viernes, 24 de octubre de 2008

Se acabó...

...con esta bonita canción titulada God interpretada por John Lennon (conocido esposo de Yoko Ono), damos por finalizados los post sobre el escepticismo, la religión, la magufería y su puta madre que nos hemos puesto un poco pesados con el asunto y tenéis derecho a estar sorprendidos por este ataque a las instituciones más queridas por vosotros (iglesias, centros de yoga, tiendas macrobióticas, restaurantes vegetarianos, tiendas de cristales y velitas mágicas etc.). Lo volveremos a hacer, seguramente, pero ahora preferimos ir a donde nos lleve el viento y tomar la decisión de no influiros para nada aunque, la verdad, nos gustaría más que nos hicieran donaciones anónimas a nosotros que a los milagros de Fátima, nosotros le daríamos buen uso y nuestros hosteleros y profesionales liberales favoritos estarían contentísimos. Mañana volvemos con más cuentos insustanciales para su sonrojo. Ah, se nos olvidaba...¡No creemos en la existencia de Yoko Ono! ¡Tampoco en el Jess Extender! ¡Ni en que Ana Obregón sea tan vieja como aparenta!


"God is a concept, By which we can measure, Our pain, I'll say it again, God is a concept, By which we can measure, Our pain, I don't believe in magic, I don't believe in I-ching, I don't believe in bible, I don't believe in tarot, I don't believe in Hitler, I don't believe in Jesus, I don't believe in Kennedy, I don't believe in Buddha, I don't believe in mantra, I don't believe in Gita, I don't believe in yoga, I don't believe in kings, I don't believe in Elvis, I don't believe in Zimmerman, I don't believe in Beatles, I just believe in me, Yoko and me, And that's reality. The dream is over, What can I say? The dream is over, Yesterday, I was dreamweaver, But now I'm reborn, I was the walrus, But now I'm John, And so dear friends, You just have to carry on, The dream is over".

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bienvenidas sean las insustanciales crónicas,había perdido el hilo(yo que me he leído de dos tirones este blog)y el rencor empezaba a florecer en mí,y sí he pensado en donativos para la causa con sustancia,ayer fuí a una concentración política en valencia(salir,beber,el rollo de siempre..)me llevas por donde quieres desde hace días,así que bienvenido de nuevo tu magnifico sentido del humor insustancial

manu dijo...

este ataque a las instituciones más queridas por vosotros
Ofrezco llanzallamas en perfecto estado para purificar antros y otros lugares de buen y mal vivir.
Gasolina aparte.

Topanga dijo...

John creía en Yoko, pero Yoko no creía en Braun Silk-Épil.
Por cierto, a ver si cambias la tonalidad del blog, porque resulta dificilísmo mantener la atención fija a unas letras sobre un fondo tan oscuro.

Anónimo dijo...

No mancilles el nombre de Ana Obregón, en este país representa el tipo de televisión que la mayoría consume (es una lerda sí, pero es que esto es España..)

Anónimo dijo...

Lo difícil viene cuando no tenemos una Yoko en nuestra vida...nos queda gente como tú en la que creer, porque supongo que eres real ¿no?, aunque no te alcancemos ni de lejos.

Me encanta tu blog, pero prefiriendo las insustancialidades, le dan ritmo a los días.

JaviJB dijo...

Dios es un concepto...jejejeje...pues no yo creo en Ana Rosa Quintana, toma ya, creo que es una exagerada campaña de marketing para meternos en mente un mundo rosa y de falso glamour...enfín...

Ah, no he abandonado el blog, pero esque no tengo demasiado tiempo para publicar nada ya que ando muy liado por cuestiones de estudio y de trabajo.

A ver si me puedo ir pasando más amenudo.

Un abrazo!

Señor Insustancial dijo...

¡Hola a tutti!

Raquel: vamos a ver si me centro en ser un poco menos ladrillo, aunque es difícil porque esto es puro pulso conmigo mismo y escribo de lo que tengo delante. Tocaba ladrillo, pues ladrillo. Sorry volveré a la senda de la tontuna. Me parece bien que mezcles y que te guste Extremoduro. El rollo de siempre es sanísimo y hay que fomentarlo. ¿Que te llevo a donde? ¡A ningún sitio que se sepa! Pero tomo nota de tu mejoría. Si hay confianza te mando un par de besos en la mejilla. Si no, pues eso, un abrazo.

Manu: hay demasiadas bombas nucleares cogiendo polvo...pero tu lanzallamas me lo quedo, te lo devuelvo en plan buena vecindad pero no te pongas muy Flanders si tiene algo de sangre. ¿Gasolina aparte? Como se nota que eres catalán macho...

Topanga Lawrence: Yoko era maldad sin depilar, efectivamente. No le perdonaré que le hiciera la vida imposible a Phil Spector. Sobre tus observaciones técnicas te diré que estoy viendo a ver si alguien le da un aspectillo más majete y leíble al blog. Cambiamos del verde oscuro elegante al negro Emily Strange y ahora, no se, no se, quiero darle otro rollo pero no encuentro quién. Me lo apunto de todas maneras y haré algo.

Jordim: Mi comentario hacia Ana Obregón era pura veneración. Me encanta su fresca juventud y su look y que sea licenciada.

Delirium: Sí, la soledad es un coñazo, como boxear contra tu sombra. No tener Yoko es algo que muchos soportamos con poco estoicismo. Creo que lo he dicho por ahí: en mi no hay que creer demasiado porque, al final, acabaré metiendo la pata de un modo u otro. Real soy porque existo en la realidad. En este caso el Señor Insustancial no es un personaje que utilizo para escribir si no un seudónimo, es decir, no hay trampa. De hecho me temo que es bastante fácil saber quién está a los mandos del manicomio. Yo soy el que sufre al no saber quién me lee...un saludo y gracias por decir que te encanta el blog.

Tomo nota por segunda vez (con lo que ha dicho Raquel) de que les va más la parte más divertida de este asunto, a mi también. En palabras de una concursante de GH le diré que "soy de los que pienso que el mundo es un sitio estupendo pero es que él no se deja". Prometo insustancialidad.

Galiceiro: ¡Coño, por fin! Pensé que te habíamos perdido para siempre. Un abrazo.

Pues eso, que veo que muchos os habéis quedado en casa hoy...¿O es que salís más tarde? Que cabrones.

Os lo digo mucho pero, por si acaso, gracias por pasaros por aquí, no sabéis lo bien que me venís. Espero corresponder alguna vez.