Existe la creencia erronea de que los gordos somos un puñado de indolentes sin voluntad incapaces de controlarnos delante de cualquier cosa comestible. Que nuestro pulso sólamente se aceleraría si andáramos más de quinientos metros seguidos, que somos poco atractivos, que enfermamos con rapidez y que, en líneas generales, estamos así porque queremos.
Es curioso porque del mismo modo que se habla de forma despectiva de la obesidad se suele justificar la anorexia como una enfermedad que se produce cuando alguien va a la caza de un ideal de belleza, como si la búsqueda de un ideal de belleza fuera intrínsecamente bueno y francamente parecido a la búsqueda de la sabiduría o algo así.
Menos mal que la profesión cinematográfica está llena de gordos con sueños, de tripones nerviosos que se mueven por obsesiones que no tienen que ver con el paladar, que son insistentes y que se han convertido en motores del cine. Ahí está Francis Ford Coppola enloqueciendo en medio de la selva de Filipinas para reproducir Vietnam o chalándose mientras construía unos decorados que fueran Las Vegas para "Corazonada"; Orson Welles y su búsqueda de un lenguaje nuevo para el cine, ALfred Hitchcock aterrorizando al mundo y asegurando que tenía una extraña enfermedad que consistía en que si alguien se comía una almendra a su lado, él recibía las calorías de la misma en lugar del que se la había comido.
En España tenemos a otro gordo obsesivo cuyo talento es inabarcable incluso para el parámetro de su estomago: Es Alex de la Iglesia. Y una de estas mañanas se levantó con la idea de renovar el cine español desde la Academia del mismo modo que una vez decidió ser director de cine, como si fuera un tío atlético y delgado.
Todavía no entiendo muy bien como lo hará, si será capaz, si los productores le harán caso, si este nombramiento conseguirá que en España llegue el talento a las salas, reverdezca el interés de la gente por nuestras películas, al fin los directores,guionistas, iluminadores, maquilladores, conductores, carpinteros, cocineros y camareros de catering y un largo etcétera de profesionales dejen de ser unos "sinvergüenzas que viven de las subvenciones" para ser reconocidos.
Lo tiene difícil porque el patio está jodido pero, un momento, ese tipo fue el que rodó "Acción Mutante" y dio esperanzas a toda una generación de directores hace ya dos décadas...No tengo muy claro porque alguien que ha conseguido caer tan bien, que siempre recibe buenas críticas y que cuenta con la simpatía de todo el público ha querido meterse en un puesto tan complicado como el de Presidente de la Academia y ponerse en el disparadero de unos y de otros...sus razones tendrá. El tiempo dirá si es una acción kamikaze o si se va a zampar esto con la misma alegría que le he visto comerse un carpaccio de buey. Trabajo tiene por delante. Podremos ser el hazmerreir pero queda demostrado que los gordos también tenemos sueños.
1 comentario:
Estimado Insustancial, un par de apuntes (dispares, fuegos):
- el que determinadas personas sean generosas en carnes responde, según una de mis últimas teorías, a que tienen tanto que dar que deben guardárselo dentro para que no se reveníe (el caso de Vd. es más que evidente; es más, pienso que la mayor parte de su masa corporal son buenas ideas);
- el caso de nuestro Joe Dante bilbocastizo (por alguna extraña razón, cada vez que pienso en "La Comunidad" me acuerdo de "The burbs" - "No matarás al vecino" -, así como "800 balas" y "Matinée") es digno de admiración: en este país, en el que la mayoría de cineastas confunden la introspección con el aburrimiento, el estimado De la Iglesia se atreve con satanismos de andar por casa, rodar una de las comedias negras más lúcidas de los últimos años ("Muertos de risa"), adaptar a Barry Gifford - fallidamente, las cosas como son - o atreverse a venderle a los señores del Ente un producto como "Pluton BRBNero" - simplemente, un desastre de serie... pero claro ÉL fue el único que se atrevió a hacer algo así -.
Me temo que el amigo Alex va a tener que pegarse con todo lo pegable para darle un giro radical al tristón panorama español. Por suerte, y en eso estoy con Vd., físico no le falta.
En fin, Alex Jacta Est.
Afectadísimos y esperanzadíceos saludos.
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