El día de mi funeral quiero que una mujer llorosa, con el corazón partido, completamente vestida de negro se acerque a mi féretro y entone esta canción para todos los presentes...
...o al menos que le de al play del CD o lo que demonios sea que se utilice en el futuro. Recordadle que me gusta más la versión de The Fairport Convention que la original de Leonard Cohen y que si no la encuentra pues que ponga esta misma, que K.D. Lang mola. Espero que los asistentes tengáis la vergüenza de tirarle los tejos a mi viuda una vez que el ataud o lo que sea donde me metan haya traspasado las puertas del horno crematorio (estaré ardiendo varios días gracias a todo lo que me he metido entre pecho y espalda así que largaos a casa, estaré bien). No le tiréis los tejos antes, me sentaría fatal, aunque conociendo a muchos de ustedes se que lo harían, incluso, conmigo vivito y coleando. Incluso ahora, que estoy escribiendo esto. Cabrones.
Ah, por si a alguien le vale de algo: no pienso morirme hasta, por lo menos, dentro de 100 o 150 años. Es posible que no ande muy católico pero no soy gilipollas.
Les quiero, on my stupid way...
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