La foto de arriba es una de las mayores sorpresas que me he llevado últimamente: el señor de la derecha es, nada más y nada menos, que Barack Obama a estas horas presidente electo de los Estados Unidos y el de la derecha es uno de mis fotógrafos favoritos de todos los tiempos, su satánica majestad Terry Richardson.
Esta es una imagen que me llena de esperanza con respecto al futuro morador de la Casa Blanca, la verdad, porque creo que ningún otro se hubiera permitido el lujo de posar en público con un tipo que se ha hecho famoso por fotografiar la cultura americana más mostrenca desde la prespectiva más cochina que he visto en mi vida.
Los caminos de los dos han sido inversos: Mientras que Obama sale de la clase media baja para tocar el cielo, el fotógrafo fue un niño pijo que decidió encontrar acomodo en la parte trasera de los drugstore, drogarse con inhaladores para el asma, beber hasta caer redondo en el salón de cualquier desconocido y dar rienda suelta a una sexualidad voraz con, dicen, hombres, mujere y travestis de toda índole.
Terry, que lo tenía todo, ejerció de chapero ocasional, de punk y todo con la única intención de autodestruirse. Un buen día despertó y decidió utilizar su cámara para retratar su entorno. Fue un éxito, una obra dura, rápida, sucia, irónica humorística y, sobre todo, realista. El trabajo de Richardson parece, a primera vista, algo hecho de manera instantánea, rápida, incluso su mano parece temblar mecida por la ingesta de algo más que dos cañas y, claro esta, ha sido perseguido impenitentemente por todos los fotógrados convencionales y más cuando esta rara avis comenzó a buscar acomodo entre revistas como Harper´s, GQ, o incluso Vogue en su edición francesa considerada como la cosa más elegante a este lado del universo.
Sin embargo la fotografía de Richardson transmite mal rollismo por encima de su, aparente, poca técnica. Un fotógrafo profesional me contaba que una noche intentó captar el estilo Richardson y se rodeó de la atmósfera adecuada para ello: una cámara barata, una fiesta y gente aligerada del peso de la moral judeocristiana. Acomodó un fondo blanco y se dedicó a disparar fotos a los asistentes, gente drogada, ida completamente, desnudos…a la mañana siguiente rescató el material y se dio cuenta de que, pese a que parecía de Richardson, carecía completamente del extraño toque chungo que el americano es capaz de dotar a su trabajo.
Terry Richardson ha conseguido poner el punto becerro al mundo de la moda acercándolo a una pornografía sugerida, al retrato de momentos chungos, consiguió que una modelo se retratara bebiendo leche de la teta de una vaca, que la campaña de Sisley estuviera rodeado de los iconos de la movida Furry y, cómo no, ha conseguido sacar del armario a un Presidente Obama que, al lado de él, parece joven, divertido e impecablemente vestido sin embargo del mismo modo que no hay estrella que se precie que no haya dejado retratarse por la cámara de este fotógrafo a costa de hacer una broma pesada sobre sí mismo.
Espero que Richardson le haga el mismo favor a la política americana que le hizo en su momento a la encorsetada fotografía de moda, que le haga mirar hacia otro lado y, claro está, que aligere a Barack Hussein de la asquerosa, pornográfica, lastimosa y podrida doble moral que se ha apoderado de los Estados Unidos y de su anterior administración poniendo el acento en que una cerveza de vez en cuando, una fiesta de vez en cuando y un paseo ocasional por el lado más salvaje de nosotros mismos nos alimenta para seguir hacia adelante. Que Dios está en su sitio y nosotros en el nuestro y que, por favor, no se mezclen las cosas. No se si podrá o no pero, al menos, parece que alguien está dispuesto a abrir un poco las puertas y dejar salir todo el polvo acumulado, perseguir con una escoba a los fantasmas del puritanismo y dejar pasar el aire para que se cuele algo de la America mostrenca, real, sucia, pecaminosa y divertida que es la que nos quita el sentío. La que nos pone, vaya.
Por si acaso no os perdáis su Livejournal, ni su revista virtual pero no me hago responsable de que os den unas ganas terribles de pecar contra vosotros mismos.
5 comentarios:
Que grande este tipo, dan ganas al ver sus fotos de darse un paseo desnudo por la ciudad solo por ver cómo la gente se escandaliza de lo que ellos mismos tienen.
(Y aunque no venga a cuento acabo de ver el último trailer de "Watchmen" y estoy más emocionado que un crío la noche de reyes... fuck!..)
una cámara barata, una fiesta y gente aligerada del peso de la moral judeocristiana
Eso ya lo he visto antes. Humm... ¡Oño, sí, hombre, cuando pillaron a Roldán en gayumbos!
Me temo que ahora eres tú el que pecas de optimista cuando crees que puede ejercer una mínima influencia sobre el Nuevo Emperador del Mundo Libre. Ojalá me equivoque, una de mis especialidades. ;-)
Hola chavalada,
Richardson es uno de los grandes de la fotografía, sin duda. Yo llevo alucinando con él desde que en 2004 vi una especie de raro autoretrato en el que le estaba metiendo el dedo en la boca a Juliette Lewis en plan "El cabo del miedo". Uf.
Pues Manu, la verdad es que las fotos de Roldán si tienen ese punto Richardson que el amigo no fue capaz de repoducir. En realidad no creo que le influya pero, la verdad, es que una foto así le da una patada a todo el conservadurismo americano y me hace pensar en que es un tipo que es capaz de darle la mano a un pornógrafo y drogadicto y también a Sarkozy.
Un abrazo a los ambos insustanciales.
Voy a ver lo de Watchmen.
Y mira que me da a mí que Obama va a ser otro fiasco. Demasiado perfecto, me parece un producto prefabricado a la altura de cualquier cantante de OT. Aunque habrá que darle el beneficio de la duda y considerarle como el gran salvador del mundo occidental hasta que se demuestre lo contrario. Que también hay cantantes de OT que me molan, como Duffy.
Hola Moon,
Cualquier cosa mejor que la política internacional de Mr. Bush...veremos a ver que tal es este pero, por ahora, sólo da buenas señales.
Salutaciones, querida.
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