Tras ver anoche Promesas del Este (2007, David Cronenberg) me asaltó la siguiente idea: "¡Con Stalin vivíamos mejor". Me aterra lo excesivo que tiene lo ruso...borracheras como pianos donde nadie puede sostenerse en pie, ultraviolencia, exterminio, tristeza máxima, alegría mal digerida. Me contaba un ruso muy negociante que en su país los agricultores, en los tiempos del Zar, se morían porque eran incapaces de guardar. Si había muchas patatas se las comían todas, si no había se morían de hambre...y que el comunismo les enseñó orden...es una manera de ver las cosas...claro...
Lo que sí es verdad que, al menos, nos ahorraban versiones como esta de Kalinka perpetrada por una tal Ieleana Merzoian...y es que muchos conocieron el Gulag por mucho menos. Miren, miren.
Yo la hubiera obligado a masticar polonio, o Polonia, que debe de estar durísima (El país, no la rusa, gentuza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario