jueves, 24 de abril de 2008

Yo, Segurata.




No voy a ir nunca más en Metro. Los pasillo del Metro son como los del Pasaje del Terror pero en vez de salirte Freddy Krueger te sale un segurata pastillero y analfabeto que te curte el lomo. Gente metódica estos señores que graban sus ejercicios de crueldad, pero no para reírse, si no para mejorar la técnica. Ya saben. Una garita, tres seguratas:



S1: "Mira, ahí viene la hostia a mano abierta..."



S2: "Congela, en ese punto...¿no ves lo que te decía? Ahuecas, macho, ahuecas..."



S3: "Para hacer más daño tienes que cerrar más los dedos y que no pase el aire... recuerda que tu mano es una maza justiciera..."

S1: "Pero es que me jodo la aerodinámica".



S3: "¡A ver cuando inventan un tunel de viento para las hostias!".
Gente perfeccionista. Gente frustrada que sabe que sólo puede ejercer la violencia y no la autoridad. Yo siempre que he dado con uno de estos chulos (y por mi aspecto me ha tocado bregar con muchos) les miro a los zapatos. Tu le miras a un tipo uniformado los zapatos y sabes cuál es el grado justo de su ascendente y de su autoridad y los seguratas suelen tener poca en ese aspecto, es en los zapatos donde descubres que esta gente va disfrazada. Otra cosa es que las hostias sean reales...no hablamos de fuerza, hablamos de moral. La espada, en este caso la porra plastificada, llega bastante más lejos que la pluma.
De hecho el segurata es un trabajador vocacional: sueldo de mierda, servicios de mierda, zapatos de mierda, uniformes de cuchufleta pero...puedes repartir hostias con cierta impunidad y demostrarle a Civiles, Nacionales y Municipales que, pese a que no te dejaron ingresar en sus cuerpos, tú si que sabes imponer la ley y el orden.
Antes esto lo hacían mucho los falangistas con sus camisas azules y sus aguerridos correajes, lo hacían de forma desinteresada porque les salía de dentro pero ha tenido que venir la empresa privada para canalizar toda esa mala hostia garbancera y darle empleo a estos muchachotes que, de no ser por estos ratitos, se pudrirían en cualquier calabozo del Tercio.
Machotes, uniformes, falsa disciplina militar, violencia física y verbal...rollo A la Caza (William Friedkin, 1980), mucho rollo filogay malrrollista...
La verdad es que el casting de seguratas de Prosegur es peor que el de Operación Triunfo...¿Tendrán un Risto Mejide de las chuflas buscando orangutanes por todas las discos de España?



Decís que me columpio pero, para evitar problemas con seguratas lo mejor es lo siguiente:


1.) Jamás soltarles una ingeniosa gracieta...no hay nada que joda más a una persona de pocas luces que le demuestres que eres más listo que él. Te mirará sin comprender que le estás diciendo e identificará que ese ruido molesto sale de tu boca para luego proceder a cerrártela.

2.) Comentarle algo sobre tus derechos...¡Wrong! ¿No te he dicho ya que no te hagas el listo? ¿Derechos qué derechos? El Segurata comenzará a comportarse como un Juez Dredd de pacotilla. Mal.


3.) Decir algo sobre su autoridad real...mira eso es casi peor, por ponerlo en clave sexual: el segurata cree que tiene un pene enorme que funciona como una tuneladora, que es adorada y bendecida por todas y cada una de las mujeres del planeta...imagina la frustración del mismo si alguna de ellas le dijera: en realidad la tienes pequeña, diminuta e inservible. Morirás.


4.) También hay que evitar ser mujer, inmigrante, llevar un pañuelo palestino, gafas, ir leyendo, paseando, mirando a las cosas con interés etc., etc., etc.
En definitiva: Tengan cuidado ahí fuera, insustanciales...

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