jueves, 6 de noviembre de 2008

Sobrevalorados


Tiempos de cálculo. Las noticias se han llenado de tantos por ciento, de gente sin interés hablando de tipos de interés. Un galimatías. Un jabberwocky gigantesto. LOL sonando a toda hostia mientras me ducho… “Dios x Dios es cuatro/mundo loco de insensatos”...Balmes cabrón no puedo estar más de acuerdo. Desde hace más o menos una semana he cortado los lazos con el zapeo ese infernal por todos los telediarios de la mañana pero es inevitable no escuchar la necrológica de hoy:

Michael Crichton se ha muerto a los 66 y recuerdo nítidamente el verano en que cayó en mis manos La Amenaza de Andrómeda. Una carta de Ruth me servía de marcapáginas, de señal. Mientras yo me cocía bajo el sol, al lado de la piscina municipal del pueblo, desierta por las mañanas, ella se largaba a vivir a La Coruña y me sentía tan mal…como apaleado. Sólo quería quedarme debajo del agua. "Con la edad te darás cuenta de que sólo eres un gilipollas más y que esto le pasa a todo el mundo todo el tiempo" me dijo J. como consejo preventivo contra la tristeza. Tenía razón y poco tacto. Con el tiempo adoptas la postura del boxeador que, después de perder un combate, se dedica a prepararse con las facultades ausentes, dolorido, quizás más sonado pero, en realidad, sabiendo que más tarde o más temprano tendrá que subirse al ring de nuevo o meterse en un convento. Amor y puñetazos...bueno, no como estáis pensando, ya sabéis a lo que me refiero, en plan metafórico, no con gente acabando en El diario de Patricia...bueno, eso.


Fui 10 años hijo único, 8 nieto único. Los Reyes Magos paraban puntualmente en mi casa con un camello para mi solo cargado de madelmanes, juegos de mesa, juguetes de la marca RICO, libros, cuadernos,películas de Cinexin. Descubrir que no existían no fue ningún trauma, mi pregunta fue: “¿Pero seguiréis siendo así de generosos?”. Lo eran, no tenía competencia. Además fui 5 años cojito y daba mucha penita a la gente que tenía a mi alrededor. Digamos que la palabra “renuncia” no estaba en mi vocabulario y que la palabra “NO” era casi desconocida.

Ruth me escribió que “nunca se puede tener lo que uno quiere” y me enfurruñé por segunda vez en mi vida porque, la verdad, no estaba muy acostumbrado a esa frase. Ruth Fabián…¿Dónde coño estarás ahora? Leí aquella carta durante días. Sentado en la habitación de J. poniendo los mismos discos, descubriendo a Pentangle e introduciéndome en la cultura de los verdaderos perroflautas (Grateful Dead, Steppenwolf, Dylan, Joni Mitchell, aquella otra cantautora que tenía un disco titulado I hate the capitalist System…).


La amenaza de Andrómeda, la lucha de unos científicos por saber qué era eso que había venido en un meteorito y que había matado a un pueblo entero excepto a un anciano y a un recién nacido. La carta era mi meteorito que transportaba consigo el virus de la tristeza. Fui un tipo precoz y era un adolescente tardío, la tristeza me había alcanzado por primera vez con 17. Llevaba tupé y corbatines de texano ranchero lo que daba una dimensión cómica a todo el asunto. El tupé y la pose de vaquero funciona cuando eres James Dean, no cuando llevas gafas e intentas dejarte patillas. En cierto modo ese equivocado atuendo estaba diciendo que ni siquiera yo me tomaba demasiado en serio...

Hablaba ayer con alguien de todo esto. En los 30 te empeñas mucho en hacer inventario moral y las conversaciones están llenas de preguntas cada vez más concisas, retóricas o llenas de reproche ¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité? ¿Dónde viste las Olimpiadas de Seul? ¿Por qué lo nuestro nunca llegó a nada? ¿Por qué siempre parecías tan triste? ¿Por qué no me hiciste caso?

Después de 20 años sin vernos alguien muy querido me disparó al pecho diciéndome con cierto sentimiento de culpa que si había hecho algo en el pasado que podía haberme dañado, que pudiera haberme hecho sentirme mal me pedía perdón. Durante todo ese tiempo había pensado que no nos habíamos visto porque no quería verla, porque le guardaba rencor y tenía miedo que, durante todo ese tiempo, hubiera sido acosado por una especie de trauma. La verdad es que no, simplemente no quise molestarla y, por otro lado, soy tan despistado muchas veces que se me pasan los años sin saber.


