domingo, 13 de enero de 2008

Gente muy tonta (I): Arturo Pérez Reverte.

El 6 de septiembre de 2000 el diario El Pais informaba a bombo y platillo de lo siguiente:

Arturo Pérez-Reverte devuelve las llaves de la ciudad de Breda. El escritor presenta la traducción al holandés del 'tercer Alatriste'

Y en el interior de lo siguiente:
"Las llaves vuelven al lugar al que pertenecen", anunció Nicolas van Os, alcalde en funciones de Breda, al recoger, ceremonioso, el objeto que le entregó el escritor español.

Que su aspecto de meapilas no te confunda: es el Ñeta de la literatura

No se informa de donde estaba el verdadero alcalde de la ciudad (seguramente de puente en Amsterdam, la ciudad que cuanto más vas menos te acuerdas) pero sí de la emoción que el ínclito Académico antes conocido como "El Reportero más dicharachero de los Balcanes" puso al acto de la entrega de dicha llave, protagonista del cuadro "La Rendición de Breda", claro.

Y qué mejor que el encargado no fuera un ministro de Exteriores, un Presidente de Gobierno o, digo yo, un descendiente de Velazquez porque, coño, si fueron capaces de encontrar una llave de un cuadro de hace unos siglos...¿No podrían haber encontrado a un descendiente, aunque fuera lejano, del pintor sevillano?

Pues no, eligieron a Pérez Reverte que pese a asegurar que "somos un país de gilipollas gobernado desde hace siglo por cobardes, acomplejados y analfabetos" (me imagino que eso de que somos unos gilipollas lo debe de haber deducido de las ventas masivas de sus libros) no se encuentra nada a disgusto entre ellos y que, cualquier malintencionado diría que incluso les baila el agua un poquito pringándose en estas cosillas pero, claro, quién no lo haría a cambio de las jugosas ventas de sus alatristes en los Países Bajos.


¡Ché, que bueno que viniste!



Ay, es que a Don Arturo se lo ha tragado y vomitado su propio personaje y ahora huele a culo, tabaco y sobaco como los hombres, como sus textos. Uno lee a Reverte y sabe que, como el Brandy, la literatura es cosa de hombres, de hombres que se trasiegan dos botellas de ginebra de la mala, te dan dos hostias preventivas diciendo "tu lo que necesitas es una guerra" y le crujen el culo a todas las odaliscas de un harén para, sin solución de continuidad, hacerte un reportaje desde el corazón mismo de las tinieblas. Un poco Conrad, un poco Millán Astray. Pero siempre con mucha épica, joder, con dos cojones y palante, hostias, ¡¿qué sois piratas o chochitos?! y mucho "ron, ron, ron, la botella del ron" y mucho héroe romanticón con el corazón roto, con cara de que le duele Esssssssspaaaaññññaaaaaa, y mucho Álamo, y mucho Rocroi y mucho Nelson y mucho, mucho, Reverte.


Pues a este embajador de las letras mandaron a entregar las llaves porque si hay alguien que puede darle a la cosa su "matarile, rile rile" ese es Pérez Reverte con su medida falta de diplomacia y su media sonrisa de John Wayne en paro, de héroe de vuelta de todo y todo fueron "plas, plas" y palmaditas en la espalda y parabienes y aquí estamos para restituir el honor de la patria y recordarle a la ex colonia que si algo bueno tiene España es su buen perder, igual en los Mundiales, que eso, pelillos a la mar y nada, que antes enemigos pero ahora amigos y tal y mucho canapé y mucho discurso de "aquí se cierra un capítulo negro de nuestra historia".

Para Anita, de Arturo...aquí debajo te dejo mi teléfono por si quieres conocer a un hombre de verdad...¿Vale, chochito?


El detalle, claro está, está en la llave. Es curioso pero ahí estaba la llave metida en su cajita y, coño, uno piensa si entre otros atropellos históricos...


A) No sabemos ni donde está enterrado Velázquez,

B) La cabeza del escritor Jorge Manrique fue usada durante años como pisapapeles de diferentes ministros de Educación hasta que desapareció en un traslado.

C) Derruímos la Venta del Sordo de Goya con todos los frescos del artista pintados en sus paredes.

D) Hicimos un tunel justo donde todo indicaba que se encontraban los restos del Palacio de los Austrias.

E) Hicieron Académico a Pérez Reverte.

La pregunta es: ¿Cómo coño se conservó un cacho de llave (con cintas y todo) que Justino de Nassau le entregó al Conde de Spínola a las puertas de la ciudad de Breda en el día de la rendición de la ciudad un 5 de junio de 1625? ¿Le entregó el holandés una llave de verdad? ¿Puede considerarse el cuadro como un documento histórico fiable como las crónicas de Reverte desde Yugoslavia o Velázquez, que pintó el cuadro unos diez años después, lo interpretó a su libre albedrío? ¿Fue el propio Spinola el que le contó a Velázquez lo de la llave en el viaje que ambos hicieron a Italia en 1629?


Momento de la entrega de la primera vivienda de VPO

Pues no lo sabemos porque desgraciadamente, si alguna vez existió esa llave, ya nadie sabía donde estaba en realidad y se recurrió a un truco muy sencillo: Se encargó a un conocido director de arte cinematográfico que hiciera una reproducción de la desaparecida, fue al Rastro buscó una lo suficientemente grande y vieja, le dio unos cuantos baños de barniz, la avejentó y le puso unas cintas (y todo) para luego meterla en una costosa caja.

Y después se llamó a los holandeses para contarles: "Oye que aquí tenemos algo vuestro que os queremos devolver y que os mandamos a Pérez Reverte que está de gira y que se ha currado un discurso que pone los pelos de punta de pura testosterona y heroismo que destila y que si quedamos y que cuando os viene bien y eso".

Y aquí todos contentos.
Hasta aquí la versión de mis fuentes (fiables y duras como rocas). La del propio Reverte pueden ustedes descargársela de aquí. En un PDF en el que se recopilan todos los artículos que el escritor publicó en El Semanal en el año 2000 (en el epígrafe Expediente 004). El artículo se titula "Una llave en Flandes" y data del 1 de octubre del mismo año.
Su versión, digamos que dista bastante de la reflejada aquí, que obvía algunos detalles como que el viaje no fue casual, si no promocional se tragó el anzuelo de que aquella llave era la de Breda durante el tiempo suficiente para luego medio desdecirse en sus propias palabras y dudar entre "jijís y jajás" del asunto un mes después (cuando ya había caído en la cuenta de que había hecho el panoli en medio del acto asegurando que esa era la llave "y a mi no me lleves la contraria por tus muertos que no verás amanecer" y toda la andanada de chorradas delante de los holandeses) y tal y pascual. Pero sopesen ustedes. Recuerden que quizás el recuerdo de Reverte no es muy lúcido porque, como asegura, estuvo pedo desde su llegada a Holanda hasta su partida.
Yo, por mi parte digo: ¡Ya te vale, Pérez Reverte! ¡Voto a bríos! ¡Matarile, rile, rile!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como te pasas, compadre.

Anónimo dijo...

¡Cojonudo! Un diez.