domingo, 12 de octubre de 2008

A hincarle el diente


Estoy terminando de ver los cinco episodios de True Blood que hay sueltos por la red. Es la nueva serie de Alan Ball y, la verdad, su temática (una adaptación de una serie de libros de la escritoria de best-seller Charlaine Harris que va sobre una camarera mentalista enrollada con un vampiro) me echó para atrás. ¿Era posible que el rollo fuera una especie de nueva Buffy?

Pues no. La verdad es que la serie está muy bien. Sería fantástica si Alan Ball no hubiera cometido los errores (pequeños) que cometió en A dos metros bajo tierra y que básicamente tienen que ver con sus cambios de ritmo en la trama (a veces completamente injustificados) y con el alargamiento excesivo de algunas tramas algo aburridos para postergar las que interesan (¡No, la adicción de la novia del sepulturero no daba para tanto! ¡No, los problemas del novio gayer con la policía tampoco!).

Pese a todo True Blood le ha quedado rarita -que era lo que quería- y me ha recordado al ambiente de Dellamorte, DellAmore (Michele Soavi, 1994...injustamente llamada aquí Mi novia es una zombie), a los cómics de Dylan Dog (Dellamorte... está basada en una novela de su autor Tiziano Sclavi), tiene gotas de Death Proof, Abierto hasta el amanecer, de cine de serie B, de muchas influencias del género (desde Blade a la mencionada Buffy pasando por, claro está, Entrevista con el Vampiro) y, sobre todo, rodeada de la leyenda de retorcida, desbocada y calentorra sexualidad que suele asociarse con el Deep South de los Estados Unidos y que está presente en todo el catálogo literario imaginable desde La gata sobre el tejado de zinc caliente hasta el largo y cálido verano.

Desde Tell me you love me (TNT) no se había visto tanta carne desnuda en televisión la verdad y expuesta de un modo más gráfico...pero la cosa va de vampiros y, la verdad, la trama sensual-sexual o definitivamente picantosa tiene que estar presente.


La cosa va de un mundo donde los vampiros han salido de sus ataudes y han decidido vivir entre nosotros gracias a la comercialización a nivel mundial de una sangre sintética de fabricación japonesa llamada "Tru blood". Sin necesidad de matar para conseguir el alimento los chupasangres se han organizado en una especie de organización (al frente una guapérrima vampiresa que es entrevistada, en plan cameo, por ¡Bill Maher! en las primera secuencias de la serie) y reivindican su derecho a coexistir con los humanos.



Desde entonces los vampiros se han convertido en abiertas celebridades del ambiente nocturno: sexualmente potentes e incansables, siempre jóvenes, oscuros y atractivos ya no se parecen en nada al Conde Drácula pero siguen despertando el mismo interés morboso entre la gente que necesita de emociones fuertas. Además su sangre (conocida en slang como V-juice o zumo de vampiro) es un obejto de deseo para los humanos que han descubierto en ella un potente afrodisiaco y un elixir de la eterna juventud que rejuvenece, potencia los sentidos y cura las heridas instantaneamente.


Indefectiblemente se ha creado una mutua desconfiaza abierta entre seres humanos y fangs ("colmillos" en inglés) que comienza a azotar a la plácida localidad sureña de Marthaville cuando un vampiro llamado Bill Compton va a vivir allí y ocupa la mansión abandonada de su famila mortal.


En ese pueblo paleto, rodeado de genuíno malrollismo rural redneck (ese rollito hortera tipo Sarah Palin) y poblado de las auténticas bellezas sureñas de ambos sexos (punto en contra, todos son guapísimos...a Ball se le ve un poco la patita por debajo de la puerta del armario) Bill conoce a Sookie Stackhouse una camarera con poderes extrasensoriales que vive atormentada porque lee la mente de los demás y todos lo saben. Como parece que con el vampiro no le ocurre eso resulta que se enamoran y de ahí al infinito y más allá. No cuento más pero al loro con la lucha intervampírica por el poder...

La serie cuenta con uno de los mejores títulos de crédito que haya visto jamás y una banda sonora espectacular. Estos son.