Los americanos inventaron la claúsula moral esa del “don´t ask, don´t tell” para evitar preguntas excesivamente personales (¿Es usted gayer? ¿Le gustan los tríos? ¿Le pone el latex alemán?) en las entrevistas de trabajo y en las pruebas de acceso a cargos públicos o al ejército. ¿Qué has hecho durante estos últimos 20 años? Está dentro de esa categoría. El olvido y el perdón son la capa de pintura necesaria antes de comprar los muebles de IKEA que redecoren tu vida. Estoy con los americanos, una vez más, si no hubieran inventado eso de lo políticamente correcto, estaría más.

En un capítulo de South Park los protas calculaban el tiempo exacto que se tardaría en poder hacer un chiste sobre el SIDA y que a todo el mundo la pareciera divertido…alguien debería de echar un cálculo del tiempo que se tarda en que las cosas que uno ha hecho en otro tiempo pueden ser un tema de conversación que no acabe a palos o con uno de los implicados en el cómodo y acogedor sofá de la consulta de un loquero.



Los recuerdos están sobrevalorados como el Tang, la serie "V" o los helados Drácula de Frigo. Felices símbolos externos de mi generación que han sustituido a los más dolorosos o a los más feos como las rodilleras o las chaquetas de chándal azul marino. Yo recuerdo más el remolque de madera que me hizo mi abuelo Zacarías que el tractor de plástico y pedales que servía para arrastrarlo. Ayer cumplió 87 años. Y todavía siente escalofríos cuando recuerda su infancia o la mía…

Soy definitivamente feista, lo feo suele acabar en el sótano o en el vertedero pese a revelarnos con mucha más nitidez el pasado pero, la verdad, tampoco hace falta hacer mucha sangre. Simplemente no entiendo por qué no nos deshacemos de los malos rollos con la misma capacidad con que, alegremente y a la primera de cambio, pasaportamos nuestra colección completa de cintas de vídeo en cuanto sale un nuevo sistema de visionado. Sólo hay que llegar a la misma conclusión: necesitamos espacio y el futuro parece mejor…mucho mejor, de eso no puede caber duda…lo importante está en no guardar durante demasiado tiempo demasiadas cosas y andar por ahí un poquito más ligero de trastos y cachivaches.

Y, sobre todo, no echar demasiadas cuentas o saldarlas a tiempo…que eso también ayuda.

Nota del Insustancial: Todas las declaraciones de paz o de fin de las hostilidades, que no es lo mismo, deberían de acompañarse de esta canción de Tarik y la Fábrica de colores titulada "Vuelta a los colores". Por mi parte está todo perdonado.









11 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Señor Insustancial:

Discrepo de Vd. con respecto a que sobrevaloremos los recuerdos. Si bien soy enemigo acérrimo de la expresión "cualquier tiempo pasado fue mejor" (así como de la de "tiran más dos tetas que dos carretas", pero esto no viene a cuento), lo cierto es que en ocasiones se desprecia lo dejado atrás única y exclusivamente porque recuerdan que cualquier deseo, sueño o cópula ansiada no fueron alcanzados. Las oportunidades perdidas. Sin embargo, en mi humilde opinión, ligeramente condicionada por la medicación que se empeña en recetarme el equipo del psiquiátrico, volver la vista atrás permite no perder las raíces de lo que es uno. Es comprobar de nuevo las instrucciones de fábrica.

En su caso, la muerte de Crichton le ha llevado a pensar en la zagala que abandonó su vera para desplazarse a Turquía (¿se nota que soy de Vigo?); en mi caso, el óbito del principal exponente del Tecno-thriller me ha teletransportado al estreno de "Parque Jurásico" - donde una avalancha humana casi convierte al hijo de un amigo en una napolitana de crema -. ¿Me ha aportado algo este recuerdo (además de los diez minutos de carcajadas al recordar la cara de auténtico terror del chaval)? Supongo que no me ha hecho mejor persona - a la vista de que soy capaz de destesticularme con el pánico sufrido por un crío indefenso, algunos pensarán que ni siquiera soy persona... y tendrán razón - ni tiene ningún tipo de beneficio pragmático en lo que al futuro se refiere. Pero me ha recordado que tengo amigos, que no me gusta el cine, que disfruto con Spielberg, y que, a base de un esfuerzo ímprobo, sigo siendo exactamente igual.

Y, qué coño, me gusta.

Ligeramente preocupado tras releer el comentario que he escrito (o dejo de tomar drogas, o dejo de comentar en los blogs ajenos), reciba afectadísimos saludos.

manu dijo...

¿Crichton murió a los 666 años? :p

Ruth me escribió que “nunca se puede tener lo que uno quiere”
Eso no es del todo cierto. Algunos sí lo consiguen, o si no todo, bastante. A veces, lo que no puedes tener es lo que más quieres.

