Hacer el lelo es una derecho, una forma de liberación. Bien lo sabe Spike Jonze, director de este magnífico y lelo videoclip que pone en imágenes una de las mejores canciones de Fatboy Slim, y que es el bailarín principal del mismo.
Es posible que la revolución intelectual final es parecer más tonto que los demás, ponerte delante de ellos y convertirte en una especie de espejo cóncavo, en una parodia del que te mira y así demostrarle que lo suyo (o lo nuestro no es normal).
A veces les habrá asaltado la vergüenza ajena, el mal rollo infinito, incluso la compasión mientras miraba un programa de TV, escuchaba una opinión en el metro, veía como irremisiblemente se ponían de moda los cortes de pelo cenicero o descubría con horror la forma de bailotear que tienen ciertos cuarentones...una sensación pegajosa...
Devolverle al mundo esas sensaciones (Trier al que amodio lo apuntaba en Los Idiotas) multiplicadas por mil ofreciéndoles nuestro propio show de lelismo e insustancialidad consciente es una bella forma de combatir el sempiterno reinado de la mediocridad, querran mirar para otro lado pero les seguirán observando mientras comienzan a dar palmas de angustia primero y de chanza después. Si quieren ustedes convencer a las masas de que esto no va por buen camino no le sermoneen, no se hagan los listilllos, la gente que parece más o menos inteligente e inteligible provoca un terrible rechazo.
Si de verdad quieren convencerlos ofrézcanle algo que, ni ellos, puedan rechazar: pónganse unos calentadores roñosos, una gorra de Goofy con orejas, una camiseta de publicidad barata y salgan a la calle para bailar la coreografía más bastarda que se les ocurra. Tenemos el paladar tan adormecido que es posible que se conviertan en alguien famoso...¿que no?
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