ivan Drago (un chiflado boxeador soviético interpretado por el actor Dolph Lundgren) y Clubber Lang (un barriobajero muy chungo al que daba vida Mr. T).

Desde aquí lanzo una pregunta: ¿Por qué gusta más "El Luchador" de Aranofsky que Rocky Balboa si van más o menos de lo mismo?

Pero sigamos...las historias de ganadores sólo pueden interesar a Disney. ¡Disney! Que ha hecho, en realidad, una pasta contándonos historias de inadaptados: Nemo era un pececito minusválido, Dumbo un orejón, Bambi un cervatillo (¿O cervatilla?) cargado con el trauma de ver morir a su madre y, por favor, Ariel "La Sirenita" quería piernas...y sospechamos que también lo otro, porque seamos serios: la reproducción por huevos de los peces parece mucho menos placentera que la de los mamiferos.

El por qué ahora las películas juveniles están interpretadas por los malos de la película, capitanes de los equipos de beisbol o fútbol americano y las malvadas capitanas de los equipos de animadoras, es para mí un misterio que me he criado identificándome con los perdedores de las películas de John Hughes o, más allá de eso, con películas como "Tobi". Algunos de vosotros sois muy jóvenes y no fuistes traumados por dicha película, me explico: "Tobi" es una película dirigida por ese terrorista de los sentimientos llamado Antonio Mercero en la que un niño con alas (¡Como un angelito de Murillo!) intentaba ser normal y acababa siendo capturado por una mafia que lo exhibía como un freak de circo en el Parque de Atracciones. Al final (¡Atención spoiler!) el chiquillo se iba volando -literalmente-con una bandada de pájaros. Yo propongo que se haga una secuela en la que "Tobi" acabe electrocutado en una línea de alta tensión o envenenado por esos señores de campo que dejan estrictina mezclada con carne de pollo o alpiste para matar a "las ratas del aire". Por concienciar, sobre este crimen ecológico, digo.

¿Por qué tanta rubia saltimbanqui y tanto cachas con chupa ochentera en las películas comerciales actuales? Y mucho más cuando el sexo, no como en las pelis de los 90 u 80 donde siempre estaba más bien presente sólo hay que ver "Risky Bussiness" (una de las pocas pelis salvables de la filmografía de Tom Cruise) o "La Mujer explosiva", se ha convertido en un tabú de tamaño industrial. Qué desperdicio de juventud, ni un cochino botellón, ni tocar una teta por encima del jersey, ni nada. Una juventud bendecida por una salud de hierro y un incomparable mapa genético que, sin embargo, prefiere parecerse a "La Tribu de los Brady" que a una pandilla de bonobos...representación esta muy gráfica y muy al pelo de "Porky´s" o "American Pie".

Ayer tarde, tras el concierto de Joaquín Pascual (ex surfin´Bichos, actualmente en Travolta...no dejes de darle una oprtunidad), en el Centre Octubre de Valencia -llegamos tarde, pero lo que vimos fue emocionante- charlábamos sobre la imagen de los jóvenes en la gran pantalla de "Kids" o "Bully" (ambas del excesivo Larry Clark) a "los 400 golpes" (Truffaut) pasando por "Colegas" (Eloy de la Iglesia), "Clerks" (Kevin Smith) y llegando a "This is England" (Shane Meadows) discutíamos sobre si es más bonito perder o ganar -en la pantalla- sobre la inmensa senda de sabiduría del perdedor que comienza cuando uno es pequeño y acabamos recordando cantaores flamencos trágicos, futbolistas geniales destrozados, cantantes de discreto éxito, artistas callejeros que emocionan a pequeñas audiencias. Convinimos en que es mejor ser feliz todos los días que vender a tus amigos por alcanzar un puesto en el equipo de Fútbol Americano. Es muy posible que sólo Hollywood piense lo contrario...eso o es que pienso así porque soy gordo y gafotas. Por si acaso os dejo con una estupenda película sobre perdedores en dos partes: "Amici Miei" y "Amici Miei II". Y esta canción sobre el gustito de tomarse la vida sin prisas.







4 comentarios:

danihd dijo...

Joaquín PASCUAL, ¿no? También está mal en las etiquetas.

Segundas partes (casi) nunca fueron buenas. Opinión de alguien que no ha visto El luchador y se quedó estancado en Rocky V.

Señor Insustancial dijo...

Pues efectivamente...ya está cambiado.

Pues hay que verlas que son, ambas, muy buenas...¿Segundas partes buenas? El Padrino II y la segunda parte de Infernal Affairs...es esa peli de la que salió el remake de Scorsese: "Departed".

Prometo volver a tomar drogas y beber como un cosaco porque está claro que esta hipersanidad está afectando a mis neuronas.

Disculpas por el lapsus. Un abrazo.

danihd dijo...

Disculpado, cómo no.

Infernal Affairs, recuerdo que me devore las tres en poco tiempo. Y aún gustándome (de más a menos.. creo, mi memoria es de pez), el alargar la historia, el explicarla excesivamente, me hizo perder levemente el interés. Lo malo de las enésimas partes, me temo.

Grom el Único dijo...

Estimado Insustancial, se olvida Vd. de "El Imperio contraataca" (otra de esas segundas partes con solera).

Y hablando de secuelas, precisamente ésa es la parte que los cronistas flímicos olvidan detallar. Que sí, que es muy romántico el morder el polvo (por cierto, ¿lo ha probado alguna vez literalmente? Yo he hecho la prueba con Nesquick y es asqueroso - le quedan a uno los dientes como de zombie -)... er... morder el polvo, decía, tras enfrentarse a carros y carretas de maldad institucionalizada. Pero nada, el protagonista se lanza de cabeza contra las vicisitudes y, lógica obliga, se la da pero bien dada. Hasta aquí de acuerdo...

Pero luego llega la segunda parte (o secuelas): ¿qué pasó cuando el potro italiano llegó hecho unos zorros a casa después de que Apollo Creed le hubiera perjudicado - aún más! - la dicción a base de golpes mandibulares? ¿Qué reproches le haría la ciclotímica Adrian al magullado boxeador ("si es que no sé pá que te metes a luchar!", "mira cómo me has puesto las toallas, todas perdías de sangre y estaban recién lavás!", "habla despacio que no te entiendo!") cuando llegaran a casa? Y lo que es más importante:

¿Quién fue el cachondo que decidió que "Rocky" le arrebatara el Oscar a la Mejor Película a "Taxi Driver"? ¿Eh, señoritingos de Jolivús?

Lo reconozco: si hablamos de perdedores, prefiero a Travis Bickle. Por lo menos, ése ya estaba sonado de antes.

Afectadísismos y paulschaderianos saludos.

PD.- Ya me contará qué tal el Concilio Bloggeriano.