Ya dije alguna vez que la gente inteligente y guapa me pone nervioso. Lo dije aquí.
Vengo detectando que, últimamente, me pone más la inteligencia que el puritito físico. Es tendencia, lo dice incluso uno de los concursantes del mejor peor reality de la historia (Hombres, mujeres y viceversa en Telecinco, lean aquí la disección que Borja Prieto hace del mismo) que, la semana pasada, frente a una concursante que se parecía peligrosamente a Anna Nicole Smith (Q.E.P.D.) le espetó tras recibir un torpe pero calentorro remedo de striptís que la próxima vez que quedaran intentara "excitarle también la cabeza, porque a mi no se me gana sólamente por el cuerpo".
Toma ya. Un gañán al que ninguna de las féminas que conozco tocaría con un palo quiere que le exciten la cabeza refiriéndose, en realidad, a la cabeza donde se llevan las gafas y el sombrero de paja y no a la cabeza que uno pensaría que semejante aborto querría querer satisfacer.
Reconozco mi pasión por las empollonas, las nerds, las geeks, las gafapastas...será porque son tan difíciles de encontrar como las top-models e igualmente inaccesibles o porque las reconozco como las "miembras" de mi propia comunidad de seres delirantes. Éntrale tu a una muchacha que guarda en su casa como oro en paño una edición de "Vampire: The masquerade" o "V de Vendetta" y que se ha pasado la adolescencia evitando moscones no en bares de copas si no en el Saló del Cómic de Barcelona, muestras de cortos y recitales de poesía. Intenten impresionarlas y luego me cuentan como les ha ido.
Si me tienen que arrancar el corazón prefiero que lo hagan unas manos con las yemas de los dedos endurecidas de picar en un teclado que unas uñas pintadas de rojo intenso; si me tienen que fulminar unos ojos espero que, al menos, hayan retenido dos o tres de mis películas preferidas. Si me van a matar suavemente que lo hagan con un par de chistes.
Es por eso que estoy rendido a Tina Fey, la protagonista femenina de Rockefeller Plaza (La Sexta, Miércoles, después de BF...tardísimo).
Brillante, rápida, inteligente y muy divertida Tina Fey se hizo famosa en Estados Unidos como una de las actrices fijas del elenco de Saturday Night Live donde, además, ejercía como guionista del espacio de comedia más longevo y más visto de toda la historia de la televisión yanki.
Su personaje de presentadora de telediario se hizo tan famoso que, incluso, su carrera fue parodiada en la nunca bien apreciada Studio 60, la serie metatelevisiva cancelada ante la incomprensión del público mayoritario que le dio la espalda por motivos que tienen que ver con la moral y el barullo político entre demócratas y republicanos que con su innegable calidad.
Pues el caso es que Tina escribió la curiosa Chicas malas que aquí se vendió como un simple lucimiento de Lindsay Lohan (nada más lejos de la realidad) y ha estrenado recientemente en Estados Unidos "Baby Mama" junto a la cómica Amy Poehler (otra que tal baila) y que en nuestro país sólo pasará directamente al vídeo como es natural porque, ya saben, que en España repudiamos las cosas buenas o eso piensan los distribuidores, claro.
Para rematar la leyenda Tina Fey tiene una cicatriz muy profunda que le atraviesa completamente la parte derecha de la cara y de la que se niega a hablar públicamente. Aquí tienen un trozo de sus mejores frases en Rockefeller Plaza. Espero que sepan inglés...
Si algún día me la cruzo le diré: "Lo que más me gusta de usted no es sólamente su aspecto de bibliotecaria sexy, de hecho no me atraen tanto las innegables curvas de su trasero como las de las circunvalaciones de su cerebro". Y es que la mezcla de inteligencia y sentido del humor es posible que, para mi al menos, sea más fuerte que la viagra. I swear, prometo ranking de empollonas. ¡Ñaaaam!
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