lunes, 25 de mayo de 2009

En ocasiones veo muertos (en sketches cómicos)


No entiendo como es posible que Florentino Fernández y Josema Yuste incluyeran un sketch en la emisión de su programa, titulado "¿Y ahora qué?", en el que el Flo imitaba a Agustín González como si este hubiera interpretado a Hannibal Lecter en "El Silencio de los Corderos" (1991, Jonathan Demme) mientras que Josema imitaba a Carmen Sevilla como si esta hubiera interpretado a Clarice Sterling en la misma película.


Cosas como estas son las que me hacen plantearme si el escalón generacional en nuestro país no es, en realidad, un abismo insondable por el que se cae nuestro sentido común.

La primera regla del humor, y por la cual difícilmente este es universal, es que exista un referente: es decir, necesitamos que objeto del chiste sea reconocible por todos los que escuchan o ven el chiste.

"Jaimito" es, por ejemplo, el niño trapisonda y encantadoramente estrangulable de los chistes de la infancia (y de las películas italianas de Alvaro Vitalli...pero sólo en nuestro país porque allí el personaje se llama "Pierino") y Hitler, bueno, todo el mundo cuenta chistes donde está Hitler o Franco o o esos de "Un español, un inglés y un francés van y..." que siempre acaban con el español saliendo triunfante y los otros quedando como unos gilipollas. Esos son, más o menos, los referentes del humor del subdesarrollo.

Lo que empuja a dos cómicos a incluir a un personaje fallecido es, a mi entender:
1. Que al ser imitadores su nómina de "imitados" sea corta o esté poco actualizada.

2. Que los referentes culturales de su público objetivo, desgraciadamente, hayan fallecido y que, pese al luctuoso acontecimiento, por narices haya que meterlos en el chiste ya que los actuales o no les interesan o no los conocen.

En Saturday Night Live se hace, aprovechando la emisión cercana a Halloween, un sketch donde se incluye a Vincent Price (lo hace Bill Hader), el pianista Liberace (Fred Armisen) y un largo etcétera de muertos famosos...pero, claro, el punto fuerte de SNL son otras cosas que sí parecen referentes más actuales.

Por desgracia que en los programas de humor españoles se acuda necesariamente a películas y a actores clásicos para hacer chistes y, sin embargo, sea casi imposible ver una película dirigida por Fernán Gómez o escuchar en la radio una canción de Joan Manuel Serrat (este vivo y por muchos años) es un claro ejemplo de que hemos perdido el norte y que tendemos a que todo, para ser digerido tenga que llevar la etiqueta de lo nuevo o lo seminuevo o que, por el contrario, sea lo suficientemente antiguo como para captar la atención del mayor número de televidentes pero dejando a un montón de ellos fuera que no sabrán quién era Agustín González (para su desgracia...pero es que el asunto es el pez que se muerde la cola...si no pones películas antiguas...).

Todavía no entiendo muy bien si alguien se ha dado cuenta de que la televisión todavía está a tiempo de seguir cosechando televidentes menores de 55 años con una sencilla maniobra: atender a ese grupo de televidentes. En serio, es fácil, sólamente hay que dejar una parte de las parrillas televisivas a programas donde se hable de música, cine, teatro, libros o se hagan chistes de escritores vivos que muchos conocen y que jamás salen por televisión. De verdad que es un pequeño esfuerzo que se vería recompensado recibiendo, de nuevo, el interés de gente que ve series de televisión americanas (¿Cuanto tardará A3 en emitir "The Big Bang Theory"?) y a la que le gustaría disfrutarla, seguramente, en el televisor del salón...no se, de ese modo, seguramente nos ahorraríamos ciertos desacertados sketches que tienen como objeto gente muerta y nuestras televisiones podrían dar una imagen que, de verdad, fuera moderna o, mucho mejor, que estuviera con los tiempos.

Es posible que nuestra tradición cómica se merezca una revisión a fondo y, sobre todo, que coloquemos a cada uno en su lugar, en lugares mucho más dignos (y no niego que un programa de humor lo sea) pero sobre todo en un lugar donde podamos reconocer el talento de cada uno. De ese modo tendremos una visión menos deformada y más interesante de nuestra cultura que, en estos tiempos absurdos, en el que la gente se niega a hablar de sus influencias (seguramente porque no le da la cabeza para tenerlas o porque, simplemente, se niega a reconocerlas) pudiéramos entender de donde vienen las cosas.

3 comentarios:

eduardoritos dijo...

En este sentido, creo que es un ejemplo a seguir "Qué vida más triste" (en cuanto a las referencias actuales).
Por otra parte, hace un humor tan "sencillo" que lo puede entender casi cualquiera.

Paria dijo...

Solo hay un pequeño problema con el planteamiento...No es rentable y ellos son empresas, no hay más que mirar la audiencia que hace por ejemplo "Como conocí a vuestra madre" o "Dos hombres y medio" para saber que una pedazo de serie como "The big bang theory" se pegaría la gran hostia.

El público juvenil ya está captado, ahí tienes engendros como "Física o química" o el karaoke "Operación triunfo". A lo mejor tu te refieres a un público más minoritario y que no haya sufrido accidentes vasculares en el cerebro.

Señor Insustancial dijo...

Hola señores,

eduardoritos,
Se agradece que haya nuevos formatos. Efectivamente tiene que haber un humor sencillo pero, por favor, también cosas de las otras para que pueda haber algo de alternancia.

Paria,
Tengo que disentir. Creo que son series que sí pueden ser rentables pero que tiene que competir en sus horarios y dándoles mucha más bola. La Sexta estrenó "CCAVM" en prime time, los lunes, y después de hacer buenos números lo quitó de la parrilla sin explicación para poner no se qué. "Dos hombres y medio" ha pasado por la 2 en horario infantil o casi y "TBBT" se ha pasado por Neox con bastante éxito hasta que también ha desaparecido para no llegar a A3 nunca.

FOQ y OT son dos ejemplos de programas para gente joven con aspiraciones generalistas pero comienzan a ser poco rentables...quizás lo que ocurre es que las teles quieren seguir llegando a niveles gigantes de share que ya son simplemente imposibles.

En muchos casos una audiencia menor pero mejor localizada (un buen nicho) llama a los mismos anunciantes especializados y es igualmente rentable que alcanzar un 40% a la 1:00 de la mañana donde sólo puedes aspirar a anuncios de 806. Es una teoría, nada más.

Un saludo.