martes, 5 de mayo de 2009

Breaking Bad: Manual de supervivencia para pobres








AMC es un canal norteamericano filial de la potente NBC. Es un canal que, en principio, se dedica a la emisión de películas clásicas americanas pero que, también, ha decidido producir series propias. La singular y brillante "Mad Men", basada en las peripecias de los trabajadores de una agencia de publicidad neoyorquina de los años 60, ha sido el comienzo de una estupenda política de producción. "Mad men" es una serie moderna pero concebida para convertirse en un clásico: ritmo shakesperiano al estilo de "The Sopranos", personajes agobiados por el ritmo de los tiempos que les ha tocado vivir, espectacular puesta en escena, elegante rodaje, fino montaje y, claro está, el necesario toque de "encontronazo moral" que en la serie de los mafiosos de Nueva Jersey se produce cuando el espectador se enfrenta al código de conducta de la Mafia y en la serie de los publicitas cuando el mismo espectador se encuentra con un grupo de hombres y de mujeres encorsetados por la moral imperante en los años 60 que ahora nos parece machista, beligerante y desfasada. Tanto en la primera como en la segunda queda claro que no hace falta crear series de Ciencia Ficción que se desarrollen en "galaxias muy, muy lejanas" para generar esa sensación de lejanía y de vertigo típico del género. Siguiendo la máxima filosófica de que "hay otros mundos pero están en este" ambas series son fieles a las normas de la ficción pero, curiosamente, tienen un pie en el cine documental.



Un poco alejadas, pero no demasiado, está "Breaking bad" (Miércoles, 22:00 horas, Paramount Comedy). La serie parte de una chocante sinopsis: Walter White (interpretado por Bryan Cranston, famoso por su papel de padre de familia en "Malcom in the middle) es un apocado profesor de química que tiene una mujer instatisfecha, un hijo con parálisis cerebral y espera a otro hijo. Su pobre sueldo le obliga a trabajar por las tardes en un tunel de lavado para poder llegar a fin de mes. Cuando nada podía ir peor le es diagnosticado un cáncer de pulmón que su seguro médico no puede afrontar. Acuciado por el temor de dejar a su familia en la ruina después de muerto decide aplicar sus conocimientos de química para "cocinar" su propia metanfetamina (material que puede encontrarse en la calle con nombres tan dispares como "Spun", "cristal", "meta", "super" etc, etc...pero todo es básicamente la misma porquería).

La serie circula ahora por su segunda temporada (en los USA) tras una primera de tan solo siete entregas (por un lado debido a la huelga de escritores más famosa de todos los tiempos y, por otro, porque AMC prefería apostar por un trabajo muy bien terminado que no se agotara a las primeras de cambio) en las que el despliegue de medios recordaba a películas de acción de nuevo cuño pero que tenía a dos enormes perdedores de protagonistas: el propio Bryan Cranston (seguramente uno de los mejores actores americanos vivos) y su Sancho Panza particular Jesse Pinkman (papel interpretado por Aaron Paul, un actor conocido por su papel en la también "rarity" "Big Love") que hace básicamente de nervioso e idiota redomado.


Dispuestos a ponernos los pelos de punta Vince Gilligan, su creador y que ya estuvo a las órdenes de Chris Carter en "Expediente X" y le cubrió las espaldas en el poco valorado "spin off" de la serie "Lonely gunmen", hace un crudo semblante de "los nuevos pobres" norteamericanos, la clase media, que ni siquiera puede vivir con soltura pese a tener un trabajo que antes servía para mantener a toda una familia (de muchos más miembros). Cruda, absurda, ridículamente cómica y violenta por partes iguales "Breaking bad" (que puede traducirse como "volviéndose malo" o, tirando de slang, como "mal punto de cocción de la mezcla necesaria para hacer metanfetamina") es como uno de esos "libros de cocina para anarquistas" ("Cook book anarchist") que tan de moda estuvieron en los albores de la red y que te informaban de como hacerte tus propias bombas por medio de cables y un poco dedetergente en polvo; de como organizar tu propio grupo de guerrilla urbana y un largo etcétera de asuntos de baja estofa para poner al sistema patas arriba (cuidadito que dicen por ahí, las leyendas urbanas, que la mayoría de los que circulan por la red ya han sido convenientemente retocados para que el que intente hacerse una bomba casera y emular a Unabomber se quede las manos en el proceso). En este caso la serie te muestra cómo introducirte en el tráfico de drogas pero, también, las consecuencias de jugar en el filo de la ley o, incluso, muy dentro de la ilegalidad: competencia brutal, mínimas garantías de no recibir una paliza o un tiro en la sien, camellos chiflados, clientes sin liquidez, cárteles mexicanos y, claro está, unos colaboradores que de servir para algo más que para pasar bolsas con droga de una mano a otra y recibir el importe exacto estarían trabajando en un almacén, en una tienda de informática o dando conferencias sobre la capacidad de la 2.0. Yo que vosotros no me la perdía.

2 comentarios:

danihd dijo...

Cojonuda serie, sí señor. "Best show ever", que se tiende a decir.

Anónimo dijo...

Hola , No recuerdo que capitulo es , pero empieza con varios mexicanos arrastrandose , despues aparecen los primos de Tuco y se unen a ello para levantarse en una "capilla"
Me dejó desencajado :)