martes, 6 de mayo de 2008

Desde Ucronía con amor.


Hoy le he mandado unas preguntas a Michael Chabon, que es ese muchacho de los ojos claros de ahí arriba, para que me las conteste. Es la primera vez que hago una entrevista interpuesta a alguien. Qué lío.

Bueno, ya podrán leer el artículo (con la entrevista incluída que firmará otra persona, me imagino) en ese periódico que la COPE pone siempre verde y cuyo nombre no comienza por "EL". El jueves o el viernes. No se. Ya avisaré para que puedan reírse muy a gusto de mi persona y de lo tontito que me pongo cuando me dan cancha...

El caso es que para escribir sobre Chabon he hecho el típico ejercicio de documentación y lectura de tres semanas...me he enchufado dos o tres libros y, sobre todo, he buscado incansablemente los textos de ciencia ficción que va publicando en la revista McSweeny´s.

McSweeny´s es una revista fundada por el rarito Dave Eggers (que saca su próxima novela en España Qué es el qué el 9 de mayo) y que es una especie de lanzadera para nuevos valores. Mondadori tiene un par de antología de relatos (un libro blanco y otro negro) muy recomendables.
Pero me estoy liando repasemos: ya me he tirado el pisto, ya he dejado claro que soy un erudito en nueva literatura americana y que soy lo más como Hansel en Zoolander...

Vale pues entonces sólo me queda recomendarles fervientemente la lectura de El Sindicato de Policía Yiddish que me parece una de las mejores novelas que me he leído en los últimos tiempos y la mejor de este año (y eso que he leído a Roth, Eugenides, Leonard, Montalbán y lo que me quedaba de Sedaris en inglés...).

El asunto es una mezcla de novela de ciencia ficción e intriga que arranca en un homeland de Alaska donde han sido confinados todos los judíos europeos supervivientes de la II Guerra Mundial después de que las potencias ganadoras aniquilaran la fundación del Estado de Israel. O sea, una ucronía, un juego de "Y si..." que te deja con el culo torcido. Fría, retorcida y amarga. Una joya, vamos... los decorados de la novela recuerdan mucho a un Blade Runner vacío.

Curiosamente este libro parte de las mismas premisas que La Conjura contra América de Philip Roth (en su caso el aviador pronazi Lindbergh llegaba a la presidencia de la Casa Blanca y comenzaba una de esas razzias típicas contra los judíos) y pone a los sionistas en el bando perdedor de la historia.

Por si quieren saber algo más de este pedazo de escritor deberían de leer Las Asombrosas aventuras de Kavalier y Clay (Premio Pulitzer 2001) o las muy, muy buenas Los Misterios de Pittsburgh (su primera novela en Anagrama) y Chicos prodigiosos (Anagrama) de la que se hizo una versión cinematográfica muy buena y que descubría algunas claves de como es eso de sentarse todos los días a escribir un libro.

Ah, se me olvidaba, Chabon que es un fanático del cómic y de los superhéroes firmó el guión de Spiderman II después de que Sam Raimi le pidiera de rodillas su ayuda.
Y otra cosa: Me estoy leyendo el primer volumen de las memorias de Bob Dylan y la estoy "gosando"...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Había leído buenas críticas. Tomo nota... ande está el papel?

Anónimo dijo...

Aquí lo tienes...

Un abrazo,
Señor Insustancial