jueves, 28 de agosto de 2008

No disparen al cinéfilo (o sí)








Mi puesto en el videoclub en el que trabajaba lo ocupa ahora una mujer de 20 años. Me ha confesado que "flipa conmigo" porque me ha visto alquilar, el mismo día, En algún lugar de la memoria (Mike Binder, 2007), Más extrañó que la ficción (Marc Forster, 2006), la primera versión de Funny games (Michael Haneke, 1997) y la mini serie Hermanos de Sangre (2001) que mi señor padre no vio en su momento porque no le dio la gana y que el otro día encontró en un canal de la TDT y le enganchó irremediablemente (el episodio de la toma de Charenton, que es francamente bueno).

Me ha preguntado que si Funny games era de risa y casi me da una apoplejía...nada más verme la cara me ha guiñado el ojo y me ha dicho "ya,ya, soy fan de Haneke". He estado a punto de advertirle de que la gente con esos gustos suele ser francamente infeliz pero no lo he hecho. ¿De qué hablará durante el botellón?


La dependienta (que no parece tener taras) dice que le gusta la sutileza de Código desconocido y que le aterra la dureza de La Pianista. Dice que le gustan las películas sutiles, las cosas francesas...Dios, se que va a ser muy infeliz.

Conozco bien a los de mi grey, organicé durante cinco años una muestra de cine español y se cómo acaban todos los cinéfilos, conozco como se te ponen lo ojos de ratilla, como se te agudiza el oído, como comienzas a ser incapaz de ver una película si no es completamente en silencio, como te da la onda febril de no ir a ese cine donde el sonido es malo y el proyeccionista un patán....ayssss. ¿Cuándo comprenderemos que la adquisición de cultura es mala? ¿Que una vez que uno sabe lo que es un plano americano ya no es capaz de disfrutar de un telefilm?

Una de las clientas del videoclub es una ex Miss España que estaba por allí medio atendiendo a nuestra conversación. Le ha dicho a la dependienta que le recomendara alguna película buena y le ha dicho que se llevara En algún lugar de la memoria (Mike Binder, 2007). Ha fruncido el esculpido ceño para decir que le parecía que el título le sonaba a rollo. Ha dicho "rollo", literalmente. Después ha dicho que su novio es futbolista, como justificándose para llevarse una de John Travolta en moto (¿Cerdos salvajes?). Por cierto, la peli no está nada mal pero, ya sabéis, me encanta Adam Sandler. (¿Qué? Joder, ni que el hombre hiciera porno alemán...)

Cosas tan sutiles como esas son las que te cambian la vida. Si eres cinéfilo es muy difícil que quieras entrar en GH...¿Cómo ibas a vivir sin ver dos pelis a la semana?


Cosas sutiles son las que mueven el mundo: Letizia Ortiz, Princesa, se cambia un poco la nariz y se monta el pollo. Lo dice Peñafiel que cualquier día de estos en plan Mateo Morral se lanza al paso de la comitiva real y monta un estropicio. ¿No veis? Otro cambio sutil: antes lameculos oficial, autodenominado portavoz oficioso de la Casa Real y ahora furibundo antijuancarlista.

La falta de sutileza provoca cosas como la de ayer: dos tíos intentaron reventar un cajero utilizando un tubo de goma y una bombona de butano. Reventaron el banco entero, claro. Los tíos intentaron acceder hasta el cajetín de la pasta pero, ops, demasiado gas en el ambiente. Salieron de allí echando las papas y sin el jugoso botín. Ha ocurrido en Málaga. Yo los juzgaría también por imbéciles.

Cuando escucho estas cosas siempre me imagino el momento justo en el que dos idiotas inventan semejante método:

-"Tío, tengo una bombona nueva, una goma....y ese cajero está diciendo róbame".

-"Con dos cojones, nos vamos a hacer ricos".


Y es que hay mucha leyenda sobre el atraco perfecto, la retorcida mente criminal y esas cosas. Normalmente los manguis no son muy listos...si uno tiene alma de mangui y es medianamente inteligente se monta un timo piramidal, se crea un chiringuito financiero, se hace abogado o publica los libros de Jaime Peñafiel.

Me imagino que si eres cinéfilo no se te ocurre hacer semejante gilipollez aunque, a lo mejor sí, porque entre los cinéfilos militantes de la historia están Hitler, Franco y ese pedazo de dictador llamado Kim Il Jong que ahora le anda metiendo el miedo a Occidente con la vuelta al programa nuclear. Pero es que, claro, hay pelis malas y pelis buenas. Cinéfilos malos y cinéfilos buenos...freaks del bien y freaks del mal.

3 comentarios:

Paria dijo...

Recuérdame que jamás discuta contigo de cine, teniendo en cuenta que mi película favorita es indiana jones y la última cruzada, no quiero ni imaginarme la cantidad de blasfemias que cruzarían tu lóbulo frontal...

Blógulo Fruslería dijo...

Tu videoclubera me recuerda lejanamente a mí, salvo que yo no bromearía jamás con Haneke y para hablar de él siempre hago antes unas genuflexiones.

Señor Insustancial dijo...

Pues la verdad, Paria, soy fans de Indiana jones.

Miss fruslerías lo suyo con Haneke es, definitivamente, acojonante.

Abrazos y besos a ambos