El sábado fui a ver "Carnaval" de Jordi Galcerán que estos días para por el Teatro de Bellas Artes de Madrid. Deliciosa velada, proclamo, agotando mi cuota de cursilería semanala diciendo "deliciosa velada".
El libreto muy bueno (que palabra más bonita), los actores (Victor Clavijo, Nuria González, Noelia Noto, Violeta Pérez y César Sánchez) que se salen.
Deberían ustedes de ir a verla y decir si me equivoco pero, la verdad, es que es de lo mejorcito y más original que he visto últimamente encima de un escenario. Vale la pena gastarse 25 euritos para disfrutar de un espectáculo así.
En la puerta había un indigente completamente alucinado con un gorro de pesca decorado con dos ikurriñas y la leyenda "Gora Euskadi"...el tipo despotricaba contra los nacionalistas y me confesó que le gustaban más los Ramones de antes que los de ahora. A mi también me gusta más la gente viva, no le faltaba razón.
Pensé que era uno de los miembros de La Fura des Baus que se había escapado de las magnas y modernas representaciones sobre el Levantamiento del 2 de Mayo que han interpretado en Madrid para festejar el bicenterario de tan magno (y sangriento) acontecimiento.
Un espectáculo espectacular, grandilocuente y desproporcionado tan cargado de estética como vacío de ética. Es lo bueno del arte contemporaneo puede ser "bonico y tontico" a la vez y, así, no molesta a nadie, ni siquiera a los franceses que pudieran ver la representación en ese momento y pudieran haber perdido un tatarabuelo en el conflicto o, peor, fueran los descendientes de un sanguinario capitán de dragones francés que hubiera destripado a unos cuantos madrileños en el tumulto.
Vas a ver la obra de Galcerán (con sus menciones directas al 11-M, a la pederastia, a la política actual, a nuestra sociedad...) y te enteras, más o menos, de como está el patio. Vas a ver a La Fura y te crees que los franceses entraron por la Puerta de Alcalá montados en unas gigantescas ruedas metálicas y vertieron su violenta represión desplegándose en una hipnótica coreografía.
Desolador.
Pensaba que La Fura era otra cosa...pero no fue tan descorazonador como descubrir las palabras finales de Bill Murray en Lost in traslation...tengo el corazón partío y estoy enfadado con Dios, como dice Alejandro Sanz.
La culpa la tiene Miss Kiddo que me puso en la pista de que alguien había desvelado el parlamento de la escena final entre las dos y que es inaudible en la cinta, en realidad. Ahí estaba el asunto,en youtube. Esperandome.
Esperaba otro final, yo creía que iba a ser más agrio. O sea, que soy un enterado de los cojones y que, en realidad, la película termina mejor de lo que yo pensaba. Por otro lado, es coherente: Si conoces a la mujer de tu vida ¿que le dices cuando te despides? ¿"Nada, otra vez será"? Pues no, claro.
Otra cosa que he descubierto es que el contacto con otros seres humanos no está tan mal como yo pensaba y que la cerveza de El Clandestino sigue sabiendo igual de buena pese a haber dejado de ir por allí hace unos cuantos meses.
Ah, también que si llevas una chapa de los Pistols o una camiseta de Los Ramones se te pega "la purrela" (¿Dijiste purrela o purria? Sí, dijiste purria) y que la mejor manera de salir del paso es decir: "No se a que se refiere, la camiseta y la chapa me la compré en el H&M y no se quién son estos señores que me cuelgan de las solapas".
También que no hay que tirar el cigarrillo aunque suene el aviso de la sala, es posible que todavía le puedas dar dos o tres caladas más...pero eso es otra cosa. Disfruten de este lunes, Insustanciales.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
no se quién son estos señores que me cuelgan de las solapas". Mientras queden fashion y uno esté cool qué demonios importa quienes son...
1 comentario:
no se quién son estos señores que me cuelgan de las solapas".
Mientras queden fashion y uno esté cool qué demonios importa quienes son...
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