Una vez fui un adolescente al que todo lo daba mucha vergüenza. Cuando tenía que decirle algo a alguna chica utilizaba el típico truco de reptil marisabidillo, esde de regalarle una cinta de cassette con algunos temas escogidos que esperaba hablaran mucho y bien de mis sentimientos, de mi sensibilidad, de mis buenas intenciones y de todas aquellas tonterías que sólo un adolescente mal informado puede pensar que una mujer espera de los niños.
Hoy, que no tengo palabras, vuelvo a utilizar a Silvio Rodriguez (ese al que mis amigas rojeras llamaban con familiaridad simplemente "Silvio")para que sea el portavoz de ese nudo que se me ha hecho en los dedos y que me impiden escribir nada de lo que tengo pudriéndose en el pecho.
Un truco inutil y desesperado, como la ceremonia de los Goya que acabo de ver morir frente al televisor; una pataleta de niño chico frente a un caballito de monedas; una nueva exhibición cursi e impúdica de mis sentimientos... de este analfabetismo sentimental. En todo caso esto no es para ustedes pero ella ya sabe de qué va. Me vuelvo al callejón a seguirme lamiendo las heridas junto a los otros gatos.
lunes, 4 de febrero de 2008
Te doy una cancion (Slivio Rodriguez)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario