miércoles, 8 de octubre de 2008

Leyenda urbana resuelta


Callejeros (Cuatro) es un programa "mu santo" que diría la juventud más advertida de los cambios de nuestra decadente lengua. Sí, sirve para ver los peores escenarios humanos posibles en plan semáforo moral (voy a seguir trabajando para no caer en las redes de la pobreza...) y también para desentrañar leyendas urbanas.

Si uno pasa por la Gran Vía, en la confluencia de dicha calle con Montera y baja en dirección hacia la Plaza del Callao (o desembarca directamente en la estación de Metro de Gran Vía) se dará de bruces con una enorme tienda de ropa de la cadena Berksha. Antes, mucho antes, allí estuvo la mítica tienda de discos Madrid Rock. Era un buen sitio para comprar música y un buen sitio para quedar. "Quedamos en la puerta de Madrid Rock" y podías añadir si no tenías muy claro que se fueran a presentar "quedamos en Madrid rock al lado de donde están los jevis".

Sí amiguitos, en la puerta de Madrid Rock siempre estuvieron esos dos señores jevis del vídeo y siempre te preguntabas: ¿Quienes serán estas dos personitas y por qué siempre me los encuentro aquí?.

Las leyendas corrían por toda la Gran Vía: que si eran camellos, que si eran seguratas de Madrid Rock, que sieran los verdaderos dueños de la tienda de discos, que si eran los pipas de Obus, que si eran los que hacían la revista Kerrang!, que si se fueron de gira con los Gansansrouses, que si fueron los que inspiraron al personaje de Josemari de El Día de la Bestia...

Ellos mismos resuelven el misterio en este vídeo que nos demuestra, una vez más, que el "Jevi no es violencia" y que los peludos tienen su corazoncito. Leyenda urbana resuelta. ¡Que alegría! ¡Gracias Callejeros!



8 comentarios:

manu dijo...

El Libro Gordo de Callejeros te informa, el Libro Gordo de Callejeros te entretiene...

¿Podemos?

Señor Insustancial dijo...

¿Podemos? ¿A que te refieres?

Pero sí, puedes...¿Yo que sé?

Un abrazo

Topanga dijo...

Las lentes de las cámaras de los reporteros de Callejeros deben de estar fabricadas con espejos cóncavos. Si Valle-Inclán levantara la cabeza vería en este programa el esperpento hecho televisión.

...Y, Don Señor Insustancial, he de confesarle que si fuera necesario destruir 1000 tiendas de discos para edificar una sola tienda de Bershka, Dios sabe que daría mi aprobación. ¡Yo no me quedo sin mis calentadores de rayas multicolores, a juego con mi ropa interior!

Señor Insustancial dijo...

Es usted tan equivocadamente insustancial...en todo caso su buen gusto al elegir nick (aquella serie de los niños cabezones, aquella rubía pequeñaja...¿Cómo demonios se llamaba?) y la fotico que le acompaña (Mila Kunis...ochichornie que dirían por su tierra de procedencia) que se le perdona...

¿Eres un tío, verdad?

Un abrazo

Topanga dijo...

¿Por qué has llegado a la conclusión de que soy un hombre? Me preocupa, alguien más aparte de ti ya me lo había dicho con anterioridad. Menos mal que estas sospechas solo las levanto por Internet, si no no tendría con quien morrear en el cine. :P
P.D.: La serie se llamaba "Yo y el Mundo". Y a Mila Kunis la conozco por su papel de Jackie en "Aquellos maravillosos '70"; me encanta su pelo.

Señor Insustancial dijo...

Hola Topanga!

Gracias por recordarme lo de "Yo y el mundo". El episodio final de esa serie es uno de los mejores que he visto en mi vida (ese en el que padres e hijos acaban por coincidir todos en un motel). Mila Kunis es la caña de España pero yo soy más de Laura Prepon, la pelirroja. Arf.

Baboseos aparte me parece muy bien que vayas al cine a "morrear" que es algo que pensaba que ya no se estilaba con tanto coche tunning como hay disponible. ¿Morrear? It´s sooooo eighties!!!!!

Anónimo dijo...

No, lo de ¿Podemos? era una coña a cuenta de su eslogan machacón durante la Eurocopa.

Ainch, Cuatro, y ese regustillo a buenrollismo de diseño...

P.D.: por lo demás, poder, lo que se dice poder, yo puedo entre poco y menos.

Señor Insustancial dijo...

Perdona Manu pero es que me despisto. Es verdad, los de Cuatro son unos tele-buenrollistas por eso tienen callejeros, para compensar.

Un abrazo.