¿Después de 20 años le da por disculparse? Amos andayá. ¿Otro fan de "Me llamo Earl"?

Yo he decidido colocar la fiabilidad de mis recuerdos en cuarentena. Realmente, en ocasiones tengo dudas de si lo que recuerdo fue tal cual o estoy haciendo un "director's cut" mental. Además, tengo la mala costumbre de mirar hacia atrás con tintes melancólicos, no para recordar lo bueno... ¿lo bueno?

Anónimo dijo...

Me he releido un par de veces el post y he decidido que es tan personal que no se que poner.

En mi caso los recuerdos siempre vienen de la mano del insomnio, por el día les tengo menos miedo...

un abrazo (inconexo, como lo que acabo de escribir)


por cierto, ¿dolor de corazón? dolor de cabeza seguro, pero tanto como eso...

mysterymoor dijo...

Buddy Holly > All

Zacarías es un gran nombre.

El otro día pensaba en el drácula de frigo remememorando mi primera borrachera, que fue con un litro de licor de fresa con coca-cola. Ugh.

moonriver dijo...

¿V sobrevalorada? ¿Estás loco? ¿Qué habría sido de mí sin jugar a ser Diana comiendo ratones de gominola?

Y entrando en el fondo del asunto, la verdad es que no creo que sea tan bueno olvidar, ni siquiera perdonar. Quien olvida el pasado está condenado a repetir los mismos errores en el futuro. Y, ¡ojo!, que yo soy experta en tropezar con la misma piedra una y otra vez, pero soy consciente de ello y lo hago con conocimiento de causa. Que a veces un mismo error tiene consecuencias distintas y resulta fascinante intentar prever el futuro y darte cuenta de que quien escribiera el guión de tu vida tenía mucha más imaginación que tú. En cuanto al perdón, me parece más divino que humano y como no quiero ir para santa me regodeo en mis pequeñas dosis de rencor hacia quienes en algún momento de mi existencia lograron hacerme daño. Que si perdonas del todo es que esa persona ya no te importa nada en absoluto y eso significa que nunca fue realmente importante para ti.

Que pase usted un insustancial fin de semana.

Anónimo dijo...

tal vez el rencor nos haga más dependientes de lo que pensamos. para continuar sin rencor nada como ser despistada. la imaginación se dispersa y se va hacia otro lado. me ha encantado el comentario y la canción, tras este momento de felicidad le regalo un haiku sr. insustancial, que no sé qué tendrá que ver:
"Hoy me pongo ropa de domingo y viajo a un mundo que nunca he visto"
abrazakos de los suyos

ENRIC dijo...

Merhaba Mr. Insustancial,
Me incita Ud. al recuerdo...
¿leyó Ud. alguna vez El Víbora escondido en una letrina?. guardo en mi recuerdo erecciones incomprensibles y calles llenas de vacío en agostos barceloneses. Todo cerrado. Mercado de Sta. Catalina. Conejos sangrando por la boca, despellejados y colgando de un garfio que les ensarta los ojos. Plumas de pavo. Olor de orina tan intenso como el del serrín en tabernas donde el vino es tan pésimo que mata. Vomiteras espumosas frente a la estatua de Colón viendo pasar a travestis y animales nocturnos Ramblas arriba,hacia l'Arc del Teatre, hacia la estatua de Pitarra, frente a lugares siniestros donde mujers desnudas bailan con la mirada perdida y la nariz sanguinolienta. Ratas con alas. Calor tóxico. Anarcoma. Corto Maltés. Paracuellos del Jarama y Makoki. Asfaltazos, como Ud. dice, asfaltazos derritiéndose y la sagrada Familia allí arriba, mirándote inmisericorde, blanda como la mierda comprada en Robadors, con ese humo tan intenso y ese sabor a curry o especias.
El Chino con sus problemas, con su muerto atado a una goma y esa chuta rasgando la carne azulada. Muerte. Moscas. Niños sin dientes que gritan. Charcos de porquería añeja tras la lluvia corta. Navajeros con patillas, tortilla de patatas con cucaracha. Humedad y aburrimiento. Letrina sin papel y peste a lejías baratas, jabón Lagarto, leche incandescente...la infancia...
"nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio" que diría J.M.Serrat.
Y es verdad camarada, es la verdad...
Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Muy acorde con LOL: "He tirado bolsas llenas de ansiedad, y aquellos recuerdos que uno guarda por guardar ya no sé quien soy, tan sólo sé que hay más luz de la habitual..."

Tío, eres la persona más auténtica que he "conocido/ leído", dime que eres novelista y estás a punto de publicar un libro, y vivirás mucho tiempo y podremos leerte siempre, siempre.

