domingo, 9 de marzo de 2008

La búsqueda de la felicidad

Propagandística catecumenal militante...
La constitución americana recoge el derecho de sus ciudadanos a ser felices o, al menos, a buscar la felicidad. Seguramente sea el único texto oficial que recoge ese derecho. Es un gesto de inocencia que la convulsa y violenta historia de la actual metrópolis se ha encargado de convertir en una quimera inalcanzable y, sin embargo, ha quedado impresa en el subconsciente colectivo norteamericano (e incluso, gracias al cine en el mundial). Básicamente se traduce en lo siguiente: una casa con jardín delantero, la adquisición de otros bienes materiales chiflados como camas elásticas, minimotos y otras extravaganzas del sistema capitalista -esas que se convierten en las piezas fundamentales de los vídeos de primera que nos llegan desde el otro lado del océano- y, como no, de parir una prole de hijos sanos que aspiran a ser astronautas, deportistas profesionales o a ser convertirse en el hombre que apriete el botón nuclear.



Pero, a veces, ni siquiera la alegre esperanza de engendrar al muchacho/a que nos borrará de la faz de la tierra en el cómodo dormitorio de una amplia casa de una ajardinada zona residencial consigue acallar la voz de nuestro interior que nos dice que aún nos queda algo por hacer, que nuestra felicidad no es completa. En la más que interesante novela "Campo de Sueños" (no la peli, el libro) un tipo construye un campo de beisbol para conseguir reconciliarse con su padre muerto; en la comunidad de Madrid hay un hombre que, desde hace años se construye una catedral convencido de que es Dios el que dirige su mano, Fitzcarraldo construyó la Opera de Manaos y F. colecciona todo tipo de cosas que consigue por internet desde complementos de Barbie hasta clicks de Famobil...¿Pero compartirían ustedes esa visión de la felicidad?

¿Y si eres gay y vives en un pais donde no te dejan casarte? ¿Y si vives en España y la simple idea de la palabra vivienda te produce una risa histérica? ¿Y si, yo que sé, te apetece vivir la vida desde una visión chiripitiperrofláutica? ¿La vida loca? ¿Puedes permitirte una vida de despiporre y/o despilfarro en La Costa Azul junto a una hembra/macho Alfa? ¿Si fuera´así te resignarías a vivir criando chiquillos y no en plan rollo Briatore?

La familia mafiosa media americana


Lo cierto es que para diseñar una felicidad a nuestra medida hay tantas interpretaciones como como para el inescrutable final de Los Soprano. Y, si no, que se lo digan a Coelho y otros gurús de la autoayuda militante que te sacan las perras con algún aguado caldito de pollo para el alma.

Tan inescrutable, seguramente, como los Furries, esas personitas que buscan la felicidad vistiéndose de animales antropomórficos, o sea, de gigantescos peluches. Los Furries se buscan un enorme traje de mascota de equipo deportivo o marca comercial y lo dotan de personalidad propia, luego asisten a convenciones donde se relacionan con otros furries, se echan novias del rollito, comen con otros como ellos y, sobre todo, por unos días se sienten completamente normales. Sentirse normal, sentirse "unomás", parece ser uno de los elementos que muchos creen necesarios para ser felices otros disfrutan de su rareza pública como esos que, orgullosamente se autodeniman "frikis" que mira tú que felicidad puede haber en ser el raro, raro, raro...¿Les he dicho que encuentro una felicidad irracional en repetir latiguillos? ¿Comorl? Como se lo digo.



El mundo de los furries, por bizarro, es fascinante, cientos de páginas de todo el mundo recogen foros, fotos, chats, testimonios e intercambios de trajes y complementos, un mundo raro y feliz compuesto por personajes sacados de azucarados sueños infantiles ¿Quién no querría vivir en un permanente parque de atracciones lleno de globos, golosinas y rodeado por personajes míticos como zorritos, gatitas, tigretones y otras bestias de garras amaestradas? Aunque los Furries niegan que lo suyo es una parafilia lo cierto es que, en el fondo, hay también una forma de entender las relaciones sexuales...¿Será placentero retozar con un cabezón de gomaespuma? ¿Toquetear un cuerpo vestido por una suave piel artificial? ¿Saltarán chispas de electricidad estática suficientes?



Further Confusion, Confurence o Anthrocon son tres de las grandes convenciones de furries del mundo. Un rápido vistazo nos descubre que los Furries disfrutan preparando carreras de velocidad, bailes, reuniones para dibujar a otros furries, charlas y, claro está, mucho pero que mucho toqueteo. Los Furries aparecieron en internet como grupo en 1996 y, desde entonces, no han dejado de crecer gracias a la difusión de su ideario por la red. Esoes lo bueno de la red: consigue que descubras que no eres tan raro por sentirse irremediablemente atraído por el tipo que reparte propaganda vestido de oso amoroso en la puerta del supermercado o la razón por la cual no podemos dejar de ver el DVD de Cats. ¿no?




Yo prefiero el Club de los Hell´s Angels de BCN, la isla de Goreé, el distrito de University en Seattle o la cabina del Pub Rainbow, las largas conversaciones que no llegan a ningún sitio, escribir, cocinar para los amigachos, ver pelis, aparranarme en el sofá de F. para escuchar música y ver como se ríe o se mosquea, decir latiguillos, gilipolleces, echar unas canastas y otras insustancialidades varias como ver pasear a una chica alta que es también una rara parafilia. Como pueden vislumbrar para mí la felicidad es también algo que ni siquiera está demasiado definido...con lo fácil que es simplemente sentir que uno no vale para nada y dejarse llevar.

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