domingo, 11 de mayo de 2008

Los jodíos muñecos.


Anoche me vi de tirón la programación de series de Cuatro: Psych (muy buena), South Park (magistral), Juzgado de Guardia (nostalgia cómica) y Enredo (frikada).Tenía bastante abandonado South Park porque las horas de emisión (más allá de las dos de la mañana) son simplemente irreconciliables con una vida diurna normal y corriente pero ayer, cosas del insomnio, me reencontré con los muñequitos de Parker y Stone. Hecho de menos a Kenny pero Timmy y el niño con Tweek, el niño con problemas de ansiedad son dos fichajes.

El primer episodio iba sobre la pederastia en la Iglesia católica norteamericana. Acojonante. Me gustaría que en España, cada vez que alguien habla sobre el puritanismo norteamericano, se planteara si aquí seríamos capaces de hablar de estas cosas de la iglesia sin que, por ejemplo, a una gran parte de nuestros medios de comunicación no les diera un síncope.

En el segundo la pandilla de South Park fundaba una asociación para intentar que George Lucas y Steven Spielberg no volvieran a retocar digitalmente ninguna de sus antiguas películas justo cuando a ambos se les ocurre hacer una nueva versión de En Busca del Arca Perdida (absurdamente traducida en el doblaje como "Los Cazadores del Arca Perdida") en la que los indios del comienzo habían sido cambiados por fieros ewoks.





Ni que decir tiene que ambos personajes, reales y vivos, Lucas y Spielberg, aparecían como dos chiflados encantados de ganar un poco más de pasta con estas nuevas versiones para así atraer a una nueva generación de espectadores a los cines y asegurarse la venta de más DVD de sus viejas películas. Lo curioso es que los niños de South Park le recordaban a Lucas que él había encabezado en los 80 la guerra contra las versiones coloreadas de clásicos en blanco y negro que llevó a cabo Ted Turner y en la que participaron, entre otras majors, Disney que destrozó gran parte de su material original clásico en Blanco y Negro.

En el caso de la Multinacional del ratón se aprovechó para retocar cosas políticamente incorrectas como el acento judío del lobo de Los Tres Cerditos o adoptar un código por el cual hay material antiguo que no puede volver a emitirse completo: es el caso de Steamboat Willy, primer corto de Mickey, en el que el ratón caza ballenas. Tampoco ningún episodio clásico en el que se pueda ver al Pato Donald fumando un puro, escenas de embriaguez etc... gracias a Internet pueden verse sin dificultad pero no en las condiciones técnicas deseables. Por ahora.


Incluso en Gremlims 2 se hacía un chiste sobre el tema: los altavoces del enorme edificio donde se desarrollaba la acción anunciaban la emisión de una versión de Casablanca coloreada y con final feliz.

Al final, y solo en la ficción, la nueva versión alterada digitalmente de Indiana Jones terminaba en un enorme almacen (como el Arca) pero no en un almacen cualquiera si no en uno donde todas las cajas contenían donaciones para las víctimas del 11-S. Otra patada más en la boca del estómago claro.

Hace ya algún tiempo que mantuve una discusión bastante acalorada sobre el tema de la alteración de las películas. Fue a la salida del cine, después de ver la remasterización de Blade Runner y el montaje del director que se hizo por los 90. Habían quitado la voz en off, alterado algunas tomas y cambiado el final por completo. Conclusión, no era la misma película.
Nunca me gustó el happy end original pero sí la voz en off. En cierto modo la narración visual de los primeros 20 minutos no era lo suficientemente potente para ponerte en el escenario y necesitaba del recurso terrible de un narrador que te contara porqué llovía siempre en la ciudad y porqué se desarrollaba la trama.

Siempre pongo el mismo ejemplo: Pongamos que alguien compra un cuadro de Tapies. Un día está en su casa preguntándose porqué ha hecho semejante estupidez mientras mira el cuadro. Alguien llama a la puerta. Es el propio Tapies que armado con pintura, pinceles y unos cuantos montones de cosas que ha encontrado por su estudio informa al comprador que, desgraciadamente, cuando hizo el cuadro no quedó satisfecho del todo y que quiere cambiarlo para quedar más contento. Pasa al salón del despistado coleccionista, retoca el cuadro y luego le pasa una factura por el cambio.


Con las películas pasa igual. Son obras de arte que deberían de preservarse, incluso, de sus propios autores o productores. Vi aquellas películas con sus efectos especiales corpóreos, con algunas cutreces como que los mandos del rayo de la Estrella de la Muerte fueran, en realidad, las palancas de mezcla de una mesa de realización de tercera mano o que la persecución de las motos jedi estuvieran hechos sobre un fondo cantosísimo. ¿Y qué? ¿Qué más da que se vean los cables? ¿Que las escenas del Unicornio de Blade Runner fueran descartes de Legend o que el final de Akira en realidad estuviera hecho con pruebas de animación? ¿A quién coño le importa?

¿Se imaginan que alguien clona a Velázquez y este decide retocar con rotuladores fosforitos sus Meninas?

Tampoco me importa que la animación de South Park sea un 2D hecho con trozos de papel de trabajo, no creo que una versión de muñecos en 3D fuera mucho mejor. Es más, prefiero el cutrismo. El día que comencemos a pensar en el cine como una expresión artística, seguramente cuando los cines queden tan vacíos que las películas tengan que volver a estrenarse en los museos, y no en un maldito sacacuartos es posible que alguien agarre por el cuello a Lucas o a Spielberg y los zarandee reclamando que suelten de una vez las copias originales de sus películas sin ningún retoque, es posible que así no sintamos que nos están quitando parte de nuestra memoria visual. Si quieren nuevas versiones que las escriban, las produzcan y las rueden o, mejor, por qué no hacen nuevas películas, con nuevos personajes y tal...



Por cierto, hay que reclamar que South Park se ponga en un horario decente. Pero ya. Y otra cosa que se me olvidaba: existen dos versiones de Raza. En la segunda se eliminaron muchos de los homenajes a la Alemania Nazi y algunas de las menciones a la II Guerra Mundial...es posible que en algo hayamos sido los primeros.

1 comentario:

Paria dijo...

Pues yo jamás he conseguido pillarle el punto a south park, bueno miento, hay un golpe que me encanta, "Escuchar a Enya tumbado con la luz apagada es lo más parecido a la muerte".