De todas formas yo adoro mis recuerdos, son lo mejor de mí, con diferencia (claramente sobrevalorados, pero necesarios)

Gracias por este post.

Anónimo dijo...

Podemos:
http://www.antoniorico.es/2008/11/yes-we-can.html

Galán

Señor Insustancial dijo...

¡Hola Muchachada!

La vida se ha puesto menos interesante que de costumbre y no he estado cerca de una conexión a internet durante días. Sorry, insustanciales...

Descubro con placer que seguís por aquí todos los habituales.

Gracias, lo contrario, justamente hoy, sería nefasto.

Mañana volveremos con energías renovadas y muchas, pero muchas incoherencias. Aprovecharé para contestaros mañana.

Se os quiere. Un abrazo.

Señor Insustancial dijo...

¡Hola a todos! Me vuelvo a reincorporar a la tertulia. Vamos allá:

-Gromland: Bienhallado, gracias por venir. Ya me contarás como nos encontraste (siempre lo pregunto, nadie contesta...¿Estoy en alguna lista de blogs del porno con animales y nazis?).
Bueno, yo creo que agarrarse excesivamente al pasado es un poco negativo y que hay que mirar palante, palante. Otra cosa es olvidar de donde venimos.
Si te sigues pasando te darás cuenta de que aquí el personal se ríe de las peores cosas y en las peores condiciones posibles. Estás en tu casa. Muy buena la anécdota del chiquillo indefenso y, por favor, no dejes de tomar droga. En realidad parece que te sienta fetén, fetén del todo.

Manu: ¿666? Solo 66 pero casi...ay, esas citas sacadas de canciones de los Stones. Menos mal que has venido tu a mejorarla...Por cierto que yo también miro todo el rato al pasado pero sólo para acordarme de lo "más" bueno. jjajaaa. Un poco "Me llamo Earl", un poco buenísima persona. Una personita buena.

M: Bienvenida, querida. Pues sí, la cosa es un poquico personal. ¿Dolor de corazón? ¿Qué problema hay en ser un cursi sin remedio? Jajajaa.

Andrea: Me parece simplemente increíble, hasta ayer que leí tu comentario, que alguien se emborrachara con semejante mejunje. Pensé que eso era con lo que se pillaba los pedos Hello Kitty.

Moonriver: Gracias por volver. Sabía que decir que "V" estaba sobrevalorada iba a soliviantar a más de uno. No pasa nada. Es que la he visto hace poco y me ha parecido cutrísima.
En la búsqueda de la felicidad absoluta creo que está lo de guardar el mínimo rencor posible (aunque hay cosas que son imposibles casi de perdonar) y en no guardar ninguno a la gente con la que nos tenemos que cruzar todos los días. La verdad es que creo que la mayor muestra posible de lealtad es olvidar los malos rollos y centrarse en el futuro. Pero es mi opinión.

Raquel: Que alegría verte de nuevo con el ordenador arreglado...¿verdad?
El rencor es una droga malísima que te tiene perpetuamente pensando en cómo hacerle daño a otras personas a la mínima de cambio. En cierto modo la gente es más feliz consumiéndose planeando una venganza que llevándola a cabo. En serio, una vez que has jodido a alguien me imagino que sólo puedes volver a tu aburrida vida una vez más. Gracias por el Haiku, me encanta.

¡Merhaba Enric!
Pues sí, yo más que en el water tenía que ir a casa de unos familiares a esconderme en la habitación de uno de ellos a hacer con que leía unos tomos de cómics con cuentos ilustrados de Julio Verne para, en realidad, hincharme a leer "El Víbora", "Cimoc", "Cairo" y "Zona 84"...

La verdad es que has retratado un poco la sensación de vértigo, ladillas, mal rollo y libertad que te atrapaba leyendo semejantes cosas. Ahora me acuerdo del estupor terrible que me provocaba Anarcoma y de que no me coscaba de que una mujer pudiera tener pene...o las historias chungas de TAXISTA...que buenos recuerdos y qué raros, la verdad. Pero sí, creo que algo se me quedó de todo aquello. Un abrazo grande y salud camarada.

Delirium: Que bueno que seas tan fan de LOL. ¿Novelista? Algo hay pero me imagino que hasta dentro de un tiempo no estará en ninguna parte nada más que en mi cabeza. Me dedico a escribir profesionalmente en otros medios. Muy mal, por cierto, y ahora muy poco porque la cosa está jodía. Gracias por tus elogios, espero vivir todo el tiempo que este corazón de isótopos me lo permita. Lo prometo.

Galám: Me apunto a lo de Antonio Rico.