Ya se habla de que True Blood es una de esas series que alterará el camino del género de terror y, sobre todo, del género de vampiros y le harán una injusticia a Blade, Hellboy, Long Living Dead y otros muchos trabajos en el campo del cómic o del cine (como los mencionados anteriormente) que ya habían descubierto la dirección correcta, entretejiendo historias humanas con personajes fantásticos (me niego a no volver a mencionar a Guillermo del Toro que, posiblemente, sea el Doctor Chiflado que ha reinventado el género fantástico y de terror), retorciendo sus bases y rompiendo la frontera entre los buenos y los malos. En true Blood, incluso, los vemos follar. No es un mal comienzo.


N. del insustancial: Durante la redacción de esta entrada creo haber sido poseído por la personalidad de Jordi Costa...

10 comentarios:

ENRIC dijo...

Merhaba amigo insustancial,
Waw! ¡que buena pinta tiene esta seri! y ¿dónde dice que la vió?
¡menudo morbazo!... desde Vampirella de Pepe Gonzalez que no me ponía tan tenso!!!
Oye, si te va bien dime dónde puedo ver eos capítulos sueltos ¿o.k.?.
Ala, gracias y a seguir con este ritmo trepidante nen, que eres un maquina!! ¡menudo volumen de producción! y... ¡y de GRAN CALIDAD!
Thaks for all my friend!!!
See you,

Señor Insustancial dijo...

Merhaba amic Enric!!!

Me las veo en seriesyestrenos.com o en seriesyonkis.con...

Gracias por todo como siempre, por cierto que me encantó tu artículo sobre Paris, me lo apunto por si acaso la visita.

Abrazakos

manu dijo...

sexualmente potentes e incansables
Hidepus, dejándonos a los demás a la altura del betún.

¿Hincar el diente a la serie o a las cachas de la rubia?

Señor Insustancial dijo...

Uy, uy, uy...con la rubia curré en una película en BCN y, la verdad, te aseguro que no es de las que se deja acercar a un mortal a menos de un kilómetro.

Anna Paquin, un oscar por El piano y un desastre (por aquella época) en tanto en cuanto a ego se refiere.

A la serie cuando quieras es un lujo.

Ya te contaré...un saludo

Jordim dijo...

Impresionante el ritmo y el nivel de posteo en este blog.
En cuanto a esa serie, pienso merendarmela, la combinación de Alan Ball y vampiros me pone los dientes largos. La cabecera ya es una obra de arte.

Paria dijo...

Todavía no la he visto, pero como hago con todas las series de vampiros me la tragaré entera (Lo hice hasta con moonlight y mira que es decepcionante).
Sin embargo he notado cierta crítica velada hacia mi adorada Buffy y eso no se "pue" permitir. Joss Whedom es Dios, espero ansioso Dollhouse y que decir de Firefly. Pero el caso es que Buffy es una serie de culto, yo siempre la defino como "spiderman con tetas", Joss Whedom debería haber sido el director de Spiderman, porque Raimi se cargó al payaso chistoso que es. Además es, no se si la primera pero desde luego la que marcó el camino para las series en plan "girl power" y esos guiones de Joss, oooh que grande. Aunque probablemente lo mejor de ella es que no se tomaba en serio a si misma. Por diosss, necesito una nueva temporadaaaaaa...

Señor Insustancial dijo...

¡Hola Paria!

Llegué tardísimo a Buffy Cazavampiros y no soy un gran fan pero tampoco un detractor. Simplemente no le presté la atención que merece.

No hay atisbo de crítica en mi comentario, más bien resalto el temor de que fuera una copia mala de la serie que tantos fans chiflados...todavía recuerdo el episodio aquél de los señores esos grises que me hizo hacerme caca, literalmente...

Paria dijo...

Es que los fans chiflados vemos ataques en cualquier cosa (La culpa es de los gobiernos que envenenan el agua con fluor y negocian con extraterrestres).
Por cierto ahora por tu culpa ya me enganché a la serie y es que Anna Paquin siempre ha sido una de mis lolitas favoritas...

ENRIC dijo...

Merhaba y gracias nen!!!

El Gran Faroni dijo...

Es que la serie lo tiene todo para triunfar: violencia y cosas calentorras. ¡Guay!